parte 02
Yoonah llegaba a su casa con un poco de desanimo. No la había pasado muy bien en la escuela, pues había visto como un Alfa bastante apuesto le coqueteaba a la Omega que le gustaba.
Y lo peor es que Kyujin parecía bastante cómoda con él. Cuando ella no a podido tan siquiera hablarle.
── ¡Ya llegué ma! ── le avisó a su madre mientras dejaba su mochila en su lugar. Y al poco tiempo, Sana llegaba bajando las escaleras.
── Yoonah, ¿Cómo te fue en la escuela?
Le dió un fuerte abrazo a su hija, el cual fue correspondido.
── Pues, no sabría que decirte.
── ¿Paso algo?, Te noto diferente a otros días, como más apagada.
A la Omega se le hizo extraño, su cachorra lucía triste y eso le preocupó.
── Es que... No se si contártelo.
── Cariño, tu me puedes contar lo que sea. ── Acarició cariñosamente el cabello de la menor en señal de apoyo. ── Soy tu madre y te ayudaré en todo.
── Bueno, es que siento que dirás o pensaras que es algo tonto.
── Jamás pensaría que tus problemas son tontos, tienes que tenerme confianza, mi amor.
── Está bien...
Yoonah se sentó en el sillón que tenían en la sala. Se relajó pues le avergonzaba contarles sus problemas a su madre Omega.
Pero, ¿A quien más se los podía contar?
Debía de tragarse esa vergüenza, necesitaba desahogarse y escuchar algún consejo.
── Es que hoy en la escuela vi a un Alfa coqueteando con la chica que me gusta. ── hizo una pausa y suspiró ── Y yo ni si quiera puedo hablarle porque la inseguridad y miedo me gana.
Sana abrazó a su pequeña y le brindó pequeñas caricias. Le dolía saber que su hija estaba triste.
── Yo te aconsejaría que le hables, que intentes tener una amistad con ella y que vea la maravillosa persona que eres, Yoon.
── ¿Y cómo hago eso? ¿A ti cómo te conquistó mamá Tzuyu?
Preguntó y se separó del abrazo cálido de su madre para sentarse y escuchar lo que le diría.
── Bueno. Pues tú madre era muy detallista, y también muy insistente ── soltó una pequeña risa al decir eso. ── Yo no le hacía mucho caso pero ella no se rendía. Y al final su terquedad dió frutos.
Yoonah asintió ante la respuesta de su mamá. Sabía que para ella era difícil hablar sobre eso.
── Entonces voy a intentar eso.
Le regaló una sonrisa a la mayor y la abrazó fuertemente.
── Bueno, ahora ve a comer, que hice tu comida favorita.
No tuvo que decirlo dos veces, pues la alfa adolescente fue corriendo a lavarse las manos para poder degustar la comida que Sana había preparado.
Minatozaki ya había comido antes de que su cachorra llegará de la escuela, por lo que optó por irse a su habitación.
Soltó un suspiro pesado, un nudo en su garganta estaba empezando a formarse.
── Ojalá estuvieras conmigo, Yoda. Nuestra Yoon te necesita, y mucho.
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Tzuyu marcaba el número de su Omega en el teléfono público que había en el aeropuerto. Se encontraba en Taiwán pues había ido de visita con su familia.
Y ese día iba a regresar a Japón. Estaba emocionada pues iba a volver a ver a su Omega después de 3 meses.
── ¿Bueno?
── Shasha, soy Tzuyu.
La Alfa estaba feliz de escuchar la hermosa voz de su Sana. Ya quería llegar y ver como se veía con esos lindos 9 meses de embarazo.
Porque si, la Omega estaba en cinta.
── ¡Yoda!, Me alegra escucharte. Te he extrañado mucho
── Yo también, mi amor. Pero te tengo una buena noticia ── sonrió en grande, aunque su amada no podía verlo. ── Estoy a punto de tomar un vuelo hacia Japón, ya voy a regresar.
── ¡¿En serio?!, Te voy a estar esperando con ansias, y también voy a preparar algo especial.
La voz de Sana detonaba una alegría y emoción muy evidente, haciendo que la sonrisa de la Alfa se agrandara.
── Bueno, te dejo porque hay mucha fila para usar el teléfono. Te mando besos a ti y a nuestro cachorro.
Se despidió y colgó el teléfono. Ahora estaba más feliz y con más ganas de tomar ese avión para poder reunirse con su novia.
Sonó el anuncio de que su vuelo estaba a punto de despegar, por lo que fue corriendo para poder tomarlo.
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Sana abría la puerta de su casa para que su amiga Mina pudiera pasar. Tan pronto se enteró de que su Alfa regresaba, llamó a su amiga para que le ayudará a hacer algo bonito.
── Estás demasiado emocionada, ¿Verdad?
── Si Minari, es que la idea de tener a Tzuyu aquí otra vez después de 3 largos meses, es tan increíble.
La Omega contrataría solo rió, le alegraba que su amiga estuviera feliz.
── ¿Y que quisieras hacer?
── Bueno, pues me gustaría decorar la sala y hacer su comida favori- ──no pudo terminar pues sintió una fuerte contracción, más intensa que las demás.
── ¿Estás bien, Sha?
Preguntó la rubia con una preocupación evidente, Sana se apoyó de los hombros de su contraria para no caer.
── N-no, creo que el bebé ya viene.
── Mierda. ¡¿Que hago?! Nunca imaginé estar en el parto de alguien, siento que me voy a desmayar.
── ¡Ni se te ocurra, Myoui! Si te desmayas, ¿Qué pasará conmigo?
── Bueno, entonces vamos rápido al hospital antes de que algo más ocurra.
Mina ya estaba temblando por los nervios, con cuidado llevó a Sana hacia la puerta para poder ir al hospital.
En el transcurso, Minatozaki no dejaba de apretar la mano de su amiga, lo que causa que casi choquen.
Y al llegar al hospital, rápidamente atendieron a Sana y la llevaron a una sala. No dejaron pasar a Myoui pues no era la Alfa de la castaña ni la madre del cachorro, así que se quedó afuera.
Pasaron varias horas hasta que el doctor por fin salió a dar información sobre el estado de la Omega y de su hijo.
── ¿Cómo está nuestra amiga, doctor?
Chaeyoung, quién era la esposa de Mina, había ido apenas se enteró, para hacerle compañía a su Omega y a su amiga.
── Pues, en medio del parto hubo algunas complicaciones. ── esas palabras preocuparon a la pareja ── Pero pudimos solucionar todo, y tanto la madre como la cachorra están en buenas condiciones.
── Oh, ¿Es niña?
La japonesa se emocionó al oír eso, siempre fue una fiel creyente de que iba a tener una sobrina.
── Correcto, una bonita cachorra Alfa.
── Estoy segura de que a Tzuyu le encantará la noticia.
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Tzuyu se encontraba durmiendo mientras el avión seguía su rumbo, ya era de madrugada, las 2 de la mañana para ser exactos, y probablemente el avión llegaría a Japón entre las 7 de la mañana.
Se despertó pues no podía conciliar bien el sueño, no sabía si era a causa de la emoción de saber que ya iba a regresar a su casa junto a su Omega, o porque su loba estaba completamente inquieta.
Se acomodó mejor en su asiento para nuevamente intentar descansar, pero unos fuertes movimientos la aturdieron de golpe.
Al parecer había problemas con el vuelo, la mayoría de pasajeros entraron en pánico al oír eso, la taiwanesa intento calmarse, a lo mejor podían arreglar todo esto rápido.
Para su mala suerte, estaba equivocada. No tenía manera de como comunicarse con Sana, decirle algo por si todo terminaba mal, decirle cuanto la amaba a ella y a su hijo o hija.
Todo se tornó algo horrible, se escuchaban llantos y gritos por todos lados. Y fue exactamente en ese momento en el que las complicaciones en el parto de Sana comenzaron.
❛❛ Las horas más felices de mi amor fueron contigo
Por eso, es que mi alma siempre extraña el dulce alivio. ❜❜
Fin.
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