Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 5.

Capítulo 5. Pensar.

"Tienes que entender su oscuridad para apreciar su luz"

David Sant.

Nate.

Seth se va y Nelly y yo entramos a la casa. Veo que ella sube las escaleras y camina por el pasillo hacia la que es su habitación, no digo nada y camino hacia el balcón donde hay un sofá y una mesita que tiene encima un florero.

Me siento en el sofá y observo las casas que hay detrás de esta. Todo aquí es muy bonito y esta ciudad es hermosa pero ahora que he visto a mi hermano quiero, más que nunca regresar a casa, quiero ver a mis padres y poder abrazarlos, quiero más que nada que sepan que estoy bien.

Seth prometió avisar a mis padres que estoy bien, me preocupa más mi mamá.

Paso unos minutos aquí en total silencio, pensando. Últimamente es lo único que hago, pensar, pensar mucho, pensar en todo.

Hay muchas cosas que quiero saber, muchas dudas que me agobian cada día, tantas cosas que sé que he hecho pero que no recuerdo y dudo mucho que algún día llegue a recordar. Han pasado cuatro meses desde que desperté y por más estudios y terapias no puedo recordar nada, ni el accidente, ni mucho menos esos meses que pasé con ella.

La miro y muchas preguntas me dan vueltas en la cabeza ¿Cómo me enamoré de ella? ¿Dónde nos conocimos? ¿Cuando nos casamos? ¿Qué fue eso que me atrajo de ella y que me hizo caer a sus pies?

Bueno esa respuesta sí la tengo. Nelly es hermosa, de eso no hay duda alguna, es inteligente, es una mujer independiente y por lo que veo es una mujer muy fuerte.

Escucho su voz en el pasillo pero creo no me ha visto, no me muevo y escucho lo que habla con no sé quien.

—Lo siento, esto no estaba planeado y lo sabes. Sí, sí, sé que cuentas conmigo para esa negociación pero no podré estar ahí, al menos no en persona. Sabes que no me gusta quedar mal con nadie, menos contigo. Blake, lo lamento pero tengo que estar con él, es mi esposo.

Ella habla de mí.

—No me importa sino me recuerda, le prometí que nunca lo iba a dejar y lo voy a cumplir. No estoy de ojos cerrados —resopla —. Lo tengo presente y si eso llega a pasar me regreso y ya, la vida no se acaba por nadie.

¿De qué estarán hablando ellos dos? ¿Quien será ese tal Blake?

Se hace un largo silencio en el que ella solo escucha.

—Está bien, mañana lo hablamos con calma.

Cuelga y espero que vaya a su habitación pero en lugar de eso baja las escaleras, aprovecho que se ha ido para ver a Mael, supongo que debe estar dormido. Cuando estuve con él sentí una gran conexión entre nosotros, es mi hijo lo sé, pero nunca me imaginé que se llegara a sentir así.

Entro a la habitación y lo primero que veo es el portátil de Nelly encima de la cama, está encendido. Al otro lado de la cama está Mael rodeado de almohadas, igual que en la mañana. Duerme plácidamente, su pecho sube y baja, sus ojos están cerrados, paso una mano por su cabello y sonrío al ver cómo no se despierta y sigue dormido.

—Que no recuerde nada no quiere decir que no te ame, lo hago y quiero ser parte de tu vida, quiero ser tu padre pero necesito estar completo para poder serlo, para ser el padre que tú necesitas.

Me acerco y le doy un beso en la frente a Mael.

Me separo y cuando lo hago veo a Nelly bajo el umbral de la puerta con un vaso de agua en una mano y el móvil en otra.

—Lo siento —me separo de la cama —. Solo vine a decirle buenas noches —ella me sonríe.

—No te preocupes —entra a la habitación y deja el vaso de agua encima del mueble al lado de la cama, su móvil lo deja a un lado y se sienta con los pies cruzados.

—¿Estás trabajando? —me asiente con la cabeza. Sin mirarme.

—Tengo que dejar esto listo para ir a Nueva York —siento que dice esto último cómo con coraje, cómo si regresar a casa le provocara enojo más que felicidad.

—Lamento que tengas que dejar todo aquí para ir conmigo a casa —me encojo de hombros —. No es mi intención todo esto.

—Yo lo he dejado todo por ti, no sería la primera ni la última vez —se encoge de hombros. Sigue escribiendo en su portátil y sigue sin mirarme también. No sé que es lo que le pasa, está distante conmigo y parece cómo si estuviera molesta también.

—Nelly...

—Nate, tengo mucho trabajo.

—Hasta mañana entonces —camino hacia la puerta.

—Hasta mañana, Nate —salgo de su habitación y voy a la mía.

Que ella esté así conmigo es mi culpa, lo único que he hecho estos meses es alejarla y no hablar con ella cuando ella quería hablar y ahora que yo quiero hablar con ella se niega a hacerlo.

Sé que solo por ella yo sabré todo pero si seguimos así nunca voy a poder recordar nada de nada.

Ileana.

—¿Cómo estás?

—Bien —sonríe —. Sabes que vine aquí buscando respuestas y más que eso he encontrado paz mental —veo en cómo sus ojos se iluminan y sé que ahora ya está más tranquilo.

—¿Ah sí? Dime que ha pasado.

—¿No es muy tarde para que estés despierta? —veo que mira su móvil —. Allá son las cuatro de la mañana —entorna los ojos.

—No te preocupes, Margot está un poco inquieta, así que tengo mucho tiempo —le sonrío.

—Nell me ha dicho la verdad, Nate no está muerto cómo me hizo creer hace meses.

—¡Vaya! Eso es una buena noticia ¿no? —veo que hace una mueca de lado.

—Pues no tanto, estuvo en coma algunos meses y ahora no recuerda nada de lo que pasó hace dos años.

—¡Oh por Dios! Eso es horrible, Seth.

—Lo sé cariño, no sabes lo mal que está Nelly, ella quiere aparentar que está bien y que nada pasa pero no es cierto yo sé que esto le está haciendo mucho daño y...ella no es la misma persona de hace meses, ha cambiado mucho.

—Así cómo tú has cambiado.

—Sí pero sabes que tengo que tomar medicamentos y ella no, ella lo ha hecho porque así lo quiere.

—Eso no importa, lo que importa es que eres otra persona Seth y que eres un buen hombre que ha dejado muchas cosas malas atrás. Ahora estás haciendo las cosas bien y una de ellas es que quieres que tu padre y tu hermano se vean, haces esto más que por ti, lo haces por ellos o mejor dicho por Jared que lo está pasando muy mal.

—Tú siempre tienes las palabras correctas para hacerme sentir bien. No me imagino que sería de mí sin ti.

—Te amo es por eso.

—Yo también te amo, cariño. Tú y mi hija son mi mundo, sin ustedes dos estoy perdido.

Lo observo a través de la pantalla y sigo sin creerme que Seth sea mi esposo, el anillo en mi dedo me traen a la realidad y el acta de matrimonio también pero aún así no me creo que nos hayamos casado y que ahora vivimos juntos y tenemos una hija.

Han pasado tantas cosas estos meses, muchas buenas y algunas un poco desafortunadas. Cómo el hecho de que mis padres no quieran saber nada de mí y mi hija, es una pena que les importan otras cosas más que yo, que soy su única hija.

—Te dejo dormir, cariño, descansa y mañana platicamos —asiento con la cabeza.

—Hasta mañana.

—Hasta mañana, cariño.  

La vídeollamada se termina y dejo el móvil a un lado, salgo de la cama y voy hacia la cocina, tengo la boca seca y muero de sed.

—¿Qué haces despierta a esta hora? —Dixon está en la cocina, comiendo.

No es raro en él.

—Estaba hablando con Seth ¿y tú que haces despierto a estas horas?

—Tenía hambre —se encoge de hombros. Me acerco y me sirvo un poco de agua —. ¿Y cómo está Seth?

—Bien, Nelly ya le dijo todo y pudo ver a su hermano —abre los ojos.

—¿No estaba muerto?

—Ella le hizo creer que sí —le doy un trago a mi vaso —. Se me hace tan cruel de su parte que les haya hecho creer a Seth y su padre que estaba muerto no sé para qué —niego con la cabeza —. No es justo para Seth, pasó estos últimos meses culpándose porque creía que su hermano estaba muerto y resulta que siempre estuvo vivo.

—Yo que tú mejor no hablaba si no sé cómo están las cosas —me acerco a Dixon.

—¿Qué quieres decir? —levanto una ceja.

—Que no sabes porque ella hizo eso, quizá tenía motivos para ocultarles que sí estaba vivo.

—Nada justifica lo que les hizo pasar ¿que sentirías tú si Seth te dice que estoy muerta y en verdad no es así? Dime.

—Si lo hace por una buena razón lo entendería.

—No es cierto, estarías molesto.

—Hermana, tú no sabes cómo es el padre de esos dos, toda su vida es una mierda, estar lejos de él es lo mejor que les ha podido pasar a ambos. Si Seth no hubiera dejado todo eso ahora mismo estaría muerto ¿Eso quieres? —levanta una ceja —. ¿Eso es lo que quieres?

—No, no quiero eso.

—Entonces no la culpes por lo que hizo, no sabes que fue lo que la llevó a hacer lo que hizo —quiero hablar pero me interrumpe —. Deja que Seth te diga toda la verdad y solo así la vas a entender.

No le digo nada y mejor me voy con Margot que se mueve de un lado al otro. No quiero pensar en lo que me ha dicho Dixon acerca de Nelly, y es que la verdad me dan un poco de celos que Seth esté allá con ella, no sé mucho de la historia de ellos dos porque Seth no ha querido decirme mucho tampoco, pero saber que ellos dos tuvieron algo y que se están viendo me pone celosa.

Confío en Seth y sé que no hará nada para lastimarme, sé que me ama tanto cómo yo lo amo y que nunca me haría daño.

Nelly.

Ayer que hable con Blake se molestó un poco porque le dije que por ahora no podré trabajar para él, al menos no en estos meses. Le aseguré que no le voy a dejar el trabajo botado ni nada de eso pero siento que de todos modos no le pareció lo que le dije.

Yo quiero cumplir con mi trabajo con él porque es con lo que le he podido dar a Mael lo que él se merece, un trabajo decente donde no hay muertes, armas ni nada por el estilo. Y con eso estoy bien, me siento bien trabajando para una empresa y no vendiendo armas.

Hoy hemos desayunado juntos, Nate está muy pegado a Mael y eso me sorprende mucho, es cómo si ahora todo su mundo girara alrededor de su hijo y eso está bien, o eso creo.

Nate me ha ayudado a bañar a Mael y a ponerle la ropa también, lo ha dormido mientras yo termino el trabajo que tengo antes de que llegue Blake. Dice que quiere hablar conmigo y temo que me despida por lo que le dije anoche.

—Que mujer tan trabajadora —escucho su voz y de inmediato ruedo los ojos.

—¿Qué haces aquí Beckett? —dejo de teclear y lo volteo a ver.

—Vine a ver a mi hermano, le dije ayer que vendría a verlo ¿no lo recuerdas?

—Cierto, Nate está arriba cuidando a Mael —se da la vuelta —. No se te ocurra despertarlo porque te juro que te mato, maldito energúmeno —lo señalo.

—¡Hey! Ayer dijiste que nada de groserías en esta casa —parece indignado.

—Esta es mi casa no tuya, en tu casa tu pones tus reglas, aquí respetas las mías. Solo yo puedo decir groserías tú no. Ya vete que tu presencia me da...guacala —levanta las cejas.

—Lo dicho, eres una linda persona.

—¡Lárgate de aquí Beckett! —le arrojo una manzana que va a dar justo en su cabezota hueca.

—¡Eso me dolió! —hace el amago de arrojarme la manzana de vuelta y cuando mira el cuchillo en mi mano se queda quieto.

—Yo voy a ver a Nate —le da una mordida a la manzana y se aleja dando saltitos.

—Pareces un idiota.

—¡Te escuché!

—Lo sé.

Sube las escaleras y yo me pongo a terminar esto, todo tiene que estar listo antes de que nos vayamos a Nueva York, no creo que regresemos aquí en algún tiempo y no quiero dejarle el trabajo tirado a Blake.

Hablando de él. Entra por la puerta, enojado.

—No puedes irte —me señala con un dedo.

—Para empezar no me señales con un dedo sino quieres perder la mano —baja la mano y se sienta en la silla a mi lado pero se acerca a mí —. Y en segundo lugar tú no me dices que hacer.

—Lo siento —suspira —. Pero...

—No puedo dejar a Nate solo, menos ahora, tú sabes cómo es su padre y su hermano y no quiero que lo pongan en mi contra.

Blake niega con la cabeza.

—Lo sé pero....Mira he hecho algo y espero no te molestes.

—¿Qué hiciste Blake? —sonríe inocente.

—Hablé con el dueño de la empresa que quiero comprar, me ha bajado el precio y creo que me conviene comprar la empresa en este momento así cómo tú me dijiste pero...—levanto una ceja —. Está en Nueva York y yo pensé...

—¿Estás seguro de esto? —asiente con la cabeza —. No sé si sea buena idea que vayas con nosotros.

—Ir con ustedes no, no haría eso, menos sabiendo cómo están las cosas ahora.

Veo que Nate y Seth bajan las escaleras, los dos miran a Blake y salen al patio de atrás.

—¿Entonces? —me mira y parpadea.

—Mañana salgo para Nueva York y cuando llegues podemos quedar con él para firmar el contrato ¿qué te parece?

—No hagas esto por mí, no necesito que nadie cuide de mí, sé hacerlo sola.

—No, yo no hago esto por ti —trago saliva y se ríe nervioso.

—Blake.

—No, de verdad. Además sabes que mi familia está allá y hace meses que no los veo.

Bueno, eso es cierto.

—Está bien, nos vemos allá y arreglamos las cosas —sube la mano a la mesa y agarra mi mano.

—Sabía que podía contar contigo para esto —con sus dedos acaricia mi regazo y sonrío al verlo tan feliz.

Blake ha sido muy amable conmigo y lo menos que se merece es que le ayude con esto, no le voy a quedar mal, menos ahora.

—¿Y cómo vas con el trabajo?

—Bien —le muestro la pantalla de la computadora —. Mira, ya llevo mucho avance, creo que lo termino en estos días. Te lo voy a mandar cuando termine.

Asiente con la cabeza.

—No te preocupes, Nell, no hay prisa, puedes terminar después.

—¿Seguro?

—Sí, no urge y veo que antes de irte tienes más cosas que hacer, lo puedes terminar allá.

—Eres un pan, Blake, un pan.

Y lo es, Blake es tan noble y amable, siempre que he tenido un inconveniente él no me presiona con el trabajo, no me apura y siempre me quiere apoyar. Él se merece a una buena mujer que lo ame cómo él se lo merece.

Nate.

—¿De qué crees que estén hablando?

Le pregunto a Seth que está a mi lado.

Hoy a venido a verme cómo lo prometió y ahora estamos en el patio bebiendo una cerveza mientras Nelly y un tipo que Seth dice se llama Blake están en el comedor hablando de no sé qué. Seth dice que es su jefe. No debe tener más de treinta años y ya es su jefe.

—De trabajo, supongo —Seth se encoge de hombros.

—¿De verdad es su jefe? —Seth asiente con la cabeza. Bebe de su cerveza y me mira.

—¿Lo has visto? Tiene uno o dos años más que yo y es su jefe, si yo fuera mujer no lo dudaría ni un momento y le abriría las piernas.

—¿Qué demonios estás diciendo? —volteo a verlo —. No entiendo.

—Ay Nate, se ve que eres muy inocente. Mira.

Señala a Nelly y Blake le agarra la mano y ella no lo aleja.

—A ella no le gusta.

—¿Estás seguro? —levanta una ceja —. No sé tú, pero yo he visto cómo la mira él y...—se separa de mí y se deja caer en la silla de madera.

—¿Qué?

—Nelly es una mujer muy atractiva, segura de sí misma, no necesita de ningún hombre para ser feliz, o bueno —me mira —. Al menos a ti sí te necesita. Es fuerte, muy inteligente y no te digo más porque creo que ya te has dado cuenta por ti mismo de la mujer que tienes a tu lado o enfrente de ti.

—¿Enfrente de mí? —no sé de que habla.

—Sí, Nate. Debes saber que Nelly no es una mujer que esté detrás de un hombre, para nada —me dejo caer a su lado —. Ni a un lado, ella siempre está enfrente, siempre.

—¿De verdad?

—Te falta mucho para que conozcas a esa mujer —bufa y se termina su cerveza.

—Siento que no la conozco de nada y eso me frustra.

—Ahora que regresemos a Nueva York date la oportunidad de conocerla, de saber cómo es ella y porque te enamoraste de ella.

—¿Tú me estás dando consejos a mí?

—Eres mi hermano pequeño y es mi obligación darte este tipo de consejos y más cuando se trata de tu esposa.

—Mi esposa —repito.

Seth y yo seguimos viendo cómo ese tal Blake y Nelly platican y beben vino ¿de verdad?

—Quiero preguntarte algo —miro a Seth.

—Dime.

—¿Tú y Nelly, cuánto tiempo estuvieron juntos?

—No quieres saber eso, de verdad no quieres —su expresión cambia y ahora está serio.

—Seth, por favor.

—No me jodas, Nate, no tienes porque saber esto, no fue nada importante, no significó nada para ella ni para mí. Yo lo arruine todo, yo la cagué y la traicione, ella jamás me perdonó y no creo que jamás lo haga. Mira —se desliza hacia delante y me mira fijo —. Nelly es de las personas que si la traicionas nunca te va a perdonar, me oyes, por más que ella te ame no te va a perdonar, ni siquiera por el más mínimo error o traición que cometas.

»Ella puede ser la mujer más linda contigo pero tiene su carácter, a veces puede ser tan cruel con las palabras y eso, hermano, es peor que las navajas y las pistolas. Nunca la hagas enojar porque te puedes arrepentir de hacerlo, no la lastimes porque ella lo hará contigo mil veces peor y por nada del mundo la traiciones, nunca.

—¿Me estás advirtiendo que mi esposa es un monstruo?

—Yo no dije eso —levanta los brazos —. De mi boca no salieron esas palabras. Y ella no es un monstruo, es una mujer fuerte, valiente y sin temor a equivocarme, debo decir que es la mujer más fuerte que he conocido. Y ella no necesita de ningún hombre para salir adelante, y si tú no te pones las pilas alguien cómo Blake te la puede quitar y cuando te des cuenta de lo que has hecho va a ser demasiado tarde para ti.

Miro a Seth y veo solo arrepentimiento en sus ojos, la manera en la que habla de ella, cómo se expresa de ella. Es cómo si...

—¿La sigues amando? —se ríe.

—¡No, Nate! Demonios no, yo amo a Ileana, amo mi vida con ella, pero...

—¿Pero qué?

—Si las cosas no hubiesen sucedido así cómo sucedieron yo hubiese dado mi vida por ella, sin pensarlo.

No solo ese Blake te puede quitar a Nelly, tu hermano también lo puede hacer.

No, eso no es posible, Seth jamás haría eso.

¿O sí?

🔥🔥🔥🔥

¡Hola! Espero les haya gustado este capítulo, la verdad es que me está gustando mucho escribir este tercer libro, amo a Seth en esta etapa, a veces puede ser muy imprudente y divertido, cuando quiere 😂, pero sin duda alguna es mi personaje favorito y por mucho. Que dice ustedes ¿Quien es su personaje favorito de esta saga? Díganme en los comentarios que yo leo y respondo todo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro