
→ Capítulo 12
Ella me toca la mejilla con sus pequeñas manitos, esto realmente es algo completamente nuevo para mí. Ahora veo todo diferente.
- Me imagino todo lo que Kumi debió enfrentar y vivir por tí, renunció a todo por tí por tenerte y quererte y la entiendo yo hubiese hecho lo mismo y más, y tal vez ahora no lo entiendas porque eres muy pequeña pero le hice mucho daño a tu mamá me dejé llevar pensé sólo en mí pero eso cambiará ahora, por ti prometo ser una mejor persona.- Le dije a mi hija viéndola ella solo mira sin saber ni entender nada de lo que sucede a su alrededor, seré el mejor padre para ella desde ahora en adelante.
Kumi.
- Kumi cálmate acabas de salir del hospital ponerte así no te hace bien.
- ¿Es que no entiendes la gravedad del asunto Sanae?
Izawa vino e irrumpió en mi casa para llevarse a mi hija!
No puedo estar tranquila sabiendo que Kaedé corre peligro estando con él.
- Estás segura?
- Me golpeó y casi me mata, ¿Qué quieres que piense luego de eso? No me sorprendería si llega a hacerle algo a Kaedé sin importar que lleve su sangre.
- Creo que estás exagerando un poco.
- ¿Exagerando? Soy realista y si ustedes qué son mi familia no quieren ayudarme no lo hagan, no pienso obligarlos pero yo no descansaré hasta tener a mi hija conmigo de nuevo porque el amor que le tengo es más grande que cualquier cosa en el universo entero.- Dije y salí pero la verdad no tengo idea de dónde vive Izawa nadie lo sabe solo Yukari pero ella me lo dirá si no lo hace tendré que obligarla.
Llegué a su casa, no quiero estar aquí pero necesito saber dónde vive Izawa y así recuperar a Kaedé.
- ¿Qué haces aquí?
- Necesito que me digas dónde vive Izawa.
- ¿Para qué?
- Ese no es asunto tuyo, dime ya.
- No pienso decirte nada no es obligación además te odio y saber que sufres es mi mayor felicidad.
- O me lo dices o-
- ¿Qué harás ahora?
- La pregunta seria que no te haría asique te conviene decirme dónde vive Izawa.
- Ni Sanae ni nadie de tu familia está aquí asique podemos arreglar esto como se debe.
- Me estás obligando a hacer algo que no quiero.
- Lárgate si? No tengo tiempo para ti .
- Yukari vas a decirme a la cuenta de 3 donde vive Izawa si?
- Sigue esperando.
- 1.- Se quedó callada.-2.- Seguía sin decir nada.
- Solo diré que nunca volverás a ver a tu hija.- Dijo antes de que yo terminara mi cuenta.- Y si piensas que ella estará bien te equivocas porque Izawa te odia tanto que en este preciso momento debe de estar cobrando con tu hija todo lo que le hiciste.
- Que..
- Él debe de estar haciéndole lo que quiera y nada puedes hacer.
- No te creo es su hija, no sería capaz.
- ¿A no?
Estuve allá con ellos hace unas horas Izawa la maltrata y la deja horas sin comer, y falta más por hacerle
- Cállate deja de mentir!
- No estoy mintiendo!
Yo paso la mayor parte de mi tiempo con él y sé lo que te digo,.- Una llamada interrumpió la conversación ella contestó y al hacerlo sonrió de manera rara.
- Izawa, cómo está la niña, ya acabaste con ella y enterraste su cuerpo como me dijiste?- Le arrebaté el celular y lo pegué a mi oreja.
- Escúchame bien idiota vas a devolverme a mi hija.
- Cálmate primero.
- ¿Quieres que me calme?
¿Después de todas las cosas malas que debes de estarle haciendo a Kaedé? Si no me la entregas por las buenas me veré obligada a usar otros métodos para que lo hagas y créeme que no tendré piedad de ti solo porque eres el padre de ella.
- Te espero en el parque en 10 minutos.
- ¿Qué?
- Ve allá y lo sabrás.
- Mi celular.- Dice Yukari luego de que la llamada finalizó se lo regresé y giré para dirigirme al parque
Llegué y no lo ví por ningún lado, ya iban a ser 15 minutos y nada
- Seguramente me mintió.- Dije sintiendo rabia, me empecé a desesperar pero en tan solo unos segundos todo rastro de miedo y dudas fue despejado de mi mente al ver a mi niña en brazos de Izawa acercándose a mí,
Ya estando lo suficientemente juntos pude apreciar con más claridad a Kaedé no llora por el contrario está muy tranquila.
- Dámela.
- Primero hablemos.
- Yo no tengo absolutamente nada que hablar contigo.
- Sé perfectamente que me odias pero es necesario que hablemos para que lleguemos a algún acuerdo no lo hagas por mí si no por ella.- Dijo entonces miré a los ojos a mi hija, y tiene razón.
Nos sentamos en una banca, me pasó a mi hija y la recibí con mis brazos bien abiertos.
- ¿Y bien?- Pregunté
- Por Kaedé estoy dispuesto a cambiar y a convivir contigo por el bien de ella.
- Yo no sé si pueda hacer lo mismo despues de lo que hiciste.
- Kumi-
- Casi acabas con mi vida Izawa
La verdad no sé qué hago hablando contigo cuando debería irme y denunciarte.- Me levanté de mi lugar con mi hija, quise irme pero Izawa me agarró de la espalda acercándome un poco a su cuerpo.
- Necesitamos hablar Kumi, no te niegues.
- Yo no quiero hablar con la persona que casi me mata
- Escúchame primero.
- No.
- ¿Le vas a negar el derecho a Kaedé entonces de estar con su papá?
- Me diste suficientes motivos como para querer alejarla de ti no?
- Kumi no seas terca por dios esto es por Kaedé por nadie más lo mejor para ella es que nos llevemos bien.
- Bien! Acepto pero empieza por soltarme que me pones nerviosa.- volví a sentarme.
- Sé muy bien todo lo malo que te he hecho a lo largo del tiempo que llevamos de conocernos. También sé que no he sido el mejor de los hombres contigo.
- Por lo menos lo reconoces.
- Pero quiero cambiar, por Kaedé por mí quiero ser una mejor persona para que ella algún día cuando crezca se sienta orgullosa de mí y que sepa que nunca dejé de quererla,.
- Izawa me cuesta demasiado creerte.
- No te pido que lo hagas ahora pero con mis actos te demostraré que estoy cambiando y empezaré por devolverte a nuestra hija,.- Lo miré sorprendída
- ¿Cómo?
- Kaedé tiene que estar contigo ya que eres su mamá y bueno esto no lo hago solo por ella si no que también por ti, no quiero que sufras ya sé que amas muchísimo a Kaedé como yo también lo hago.
- Es cierto, Kaedé ocupa mi corazón entero al tenerla entre mis brazos cuando nació, supe que todo lo que viví y cada lágrima que derramé había valido por completo la pena.
- Por mi parte me esforzaré por cambiar todo lo malo que tengo no me refiero a cosas físicas si no a lo que hago como persona.
- Ahora solo puedo agradecerte por devolverme a mi hija.
- Nuestra hija, recuerda que tiene papá.
- Nuestra.- Ambos miramos a Kaedé,.
Lo haré por ella.
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