Capítulo 17: Camino a la oscuridad.
Solo un momento o tal vez una mirada hacia atrás pueden ser suficientes para definir cual es el camino y así nada mas las cosas pueden quebrarse, desmoronarse, un corazón puede terminar perdido en la oscuridad, ella lo intuía, un terrible presentimiento invadió su pecho.
Sasuke termino en el hospital con unas cuantas heridas físicas, pero lo realmente grave eran las heridas de su mente, tanto él como Kakashi tardaron mas de una semana en despertar, se necesitó un equipo medico especial dirigido por la misma Lady Tsunade, una de los tres legendarios sannin, quien volvió a la aldea por petición de Jiraiya su compañero de equipo y de título.
Naomi no se movió del hospital en todo ese tiempo, luego de la operación, que afortunadamente fue un éxito, prácticamente no se apartaba de su lado, estaba esperando que él despierte para poder evaluar el daño.
«Debió ser... terrible, puedo imaginarlo, al tenerlo en frente es lógico adivinar que no pudiste controlarte, pero... era obvio que no podrías derrotarlo, atacarlo de esa forma fue una decisión estúpida, Sasuke, debido a eso él... casi lo vuelve a hacer, estuvo de nuevo a punto de arrebatarme todo lo que más me importa en el mundo» se dijo.
Tomó la mano del joven que seguía inconsciente, mientras sus pensamientos la sobrepasaban e inevitablemente comenzó a temblar, la rabia, la impotencia el deseo de vengarse, todos esos sentimientos se multiplicaron.
- Naomi, me lastimas la mano.
Una gruesa voz hizo que se le paralizara el corazón y amplió los ojos sorprendida.
- ¡Sasuke... despertaste!
No lo pudo evitar, se lanzó a abrazarlo mientras se contenía para no llorar. Al percatarse de la situación lo soltó de inmediato sonrojada.
- Lo... lo siento.
- ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?
- Fueron 8 días
- ¿Que pasó con él? ¿Y donde está Naruto?
- Naruto está bien, no te preocupes Jiraiya los salvo a ambos, pero él... él logró escapar. - apretó los puños.
El rostro del joven se tornó sombrío, bajo la cabeza y apretó los dientes con fuerza.
- Ire por el médico, deben examinarte ahora que despertaste.
Fue en realidad solo una excusa, sabía que era mejor dejarlo solo, no habría nada que ella pudiera decir que lo ayudara.
Dejo pasar las horas, no volvió a entrar en la habitación, simplemente se quedó sentada en las sillas de espera frente a la puerta, la verdad era que no soportaba ver lo así, quería abrazarlo, quería decirle que ella lo entendía, que ya no debía cargar con ese peso él solo, pero no encontraba las palabras ni las agallas para hacerlo.
Levantó la vista al oír unos pasos acercarse, era Sakura quien iba todos los días sin falta a ver a Sasuke y se quedaba allí todo el día haciéndole compañía.
- Naomi, me enteré que Sasuke por fin despertó, le traje algo de fruta, ¿que... haces aquí afuera?
- Solo estoy dándole su espacio.
- ¿Espacio? ¿Sucede algo entre ustedes?
- No es nada, aprovecharé que estás aquí e iré a cambiarme, volveré luego.
Cuando regreso ya era de noche, de nuevo se quedó frente a la puerta incapaz de entrar y volvió a sentarse en frente, las horas pasaron una enfermera se acercó a ella al ver que comenzaba a quedarse dormida.
- ¿Tú eres Naomi, cierto? ¿Por qué hoy no te quedas dentro de la habitación? Estas sillas no son nada cómodas.
- No es necesario, solo estoy aquí por si se le ofrece algo, ahora que despertó lo más seguro es que no desee que esté allí dentro.
- ¿Hum? No entiendo, ¿ustedes son novios no es así?
- ¡Heeee! ¿novio? No, no es así, solo somos... amigos. - sonrojada
- Ya veo, pero te preocupas demasiado, no necesitas quedarte, está en buenas manos.
- Lo sé, muchas gracias por todo lo que han hecho por él.
«Por supuesto que no somos novios, tampoco somos solo amigos, a mi también... me gustaría saberlo».
El joven dentro de la habitación se sentía desesperado todo ese tiempo estuvo reviviendo en su mente aquella terrible noche una y otra vez, fue un milagro que haya logrado mantener la cordura luego de eso, aunque definitivamente ya no era el mismo, se sentía diferente todos sus pensamientos negativos, el dolor, la ira, la angustia todo aquello se volvió insoportable. Se puso de pie, necesitaba salir de ese lugar para despejar su mente, pero al abrir la puerta vio a Naomi sentada en el pasillo con los brazos cruzados y profundamente dormida, la admiro unos minutos y eso logró relajarlo de alguna forma, suspiro profundo, volvió a entrar y se recostó nuevamente sobre la cama.
«¡Maldito Itachi! ¿por qué diablos volvió? ¿qué es lo que quiere de Naruto?, yo... no pude hacer nada contra él»
Miró en dirección a la puerta, sabía que del otro lado Naomi estaba al pendiente de él, también sabía lo que ella estaba pensando.
«¡Que idiota he sido! Solo he estado perdiendo mi tiempo hasta ahora y la he arrastrado conmigo, ¡maldición!»
Por la mañana siguiente Sakura volvió al hospital, vio a Naomi todavía sentada frente a la puerta y la tomó de la mano obligándola a entrar a la habitación, el joven Uchiha ya estaba despierto y sentado sobre la cama, Naomi se quedó parada frente a la puerta cruzada de brazos mientras Sakura se acercó a él para darle de desayunar, Sasuke en ningún momento volteó a verlas, tampoco respondía a las preguntas que ellas le hacían. En ese momento Naruto ingresó a la habitación, Sasuke lo miró y una profunda ira lo invadió, dio un manotazo a Sakura quien lo estaba ayudando a desayunar haciendo que la comida cayera al piso y desafió a Naruto a un duelo.
Fue imposible detenerlos y los 4 subieron a la azotea, los jóvenes comenzaron la batalla, Naruto exigía una disculpa para Sakura, Sasuke solo quería medir sus fuerzas.
Naomi miraba a Sasuke sumamente preocupada e impactada, no podía creerlo, la pelea comenzó a salirse de control, ambos comenzaron a luchar con todas sus fuerzas, se atacaron con lo mejor que tenían, Sasuke con el Chidori, Naruto con el Rasengan y Sakura ya no lo pudo soportar más, en un intento desesperado por detenerlos se lanzó frente a ellos quedando en medio del fuego cruzado, ninguno de los dos era ya capaz de frenar su ataque.
Naomi reaccionó al fin, ágilmente desvió ambos ataques utilizando su estilo de tierra.
- !¿Qué diablos pasa con ustedes?! ¡Par de idiotas!
- ¡Tú cállate y no te metas! - dijo el Uchiha sumamente molesto
- ¿Cómo hiciste eso Naomi-Chan? ¿Cómo lograste moverte tan rápido?
El Uchiha estaba fuera de sí, miró a su alrededor, Sakura lloraba asustada mientras Naruto trataba de calmarla, Naomi lo miraba duramente, al notar la marca que el rasengan dejó en la superficie entendió que ella no solo había salvado a Sakura.
Se puso de pie lentamente, se sentía humillado, justo en ese momento se dio cuenta de que había sido totalmente sobrepasado por sus compañeros de equipo y se retiró del lugar furioso consigo mismo.
- ¡¿Que diablos le pasa?! Esta vez se pasó de la raya, ¡deveras!
- No sólo él, Naruto, tú también.
- Lo sé, lo siento, es solo que... deveras me dio mucha rabia la forma en que las trato, cuando lo único que ustedes dos hacen es preocuparse por él y cuidarlo, no entiendo cuál es su maldito problema.
- Fue ese sujeto quien causó esto, volvió a quebrar la mente de Sasuke.
- Si, Jiraiya me comentó algo al respecto, también sé... él me contó la verdad sobre ti.
- Si ya lo sabes espero que guardes el secreto, no tengo intención de que eso se sepa.
- ¿No piensas decírselo a Sasuke?
- No, el nunca debe enterarse, por favor, no te metas en esto.
Dos días más transcurrieron, ella no se acercó al azabache en todo ese tiempo esperando que lograra tranquilizarse un poco más, lo que no imaginaba era que desde las sombras su hermano Orochimaru ya estaba planeando su próximo movimiento, volvió a enviar a los cuatro del sonido a Konoha, esta vez tenían una misión aún más importante.
Esa noche se infiltraron en la aldea y buscaron a Sasuke, le hicieron una demostración de los poderes que ofrecía Orochimaru logrando llamar la atención del joven y desesperado Uchiha, le dieron un día más para tomar su decisión.
- ¿Este es el camino que tengo que tomar? si, ya no hay otra manera, solo hay una meta a la que debo llegar, siempre he estado solo y ahora... no puedo simplemente echarlo todo a la basura, debo acabar con él, me lo juré a mi mismo, no importa la oscuridad que me espera, esta decidido, mañana será mi ultimo día en la aldea de la hoja.
Ni siquiera pudo dormir, se levantó con los primeros indicios de la mañana, miró por la ventana, sería la última vez que tendría esa vista, se marchó en dirección a donde anteriormente estaba ubicado el Clan Uchiha, no había ido allí en mucho tiempo y probablemente no volvería, lo hizo para recordar que él es un vengador y que su deber es asesinar al que llevo a toda su familia a la destruction, llego a la sala de reuniones en donde él mismo había construido un pequeño altar en memoria de los muertos, cuando estuvo en frente no podía creer lo que veía, el lugar estaba lleno de flores, eran flores Sumire, las reconoció al verlas pues eran las favoritas de su madre, se notaba que alguien las había estado cuidando, pero no lo entendía.
- ¿Quien? ¿Por qué? - apretó los puños
Salió del lugar totalmente desconcertado, pero no le quedaba tiempo para averiguar quien era el responsable de aquello, debía conseguir algo más antes de regresar, tomó un frasco polvoriento que se encontraba en una de las repisas y se marchó.
Se dirigió a la casa de Naomi y al llegar tocó la puerta.
- ¡¿Sasuke?! ¿Que haces aquí? es la primera vez que entras por la puerta - dijo sorprendida
- Te espero esta tarde en mi casa.
- ¿Hum? ¿Cómo dices? ¿a qué se debe esta invitación?
- Hay algunas cosas de las que quiero hablar contigo, no llegues tarde, prepare el té. - se marchó.
Estaba sumamente sorprendida por lo que acababa de suceder, pero sonrió para ella, él se veía calmado.
- Tal vez quiera disculparse, ¡hum! ¡sí claro! - se dijo con ironía.
Cuando cayó la tarde se preparo para ir hasta él, había conseguido unas cuantas galletas dulces para acompañar el té, aunque sabía que a Sasuke no le gustaría.
- Llegas tarde - dijo fríamente el azabache
- Pues no me diste una hora específica
- Pasa de una vez.
Naomi miró a su alrededor, el lugar parecía más oscuro, se arrodillaron frente a una pequeña mesa que él había puesto en medio de la habitación.
- Si no me equivoco, te gusta el té de jazmín, ¿no es así? - mientras servía la infusión en un par de pequeñas tazas.
- Si, ¿cómo lo sabes? Yo traje de las galletas dulces que tanto odias - dijo y le dirigió una sonrisa
Ella notó que él estaba aún más extraño, no entendía a qué se debía tanta frialdad.
- Bien... me invitaste aquí para hablar conmigo, sin embargo apenas y me diriges la palabra, ¿que es lo que quieres?
- Primero disfrutemos el té juntos, ya tendremos tiempo para hablar más tranquilos.
No entendía lo que Sasuke estaba pensado, pero decidió simplemente hacer lo que él le pidió, tomó la taza que tenía enfrente y dio un pequeño sorbo al líquido que contenía.
- Jazmín - dijo algo sorprendida al no notar nada raro en él
- ¿Qué sucede? ¿Por qué te sorprendes de esa forma? Te dije que era un té de jazmín.
- Lo sé, es solo que... cómo estás actuando extraño creí... ¡hum! No me hagas caso.
- ¿Creíste que te envenenaría?
- No precisamente...
El joven se levantó de golpe y la interrumpió en plena frase, la tomó suavemente del rostro y la beso, luego de unos segundos se detuvo y limpio sus labios con un pañuelo.
- ¿Qué... que fue eso? Sasuke... ¿qué me hiciste?
- ¡Ya fue suficiente de estas cursilerías, estoy harto!
- ¿Que fue lo que le pusiste al té?
Naomi cayó al suelo, su cuerpo dejó de responder, estaba totalmente paralizada.
- Al té nada, puse en mis labios una sustancia que reacciona cuando se mezcla con las propiedades del jazmín, sé que tienes tolerancia a toda clase de venenos, gracias a eso no será letal para ti, pero comenzarás a perder la conciencia en unos minutos.
- ¿Qué diablos pretendes con todo esto? Sé que estás molesto pero esto es demasiado, Sasuke.
- ¿Todavía crees que estoy jugando? ¡No seas estúpida!
- ¿Que... que quieres decir con eso? Sasuke, lo que sea que estes pensando hacer, no lo hagas, podemos buscar otra alternativa juntos.
- ¿Juntos? Veo que aún no entiendes nada, ¡eres tan patética! solo mírate, ni siquiera puedes creer lo que estás viendo.
- ¡Suficiente! ¡ya dime qué quieres!
- Me largo de esta aldea, Naomi, lo he decidido al fin, me voy con Orochimaru.
- Si esta es una maldita broma, te juro que...
- ¡No es una broma! me voy esta noche.
Su cuerpo no le respondía, intentaba moverse pero era inútil, su corazón comenzó a latir cada vez más lento sonando en su cabeza fuertemente con cada latido y empezó a temblar.
- ¿Por qué, Sasuke? A pesar de que te conté la verdad sobre él y todo lo que hizo... ¿por qué haces esto?
- Es simple yo... soy un vengador y este es el camino que me llevará a obtener el poder que necesito.
- ¡Eres un estúpido! El solo quiere tu cuerpo, tus poderes, tu Sharingan, ¡idiota!
- Eso no me interesa, incluso si debo perder mi cuerpo para lograr mi objetivo es un precio que estoy dispuesto a pagar.
No podía creer lo que estaba sucediendo, todos sus miedos volvieron a emerger, los recuerdos de su pasado, el terror en su corazón se reflejaba en sus ojos.
- No, no lo hagas, por favor, quédate conmigo, encontraremos una mejor manera.
- ¡Ya cállate! Solo eres otra chica tonta y cursi, creí que dijiste que no eras igual a las demás, fue por eso que me acerqué a ti en primer lugar, solo para demostrarte que no eres nada especial, luego cuando Orochimaru me otorgo este poder y tu confesaste ser su hermana me acerqué aún más a ti para obtener la información que necesitaba y fue tan sencillo, solo un par de palabras bonitas, unos cuantos gestos patéticos bastaron para tenerte comiendo de mi mano, pero ya me aburrí de esto, me largo.
Pudo sentir como su corazón se estrujaba al oír esas palabras mientas comenzaba a perder lentamente la conciencia, su mirada llena de luz quedó vacía, sin vida, los recuerdos de su propia experiencia junto a ese sujeto volvieron a su mente, los experimentos que había soportado, las personas que había matado.
- Ya veo... pero dime... qué harás cuando estes allí inmerso en esa oscuridad y veas en lo que te convertiste, cuando te des cuenta de que ya nada puedes cambiar, que ya no puedes parar... no quiero eso para ti, por favor... Sasuke, yo... soy... - con esas palabras cayo inconsciente al fin.
- ¿Qué haré? Aguantaré, tal y como lo he hecho hasta ahora.
El azabache la miraba con ojos fríos, se arrodilló frente a ella, la tomó del rostro y vio como una sola lágrima se asomó por sus ojos ya cerrados, apretó los dientes con fuerza, golpeó el piso.
- Naomi... será mejor que me odies, esto fue para que no intentes buscarme, sé que esta herida tardará en sanar y sé que este dolor me atormentará para siempre, pero...
La cargo en sus brazos, sus largos cabellos se resbalaban por sus mejillas, la recostó en la cama con mucho cuidado y por unos minutos admiró su rostro, le dolía hasta el alma y sabía que se lo merecía.
Tomó un mechón de su cabello y lo acomodó detrás de su oreja.
Por último la volvió a besar tan apasionadamente cómo pudo, mientras la abrazaba y sentía su suave piel, acarició sus mejillas, respiro su aroma asegurándose de guardar cada detalle en su memoria.
- Naomi, gracias por todo.
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Notas del autor
¡¡Hola, hola!! Esta es mi primera obra y como se habrán percatado la historia se desarrolla en la misma línea temporal y en el mismo universo que el anime original, por lo que será fácil imaginarse e interpretar cada escena, si esperan los capítulos siguientes descubrirán conmigo a qué se debe tanto enredo.
Ya que no tengo idea del cómo se escribe un fanfic acepto cualquier crítica constructiva que ayude a mejorar la interpretación.
¡¡Muchas gracias por llegar hasta aquí!! <3
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