Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

FURIA

Todos tenemos demonios internos, entre ellos el demonio que nos trae el enojo, la furia, el desprecio, la ira, entre otras emociones negativas.

Un joven pelinegro sufría varios problemas de ira aunque nadie lo notaba porque el solo intentaba controlarse lo más posible, al punto de morder su propia lengua con mucha fuerza para no explotar.

Para todos, él era un chico feliz, hiperactivo y muy común, era guapo y fuerte pero algo ingenuo e infantil, siempre era positivo y muy sonriente, a pesar de su pasado que siempre le atormentaba la existencia.

Él era huérfano, su padre los había abandonado a él y a su hermano, su madre había muerto y no tenían a más nadie con ellos

Su hermano era parecido a él, muy sonriente, coqueto con las mujeres pero sobre todo, un gran cocinero, era el mejor.

El chico tenía miedo de decepcionar a su hermano mayor, de que en un descuido de sus problemas, causar tanto daño que su hermano lo deje de amar y lo abandone, esa era su pesadilla, su más grande miedo, por eso siempre se mostraba con una sonrisa mientras se consumía por dentro.

¿En qué piensas Ed? —Preguntó el mayor mientras le entregaba un plato tradicional de desayuno, una arepa con mantequilla, queso y mortadela

En la universidad, espero hacer amigos —habló él pelinegro que de inmediato empezó a devorar su desayuno

Estarás bien, Eric también va a ir, podrás pasarla con él  —dijo el peliblanco mientras también comía con muchas ganas

Jejeje... si —el chico sonrió nervioso, en realidad no le agradaba mucho su "amigo" pero su hermano no lo sabía— y ¿tú que harás Ban?

Ya sabes, cocinar en el restaurante, coquetear con algunas chicas hasta encontrar a la indicada con la cual casarme y darte sobrinos —guiñó el ojo riendo con fuerza

Se podría decir que el mayor era bastante mujeriego, cada semana salía con una chica nueva, con la excusa de que a la otra no la quiso lo suficiente o que no era apta para ser la madre de sus futuros hijos, pero no piensen mal, el hombre era un mujeriego pero nunca en la vida le faltaría el respeto a una mujer o sería un pervertido con ella, para él las mujeres era sagradas, una obra maestra de quién sea que las haya creado, por eso, cuando salía con una, se mantenía solo y exclusivamente para esa.

Banceloth, ¿cuando cambiarás? —Preguntó su hermano algo divertido

Cuando conozca a la indicada Ed —habló decidido el peliblanco— ahora vamonos que hay que caminar por media hora hasta la universidad

Ya te dije que puedo ir solo —dijo el pelinegro, mientras se levantaba e iba a buscar su chaqueta

Salieron de su humilde hogar a las afueras de la ciudad, ellos vivían en un barrio no tan lejos pero tampoco tan cerca de la ciudad y de la universidad, lo bueno era que ambos se criaron ahí y siempre se iban a pie de un lado a otro, sabía el camino y llegaban rápido.

Mientras caminaban Banceloth hablaba sobre las bromas que ocurrían en el restaurante donde trabaja, mientras que Edward, estaba sumergido en sus pensamientos

<<¿Seré suficiente para permanecer en la universidad?>> Pensaba <<¿Haré amigos? ¿Les agradare a mis compañeros? Espero no lastimar a nadie. Espero que Eric no sea una gran molestia el primer día>>

El joven de 17 tenía varias preocupaciones con respecto a sí mismo y a su círculo social, sus únicos amigos o conocidos eran los de su barrio, vecinos y los chicos que los acompañaban en sus clases de boxeo, pero no tenía ese amigo que siempre está para ti, nadie lo llegó a conocer tanto cómo para confiar ciegamente, él quería tener ese grupo de amigos que conocieran sus problemas de ira y no se asustaran por ello, quería ese grupo que parece ser tu familia.

Bueno... aquí estamos —dijo el chico luego de una larga caminata, miró con algo de emoción y miedo el lugar, antes de mirar a su hermano— No vemos luego...

Hey —el peliblanco le removió el cabello cómo si fuera un niño— Estarás bien, me oíste, eres y serás el mejor... mamá estaría orgullosa al igual que papá

Edward hizo un esfuerzo abundante para no llorar, solo asintió y chocó puños con su hermano, despidiéndose finalmente.

Entró en el área de la universidad, varios ya tenían grupos sociales formados y hablaban animadamente.

Pudo observar a un chico rubio de aspecto cansado y deplorable caminando al pasillo que daba a la cafetería ¿Cómo sabía eso? Simple, él fue un par de veces a la universidad para no perderse el primer día.

El timbre sonó, dando por iniciadas las clases, así que empezó a caminar a su salón rápidamente, se le hizo tarde, ya debería estar allí.

Al llegar miró cómo una chica albina chocaba con el chico rubio anterior, los miró un momento, esperando que se quitaran de la puerta, la chica lo miró y sonrió apenada, entrando al salón, el rubio volteó los ojos e hizo lo mismo.

<<¿Es china?>> Pensó por un momento antes de entrar igual.

La profesora los sermoneo a los tres por llegar tarde, aunque parecía más un regaño que un sermón. La asiática estaba avergonzada, el rubio parecía algo molesto y nuestro pelinegro no escuchaba ni una palabra del sermón, al final, los mandó a sentar.

Gracias por hacer que recibiera un regaño el primer día —habló molesto el rubio, tenía un acento extranjero,

<<Tal vez es de Estados Unidos>> pensó Edward, pero le molestó un poco que los culpara a ellos.

Lo lamento —se disculpó la albina, estaba roja de la vergüenza y a su tono de piel se le notaba mucho más.

No veo nuestra culpa en esto, igual llegabas tarde —dijo ahora Edward mirando al rubio

Cómo sea, no quiero distracciones o llamadas de atención por su culpa —soltó con algo de desprecio.

Eso a Ed le enfureció, pero antes de poder decir algo, la asiática habló con un tono bajo y arrepentido

Lo lamento tanto, no quería molestarlos, a ninguno —se notaba a simple vista que esta chica era sentimental, bajó la mirada y se quedó en silencio.

El chico rubio la miró un momento y suspiro— No es que ni sea tu culpa... pero también es mía, solo me desquite.

Edward sonrió, eso sonaba cómo una disculpa pero con algo de orgullo de por medio, entonces se decidió.

Bueno, ya que estamos así, yo también me disculpo y te digo jovencita que no es tu culpa —dijo sonriente, la chica asintió y todos prestaron atención a la clase, porque la profesora les llamó la atención nuevamente

De ahí no habló casi con ninguno, aunque si le preguntó a la chica de qué parte de China era, a lo que ella había contestado que era japonesa, el joven pelinegro se apenó y no le habló él resto de la clase

...

Oye Edward, espero que no te robes el show esta vez —un chico de cabello castaño habló con molestia—

Eric, ya te he dicho que esa nunca es mi intención —dijo Ed mientras acomodaba sus cosas en su bolso—

No me interesa, siempre te robas toda la atención, estoy harto de ti —dijo el chico Eric mientras iba por el pelinegro—

Eric, no ahora —suspiró con cansancio—

En eso llega su profesor de artes marciales, Eric se aleja aparentando que no pasaba nada y Edward solo sigue con lo suyo

Nelson y Sanchez, los quiero en la arena ahora —dijo con voz fuerte ambos chicos

Edward sabía lo que pasaría, al profesor no le agradaba para nada las discusiones que se ocasionaban entre compañeros y cada vez que pasaba, los mandaba a pelear para demostrar quién tenía mejores habilidades, parecía algo muy primitivo pero eso hacía que no discutieran, por lo menos frente a él, todos menos Eric

Edward lo conocía desde niños y Eric siempre parecía molesto por la presencia del pelinegro, no le agradaba para nada y siempre le decía cosas hirientes o trataba de provocarlo para pelear, por eso no le importaba que el profesor los enviara a la arena de combate

Ya en el lugar, Edward se vendo los nudillos con una tela negra, suspiró y se posicionó para pelear, Eric hizo lo mismo pero con una tela blanca y al sonar la campana, ambos empezaron a pelear

Edward solo recibía golpes en los brazos mientras que Eric atacaba sin parar, solo se dedicaba a bloquear los golpes y retroceder de vez en cuando. En un momento de vulnerabilidad de parte de Eric, Edward lo tomó por los brazos y le dio con la rodilla en el estómago para después hacerle una llave y tirarlo al piso

Así era siempre, Eric trataba de demostrar a todos que era el mejor, tratando de humillar a Edward mientras que a  éste no le importaba tanto la fama que poseía entre sus compañeros debido a su fuerza, simplemente le gustaba pelear, era la única manera de desahogar todo lo que cargaba en su mente y corazón.

Sin que nadie se diera cuenta, dos chicas en diferentes partes del lugar, miraban la pelea, una de ella con una sonrisa de interés y la otra con una mirada llena de admiración ante lo sucedido

La mañana pasó rápido entre las clases, mientras que la tarde fue lenta y fría, a pesar de haber un calor infernal en las calles

Edward caminaba sin rumbo y con la mente en las nubes, mirando el cielo con aburrimiento, no iba a ir al restaurante hoy pero tampoco deseaba volver a casa tan temprano, por eso decidió dar vueltas en la ciudad

Pensaba sin parar sobre su vida y decisiones, su soledad era lo único que lo acompañaba, la armargura se notaba en su mirada y poco a poco sentía de nuevo un nudo en la garganta. Cualquiera diría que son cosas que pasan en la vida pero Edward solo pensaba en que todo era culpa suya, resentimiento y odio crecían dentro de él y se los dirigía a sí mismo, no tenía a nadie para hablar y tampoco tenía cómo desahogarse y gritar, temía ser escuchado.

El atardecer era presente y el pelinegro llegaba a su casa con la mirada baja "Banceloth llega tarde hoy"  pensó en un suspiro

Cuando fue a abrir la puerta de su casa, ésta estaba abierta y eso lo alarmó, abriendo de golpe y encontrando a un hombre robando las cosas

Cualquiera hubiera llamado a la policía o hubiera tenido tanto miedo que se congelaría en ese momento, pero Edward se llenó de ira y fue a golpear al hombre sin inmutarse o siquiera pensar.

Sin aviso alguno, empezó a golpear el rostro del hombre frente a él sin descanso, mientras gritaba furioso, lo que no se esperaba era que otro apareciera por detrás con un arma, apuntándole a la cabeza

Edward se detuvo, pensó que ese era su final y lo único que vino a su mente fue su hermano, no quería dejarlo, pero antes de escuchar el disparo, un quejido de dolor sonó en su lugar, Edward volteó y miró a una chica en capucha, pateando sin descanso al hombre que hace un momento tenía el arma

Minutos después ambos ladrones estaban en el pido fuera de la casa y la chica miró bajo la capucha al chico pelinegro que acomodaba a espaldas las cosas que le iban a robar

Edward, todos tenemos demonios dentro, pronto tú conocerás al tuyo, no te dejes influenciar por la ira, eso solo te llevará al abismo —habló con tranquilidad y a la vez con advertencia, en el sonido de la noche, su voz resonó en los oídos de Edward, que volteó de inmediato pero ella ya se había ido y los hombres habían desaparecido

Edward sintió un escalofrío y pensó él porqué esa chica tan rara sabía su nombre, no estuvo tranquilo por toda la noche, lleno de preguntas sin responder al igual que otros "¿A qué carajos se refería?"

Mientras que por otro lado, la mujer apareció en un lugar despojado, con ambos hombres a su lado, ahora asustados, era los miró con ojos asesinos y habló en una amenaza

Tal vez pensaran que cómo parezco una chica débil no puedo hacerles nada, pues se equivocan estúpidos, largo de aquí si no quieren ver cosas que los traumaran de por vida —dijo mientras les daba una última patada a ambos con su tacón, luego, tal y cómo apareció, se desvaneció en el aire




Hola

Edward, uno de mis favoritos, pobre mi lindo, anda traumado jijiji

Bueno, un spoiler del siguiente

Muchos nos sentimos encerrados y sin aquello que nos permite sentirnos vivos

Ahora si, gracias por leer

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro