Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

15. ¿Hombre adecuado?

Kyle:

Si hay algo que me encanta de la relación que tengo con Maikol y Zion y a la que ahora se han sumado nuestros hijos, es que solo nos basta una mirada para entender lo que queremos. No siempre, por supuesto, pero esta es sin duda una de esas ocasiones.

Annalía y Zack...

Menuda locura.

Podrían pasarse un sin mil de ideas por mi cabeza y nunca, jamás, se me habría ocurrido pensar que pudiera haber algo entre esos dos. Es que ni siquiera imaginaba que la maldición de mi esposa estuviese haciendo nuevamente de las suyas. De hecho, creo que me habría resultado menos impactante si se tratara de Zack y Kaitlyn; no lo sé, son un poco más contemporáneos, solo dos años y pico de diferencia, más o menos como Aaron y Emma.

Pero, ¿Zack y Lía? Son casi ocho años y no lo digo precisamente por la diferencia en sí, sino más bien porque son épocas diferentes, ella tiene sus intereses, él los suyos propios y el nivel de madurez definitivamente no es el mismo. Zack es un hombre, Annalía una niña.

Observo a Zack frente a la puerta de mi despacho mientras me sostiene la mirada con seguridad y decido dejarlo entrar. Mejor así. Necesito entender qué sucede realmente. Él duda un instante, pero no es para menos, esta situación, desde su perspectiva, debe ser intimidante como carajos.

Al final entra y yo cierro tras él.

Con paciencia, me acerco a Zion que está sirviendo un poco de wiski en unos vasos y aunque no soy muy asiduo a ligar bebidas, en estos momentos necesito algo más fuerte que una cerveza. Le doy un trago mientras me apoyo en mi escritorio. Miro a mi alrededor y esto parece de película. Dylan y Daniel cómodamente sentados en el sofá sin disimular la sonrisa en sus rostros; esto les divierte y no se molestan en ocultarlo.

Aaron, por su lado, está serio; Maikol, pensativo, evaluando cada movimiento de Zack que se remueve incómodo mientras pasa su mirada por cada uno de nosotros. Zion se ubica a mi lado con las piernas cruzadas frente a él.

-¿Tienes algo que contarnos, Zack? -pregunta su padre.

-No lo que ustedes se imaginan.

-Cuándo Annalía dice "años", ¿de cuántos estamos hablando exactamente? -Es mi turno.

Respira profundo.

-No lo sé. ¿Vomitarme encima cuando todavía iba en pañales cuenta?

Hostia, eso es toda la vida.

-Sí, si cuenta -dice Maikol-. Recuerdo una ocasión en la que yo la tenía cargada; estaba tranquilita y tú llegaste. Te sentaste a mi lado en el sofá y te pedí que la sostuvieras para ir a orinar. Vomitó desde que la coloqué en tus piernas.

Dylan y Daniel se ríen y, aunque a mí también me resulta un tanto gracioso, me obligo a permanecer serio.

-¿Y por qué coño no dijiste nada? -pregunto.

-¿Tal vez porque era una bebé que vomitaba por cualquier cosa y él tenía siete años y pico? Qué coño me iba a imaginar algo como esto.

Dylan se pone de pie y golpea la espalda de su primo con evidente diversión, para luego cruzar un brazo sobre sus hombros.

-A ver, tampoco exageremos -comenta-. Annalía era una bebé, busquemos ejemplos un poco más recientes.

Zack se revuelve el cabello y se zafa del agarre de Dy.

-No hagan de esto una montaña. No sucede nada, no es la dichosa maldición Scott. Simplemente tenemos muy mala suerte.

-Precisamente de eso se trata la maldición Scott. -Hago notar y él resopla hacia arriba, revolviendo los mechones que caen sobre su frente.

-Vale. De igual forma, no hay nada de qué preocuparse. Annalía y yo solo somos buenos amigos, nada más. Ella tiene diecisiete y yo voy a cumplir veinticinco. Ninguno de los dos sentimos nada el uno por el otro.

-¿Seguro? -pregunto.

-Seguro -responde, unos segundos más tarde.

Mierda. Ha dudado.

Miro a Maikol y él arquea una de sus cejas. Estoy convencido de que piensa igual que yo. El punto aquí es, ¿nos está mintiendo o le sucede igual que a Aaron al principio que aún no se había dado cuenta del todo?

En realidad, el punto importante aquí es, ¿cómo me hace sentir a mí que mi hija, menor de edad, pueda estar interesada en un hombre casi ocho años mayor que ella? Sin embargo, decido no pensar en eso ahora, pues primero necesito aclarar la situación.

-Zack, tú sabes muy bien que cada vez que la maldición Scott ha hecho acto de presencia, termina cumpliéndose -le digo.

-No, tío Kyle. Solo sé que, desde que conociste a Addy, pasaron un montón de cosas chungas y aun así los dos terminaron enamorados. Que Aaron y Emma también empezaron de la misma forma, pero, si hacemos un poco de memoria, la mayoría de las veces los accidentes entre ellos, no eran tan accidentes. -Se voltea hacia mi hijo-. Te encantaba hacer rabiar a mi hermana y, por tanto, provocabas con toda intención esos accidentes. El nombre de "Maldición Scott", si mal no recuerdo, se lo pusiste tú, papá, así que todo esto es una invención de ustedes. No tiene que ser real.

»Annalía y yo simplemente tenemos mala suerte. Ella es tan torpe como su madre y su hermano y, yo, que era su mejor amigo, era el más proclive a sufrir las consecuencias de sus actos. Nada más.

Hombre, me molesta que reduzca la maldición de nuestra familia a simples casualidades.

-Hace años que no sucedía nada. -Termina.

-Porque tú te alejaste -rebate Aaron-. Recuerdo haber escuchado una conversación entre Lía y Tahira cuando tenían diez años en la que mi hermana se quejaba de que la estabas ignorando. Ahí supe lo de los accidentes.

-¿Lo sabías? -pregunto, incrédulo, interrumpiendo sus palabras.

-Sí, pero honestamente, creí que con la diferencia de edad nunca sería posible. Ahora no pienso igual. -Mira a Zack-. El punto es que de la noche a la mañana dejaste de ser su amigo y luego ella se marchó a recorrer el mundo. ¿De qué forma quieres que actúe la maldición? ¿Por telepatía? De lo único que puedes estar convencido es de que sí, me encantaba y me encanta hacer rabiar a tu hermana y lo hago muchas veces a propósito. Pero pregúntale si esos accidentes, los reales, ya no existen. Te guste o no, Zack, la maldición Scott, aunque haya sido tu propio padre el que la bautizó, sí existe. Y tú y Lía, increíblemente, son sus víctimas.

-Da igual. Entre Annalía y yo no hay nada y eso es lo que debería importar, ¿no?

Me incorporo, un tanto molesto, aunque no entiendo del todo la razón.

-Me alegro de que lo tengas tan claro, Zack, porque ella tiene solo diecisiete años. Es una niña y no me hace mucha gracia que esté con alguien tan mayor. Eres un buen chico, en serio, pero cuando me imagino a mi pequeña con novio, algo que deseo que no suceda pronto, la veo con alguien un poco más de su edad, con sus mismos intereses y que, inconscientemente, no la haga quemar etapas antes de tiempo.

El menor de los Bolt entrecierra los ojos en mi dirección y por el rabillo del ojo veo a su padre rellenar su bebida.

-Me sorprendes, tío Kyle. En el hipotético caso en que a mí me interesara Annalía, ¿en serio me crees capaz de hacer que deje de vivir las propias experiencias de chicas de su edad para que actúe como una mujer?

-Yo no he dicho eso; pero es algo que inevitablemente sucederá. Annalía, por querer estar a tu altura, por querer aparentar la misma madurez que tú, poco a poco dejará de salir con sus amigos, no disfrutará la universidad como lo haría normalmente e intentará comportarse como la mujer que ella piensa que tú necesitas y los quiero demasiado a los dos como para permitir que salgan lastimados.

»Así que supongo que es bueno que sientas nada por ella, ¿no?

Aprieta los dientes con fuerza y por un segundo siento que me dirá algo más, pero al final calla. Me sorprendo sintiéndome decepcionado.

El hombre que intente salir con mi hija tiene que ser, ante todo, valiente; capaz de defender sus sentimientos ante todos.

-Sí, supongo que sí.

-Me alegra saber que estamos de acuerdo, Zack. Te quiero como si fueras mi propio hijo, pero no creo que seas el adecuado para Annalía.

Asiente con la cabeza, pero no dice nada.

-Zack, ¿crees que puedas dejarnos solos? -pregunta su padre.

-Por supuesto.

Me mira por una última vez y no sé si son ideas mías, pero noto un poco de resentimiento. Bien.

-Tienes un minuto para explicarme por qué crees que mi hijo no es adecuado para Annalía -dice su padre una vez el menor de los Bolt sale de mi despacho-. Y no me salgas con la chorrada de que es demasiado mayor para ella.

Voy a la vitrina y relleno mi vaso bajo la atenta mirada de todos. Le doy un trago.

-En primer lugar, no es una chorrada, pero tampoco es eso.

Honestamente, darme cuenta de que entre Zack y Annalía puede existir una relación, me ha sorprendido. Es algo que jamás, ni en mis sueños más locos, podría haber imaginado. ¿Pero saben qué me ha sorprendido aún más? Notar que me ha molestado más que él negara la posibilidad, que afirmara con convicción que no había nada entre ellos, que la propia idea de que pudieran terminar enamorados.

¿Qué me preocupa la diferencia de edad? Claro que sí. No fuera un buen padre si no fuese así, pero oye, también he sido testigo de la increíble historia de amor entre mi madre y Bryan. Son veinte años y si bien es cierto que a la edad de Annalía esa diferencia de casi ocho, se nota aún más que la de veinte entre mi madre y mi padrastro, sé que, si realmente se quieren y están dispuestos a intentarlo, podrían conseguirlo.

-Lo ha negado -respondo y al ver la confusión en todos ellos, prosigo-: Ha negado cualquier posibilidad de que algo suceda entre ellos. Ha dicho, con todas las letras, que solo son amigos y puedes decir lo que quieras, pero el hombre que quiera salir con mi hija, tiene que tener los cojones para decírmelo en la cara.

-Estaba asustado e incómodo, tío Kyle -dice Daniel-. Joder, yo no habría tenido el valor para enfrentarte justo ahora.

-Además, podría aun no estar seguro de lo que siente. -Lo apoya Dylan.

-Yo no lo veo así exactamente. -Es el turno de Aaron-. A ver, él dudó cuando papá le preguntó si estaba seguro de no sentir nada por ella y los he estado mirando desde que llegaron. Definitivamente esa química, podríamos llamarle así, que hay entre ellos, no estaba la última vez que los vi juntos.

-Miedo -dice Maikol-. Zack lo que tiene es miedo.

-¿A mí? -pregunto-. Puedo dar miedo a veces, pero soy inofensivo.

-Pero eres el padre de la chica que le gusta y eso intimida cantidad.

-Doy fe de ello -dice Aaron-. Toda la vida he adorado a Zion, pero cuando lo tuve de frente por primera vez como novio de Emma, me moría de los nervios.

Me río. Supongo que tiene razón.

-Aun así, no me refería a eso. -Continúa Maikol-. Concuerdo con Aaron en cuanto a que la forma en que la mira ha cambiado. Cuando lo noté hace un rato jamás imaginé que fuera por algo como esto, pero hay, ¿cómo decirlo?, ternura, anhelo o yo qué sé al mirarla. Sí pienso que él es consciente de lo que siente, pero tiene miedo de lo que podría pasar.

»Annalía es menor de edad y me parece conocer lo suficiente a Zack como saber que él es consciente de que involucrarse con una menor está mal y, por consiguiente, no se lo permitirá. Por otro lado, podría temer nuestra reacción a una relación entre ellos o no estar seguro de si será correspondido. Son solo ideas, pero, de estar en su lugar, son cosas que me preocuparían. Tú tampoco se lo pusiste fácil, Kyle.

-Joder, tío, ¿cómo quieres que se lo ponga fácil? Acabo de enterarme de que mi pequeña y el chico que considero como mi propio hijo podrían terminar en una relación. Me he sorprendido y confundido, pero, ¿saben qué ha sido peor? Que me molestó que haya reducido la maldición Scott a nada, que haya tenido el valor de decirme que solo son amigos en vez de dejarme claro que es algo que podría pasar, ¿entienden? Me ha enojado más que la haya negado a ella, que la propia idea de que puedan terminar enamorados.

-Entonces, ¿consideras que mi hijo es suficiente para Annalía o no?

Ruedo los ojos antes de mirar a Zion.

-Tío, parece que no me conoces. Adoro a Zack, conozco a ese mocoso desde que iba en pañales. Conozco de primera mano la relación entre esos dos, los buenos amigos que eran, lo mucho que se querían; sé de sobra que Zack ha protegido a Lía desde siempre. A Aaron tú lo formaste para que estuviera con Emma, lo criamos para que fuera el marido perfecto...

-Hombre, eso me hace sentir como un robot -comenta mi hijo, haciéndonos reír.

-Y si bien nunca se me pasó por la cabeza que Zack pudiera terminar con Annalía, sé cómo es, el gran corazón que tiene y si tengo que confiarle a alguien mi pequeña, no se me ocurre a nadie mejor que él, ¿de acuerdo? Quiero que eso lo tengas claro.

-Ya, pero ahora con tus palabras, si había alguna posibilidad, creo que acabas de destrozarla. Zack, ante todo, te respeta y si tú no estás de acuerdo, no intentará nada.

-Zack, ante todo, es un hombre -rebato-. Un hombre criado por nosotros y me corto una mano a que cuando él esté convencido de lo que siente, a que cuando él esté seguro de que es correspondido, le va a importar una mierda lo que le dije aquí y me va a enfrentar. Y eso es lo que yo quiero. Si está enamorado de mi hija, quiero que se lo curre, que se gane su corazón y sea capaz de luchar por sus sentimientos. -Me encojo de hombros-. Será divertido ser testigo de eso. Eso sí, de que Annalía no se queda más en su casa, no se queda.

-Él nunca la tocaría siendo menor de edad.

-Estoy de acuerdo, pero tampoco quiero tentarlo.

Justo en ese momento, la puerta de mi despacho se abre y las mujeres de nuestra familia entran con una sonrisa que da miedo.

-Aquí vamos -murmura Zion.

-Habían demorado. -Aporta Maikol y el resto de nosotros, solo sonreímos.

Cada una se dirige a su esposo y cuando tengo a Addy entre mis brazos, le doy un beso que me sabe a gloria. Es increíble cómo, a pesar del tiempo, el sentimiento que nos une se hace cada vez más fuerte.

-Espero que hayan tenido suficiente tiempo para asumir una posición -dice Ariadna, colocando las manos en sus caderas-. ¿A favor o en contra? Y, ustedes dos, -Nos señala a Aaron y a mí-, tengan mucho cuidado con lo que dicen.

-¿Y ustedes? -pregunta Maikol.

-A favor, por supuestísimo -responde la rubia entre mis brazos.

-Kyle piensa que Zack es demasiado mayor -me delata Zion tirándome a los perros y, por si no se han dado cuenta, los perros están liderados por su esposa-. Le ha dejado muy claro que no cree que sea el adecuado para su hija.

Las mujeres me miran como si fueran la niña del exorcista y yo me cago en mi amigo. Él solo se ríe triunfal.

-Tienes treinta segundos para explicarte, Kyle Andersson, y juro que como no me convenzas, no te hablaré por el resto de mi vida.

-Tu esposo me dio un minuto para explicarme.

-No soy tan bondadosa como él.

-¿De verdad no estás de acuerdo? -pregunta Addy con preocupación.

Suspiro profundo.

-Sí estoy de acuerdo; pero Zack aun no parece estar convencido de lo que siente y puede que le haya hecho entender que no lo apruebo.

-Te quedan diez segundos y aun no me convences, Andersson.

Joder, esta mujer es intensa cuando quiere.

-¿Qué haces cuando te prohíben algo, Ariadna? Cuando te dicen que no puedes hacer algo en específico.

-¿Qué hago hasta lo imposible por tenerlo? Suelo obsesionarme con las cosas que no puedo tener; es un pequeño defecto y... -Se detiene al darse cuenta de que se está desviando del tema principal-. ¿A qué demonios viene esa pregunta?

-A que ahora que Zack piensa que no estoy de acuerdo, hará hasta lo imposible posible para que eso cambie. Cuando se dé cuenta de que no tiene nada que hacer para evitar sus sentimientos, luchará por mi hija. Lo siento mucho, pero no me ha gustado que haya dicho que entre ellos no hay nada. Puede ser cierto, pero no se lo pondré tan fácil y me da igual lo que ustedes digan. De todas formas, ninguno de nosotros lo hemos tenido fácil en el amor, ¿no? No lo matará currárselo un poco.

-Eres malo Kyle, pero me gusta. Le da más emoción a todo.

-¿De verdad eres su madre? -pregunta Zion con los ojos abiertos de par en par.

-¿Tengo que recordarte, papá, el momento súper incómodo que le hiciste pasar a Aaron cuando supiste que estábamos juntos? -pregunta Emma y él frunce los labios-. Habías estado esperando toda la vida a que empezáramos a salir y cuando por fin lo hicimos, lo hiciste pasar un mal rato.

-Touché -dice Dylan chasqueando sus dedos.

-Ok, entiendo el plan -dice Daniela-, ¿pero no corremos el riesgo de que Zack decida respetar la opinión de Kyle y se aleje? Es decir, Emma nos ha contado que en algún momento él comenzó a ignorarla y ella es de la opinión que fue porque él comenzó a darse cuenta de que sentía algo.

-Algo me dice que Annalía no le pondrá las cosas muy sencillas -dice Emma-. ¿No es así, Aaron?

-Mi hermana es intensa y si hay algo que me ha quedado claro de estas prácticas, es que no está feliz con el hecho de que Zack la ignore. Definitivamente no se lo pondrá sencillo.

Aun no puedo creer que no haya ni siquiera notado que él se alejó de ella.

-A todas estas -comenta Dylan y por la sonrisa que nos regala, sé que no será nada bueno-. ¿Qué pensará Zack del trasero de Annalía?

Frunzo el ceño.

-Es decir, recuerdo que Aaron decía, ¿cómo era, papá? Que el trasero de Emma era, ¿bonito?

-¿De qué hablan? -pregunta Emma con los ojos abiertos de par en par y Aaron golpea su frente como si quisiera desaparecer ese recuerdo.

Zion ríe a carcajadas. Ahora ríe, ¿no? Recuerdo que quería arrancarle la cabeza a alguien ese día.

El resto de las mujeres nos miran sin entender.

-Es mejor que no sigas por ahí, Dylan -advierto, pero es en vano.

-Creo que dijo algo de redondito también, ¿no? -pregunta Maikol divirtiéndose de lo lindo mientras el enojo crece en mí-. Sí, dijo que Emma tenía un trasero redondito y bonito.

Joder, no quiero saber qué piensa Zack del trasero de mi pequeña.

-Me encanta cómo la vida da vueltas, Kyle -se burla el rubio-. Si mal no recuerdo, Aaron, también dejaste claro que querías a mi niña en tu cama y que tenías pensamientos guarros sobre ellas. Esa fue la palabra que usó, ¿verdad, Dylan?

El menor de los Torres solo puede asentir con la cabeza pues el ataque de risa no le permite más. ¿Cómo mierda me pudo parecer entretenida esa conversación?

-Nunca van a olvidar ese día, ¿verdad? -pregunta Aaron.

-¿Se puede saber de qué demonios están hablando? -pregunta Ariadna entre confundida y divertida.

-¿Y qué tiene que ver mi trasero en eso? -Continúa Emma.

-No es gracioso -me quejo, alejándome del borde del escritorio.

-Sí lo es, Kyle. -Zion se acerca a mí y coloca las dos manos sobre mis hombros-. El karma es una perra, amigo mío, y es mi turno de devolvértela. Me aseguraré de preguntarle a mi hijo que piensa del trasero de tu hija y te lo haré saber, no te preocupes.

-¿Sabes lo mal que ha sonado eso?

-¿Sabes lo poco que me importa?

Lo miro con mala cara y él, sin dejar de sonreír, me lanza un brazo por encima de los hombros.

-Vamos, hay un cumpleaños que celebrar y me muero de hambre.

-Esperen un momento -dice Aaron-. ¿No vamos a apostar nada?

-Estamos hablando de tu hermana, Aaron -lo reprendo.

-Eso no te importó cuando apostaste a mi costa, papá.

Tiene un punto.

-No hay nada por lo que apostar. -Acota Addy.

-No me interesa. Ustedes apostaron a nuestra posta y ahora quiero hacerlo yo. Ustedes son los másteres en esto, así que invéntese algo.

Se cruza de brazos.

-Apoyo eso -dice Emma y como sé que no saldremos de este lugar sin las apuestas en la mesa, decido dejarle el trabajo de pensar a las mujeres.

-Ok, ¿qué les parece esto? -pregunta Dylan-. ¿Zack esperará a que Lía sea mayor de edad para declararse o no?

-Mi hijo es un hombre correcto -dice Ariadna-. No hará nada mientras ella sea menor de edad y mucho menos después de lo que Kyle le ha dicho.

-Yo apuesto porque no la tocará, sexualmente hablando, hasta que no sea mayor de edad -dice Zion-, pero se le declarará antes.

-¿Estamos todos de acuerdo? -pregunta Dylan.

¿Desde cuándo él incentiva las malas ideas en nosotros? ¿No se supone que es tan centrado y responsable como su padre?

-¿Cien de los grandes para los hombres si Zack se declara antes del treinta de enero y cien para las mujeres si espera a que ella sea mayor de edad? -Vuelve a preguntar.

Poco a poco, cada uno va dando su consentimiento y cuando las mujeres se marchan, Aaron murmura:

-Esta vez tienen que ganar los hombres y no me interesa si debemos que jugar sucio.

Estoy totalmente de acuerdo, aunque, teniendo en cuenta que uno de los extremos es mi pequeña, me pregunto ¿qué significa jugar sucio exactamente?

~~~☆☆~~~

Esta familia definitivamente está loca. Pobre Zack.

Espero que les haya gustado. En el próximo capítulo habrá un narrador nuevo (o eso creo)

Nos venos

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro