Narra Eric

Termino de ajustarme la corbata y me miro al espejo aún nervioso. Hace dos semanas levanté la Champions con el Barcelona como capitán y ahora estoy a punto de casarme con el amor de mi vida.

Gavi y yo llevamos prometidos desde Navidades, pero quisimos esperar al final de la temporada para poder disfrutarlo como se merece, sin tener que estar pendiente de partidos, entrenamientos ni concentraciones, solo de disfrutar.

La puerta de la habitación se abre y veo entrar a la niña más bonita del mundo, a mi Dani.

Eric: ¿Qué tal princesita?
Daniela: Estás guapísimo papá.
Eric: Gracias cielo, pero tú estás mucho más guapa.

Y es cierto, Daniela va con un vestido azul pastel al más puro estilo Cenicienta, cuando vio el vestido supo que era el que era el que quería para la boda de sus papis. 

Da una vuelta sobre sí misma y yo no puedo evitar sonreír como idiota, si es que es la niña de mis ojos.

Daniela: ¿A qué me queda bien?
Eric: Por supuesto.
Daniela: Se lo voy a decir a Joan, porque antes me ha dicho que estaba fea, que el padrino está haciendo videollamada con el tito Nico.

No puedo evitar reírme mientras la veo alejarse dando brinquitos, si es que es un calco de mí, y ya si la juntamos con su mellizo...

La verdad es que la idea de cambiarle el nombre a mi pequeño fue de Pablo, Isaac es un nombre que nos encantaba a los dos pero Joan... Mi madre y mi abuela casi lloran cuando supieron que le íbamos a cambiar el nombre al niño para ponerle el de mi abuelo.

Me vuelvo a mirar al espejo respirando profundamente intentando que los nervios desaparezcan, pero solo consigo relajarme cuando entra mi hermana, no pudiendo evitar reírme al ver como el vestido que lleva le marca aún más el embarazo.

Alicia: Que graciosito estás hoy.
Eric: No puedo evitarlo Ali, es que me hace mucha gracia.
Alicia: Encima que me haces estar en tu boda de esta guisa.
Eric: Eh, un respeto a mi sobrina. Además, qué sabías la fecha de la boda desde hace tela, si no sabes calcular los tiempos del embarazo no es mi problema. Y la excusa de que Oli pidió una hermanita por su cumple no me sirve.

Alicia me da un golpe en el hombro y yo sigo riéndome, si es que adoro hacerla rabiar. Ella me abraza y apoya la barbilla en mi hombro mirando al espejo.

Alicia: ¿Nervioso?
Eric: Mucho, es que me da por pensar en lo que puede salir mal y...
Alicia: Todo va a salir perfecto, tranquilo. Joan y Dani han ensayado mucho los anillos y además las alianzas van atadas a los cojincitos por si acaso. Oli, David, Víctor y Lidia están preparados también con el tema de las flores y el arroz para después.
Eric: Aurora y tú sois las mejores damas de honor del mundo, no tengo dudas de que esté todo preparado hasta el mínimo detalle. Sabes perfectamente lo que me preocupa.
Alicia: He llamado a Auro para ver que tal, y todo está en orden, Joan se está portando bien y Gavi está terminando de prepararse. No te va a dejar plantado en el altar así que por ahí puedes estar tranquilo.
Eric: Está saliendo todo tan perfecto que me da miedo que falle algo.

Respiro profundamente intentando que los nervios desaparezcan por completo y el beso que mi hermana me da en la mejilla algo consigue, pero yo sé que no desaparecerán en su totalidad hasta que mi padre y mi suegro (que oficiaran la boda) no nos digan que podemos besarnos y sienta los labios de mi ya marido sobre los míos.

Alicia: Estás guapísimo hermano, y las gafas te quedan perfectamente.
Eric: Capricho de Pablo, no podía negarme.
Alicia: Vas a llorar y se te acabarían saliendo las lentillas, lo sabes.
Eric: Lo que me faltaba para terminar de ser un manojo de nervios andante.

Reímos los dos y justo en ese momento entra mi madre en la habitación, quien sonríe al vernos a los dos con una sonrisa en la cara.

Judith: ¿Has conseguido que se calme? Porque si no queremos llegar tarde hay que ir saliendo.
Alicia: Está todo en orden, algo hemos conseguido.
Eric: Si la madrina está lista, podemos irnos.

Mi madre se acerca y besa mi mejilla con cuidado de no mancharme con el pintalabios. Me miro una última vez al espejo revisando que mi traje está perfectamente blanco y sonrío pensando en lo que pasará en unos minutos, voy a casarme con el amor de mi vida y el padre de mis hijos.

Narra Gavi

Miro por la ventanilla del coche muy nervioso. Menos mal que ha convencido a Nico de que Joan se quede conmigo o seguro que me daba algo, al menos con él me distraigo un poquito.

Joan: Papá, ¿Por qué estás nervioso?
Gavi: Es que es un momento importante, solo quiero que salga bien.
Joan: Papi y tú os queréis mucho, va a salir bien.

Si es que es el niño más tierno del mundo. La verdad es que me recuerda mucho a mí de pequeño, nadie diría que tanto él como su hermana son adoptados porque son muy parecidos a nosotros.

Gavi: Con ese trajecito estás muy guapo chiquitín.
Joan: Dani decía que no, pero yo sé que sí.
Gavi: Los dos vais a ser lo más bonito de la boda, estoy seguro.

No es porque sea mi hijo, pero el trajecito azul claro que lleva le queda muy bien, además mi madre le ha peinado y va hecho un pincel. Si de normal mi principito ya es guapo, hoy ya...

Miro a mi madre y ella me sonríe, mi padre va conduciendo y mi hermana de copiloto, hemos salido de casa hace unos minutos y Eric ya debe de estar esperando, cuanto mas se acerca el momento más nervioso estoy.

Aurora Belén: Tranquilo hijo, ya verás que sale todo bien.
Gavi: No voy a estar tranquilo hasta que estemos casados mami, es que puede pasar de todo.
Aurora Belén: Está todo organizado, tranquilo, va a salir bien.
Gavi: Eso espero.

Mi madre besa mi mejilla con cuidado de no mancharme de pintalabios, la verdad es que la elección de que tanto ella como mi suegra fueran las madrinas no fue demasiado difícil al igual que la de poner a Alicia y a Aurora como damas de honor. Como tanto mi padre como mi suegro iban a oficiar la ceremonia, nos dijeron que eligiéramos como padrinos a otra persona, y al final elegimos a Adri y a Ansu.

Miro a mis pies viendo a Bolt con su trajecito (azul a juego con los niños, faltaría más) tan tranquilo, la verdad es que le envidio ahora mismo, ojalá poder ser él y no estar hecho un manojo de nervios.

Aurora: Tranqui hermanito, el novio se va a presentar.
Gavi: Gracias por añadir otra cosa a la lista de cosas que pueden salir mal.
Aurora: Tú céntrate en disfrutar del día, lo demás déjalo en mis manos y las de Ali, de verdad.
Gavi: Te juro que lo intento, de verdad.

Respiro profundamente buscando relajarme y más o menos lo consigo, pero toda esa tranquilidad se esfuma cuando siento que el coche se para y al mirar por la ventanilla veo que ya hemos llegado, que no hay marcha atrás (tampoco es que me importe esto, la verdad, estoy al 200% seguro de casarme).

Me bajo del coche junto a mi familia y mi padre y mi hermana se adelantan junto a Joan y a Bolt, dejándome a solas con mi madre esperando que sea el momento.

Aurora Belén: Tranquilo cielo, veras que sale todo bien.
Gavi: ¿Es normal estar tan nervioso?
Aurora Belén: Es totalmente normal hijo, de verdad. Es un paso importante, y aunque realmente no vaya a cambiar vuestro día a día, es un momento muy bonito, es normal que quieras que sea perfecto.
Gavi: Es el amor de mi vida y el padre de mis hijos, solo quiero que nos declaren esposos y sé que cuando nos besemos todos los nervios van a desaparecer.

Veo a mi madre sonreír y me da un beso en la cabeza, provocando que yo también sonría. Sé que va a salir bien, porque sinceramente los detalles me dan igual, porque cuando sea un ancianito y me vayan fallando los recuerdos, lo que nunca se irá será ese momento donde yo diga "Si quiero" y escuche esas mismas dos palabras salir de los labios de Eric, yo con ese momento ya soy la persona más feliz del mundo.

Narrador Omnisciente

Eric está ya esperando a su pareja, y cuando ve a su suegro colocarse junto a su padre y a su mascota colocarse en el pequeño lugar que tiene para el inicio de la ceremonia sabe que ya ha llegado el momento que estaba esperando, y no se equivoca cuando, al girarse, ve a todos los invitados de pie y a su sobrino Oliver junto a David, a Víctor y a Lidia, hijos de los padrinos de sus hijos y de su padrino de bodas respectivamente, avanzar por el pasillo con las flores. 

Aunque no es hasta que ve a su aún prometido y futuro marido aparecer del brazo de su madre cuando una sonrisa se instala en su cara.

Pablo en cuanto ve a su pareja no puede evitar sentir como que solo existen ellos dos, que no hay nadie más junto a ellos, porque siendo sincero no necesita a nadie más que al catalán en este momento. 

Avanza por el pasillo junto a su madre sin ser consciente realmente de lo que sucede, no es hasta que siente como la mujer que le dio la vida le suelta cuando vuelve al mundo real.

Bolt coge la mano del andaluz con sumo cuidado para no hacerle daño para acercarla a la que tiene extendida el catalán, haciendo que sus dueños se cojan de la mano y se coloquen para el inicio de la ceremonia.

Todo pasa muy rápido para ambos, no son del todo conscientes de lo que sucede hasta el momento de los anillos, cuando dejan de mirarse el uno al otro para mirar a sus pequeños.

Joan y Daniela caminan tranquilamente por el pasillo con un cojincito en las manos cada uno, donde están las alianzas de sus padres. Los nervios de ambos pequeños se notan cuando miran más hacia los anillos que a cualquier otra cosa, no es hasta que los novios cogen las joyas que los chiquitines no sonríen volviendo a sus lugares, sabiendo que han cumplido con su labor.

Y llega el momento más emotivo de la ceremonia.

Pablo: Eric García Martret, ¿Quieres a Pablo como esposo, prometes serle fiel y respetarle, estando juntos en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte os separe?
Eric: Sí quiero.
Sergi: Pablo Martín Páez Gavira, ¿Quieres a Eric como esposo, prometes serle fiel y respetarle, estando juntos en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte os separe?
Gavi: Sí quiero.

Ambos se ponen el uno al otro las alianzas con una sonrisa en la cara, sabiendo que están viviendo uno de los momentos más felices de su vida y que no olvidarán jamás.

Sergi: Y una vez terminado el papeleo, os declaramos oficialmente esposos.
Pablo: Ya podéis besaros y disfrutar de esta nueva etapa de vuestras vidas.

No tardan mucho en besarse mientras todos los invitados aplauden, aunque ellos solo son conscientes de como se sienten los labios del otro, sellando un amor que nació en circunstancias poco favorables y que se encontró con muchas piedras en el camino, pero sin duda es un amor verdadero y que los acompañará el resto de su vida.