Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 6.

Capítulo 6. Esto pasará.

"Quiero estar contigo, es tan simple y tan complicado como eso"

Charles Bukowski.

Seth.

Creo que Nate desconfía de mí, de lo que hubo entre Nelly y yo, nunca hubiese querido que lo descubierta así, que lo descubriera mejor dicho.

Tendrá esa espinita clavada y será algo que no le gustara cuando pase el tiempo. Sí yo fuese él no dejaría de pensar en que mi esposa fue algún tiempo la novia de mi hermano, no es algo con lo que puedas vivir muy bien que digamos.

Pero si Nate es tan noble como lo ha sido siempre no creo que esto lo atormente demasiado, no le dará importancia a algo tan insignificante.

—Necesito preguntarte algo.

Su voz me saca de mis pensamientos. Le doy un trago a mi cerveza y miro como Nelly despide a ese tal Blake.

No me gusta cómo la mira.

A mí menos, creo que puede ser un problema más adelante.

—¿Qué quieres saber?

—Mamá...ella ¿Cómo está?

Trago saliva al escuchar esa pregunta que aún no sé cómo voy a responder ¿Qué le voy a decir? ¿Cómo le voy a explicar que nuestra madre está muerta? Hay tantas cosas que Nate no sabe, tantas mentiras que le estamos ocultando por su bien y tantas muertes que él ni se imagina. No creo que Nelly le haya dicho que es hija de Víctor, ella al igual que yo tenemos miedo de las reacciones de Nate.

—Mamá...—me aclaro la garganta. Nate asiente con la cabeza —. Nate...

No me deja terminar porque me interrumpe mirándolo a los ojos.

—Pasa algo ¿Verdad? —asiento lentamente con la cabeza —. ¿Es malo?

—Más de lo que te imaginas.

Asiente con la cabeza y se pone de pie. Veo que Nelly regresa sola al comedor y Nate me indica con la cabeza que lo siga.

Entramos deslizando la puerta, Nelly me mira, después lo mira a él y se sienta en la silla.

—Ha preguntado por mi mamá.

—Explícale lo que ha pasado —abro los ojos, sorprendido.

—¿Perdón? —pregunto indignado.

—Es tu madre, es tu hermano, es tu culpa —me señala.

—¿No me vas a ayudar en esto? —me quedo de pie frente a ella.

—¿Me vas a ayudar tú cuando le diga quién es mi padre? —niego con la cabeza rápidamente.

—Es tu padre, es tu problema.

—Entonces explícale tú —se pone de pie y camina a la cocina.

—Me puedes decir que está pasando y dejar de fingir que no estoy aquí, me irrita que pienses que soy tonto o no sé —lo miro y frunce el ceño.

—No es eso Nate —me rasco la nuca —. Es solo que, han pasado muchas cosas estos meses, explicarte que está pasando será muy difícil.

—Solo quiero saber de mamá.

—Mamá está muerta, Nate.

No me ando con rodeos y se lo digo así, no quiero alargar más el tema y darle vueltas a esto cuando tarde o temprano se va a enterar, Nate es más fuerte de lo que yo me imagino.

—Y fue mi culpa —Nelly sale de la cocina y me mira como diciendo "Bien hecho, por fin admites la culpa de algo".

—¿Mu-muerta?

—Sí.

—¿Y por qué dices que es tu culpa?

—Porque yo tuve la culpa que la mataran, yo provoque esa maldita guerra y fue mi culpa que ahora esté muerta.

—¿Quien la mató?

Veo que se limpia debajo de los ojos.

Miro a Nelly en busca de ayuda, pero ella hace como que no escucha nada.

—Enemigos de papá.

—¿Por qué?

—Demonios Nate no hagas tantas preguntas.

—¿¡Por qué!? Exijo saber porque mataron a mamá. Ella siempre fue buena, ella siempre ayudaba a los demás y no es justo que esté muerta. No es justo.

—¡La vida no es justa, Nate! Al padre de Nelly también lo mataron ¿O no Nelly?

—Cállate —espeta.

—Dile quien era tu padre.

—No es mi conversación —masculla.

—Algún día le vas a tener que decir de quién eres hija, no puedes ocultárselo por mucho tiempo.

—Eres un maldito hijo de...—se calla cuando Nate la mira levantando una ceja —. Eres un imbécil.

—Lo sé —le sonrío —. Gracias.

—¿Pero cómo fue la muerte de mamá? —Nate cambia de tema. Los dos lo volteamos a ver y me preparo para explicarle a mi hermano la muerte de mamá, obvio omitiendo algunos detalles que lo puedan alterar o que puedan provocar algo.

—Yo maté a uno de los hombres de esta gente, parece que era alguien importante porque más tarde llegaron a la casa y nos atacaron, uno de los objetivos era mamá, quitarnos lo que yo les había quitado. Fue mi culpa, Nate, solo yo tengo la culpa de lo sucedido ya que no obedecí las órdenes de Jared e hice lo que pensé que sería lo mejor...

—¿Cómo lo tomó papá?

—Ya te imaginarás —sonríe de lado —. Lo aceptó y seguimos, los tres con nuestras vidas. Le juraste a mamá que serías una buena persona y que harías las cosas bien.

Nate empieza a llorar, Nelly lo mira con mucha preocupación, quiere acercarse pero le da miedo cómo vaya a reaccionar ante su tacto.

—Abrázalo —le digo moviendo los labios. Nelly se pone de pie y se acerca a Nate que de inmediato se deja abrazar por ella.

—No te preocupes, Nate, tu madre era una buena persona y seguro está en un buen lugar, ella te quería mucho y sabes que siempre estará contigo —Nate asiente con la cabeza.

—Lo sé.

Lo abraza, le acaricia la espalda, le da palmaditas y un beso en la mejilla.

—¿Tú conociste a mi mamá? —Nate se separa de ella y la mira a los ojos, los suyos llenos de lágrimas. Nelly le sonríe triste y le limpia las lágrimas debajo de los ojos.

—No, pero me hubiera encantado conocerla —ladea la cabeza.

—¿Y qué le pasó a tu papá?

—Casi lo mismo que a tu madre, hubo una pelea en contra de unos malditos y lo mataron, eso fue hace más de un año.

—Lo siento mucho, me hubiese gustado conocerlo.

—Y él hubiese estado encantado de conocerte a ti.

—¿Y cuál era su nombre? —Nelly suspira.

—Víctor, Víctor Záitsev era mi padre.

—¿Eres la hija de Víctor y Vera? —noto que Nate no se aleja de ella ni la mira mal, solo parece sorprendido.

—¿Algún problema con eso? Espero que no porque ser hija de Víctor me ha traído muchos problemas —me mira de reojo y capto de inmediato el mensaje.

—No...es solo que, bueno, quiero saber cómo es que la hija de Víctor Záitsev y yo terminamos siendo novios —se ríe, nervioso.

—Es una larga historia, que uno de estos días te voy a platicar.

—Por favor —le dice Nate.

—Y bueno ¿cuando nos vamos? —Nelly rueda los ojos, bufa y regresa a su lugar.

—Si por mí fuera nunca regresaría, pero en dos días dejo todo listo aquí y nos podemos ir.

—Ya era hora —levanto los brazos al cielo y grito de felicidad. Al fin voy a ver a mi hija e Ileana, las extraño tanto, ya quiero estar con ellas.

Nate.

Seth se ha ido no hace mucho, creo que lo hizo más porque Nelly ya le pedía con la mirada que desapareciera de su vista o le haría cosas muy malas.

—¿En qué piensas? —bajo a la cocina y la veo sentada en la mesa, con las piernas recogidas y la mirada en algún punto del suelo.

—En nada —dice y me mira con un dejo de tristeza en los ojos.

—Yo creo que sí te pasa algo —me acerco y me siento a su lado, hago el amago de agarrar su mano pero ella la hace a un lado. Creo que no está preparada para tener este tipo de contacto.

—Bueno, sí tengo algo —confiesa —. No quiero regresar a Nueva York, pasaron muchas cosas malas ahí, solo quiero tener una vida normal —sonríe de lado.

—¿Puedo saber que es eso tan malo que pasó para que no quieras regresar?

—Mi padre está muerto, mi hermano murió también, perdí a mi...—se aclara la garganta —. Es una ciudad de perdición y el centro de la clandestinidad. Lo único bueno que tenía ahí eras tú y ahora...

—¿Ahora no?

—Teníamos algo muy lindo, Nate, nos amábamos cómo jamás nadie se amará, yo estaba dispuesta a dar mi vida por ti y tú por mí, dejamos las riñas atrás y todo el odio que sentían nuestras familias, no nos importó nada y fuimos felices, muy felices, todo lo que pudo durar.

—Lo lamento.

—No lamentes nada, no es tú culpa que esto esté pasando.

—No, pero si tengo la culpa de que llores —me deslizo cerca de ella y subo mi mano a la altura de su mejilla quitandole algunas lágrimas que se han escapado de sus ojos —.No me gusta verte llorar y sé que es mi culpa porque lloras por mí, solo por mí.

—Debes sentirte afortunado al saber que lloro por ti, no lo haría por ninguna otra persona.

—Soy afortunado de que me ames.

Cuando sus labios se estiran en una suave sonrisa me nace la necesidad de besar sus labios, de querer saber cómo besa, cómo sabe, cómo es que me enamoré de ella.

Parece que nota mis intenciones porque parpadea y se hace hacia atrás.

—Creo que deberíamos ir a dormir, mañana será un día muy largo.

Asiento con la cabeza y me pongo de pie al mismo tiempo que ella lo hace. Me paso las manos por el pantalón de pijama ya que mis manos sudan. Estoy nervioso y ni siquiera sé porque.

—Hasta mañana —le digo

—Hasta mañana, Nate.

Me dice adiós con la mano y la veo subir las escaleras. Lleva un short de pijama el cual deja ver sus largas y torneadas piernas, la blusa de tirantes se ciñe a su delgada figura y noto sus grandes pechos. Cuando la pierdo de vista en el pasillo puedo soltar todo el aire que había estado reteniendo.

Ahora entiendo que fue una de las cosas que me atrajo de ella.

Nelly.

Hemos salido de Suiza hace unas horas y yo ya quiero regresar, no sé porque tengo la sensación de que regresar será más peligroso de lo que yo me imagino y que pueden pasar muchas cosas ante nuestro regreso.

—No sabía que tu familia tenía un avión privado —Seth pasa las manos por los asientos del jet.

—Hay muchas cosas que no sabes de mí —levanto una ceja y noto cómo Nate nos mira.

Siempre que nos hablamos hay tensión, palabras groseras y miradas asesinas, supongo que para Nate es normal ya que para él Seth y yo terminamos mal y yo lo odio, en parte hay mucha razón en lo que dijo, él me traicionó, me engañó y me mintió, así que no está diciendo nada que no sea cierto.

—Porque siento que cada vez que ves a Seth quieres matarlo —miro a Nate de reojo y parece curioso.

—Porque quiero matarlo —me giro hacia Seth —. Agradece que te haya dejado subir a mi jet.

—Gracias señora Beckett —se burla de mí.

Lo ignoro y miro por la ventanilla.

Nate se levanta y va al baño, aprovecho para hablar un poco con Seth aunque eso me supone gastritis y ganas de estrangularlo.

—¿Has puesto al tanto a tu padre de la situación de Nate? —murmuro.

—Te dije que lo haría, no soy tonto.

—Tonto no, eres idiota.

Entorna los ojos.

—Él sabe lo que está pasando y en lo que tú y yo hemos quedado, está de acuerdo y dice que es lo mejor para él, que no sepa nada de la mierda que pasó hace meses —asiento con la cabeza.

—Es lo mejor para él.

—¿Y para ti?

—No sé de qué hablas.

—Si Nate nunca llega a recordar, tampoco sentirá amor por ti y eso significa una sola cosa —murmura para que nadie nos escuche —. ¿Estás dispuesta a dejarlo para que sea feliz sin ti?

No lo pienso tanto y le respondo a Seth con la barbilla en alto.

—Si eso llegara a pasar estoy dispuesta a dejarlo ir, porque me importa más su felicidad que la mía y si su felicidad no está a mi lado, está bien, yo voy a aceptar lo que sea.

—Creí que lo amabas menos.

—Lo amo más que a mi vida, Seth, algo que tú no sabes que significa.

—Sí lo sé, Nelly, amo a mi hija, amo a Ileana y amo mi vida con ellas y no estoy dispuesto a perderlas ni a regresar a esa vida de mierda que acabó con nosotros. Amo a mi familia porque son lo único que tengo.

Un nudo se forma en mi garganta al ver cómo se limpia las lágrimas con furia.

Pobre.

¿Pobre? Esa rata no se merece nuestra lastima.

Aparento que su dolor no me ha llegado al alma y finjo. Se supone que somos enemigos naturales, que nos odiamos a muerte no solo por el odio de nuestras familias sino por todo lo sucedido entre nosotros, nos odiamos y así debe ser siempre.

Nate regresa y yo me voy a dormir con Mael, no quiero estar cerca de Nate y mucho menos de Seth, siento que me voy a volver loca con esos dos. Quiero prepararme para lo que se viene, será...épico.

Nueve horas después llegamos a Nueva York, somos recibidos por mi familia que al vernos bajar corren hacia nosotros y nos llenan de besos y abrazos. Mi madre carga a Mael mientras Cami me abraza y me levanta del suelo, no nos habíamos visto desde hace nueve meses.

—¡Estás hermosa! Eres una mamá sexy —me separa de ella —. Muy, muy sexy.

—Tú también te ves muy bella —la verdad es que ella siempre es hermosa, pero ahora trae el cabello un poco más largo y eso hace que se vea bonita.

—Hola, Nelly —Cas me saluda con un apretón de manos y mira las escaleras del avión, volteo a ver y Seth y Nate bajan.

—Recuerden que Nate no sabe nada —ellos me asienten con la cabeza.

—Haremos lo que nos dijiste —Cami agarra mi mano y le da un suave apretón.

Cuando los hermanos Beckett se acercan se nota la tensión que hay, y no es por Nate es por Seth que es odiado por mi familia pero que tienen que fingir porque así se los he pedido, no quiero que Nate se dé cuenta de todo, él no es tonto y si seguimos peleando se puede dar cuenta de la cosas.

—Hola —Nate levanta la mano y los saluda.

Cas es el primero en acercarse y le da un abrazo acompañado de algunas palabras que no logro entender, Nate asiente con la cabeza y se separan. Cas y Seth se saludan de mano, por lo que sé y me ha dicho Cami su amistad jamás volvió a ser la misma, a Cas le dolió mucho lo que Seth me hizo y eso para él es algo imperdonable.

Cami y mi madre saludan a Nate, esta última con los ojos llorosos, a ella también le duele verlo así, tan perdido, sin saber que pasa a su alrededor.

—Me alegra saber que estás bien, aunque lamento que no recuerdes nada.

—¿Usted es Vera Petrova, verdad?

—Y tú eres el yerno perfecto —mira a Seth y lo quiere matar con los ojos —. Espero que estar aquí te ayude mucho, sabes que cualquier cosa puedes contar conmigo y con mi familia, es tu familia, Nate, siempre nos apoyamos.

—Gracias.

—No hay nada que agradecer, y dime Vera por favor.

—Está bien Vera.

—Creo que yo me voy —dice Seth.

—Creo que es lo mejor —masculla mi mamá sin verlo, pone toda su atención en Mael que duerme.

—Yo voy contigo.

Ya me esperaba esto. No sé porqué llegué a pensar que él vendría conmigo, que quería estar conmigo.

—Nell —miro a Nate y parpadeo para no empezar a llorar —. ¿Estás de acuerdo?

—No tienes que preguntármelo, Nate —mamá me entrega a Mael cuando me acerco a ella —. Eres mayor de edad y puedes hacer lo que tú quieras. Nos vemos luego.

Me esfuerzo por no darme la vuelta y decirle que vaya conmigo a nuestra casa, que quiero estar con él y nuestro hijo, solo nosotros tres, quiero gritarle que lo amo y que necesito estar con él, que me bese y me abrace para saber que estoy viva porque hace meses que algo dentro de mí se murió.

Les doy la espalda y camino hacia la camioneta, las puertas están abiertas, cierro la puerta y cuando sé que nadie me ve —solo Pete— me pongo a llorar abrazando a Nate a mí.

—Esto pasará —me dice Pete.

—Lo sé —le sonrío.

Katrina sube detrás de mí y se sienta a mi lado.

—¿Estás bien?

—Sí Katrina, estoy bien ¿Cómo estás tú?

—Bien —me sonríe.

Veo que mi madre habla algo con Nate, se despiden, Cami y Cas traen las maletas y las suben a esta camioneta y la de atrás. Mamá se sube conmigo y Cas y Cami a la otra camioneta. Nate y Seth suben a un auto, y se alejan mientras mi corazón se hace una pasa y todas las esperanzas se me esfuman de las manos.

—No me gusta verte así —sacudo la cabeza.

—Puedo con esto y más —le sonrío —. Vamonos Pete.

—Como digas niña —arranca y nos saca de este lugar.

Pierdo de vista el auto donde van Seth y Nate.

Cuando llegamos a la casa lo primero que hago es darme un buen baño y a Mael también. Lo dejo en su cuna —le pedí a mi madre preparar mi habitación para mi hijo también—, Katrina baja conmigo y se queda sorprendida al ver lo enorme que es la casa.

—Y creí que la casa en Suiza era grande —se ríe nerviosa.

—Estás en tu casa —le digo, ella me mira —. De verdad, puedes ir donde sea, agarrar lo que tú quieras, cuando salgas me avisas para que alguien te acompañe, no te vayas a perder.

—No, no quiero que eso pase.

Le doy un recorrido por la casa y omito decirle lo que hay allá abajo, no quiero que se asuste y salga corriendo a su país.

Comemos todos juntos y después subo a ver a Mael. Cuando estoy acostada a su lado mi móvil empieza a sonar. Veo la pantalla y es Blake.

—¿Sí?

—¿Ya estás aquí?

—Acabo de llegar.

—Me alegra que estés bien ¿Cómo está tu pequeño ángel? —miro a Mael.

—Dormido —escucho su risa del otro lado.

—¿Cuando nos vemos?

Que directo.

—¿Mañana te parece bien?

—Me parece perfecto, si quieres voy a tu casa.

Mejor para mí.

—Está bien, no tengo ningún problema. Te mando la dirección

—Vale, te veo mañana.

—Hasta mañana, Blake.

Cuelgo y me acuesto al lado de Mael.

Él es lo único que tengo ahora. Lo único que me queda de Nate.

🔥🔥🔥🔥

¡Hola! Lamento la tardanza pero esta semana la he tenido muy ocupada, no me había podido sentar a escribir hasta ahora, y ha salido este capítulo, espero les haya gustado porque lo escribí con mucho cariño para ustedes.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro