Título: Albores de la gran ciudad.

Autor: Jack_and_sn0w

Género: Romance

Primeras impresiones.

Portada.

La portada es muy bonita, pero ¿cómo la relaciono con el título? En sí, la imagen me sugiere claramente que todo se trata de romance entre un chico y una chica, bajo una atmósfera muy amorosa y cercana, que no plantea ningún otro conflicto notorio más que el logro entre la relación de dos personajes. El título, por otro lado, Albores de la gran ciudad, significaría: Amaneceres de la gran ciudad. Es un título intrigante, pero sin correlación con la imagen.

Solo puedo decir que la portada debe contener al menos un mínimo de correlación entre título e imagen. 

Sinopsis:

Un día Adrián conoce a su nueva compañera de clases y algo en ella le llama la atención, ahora tendrá que debatirse si seguir su rutina o permitirse sentir por primera vez el amor. ¿Será posible una relación entre un chico nerd deportista y una chica excéntrica en actitud y algo misteriosa?

Rescato de la sinopsis su claridad, y no mucho más que eso. He leído cientos, por no decir miles, de premisas basadas en el cliché del compañero nuevo. ¿Tengo algo en contra del cliché? Para nada, pero es importante adornarlo con autenticidad o torcerlo de formas especiales. Aquí se tuerce el típico arquetipo de «deportista enamorándose de alguien nerd», incorporando la cualidad de nerd en él mismo, para permitirse conocer a una chica excéntrica y algo misteriosa. Pero esta torcedura en sí misma no es suficiente para proporcionar el anclaje necesario a la historia. Literalmente, el conflicto consistiría en que dos chicos con sus respetivas personalidades se van a conocer, y nada más. En lo personal, jamás leería una historia si solo me ofrece esto.

Trama:

Una vez se entra a esta historia, te encuentras con cosas totalmente inesperadas, y no necesariamente en el buen aspecto de la palabra. La predisposición, la pantalla que nos ha otorgado la primera impresión de esta historia, no acuñe en lo absoluto a su contenido, donde encontraremos una mezcla de fantasía paranormal y ciencia ficción. Quedé choqueado con la presentación del personaje y cuando poco después aparecen sueños sobrenaturales que sugieren una conexión casi astral con una mujer. A esto se le suma eventos extraños con un videojuego que pareciera comunicarse de algún modo con el protagonista, enviándole mensajes y forjando una atmósfera misteriosa que pareciera insinuar el verdadero destino de Adrián.

Según las respuestas que me diste a mis comentarios, me hiciste entender que estos eventos eran «meros detalles» que no dañaban el género primario de esta historia: «romance». Sin embargo, es importante aclarar algunas cosas: los primeros capítulos tienen una importancia vital, especialmente el primero, pues se encarga de poner los pies del lector en tu tierra, dándole a entender de qué va tu historia. Colocar en un primer capítulo eventos paranormales es enaltecer el verdadero género de la historia, mandando a un segundo plano el género que se pretende vender como primario. Pero lo realmente complicado está en prometer una cosa y entregar otra. Lo quieras o no, cuando presentas tu historia a través de su título, portada y sinopsis, es como si estuviera vendiendo un producto y, por lo tanto, prometes algo al consumidor.

Tomemos un ejemplo. Cuando miras un comercial sobre unos cereales, y este te convenció de comprarlos, esperas encontrar eso una vez alcanzas el supermercado: cereales. La empresa se ganaría más de una demanda si los compradores se encuentran con que el interior de la caja tenía, en realidad, galletas.

Esto quiere decir que no puedes engañar a la persona que compra el producto. Y lo mismo ocurre con la literatura. Los lectores necesitan saber qué están comprando antes de llevarse el libro a sus casas. Hay muchos que solo leen cierto tipo de géneros y están en todo su derecho. Así que, si tu historia mezcla un género con otros que no leen, tienes que informarlo.

A medida que iba leyendo tu historia, me encontraba con una sopa de géneros e ideas que no hallaba cómo encajarlas en una trama realmente clara. Y a esto se le suman diversos errores más que ahogaban los objetivos o derechamente los ensuciaban, cargándolos de polvo y sensaciones inverosímiles.

Para empezar, Adrián es presentado mientras se mira al espejo en su habitación. Normalmente, este tipo de presentación de personaje suele ir insertado en un narrador en primera persona, ya que es raro que un personaje cuente cómo es su aspecto cuando es él quien relata la historia, así que algunos escritores lo llevan ante un espejo para que nos hablen de su apariencia. Por lo que no entiendo cómo es que tú, usando un narrador en tercera/segunda persona, tengas que recurrir a un recurso que se siente demasiado obvio, poco creativo e incluso antinatural para una presentación.

Esto cambiaría si Adrián se mirara al espejo y nos dijera que siente que ha crecido un poco más o que su aspecto está empeorando o mejorando por X razón. El lector, en dicho caso, siente que hay un motivo más natural que lo lleva a mirarse al espejo y a describirse.

Continuando con el primer capítulo, presentas una variedad de personajes que en ese momento creí necesarios, pero en realidad no lo fueron. Y con ello me refiero a los vecinos del barrio. Si estos no van a tener una relevancia inmediata, entones evita describirlos. Recuerda que como escritor no te puedes dar el lujo de entregar información sin razón o en momentos inoportunos, olvidando que leer conlleva un esfuerzo mental y de memorización. No querrás espantar al lector por llevarlo a memorizar cosas que no van al cabo.

La presentación de los amigos de Adrián, por otro lado, tampoco fue de mi agrado, porque es informativa y no visual. Hay que tener en cuenta que los personajes quedan insertados mejor en la mente del lector cuando van acompañados inmediatamente de una demostración que vaya acorde a lo que se intentó describir de ellos.

Ejemplo: Moisés era una chispa andante, un ser volátil que todos solían evitar, alguien que malinterpretaba las señales y torcía las palabras dirigidas a él a través de un colador de agresividad. Por eso, cuando Adrián le dijo ese día que no olía bien, todo salió mal.

—¡¿Qué me dijiste, Adri?! ¡¿Quieres que te golpee?! —preguntó con la cólera encendida en un solo segundo, con sus ojos inyectados por un vendaval de emociones negativas.

Cabe decir que este es un ejemplo totalmente inventado, ajeno a la real personalidad de los personajes.

La presentación actual de los personajes obliga al lector a memorizar datos que no están siendo demostrados. Tenía que repetirme quién era quién e intentar memorizar personalidades.

Ya en el capítulo dos, después de una introducción que también sugiere ciencia ficción, es cuando la historia recién se vuelca de regreso al romance, con la inserción de Evelyn, la chica soñada pero inesperada por Adrián. Este momento de supuesto encanto, sin embargo, fue prácticamente erradicado del mapa, aboliendo así la escena base para que toda la trama al respecto puede ir construyendo el resto de su árbol. Evelyn no fue presentada correctamente, ni siquiera descrita y la escena en donde charla con Adri (después de sentarse con él coincidentemente), ni siquiera fue escrita, sino resumida. En consecuencia, es muy difícil que me compre este romance o que me genere alguna sonrisa o suspiro, ya que ni siquiera fui parte de su base.

En el romance hay ciertas cosas vitales: el encuentro de los personajes, emociones de los personajes, desarrollo a partir del encuentro, adaptación de personalidades mientras se supera el conflicto y finalmente la resolución.

Me quitaste una parte importante, presionándome a ser convencido a la fuerza de que fue divina y tenía que creerlo.

Por otro lado, hay una influencia muy notoria por parte del narrador por apegar a los protagonistas, usando más recursos de los que debería usar a su disposición, como serían las coincidencias y las interferencias de los personajes secundarios, que de repente se trasforman en grandes sabios o todos coinciden con que esta pareja es sublime, hasta los personajes que van pasando concuerdan en cuán bellos se ven.

En realidad, no me quejo de que los personajes actúen de este modo, pero para que realmente la interferencia sea comprada, tienes que convencer al lector para que opine lo mismo que tu atmósfera.

Como escritor debes tener mucho cuidado con las coincidencias. En la literatura son altamente juzgadas porque se sabe que hay un escritor detrás armando las escenas y se percibe cómo herramientas poco creativas para reunir a sus personajes con un determinado propósito.

Narrativa y ortografía:

La narrativa comienza en tercera persona, con omnisciente, sin embargo, de pronto este rompe la cuarta pared y le habla al lector de manera directa. Este cambio puede ser demasiado brusco y chocante, por lo que te sugeriría definir lo más pronto posible al narrador para no sorprender al lector a mitad del camino. Fue poco después que el narrador en segunda persona se hace más sólido y uno se acostumbra a él. Aun así, debo decir que en lo personal este narrador nunca encajará conmigo, pero esta es una mera opinión mía

Siguiendo con la narrativa y ortografía, debo decir que hace falta pulir mucho la «música» de las palabras, con esto quiero decir el orden correcto de ellas para que se lean y escuchen mejor, generando mejor inmersión por parte de quien lee. Actualmente, hay errores como cacofonías, rimas, falta de coma ante del pero, falta de coma entre vocativo y enunciado, repetición de palabras y pensamientos flotantes que no están encerrados en comillas españolas.

También hacen falta mejores descripciones para que el lector se relacione mejor con todos los personajes y el mundo que intentas proyectar.

Ahora bien, no todo es malo. Debo decir que lo que más me gustó de esta historia fue la psicología de Adrián, quien me arrancó sonrisas con su manera cuadrada de ser, algo que va muy de la mano con lo que se plantea de él. Es, en todas sus letras, un nerd que piensa que el amor debe ser analizado con la cabeza. Me hubiera gustado sentir la misma atracción hacia Eve, que hasta el momento la sentí muy difusa como personaje, alguien que el narrador impone pero no demuestra.

También hago mención a lo bien que me cayó el abuelo de Adrián, pero una vez más no me gustó cómo, con tan poco, ya asegurara un amor casi eterno para Adrián.

Conclusión:

La historia necesita ser mejor hilada y presentada. Es notorio que la relación entre los protagonistas consta con una chispa peculiar al presentar un arquetipo interesante, pero no basta y hay demasiados aspectos que necesitan ser trabajados a fondo. La escritura es como la cocina y en toda cocina de calidad se debe mezclar los ingredientes de manera correcta, en un orden oportuno y en los momentos indicados. La historia necesita regresar a su fábrica y ser reorganizada en su receta.