➵ 01.
Bang apagó la televisión, su ceño luciendo inevitablemente fruncido.
Fijó su vista en Namjoon, quien se encontraba estático, su semblante manteniéndose completamente serio y sin mostrar expresión alguna en su rostro.
Había estado observando la nota informativa en la televisión, sin expresar una sola emoción; justo ahora, nada más que una delgada linea recta trazada en sus labios y un ceño ligeramente fruncido -debido a su confusión-, decoraban su rostro.
"Vaya, que grandísima mierda", pensó; incrédulo ante lo que habían dicho en el noticiario, lo cuál su cerebro aún no terminaba de procesar, mientras negaba levemente con la cabeza. Ni siquiera él, como líder del grupo, que vivía bajo un mismo techo que los miembros, y convivía todos los días con ellos, sabía si V y Jungkook mantenían una relación romántica. Era cierto, todos eran muy cercanos, pero no sabía por boca de ninguno de los miembros que estos últimos dos estuviesen en una relación. Y lo que menos quería ahora, justo a semanas del lanzamiento del próximo comeback del grupo, era tener que lidiar con este tipo de chismes. ¿Qué con que Jungkook y V tuviesen algo? De todas formas sólo serían personas amándose. Si es que esa "noticia", o a su parecer ese "chisme" era en verdad real.
La grave y firme voz de Bang lo sacó de su ensimismamiento.
—Namjoon, muchacho, como líder del grupo debes hablar con ellos, descubrir que hay entre Jungkook y V –Soltó un profundo suspiro antes de continuar– Y; en caso de que tengan una relación romántica, tenemos que encontrar la manera de separarlos. V y el maknae no pueden estar juntos, afectaría a la imágen del grupo, afectaría a sus carreras... –Su semblante mostrando nada más que una seriedad pura y aterradora a ojos del líder– No sólo las de ellos dos, si no también la tuya y la de los demás miembros. –Advirtió Bang, dedicandole una mirada llena de seriedad– Conociéndote sé que no dudarías en apoyarlos en caso de ser esto cierto, y lo entiendo, yo también lo haría. Pero justo ahora no tenemos necesidad de cargar con un problema como lo sería este, están a sólo semanas de su comeback. –A medida que hablaba, su tono de voz iba suavizandose– Sólo... ¿piénsalo sí? Debes tener en cuenta que todos saldrían afectados si no hacemos algo ahora.
Namjoon, aunque al principio dudó; terminó por ceder. Sabía ya por sus casi cuatro años trabajando en la agencia que cuándo Bang ordenaba algo; había que cumplirlo. A toda costa y sin importar si ello traería o no consecuencias. Así funcionaban las cosas. Namjoon lo sabía, era por su bienestar y el de los demás chicos.
Así que simplemente asintió, descubriría a toda costa lo que pasaba entre Jungkook y V.
➵
La mera idea de tener que tratar un tema tan "delicado" como lo sería aquel le ponía los nervios a flor de piel. Un nudo se había formado en su garganta y sus manos hacía un rato que habían comenzado a sudar. Sin embargo, se deshizo del nudo en su garganta, restregó las palmas de sus manos contra sus pantalones cortos para eliminar todo rastro de sudor y caminó, su postura -aún un poco titubeante- cambió a una recta y firme, suspiró tratando de conseguir la calma que tanto anhelaba, sus pasos silenciosos y decididos siendo lo único que resonaba en los pasillos por los que iba pasando.
Alrededor de 15 minutos, era lo que llevaba buscando a V y al maknae sin obtener señal de vida alguna. Suspiró frustrado, ¿Dondé podrían haberse metido esos dos?.
Caminó -tratando de no perder la cordura y parecer sereno- hasta una de las últimas habitaciones que le quedaban por verificar; El salón de ensayos. Aquel dónde ensayaban tan arduamente y grababan todas sus coreografías, para luego subirlas a su canal de youtube secundario, Bangtantv.
Abrió la puerta con cautela, luego de verificar por la pequeña ventanilla que esta tenía, que V y el maknae se encontraban en esa habitación. Para su mala suerte, al abrir la puerta esta emitió un fuerte chirrido y ambos chicos dentro se sobresaltaron, girando a ver hacia la dirección en que este se había escuchado, ambos pares de ojos posándose en él líder con confusión.
—¡Namjoom Hyung, H-hola! ¿qué estás-...–La cuestión se esfumó en el aire cuándo el pelirrojo observó al líder suspirar suavemente.
—¡Chicos!, maldita sea chicos, los he estado buscando cómo un loco. Me han sacado un susto. –Soltó, tranquilizandose por unos momentos. Mordió luego su labio inferior muy suavemente, no sabiendo cómo continuar.– Yo-yo uh... debo hablar con ustedes. No sé por dónde comenzar así que iré al grano. Lamento si les soy muy directo pero...–Lamió su labio inconsientemente al notar que ambos chicos lo miraban muy atentos. Aclaró su garganta y peinó ligeramente su cabello, obteniendo más bien el efecto contrario, logrando, para su desgracia; despeinarlo. Su boca se abrió y se cerró precipitadamente, las palabras quedando atrapadas en su garganta. Apretó el puente de su nariz, estresado. ¿Porqué le era tan malditamente díficil hablar sobre aquello?.–Yo quería saber sí..., uhm ¿ustedes tienen algo?.
Ambos jovenes le miraron, notablemente confundidos.
¿Ustedes tienen algo? ¿De verdad esa pregunta tan rídicula era lo único había salido de sus labios?
—Hyung; uh... ¿a qué te refieres?. –Habló nuevamente el pelirrojo, rascando su nuca, su mirada llena de confusión.
—Me refiero a sí ustedes son "pareja". –Susurró de forma casi inaudible y sin vacilar.
Las mejillas del maknae fueron inundadas completamente por un ligero color carmesí, quien por acto reflejo cubrió su rostro con ambas manos, sintiéndo cómo la sangre subía hasta sus mejillas, acalorándolo y dandoles ese color.
La reacción en Taehyung fue la contraria, la sangre abandonó sus mejillas, dejándole blanco como el papel. Sin embargo esté último no cubrió su rostro. Una suave risita nerviosa escapó de sus labios al tener la atenta mirada de su hyung encima.
—¿Q-qué cosas dices hyung? –Soltó tratando de no parecer nervioso, lo cuál parecía ser algo imposible ante la penetrante mirada del mayor, quien no dejaba de mirarlos, inmediatamente agachó su mirada, observando sus manos.– Jungkookie y yo sólo somos amigos.
Y Jungkook no dió crédito a las palabras que había escuchado salir de la boca de su hyung favorito, se le formó un nudo en la garganta. Por supuesto que V y él tenían algo, era su pareja, su maldita pareja. Como era de esperarse, las palabras del mayor le habían dolido más de lo que habría dolido una patada en el trasero, e incluso más que cualquier otra lesión. Ahora entendía aquella frase "Las palabras hieren más que los golpes, incluso si vienen de la persona que amas" y era cierto, dolía, dolía como el infierno el hecho de ser negado por su propia pareja. Casi de manera instantánea, cientos de cuestiones fueron formándose en su cabeza.
¿Para V su relación con él era sólo un juego?, deseaba con todo su ser que la respuesta a esa pregunta fuese un no seguro.
Y Namjoon se sorprendió, no esperando una respuesta negativa. Pero al mismo tiempo mirándolos aliviado, al saber que estaban fuera de peligro con respecto a lo que Bang había advertido, podían continuar con la preparación para su comeback sin ninguna preocupación o problema de por medio. Sonrió y asintió, su mirada yendo al rostro de V y al de Jungkook alternativamente. Estaba decidido a salir y regresar por dónde había venido, pero al ver la expresión trazada en el rostro de Jungkook, se le cayó el alma a los pies. El castañito lucía triste, su postura se había vuelto rígida y cabizbaja. Por el contrario, Taehyung, quien miraba fijamente a Namjoon, tenía un dejo de arrepentimiento en su mirada, y también dirigía suaves miradas llenas de nerviosismo a Jungkook.
"Joder, la he cagado, en definitiva la he cagado."–Pensó el pelirrojo mientras buscaba una solución a su problema, Jungkook era tan bonito, tierno, y puro, no se merecía ser negado ante nadie, y pensando aquello, fue que Taehyung cayó en cuenta de su error. Jungkook era su pareja, y ambos se amaban incondicionalmente, algo como ocultar su relación a costa de sus miedos no estaba bien, les hacía daño. Aún así, el hecho de ser juzgado por quien es, eran tan... de sólo pensarlo le aterraba.
La homosexualidad. Para él era un secreto, un secreto que deseaba desesperadamente dejar salir de sus labios, pero que por temor al rechazo, a las críticas, por temor a decepcionar a alguien e incluso por temor a perder sus amistades seguía ocultando.
Sin embargo, y después de haberlo pensado un poco, soltó un profundo suspiro para alejar sus nervios y se acercó suavemente a su menor. Le tomó de la mano suavemente, apretándola contra la suya y haciendo que sus dedos se entrelazaran. La mirada de Jungkook perdió toda señal de tristeza al sentir el acogedor tacto que le regaló su novio, quien le sonrió momentos después —aunque aún un poco nervioso— para darle calma.
Cuándo Jungkook se relajó un poco, una suave sonrisa fue dibujándose en su rostro, al igual que unos ojos brillantes, los cuales observaron a su novio con atención. Este último dedicándole una sonrisa más reconfortante y segura, para asegurarse de que todo miedo y duda abandonasen el rostro del menor, quien asintió, dejando que Taehyung revelara el secreto que por meses llevaban ocultando a petición de él. "Que una persona lo sepa no está mal..." Pensó el mayor de ambos mientras escuchaba a su pequeño novio hablar con el líder.
—Hyung... en realidad V hyung y yo sí estamos saliendo... –Ahí estaba, lo había dicho.
Namjoon, quién estaba algo sorprendido, quedó atento a escuchar todo lo que sus dongsaengs le decían. Su cabeza dando vueltas y una ola de emociones apoderándose de él, confusión, adoración, ternura... pero sobre todo, un nudo se instaló en su garganta al recordar a detalle lo que Bang le había advertido antes de haberse puesto en búsqueda de ambos menores.
—S-sepan que tienen todo mi apoyo chicos, en verdad que lo tienen –Sonrió cálidamente para ellos y se acercó a abrazarlos, tomando a la joven pareja desprevenida, quienes rápidamente sonrieron ante el honesto y lindo gesto y aceptaron el abrazo, agradecidos.
"Sólo... ¿piénsalo sí? Debes tener en cuenta que todos saldrían afectados si no hacemos algo ahora." Las palabras de Bang resonaron en su cabeza, haciendo su corazón acelerarse, pero que por más que le martilleaban en la cabeza, terminó haciendo caso omiso a ellas y las alejó, encontrando confort en los brazos de ambos chicos. Los dejare ser felices, los dejare ser ellos mismos y no permitiré que nada ni nadie los separe. Se prometió, tanto a sí mismo así como también a la joven pareja, aún sumido en la calidez que ambos chicos le proporcionaban.
Eso sería lo que haría, cumpliría su promesa, a toda costa, y sin importar si aquella decisión traería consecuencias.
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