Su mejor amiga y compañera de batallas, la persona que él amaba y aún no lo sabía, su culpa de que ella estuviera en aquel estado.

Se culpaba de que ella estuviera así, ¿Quien no? No pudo protegerla, fue inútil.

¿¡De que servía!? Él tenía poderes para poder salvarla, pero no lo hizo...

Dudo. Dudo en aquel momento de salvarla, no quería demostrar frente a ella que él era un súper héroe, pero ahora se arrepiente. Solloza en silencio, deseando despertar de aquel trágico sueño.

—Resiste Marinette.

Murmura mientras se aferra a la mano de la chica.

Debió actuar y lo sabía, pero no hizo nada. Él fue protegido por su amiga la cual no era ninguna heroína y él como superhéroe era un inútil.
Escuchó como la máquina emitía un sonido y la pantalla que mostraba los signos vitales de la chica, mostraba una línea; Su corazón había dejado de latir.

Pronto entraron unas enfermeras y el médico, apartaron al chico, mientras él solo gritaba el nombre de la chica.
Lo obligaron a dejar la habitación empujándolo hasta la puerta para cerrarla frente a su cara.

—¡No mueras, Marinette!.

Grito con todas fuerzas mientras sollozaba.

Lo que él no sabía que este era el inicio para una gran tragedia.

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Ella sentía una paz, el dolor se había ido, y por alguna razón se sentía satisfecha, nada le molestaba tampoco se lamentaba de nada, era una paz que jamás había sentido.

El lugar estaba iluminado hasta convertirse en un campo, no había nadie el lugar está a desolado, pero no se sentía solo, sonrió y río, una felicidad insuperable podía sentir en su cuerpo y por alguna razón había olvidado lo que había pasado.

Una sombra se acercó a ella. Era un hombre el cual vestía de traje blanco, sin ninguna mancha, sin impurezas, el cabello de él también era blanco y sus ojos de un color gris claro, los zapatos de él eran de Charol con tacón eso lo noto la chica, ya que aún cuando había pasto por alguna cierta razón se escuchaba el tacón resonar en el lugar como si fuera un cuarto cerrado.

—Marinette, ¿Cierto?—. Cuestionó aquel hombre. Ella asintió levemente. —Mi nombre es "D" y estoy aquí para guiarte a tu nueva vida—. Le dijo.

—Gracias D—. Murmuró sonriendo.

—Ah... Lo olvidé—. Susurro y la miró, se acercó a ella mirando los ojos azules de la chica. —¿No recuerdas a cierta persona, cierto?—. Cuestionó. Marinette lo miro confundida ¿A qué persona se refería aquel hombre que se hacía llamar por una letra de abecedario?. —Si, olvidaste a Adrián Agreste—. Lo dijo en voz alta.

La chica lo miro como si no comprendiera pero oír aquel nombre le dolía y mucho, por un momento en su mente recordo una escena de un paraguas y aún chico que veía borroso, y su voz se escuchaba como cristales rotos.

—Chica, has muerto antes de tiempo.

Aquella palabra de morir la stereo por completo, ella estaba viva, ¡Respiraba! Algo que no podía hacer si estaba muerta ¿O si? Y si la gente moria y aún respiraba, no eso era técnicamente imposible, cuando la gente muere es porque no respiran.

—Te daré una oportunidad de volver a verle, pero con una condición—. Dijo aquel hombre ella lo miró con atención.

Pronto la habitación cambio, ahora estaba en un cuarto color blanco y el traje de el cambio a negro, su cabello de él hombre cambio a negro con un mechón blanco y sus ojos a color rojo.

—Un placer señorita—. Hizo una reverencia como si se tratara de otra persona, algo que la sorprendió. —Soy “D” como he dicho anteriormente y ahora te ayudaré con mi poder querida Marinette, es tu decisión ser sabía y no provocar una tragedia, porque si tú mueres yo pagaré por mi pecado.

Al decir esto se acercó a la chica agarrándola de la barbilla.

—Marinette tienes doble identidad, la otra es una heroína de nombre Ladybug, tu muerte a de provocar la desgracia y el temor de muchos—. Diciendo esto sonrió de manera burlona. —Te brindaré mi poder para vencer a tus arvesarios, porque aparte de hoy aparecerán muchos, por la muerte de Ladybug—. Diciendo esto el cuerpo de la chica comenzó a brillar, algo que asisto a la chica.

Sintió dolor en todo su cuerpo y ese dolor le disgustaba, gimió de dolor, mientras era cubierta por una gran oscuridad insoportable.

(...)

Escuchó voces de un par de mujeres, a la vez mucho ruido al abrir la puerta, inquieto a la joven y trato de moverse pero lo único que sentía era dolor en todo su cuerpo.

—¡Ha despertado!.

Escuchó que grito una enfermera, su vista era borrosa pero muy pronto se fue aclarando.

«¿Si no hubiera aceptado, hubiera muerto de verdad?. Creo que lo hubiese preferido»

Un hombre de cabello negro y con bata de médico se acercó a ella y la abrazo. El abrazo dolió que la hizo llorar, su voz era extraña para ella y su garganta dolió como un infierno.

—¡Traiganle agua!—. Ordenó el médico a la enfermera.

Su boca estaba seca como si no hubiera tomado agua desde hace tiempo, y sintió como sus labios estaban algo resecos, su cuerpo dolía como si llevara tiempo que casi no se movía, su voz también era extraña como la de una niña enferma de la garganta.

—

Me alegra que por fin hayas despertado. No imaginas por lo que hemos pasado, mi niña—. Dijo el médico sacudiéndose el cabello y despinandole más de lo que ya estaba.

En ese momento se dio cuenta de algo, el médico era tan familiar con ella y la había llamado “mi niña” pero eso era imposible. Miró sus manos las cuales eran pequeñas, tocó su rostro era algo pequeño, su cabello era corto...

¿Había vuelto a ser una niña?... ¿O acaso había renacido?

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Notas de la autora: ¡Hola!

Este es mi primer Fanfic de Ladybug.

Este Fanfic tratará sobre reencarnación, hasta ahora es un tema que me ha obsesionado y decidí hacer un Fanfic de esta serie sobre reencarnación.

¡Espero que les haya gustado! Si tienen alguna sugerencia decídmelo para mejorar.

¡Nos vemos!