Albus podía recordar cuando él y Gellert eran adolescentes que planeaban encontrar las reliquias de la muerte, cuando pensaban que serían los magos más poderosos.

Que serían grandes.

Que tendrían un poder inimaginable.

Que solo ellos podían con ese poder.

Pero solo la búsqueda traería dolor.

La muerte de su hermana fue lo que creó una grieta en su vínculo. Su relación a la vista de los demás era de mejores amigos, compañeros o hasta algunos llegaron a pensar que se querían como hermanos, sin notar el amor en sus ojos, Gellert para Albus era la persona mas hermosa e inteligente, con una astucia fascinante, todo un encanto.

Los dos conocían los secretos del otro, Gellert sabía de su sexualidad y el la forma en que se sentía Gellert sobre su género, sabían cosas que no sabía nadie sobre ellos, hasta esas parte enferma de poder y superioridad,eso fue lo que los atrajo al uno del otro.

Y eso no desapareció con el tiempo.

Prueba de eso fue su reencuentro.

Habían pasado 2 años y Gellert seguía siendo la persona más fascinante del lugar, alguien que con solo entrar al lugar con su cabello rubio brillante,un elegante abrigo morado y un llamativo arete en su oreja izquierda.

-Te necesito- fue lo primero que dijo con una sonrisa que Albus sabía que solo era para él.

Y solo esas palabras activaron algo en Albus.

Por un momento se olvidó de lo que pasó con sus padres y hermana muerta, con su relación difícil con su hermano y recordó lo maravilloso que era estar cerca de Gellert. Su ingenio y elocuencia al hablar,su astucia con la que pudo sacarlos de algunos problemas y los planes donde siempre estaban bien y juntos.

Y fue feliz con una fantasía tan ilusa, pero feliz.