Rukawa, Rukawa y Rukawa
Al siguiente día, las clases marcharon normal. Sakuragi no pensaba en Rukawa al fin. En el receso, estuvo con su pandilla; Yohei, Noma, Ohkusu y Takamiya. Hablaron, sentados en la azotea. Temas al azar, cosas sin importancia pero graciosas. Al menos eso tenía a Sakuragi sonriendo y distraído de otros temas que no quiere recordar. Obviamente en el entrenamiento todo iba a cambiar.
-- Qué raro, ¿Rukawa no vendrá? --preguntó Haruko para sí misma, al lado de Sakuragi, estaban en el portón del gimnasio.
-- Quizá en realidad no le interesa el basquetball, no como a mí --presumió, riendo.
-- No creo que sea eso... --Miraba el camino de fuera, esperando que llegase, preocupada.
Sakuragi se sintió mal, por ver a Haruko así de preocupada por su culpa.
-- ¡Sakuragi! --gritó Akagi desde dentro--. Ya vamos a empezar.
-- Ya voy, Gori.
Hanamichi se acercó al equipo. Lo primero que hizo Akagi fue hacerlos trotar, con él incluido. Sakuragi andaba al lado de Kogure, trotando, cuando éste habló.
-- Espero que Rukawa esté bien --dijo, para sí mismo.
¿Por qué todos se preocupan de Rukawa? De verdad, es odioso, solamente Rukawa, Rukawa y Rukawa.
-- De seguro anda dormido en su casa como siempre --dijo, con el ceño fruncido.
Kogure lo miró, dándose cuenta que el pelirojo escuchó sus palabras.
-- Es que ayer me dijo que iba a partirle la cara a alguien, temo que haya resultado muy herido en consecuencia.
-- ¿Él te dijo eso? ¿Y te dijo por qué?
-- Hmm, no sé si debería decirte, parecía algo importante para él y no sé si se molestaría si le digo a alguien.
-- No te preocupes, no sabrá que me lo dijiste --Sakuragi sonrió grandemente, con un pulgar arriba, queriendo salirse con la suya.
-- ¡Oigan! ¡Si hablan se cansarán rápido! --gritó Akagi desde atrás, al escuchar al par hablando.
Sakuragi volteó, molesto. Pero le hizo caso, y el entrenamiento continuó. Sakuragi pensó que sin Rukawa era extraño, no tenía nadie a quien reclamar cuando se luzca, porque a Rukawa le encanta lucirse, obviamente lo hace apropósito, zorro con ego. No tenía nadie a quien querer superar y con quien querer presumir, y eso era extraño. Sintió muy lento el tiempo, hasta que llegó el final. La gente se estaba yendo a los vestidores, pero Sakuragi detuvo a Kogure.
-- ¡Hey, cuatro ojos! Ibas a decirme lo de Rukawa --Sonrió grandemente, con picardía.
-- Nunca dije que lo iba a decir --Miró con una sonrisa nerviosa al contrario.
-- Ay dime, amigo Kogure, puedes confiar en mí --Pasó su brazo por los hombros del de lentes, y apretando, sonrió intimidando--. Vamos, dime.
-- D-de acuerdo, te lo diré... --dijo Kogure, con algo de miedo.
-- ¡Yei! ¡Así me gusta, cuatro ojos!
Sakuragi separó el contacto físico del contrario, y se dispuso a escuchar con atención.
-- Ayer cuando estaba por salir, vi a Rukawa, se veía triste, así que le pregunté si estaba bien. Al principio no quiso responderme, pero terminó diciéndome que hizo algo muy extremo por alguien que lo engañó.
-- ¿Que lo engañó?
-- Rukawa me dijo que ese alguien le dio a entender que su relación cambiaría después de hacer eso, pero dijo que nada cambió y eso lo tenía triste.
-- ¿Triste? Pero si quería pegarm- pegarle a ese alguien --Refunfuñó.
-- Rukawa no es bueno expresando sus sentimientos, parecía estar molesto pero estoy seguro que se sentía triste, y al no saber controlar la tristeza decide la violencia, son casos muy comunes.
-- ... ¿No te dijo qué fue eso algo extremo que hizo?
Por un momento tuvo miedo de que Kogure supiera que Rukawa le chupó el miembro.
-- No lo hizo. En fin, espero que no le haya pasado nada grave al ir por pelea...
-- ... Ah una cosa más... ¿No te dijo por qué quiere cambiar esa relación? --Sakuragi vio una oportunidad para saber la razón de todo esto.
-- Dijo que era para caerle bien, pobre, quizá qué habrá hecho y esa persona lo engañó.
-- Jajaja, sí, qué mala persona ¿verdad? --Rió con nervios.
-- Bueno, esa es toda la información que tengo. Es raro que te hayas interesado en Rukawa, Sakuragi.
-- Ah, es que tenía curiosidad --Rió con nervios, rogando que Kogure no pensara nada extraño.
Finalmente ambos fueron a las duchas. Sakuragi después de vestirse, se dispuso a volver a su casa. Mientras caminaba pensó en que tuvo que haber venido en la bicicleta de Rukawa. Y ahí recordó las palabras que recibió cuando la usó. ¿Rukawa siempre las recibirá? Siempre parece que no le importara nada, pero ahora al escuchar a Kogure, ya no está seguro.
-- Rukawa no es bueno expresando sus sentimientos, parecía estar molesto pero estoy seguro que estaba triste.
¿Y si todo este tiempo... Rukawa siempre se ha sentido así?
-- Ahora te odio más por haberme hecho eso, y yo soy un inútil por no poder contra tus toqueteos y tu puta boca, asqueroso.
-- ... ¡Eres un idiota! ¡Idiota!
Tal vez sí es un idiota. Pero no está seguro de querer alguna relación buena con Rukawa, después de todo...
-- ¡Rukawa es fantástico! --Una Haruko enamorada apareció en su mente.
No soporta a Rukawa por eso, tiene toda la atención de Haruko. Entre tanto divagación, llegó a su casa, se sacó los zapatos.
-- Estoy en casa...
Como su madre había dicho, ya no estaría en casa cuando él llegara. Suspiró. Ve a su madre cada vez menos. Como si por arte de magia fuera, el teléfono sonó. ¿Será el hospital otra vez? Fue a contestar.
-- ¿Diga?
-- ... Sakuragi...
Esa voz... ¿era Rukawa?
-- ¿Por qué llamas?
-- ... Estoy llamando desde el hospital, ellos tenían tu número y eres el único contacto que conozco del equipo... ¿Les puedes decir que estoy aquí y que no iré hasta el lunes?
-- No lo sé, zorro, luego me preguntarán que por qué sé eso, como si fuéramos amigos.
-- ... Bien, haz lo que quieras. Gracias por llevarme al hospital.
Después de eso Rukawa cortó rápidamente. Sakuragi se quedó estático. ¿Lo había hecho de nuevo? Acababa de actuar como un desgraciado otra vez con Rukawa. No quiso pensar en eso, y siguió la tarde.
Los otros dos días pasaron con naturalidad, Sakuragi no quería admitirlo, pero estaba tan acostumbrado a la presencia de Rukawa, que de cierta manera lo echaba de menos, de menos para golpearle la cara e insultarlo, pero lo echaba de menos. Pero Haruko andaba más con él, no distrayéndose, y animándolo sólo a él. Ojalá esto durara siempre...
Pero obviamente no iba a ser así. En el entrenamiento de ese día lunes, Rukawa ya estaba presente, estaba con un parche curvado debajo de uno de sus ojos, en el lugar donde está la ojera, y otro parche en la comisura de su labio inferior. Además de tener uno que otro pequeño moretón.
-- Rukawa, me alegra ver que ya estás aquí --dijo el capitán Akagi al verlo--. ¿Por qué fueron las faltas? Nadie sabía cuándo volverías.
Rukawa observó a Sakuragi, al darse cuenta que al final el pelirojo no les dijo nada, por su parte el contrario al ver la mirada, desvió sus ojos. Kaede miró a Akagi.
-- Estaba internado en el hospital, lo siento por no avisar --respondió el pelinegro.
¿Qué haces Rukawa? ¿Por qué no les dices que yo fui el que no avisó? Sakuragi se hacía esas preguntas.
-- Está bien, ahora que lo pienso no tienes mi contacto, te lo daré para que avises con anticipación si vas a faltar un día o para decirme porqué faltaste algún día.
-- De acuerdo.
Sakuragi sólo quería que el entrenamiento llegara a su fin rápido. Rukawa lo estuvo evitando todo ese tiempo, y tiene sus razones. Pero sí o sí Sakuragi tenía que hablar con él, pues tenía su bicicleta, y por eso precisamente, sabiendo que hoy Rukawa vendría, vino a la escuela con ella. Cuando la práctica llegó a su fin, los integrantes del equipo se fueron a duchar. Y al vestirse, Hanamichi vio con gracia cuando Ryota conversando con Mitsui, de repente le golpea las nalgas con la toalla.
-- ¡Ah! ¡Ryota, tú pedazo de-
El menor de estatura se reía a más no poder por su travesura. Estaba concentrado en ese par de tontos, hasta que vio a Rukawa saliendo de los vestidores, entrando al gimnasio. Se levantó con rapidez, tomando su bolso, y fue a por él.
-- ¡Zorro!
Rukawa se detuvo, y se dio vuelta, esperando que el contrario hablara.
-- Tu bicicleta la llevé a mi casa ese día, y ahora vine a la escuela con ella para que te la llevaras, está en el estacionamiento de bicicletas.
-- ... ¿Ah sí? Gracias --dijo, cortante--. ¿Eso es todo?
-- ...
Sakuragi no respondió, por lo que Rukawa se dio vuelta y empezó a caminar a la salida del gimnasio.
-- Ese día... no quería decir esas palabras... --dijo Hanamichi, por lo que Kaede detuvo su caminar--. No eres asqueroso, sí lo disfruté de verdad, sólo quería que supieras eso.
-- ... --Volteó su cabeza--. Si guardaste la bicicleta y la trajiste hoy, lo menos que puedo hacer es llevarte. ¿Vienes?
Sakuragi se sorprendió, parece que Rukawa lo había perdonado. Iba a aceptar su propuesta.
-- ¿Qué, piensan ir en bicicleta los dos juntitos como novios? --Llegó Mitsui, detrás de Hanamichi.
-- ¡No, claro que no! --gritó inmediatamente el pelirojo.
Rukawa quedó mirando a Sakuragi por unos segundos, y se largó después de eso. Hisashi lo miró, confundido.
-- Lo dije de broma, no quería hacerte perder tu aventón --dijo el número 14, mirando a Sakuragi.
-- ... Está bien, de todas formas no iba a aceptar.
-- Oye Hanamichi, ¿alguna vez has pensado que a Rukawa no le gustan las mujeres?
-- ¿A Rukawa? ¿Y a qué viene esa pregunta?
-- Rukawa tiene un aspecto muy femenino y ni hablar de sus movimientos, su bicicleta es rosada, y de repente te invita a llevarte en ella con él. ¿No lo encuentras raro?
-- ... --Sakuragi se quedó pensando.
-- No hables de otra persona a sus espaldas --Llegó Ryota--. Aunque puede que tengas razón, nunca lo he visto cerca de una chica o siquiera mirando a alguna, sólo mira a Sakuragi.
-- ¿Ah? --preguntó Hanamichi, confundido.
-- No me digas que no te has dado cuenta, no estoy diciendo que le gustes, pero eres el único que despierta algún tipo de interés en él, a todos los demás sólo nos voltea a ver para que le demos pases y para darlas.
-- ...
Sakuragi se quedó mudo. Mitsui y Ryota se fueron, y todos los demás también. Pero él seguía en medio del gimnasio, pensando en lo que acababa de oír. ¿Que es el único que le causa interés a Rukawa? La verdad no lo creía para nada. ¿Por qué en los últimos días todo ahora tiene que ver con Rukawa? Ya le está hartando.
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