Izawa.

- ¿Que te pasa?- Dice Yukari viéndome.

- La extraño.

- ¿A la mocosa?

- Yukari no empieces.

- Es tu culpa por devolvérsela a Kumi.

- Las cosas van a cambiar de ahora en adelante,.

- ¿Por qué?

- Hablé con Kumi ayer y decidimos que ambos cambiaremos por nuestra hija.

- ¿Fuiste capaz de hablar con ella?

- ¿Qué tiene?

- La odias y hablas con ella.

- Realmente no y sé que me comporté como un verdadero animal con ella en el pasado y no voy a justificarme de ninguna manera.

- ¿Te sientes bien?

- Mejor que nunca y ya sé que es lo que tengo que hacer.-

Hoy por la tarde invité a Kumi a mi departamento le dije que viniera con Kaedé.

El timbre sonó y al abrir las ví a las dos, las hice pasar.

- Donde sea una trampa te mato Izawa .

- Hey deja tanta desconfianza y miedo mujer ¿Me ves cara de sicario o que?

- Tengo mis sospechas.

- Que tonterías, mejor ven conmigo.- Agarré su mano y la llevé al cuarto que preparé,,el tiempo fue suficiente.

- ¿Y este cuarto?

- De nuestra hija.

- ¿Enserio?

- Por supuesto, porque la vas a traer para que yo la vea cierto?

- No lo sé..

- No es necesario que venga sola tú puedes venir con ella si gustas y así te sientes más tranquila
¿Qué dices?

- Si es así claro que acepto.

- Gracias! Y dime ¿Te gusta el cuarto que arreglé para ella?- Ella fue mirando cada parte del cuarto y lo que había dentro con mucha atención.

- Está cuna es..

- Si, es la cuna que vimos en un centro comercial hace tiempo.

- La compraste.

- Dije que sería para nuestro primer hijo y lo cumplí, cómo supe en ese momento que te encantó está cuna no lo pensé más y la compré.

- Pero ha pasado mucho desde eso ¿Cómo es que seguía disponible?

- De hecho era la última que quedaba.

- Es igual de hermosa como aquel día en el que la ví por primera vez.

- Entonces si te gusta?

- Me encanta es muy linda aparte me trae tantos recuerdos.. ya que justo después de ver la cuna en el centro fuimos esa noche a tu casa y bueno yo te entregué algo que nunca podré tener de nuevo.

- Lo dices cómo si hubiera sido algo horrible.

- Honestamente no, fue todo lo contrario fuiste muy cariñoso y cuidadoso conmigo en ningún momento me lastimaste.

- Me alegra saber eso porque ya bastante malo hice como para hacer más.

- Y esa noche después fui a mi casa y recién ahí cuando bajé tuve mi primer malestar por el embarazo.

- Lo recuerdo casi te caes te tuve que agarrar si no estarías contra el suelo.

- ¿Te causa gracia?

- Un poco ya que comimos mucho antes de ir a tu casa sobre todo tú.

- ¿Que estás insinuando?

- No estoy insinuando nada, digo lo que realmente pasó esa noche..- Su expresión era de una niña chiquita como de 5 años a la que le niegan un dulce.

- No fue divertido, me sentí muy mal esa noche.

- Tranquila ya pasó ahora la persona causante de tus malestares está aquí
¿Verdad princesa?- Le digo a Kaedé tomando cuidadosamente sus manos y sonrió soltando 2 carcajadas.

- Que linda te ves sonriendo mi niña.- Le digo nuevamente.

- Creo que debería irme.

- ¿Tan rápido?

- Kaedé tiene que comer y dormir.

- Eso no es problema tengo un sótano lleno con leche de formula pañales, baberos, biberones, juguetes para bebé, y más.

- Pero..

- O sea no literalmente.

- Ah, bueno.

- Hablo de que estoy preparado y esta princesa de aquí nunca tendrá ningún problema.- Dije cargandola.

En media hora Kaedé se durmió luego de que fuera alimentada por mí,. La recosté en su cuna.

- Kumi yo quiero pedirte perdón.

- Izawa-

- Por favor te lo pido. Me arrepiento profundamente de todo lo que te hice de haberte tocado y de insultarte..

- No tengo nada que perdonarte ya que tú y yo no somos nada, lo único que nos relaciona es Kaedé si ella no existiera tú y yo estaríamos separados definitivamente.

- Necesito tu perdón.

- Ahora no quiero hablar de eso.

- En otro momento será no quiero incomodarte y menos ahora.

- Gracias por ser comprensivo y bueno ya debo irme.

- Pero..

- Izawa en casa deben de estar preocupados por mí y Kaedé y no quiero que piensen que nos pasó algo.

- Está bien,.- Kumi fue por Kaedé y la cargó no sin antes envolverla en una manta delgada para no despertarla..

- Adiós Izawa.

- Cuídate y cuídala.

- Si lo haré.

- Te quiero...- Salió, y lo dije nuevamente sin pensar..

Kumi.

Ya no sé qué haré con todo esto.

Cuando llegué a la casa.

- Hola amor- Me recibió mi tía, y cargó a Kaedé.

- ¿Cómo te fue en casa de Sanae?

- Bien tía hablamos y bueno la pasamos bien igual,.

- Que bueno, ¿Me puedo llevaba Kaedé un momento a mi habitación? Quiero pasar más tiempo con esta belleza de niña.

- Por supuesto yo me iré a bañar por mientras.-

Me duché rápidamente y salí envuelta en una bata de baño,.

- ¿Kumi?

- Adelante!- Entró y se sentó a mi lado.

- Mamá me dijo que estuviste con Sanae en su casa.

- Si quise ir con mi hija y pues no le ví el problema.

- Me alegra saber que ya tu hija está contigo.

- A mí igual me alegra sentí un miedo incontrolable al perderla.

- Ese maldito de Izawa sigue siendo una horrible persona ojalá se muera algún día.

- Tsubasa por dios no digas esas cosas.

- Es la verdad se lo merece, es un maldito y un mentiroso.

- Será lo que quieras pero no deja de ser el padre de mi hija.

- Lamentablemente Kaedé tiene un padre muy miserable.

- Bueno ya basta de insultos por favor Tsubasa.

- ¿Lo estás defendiendo?

- No pero tampoco es para que lo trates así.

- ¿Cómo que no?

- No.

- Pero si lo odias y deberías de apoyarme.

- ¿De qué sirve insultarlo?
Eso no va a hacer que él cambie.

- Pero tal vez si se muere-

- Dije que no.- Lo interrumpí.
- No está bien desearle la muerte a nadie por muy mala que sea esa persona ¿Entiendes?

- Kumi.

- Ahora vete por favor estoy muy cansada y necesito descansar para recuperar mi energía.- Se fue un poco molesto no me gusta pelear con él pero tampoco puedo permitir que hable así del padre de mi hija eso sí que no,.