Pasado

- Amor...

- ¿Mmh? - Preguntó, abrazado al torso desnudo del castaño, quien le acariciaba los cabellos negros.

- ¿Crees que el mundo se acabe como en las películas?

El pelinegro rio contra el pecho del contrario.

- No lo sé, bebé. ¿Por qué estás pensando en eso? ¿No estás cansado? - Se incorporó un poco hacía arriba para poder ver los lindos ojos de su novio, dedicándole una sonrisa coqueta.

Taehyung rodó los ojos y rio, tomando con cuidado el mentón de su novio y dejando un par de besitos sobre sus labios.

- Si digo que no, ¿volverás a seducirme? - Preguntó travieso.

El pelinegro hizo un puchero y revoloteó sus largas pestañas con inocencia.

- Tal vez.

Taehyung se carcajeó y se giró en la cama, empujando con suavidad al otro para quedar encima de él.

Deslizó sus manos por el torso de su novio hasta llegar a sus hombros, dejando suaves besos en sus labios.

- Si se acaba el mundo... quiero estar contigo, Kookie.

El pelinegro llevó sus manos al rostro contrario y lo acunó ahí, acariciando con delicadeza sus mejillas, logrando que el castaño cerrara sus ojos y se hundiera entre sus palmas.

- Si se acaba el mundo, prometo hacer hasta lo imposible por estar contigo, Kim Taehyung.

Y el castaño sonrió contento, creyendo cada palabra del hombre que tenía su corazón.

- ¿Me lo prometes?

- Te lo prometo, bebé.

- ¿Por el meñique? - Extendió su dedo meñique para que el otro lo enlazara con el suyo.

- Por el meñique. - Y al unir sus dedos, también unió sus labios, probando de nuevo el adictivo sabor de Taehyung en su boca.

- ¿Aunque sea un apocalipsis zombi? - Preguntó sobre los labios contrarios y con el ceño fruncido, haciendo reír al pelinegro.

- Aunque sea un apocalipsis zombi, mi amor. - Dejó un beso en el puchero que tenía en los labios, haciéndolo sonreír de vuelta.

- ¿Y si todo el mundo se inundara?

- Pues entonces nadaría hasta encontrarte. - Dijo con seguridad, solo logrando ensanchar más la linda sonrisa de su novio.

- ¿Y si...

- ¡Ya bésame! - Los labios de Jungkook sobre los suyos le hicieron olvidar los múltiples escenarios que tenía en la cabeza, y se dedicó a fundirse con el cuerpo contrario, mientras era rodeado por los brazos que quería, los únicos que quería, sobre él.