
Belleza
De entre todos los amigos de Seokjin destacaba una chica llamada Ahm Hyejin, quien se caracterizaba por ser amable y tierna, además de que no usaba nada de maquillaje y no es que estuviera mal usarlo, pero en la sociedad donde vivía era mal visto no usar. Aún así, Hyejin siempre se veía bien, hasta que terceros comenzaron a meterse donde nadie les llamó.
—Hyejin, ¿ya viste tu cara? — Su madre la tomó del mentón viéndola y analizándola detenidamente.
—¿Qué tiene de malo? — Ella no se había notado nada malo.
—Por Dios, ¿como no lo vas a ver? — La señora Ahn tocaba sus mejillas sin ningún cuidado —Tienes granos y cicatrices, te ves mal.
—Ay, eso es algo que a todos nos sale, es normal, el acné no es algo que sea malo — Trató de restarle importancia.
—¿Cómo no va a ser malo? Ay no, deberías tratar de taparlo, se ve mal y son muy incómodos de ver. — Después de eso, su madre se fue a hacer otras cosas.
Sin embargo, Hyejin pensaba en las palabras de su madre, si otras chicas se lo hubieran dicho, no habrían causado tanto daño, pero fue su propia madre quien lo dijo, y habría sido bueno que solo fuera una vez la que se lo dijo, no obstante fueron varias veces las que se lo remarcó; que si tenía hoyos en la cara, que usara algo para ocultarlos, que nadie la querría de esa manera, etc. Eso solo provocó que Hyejin comenzara a comprar maquillaje para ocultar sus imperfecciones.
Seokjin había notado un cambio en ella cuando comenzó a llegar a la escuela con maquillaje, no iba a mentir, se veía muy hermosa con los tonos de labial que se ponía, le quedaban muy bien.
—Oh Hye ssi, te ves muy linda — Halagó el chico.
—Muchas gracias Jinnie — Ella pareció sonrojarse.
Al principio, Jin no pareció tomarle mucha importancia, pues él creía ver a Hye totalmente normal, fue hasta pasado unos días que él no se había presentado a una clase, entonces aprovechando que tenía tiempo, fue a buscar a la chica a su salón, estaba seguro de que ella tendría los apuntes que le faltaban.
Se detuvo en la puerta cuando escuchó risas, probablemente platicaban de algo en lo que él profesor llegaba, pero todo cambió cuando vio a su amiga parada en el medio, rodeada de varias chicas, ella no se veía para nada cómoda con la situación, así que llamó a su nombre fuerte y claro.
—Hye ssi — Todas las risas se fueron deteniendo poco a poco, dirigiendo las miradas a Seokjin. La mencionada se volteó de a poco, él notando como sus ojos parecían lagrimear —Ven aquí — Los apuntes pasaron a segundo plano.
—Ah, Ahn tiene novio — Una chica rubia se rió —Seguramente la quiere solo por lástima.
—Ah, no seas ridícula — Jin miró a la chica con asco y fue hasta donde estaba Hyejin, tomándola del brazo. —Si quiero o no a Hye no es algo que te importe, deberías preocuparte por tus asuntos en vez de estar haciendo el ridículo frente a todos, das pena amiga — Luego de eso, sacó a Hye de ese salón, no sin antes tomar sus cosas para luego, irse ambos.
Jin se aseguró de comprarle a Ahn una leche de chocolate y un cupcake, para sentarse en una de las mesas de la cafetería, ella se notaba visiblemente más tranquila.
—¿Cómo te sientes? — Preguntó el chico cuando sintió que la tensión había disminuido.
—Mejor, de hecho — Le sonrió —Gracias por eso.
—Quisiera preguntarte ¿por qué te molestaban? — Se le hacía raro que alguien ya dulce como Hyejin tuviera enemigos —No tienes que responderme si no quieres.
Ella pareció dudar un momento, pero después de lo que Seokjin hizo sabía que podía confiar en él.
—Tu sabes que no soy muy femenina que digamos — Mantenía su vista baja —Y mi mamá comenzó a presionar con mis problemas de acné, así que siempre que podía me recalcaba cuán mal me veo por mis cicatrices y granos — Suspiró —Además de que mi vestimenta no es la más femenina que digamos. — Hizo una pequeña pausa antes de seguir —Así que traté de tapar mis marcas con maquillaje y usar otro tipo de ropa, pero eso fue blanco de burlas, todos se reían de mis piernas y decían que no me veía bonita, sino que parecía payaso.
Jin entendió el cambio de su amiga, no había sido por otra cosa más que por presión social.
—Hyejin, no importa si tienes acné o no vistes como los estándares dicen que debes hacerlo — Ah, los prejuicios son un asco —Si tú te sientes cómoda, si esa es tu manera de ser, todos deben respetarlo, principalmente tu madre. — Ella ponían atención a sus palabras —De nada sirve tener un rostro hermoso si tu corazón es feo — Le brindó una sonrisa —Así que, si alguien te dice que eres fea o no que vistes "femenino", diles que quien decide sobre su vida eres tú y que quien se verá "mal" eres tú — Ella poco a poco sonrió —Si tú te sientes cómoda y bonita, nadie tiene porque hacerte creer lo contrario.
Ese día Hyejin sintió que la confianza volvía a ella, tenía la creencia de que si alguien se metía en tu vida y te juzgaba sin razón aparente, era porque tú tienes lo que a ellos les falta: valor.
No era fácil ser valiente, pero podría intentarlo día con día, siendo ella misma, confiando en sus decisiones.
Al día siguiente, volvió a vestirse como a ella le gustaba y se maquilló, pero no para tapar sus cicatrices o marcas, sino porque le gustaba como se veía de esa forma. Aprendió a que no debe cumplir los estándares de nadie, más que los suyos.
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Hola mis porcinas, aquí yo de nuevo, espero que estén pasando la cuarentena en casa o si salen por favor cuídense, no sean ridículas y usen gel antibacterial y lávense sus manitas, quédese en casa como se quedaron con ganas del Tour de LY en Latam.
El poderosísimo Kim Seokjin.
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