4
Después del viaje a Barcelona la relación con sus padres mejoró bastante. Ahora se la pasaba pegado al celular de Nikolai charlando con su madre o su padre o ambos. Le gustaba que su madre se preocupaba por él y le regañaba si sabía que no comía bien, y que su padre le mantuviera al tanto de las cosas en Berlín y le diera consejos para su entrenamiento. Eran amorosos y eso le hacía sentir bien.
Pronto comenzó a ahorrar para comprarse un teléfono propio, su "madre" no quería comprárselo porque creía que no lo cuidaría bien y cuando su abuelo trató de regalarle uno los regañaron a ambos. Un año entero pasó sin poder visitarlos de nuevo, Nikolai había enfermado y ahora prefería quedarse a su lado para lo que necesitará, se quedó incluso sin participar de nuevo en el Grand Prix pues tenía miedo de que si se iba no lo encontraría de nuevo.
Para el día de su cumpleaños número catorce lo primero que vio en la bandeja de entrada del teléfono fue un mensaje de Yuuri, tan largo y amoroso que se sintió avergonzado, contesto un simple gracias y después se arrepintió pensando que pudo ser más condescendiente, aunque así era él y a su madre pareció no molestarle.
Bajo temprano a desayunar, deseando que fuera un buen día, que su abuelo no tuviera dolor de ninguna clase y pudieran salir a comer algo.
— ¿Abuelo? —llamó alto al no encontrarlo en su habitación, preocupado. — ¡Abuelo! —gritó al entrar a la cocina sintiendo su corazón detenerse un segundo.
Ahí estaba, de rodillas en el suelo sosteniéndose con una mano de la barra de la cocina y con la otra en el pecho. Yuri no supo qué hacer en un principio corriendo hacia él, intentando averiguar qué pasaba tocando donde se agarraba.
—Yuri—la voz ahogada de su abuelo le hizo asustarse más. —Llama...emer...gencias—murmuró sintiendo que desfallecía, luchando por mantenerse despierto.
El muchacho se puso de pie con prisa y corrió al teléfono para marcar el número del hospital, exigiendo casi a gritos una ambulancia. Al colgar volvió a la cocina y se asustó de ver al mayor inconsciente, con lágrimas en los ojos y la desesperación a flor de piel intento levantarle como si eso le hiciera despertar llamándole en voz alta, pidiéndole que abriera los ojos. Estaba aterrado...no quería perder a su familia...
-/-/-/-
Se limpió los ojos y suspiro, estaba tan nervioso que su cuerpo temblaba, adentro de la habitación atendían a su abuelo y nadie salía hacia un rato. Estaba solo, a sus catorce años, deseando que el alfa siguiera vivo y preguntándose el porqué de lo que sucedía.
Se asustó cuando el celular en la bolsa de su chamarra vibró, sorprendiéndose al ver el nombre de su madre, dudo mucho antes de contestar, pero después de un largo suspiro deslizó el dedo por la pantalla para llevarse el aparato a la oreja.
— ¿Hola? —murmuró bajo, mordiéndose el labio para contener su voz temblorosa.
—Yuri, al fin—su madre sonaba lleno de preocupación. —Te he marcado hace casi una hora y no respondes, ¿está todo bien?
El muchacho vaciló antes de contestar, había olvidado como hablar.
—El abuelo está...—se mordió el labio. —El abuelo está en el hospital, algo le paso temprano y lo traje acá.
El silencio le respondió seguido de un jadeo, no supo entender bien que pasaba del otro lado del teléfono.
— ¿En qué hospital estás? ¿Estás solo? ¿Y Ana? —le bombardeó de inmediato con preguntas, ansioso.
Yuri se sintió abrumado, intentando contestar correctamente.
—El hospital...está cerca de mi casa, es algo de un ángel—dijo viendo a todos lados. —Estoy solo, ella está en Estados Unidos—murmuró sintiendo sus ojos acuosos de nuevo.
—No te muevas de ahí y escucha todo lo que te diga el doctor—ordenó Yuuri y colgó.
El pequeño omega observó el celular bastante confundido, no había entendido nada de esa conversación, pero al menos alguien sabía dónde estaban.
El doctor salió de la habitación seguido de las enfermeras y miró al muchacho.
— ¿Eres su único familiar presente?
—Sí, ¿qué tiene mi abuelo? —preguntó de inmediato, serio, irguiéndose todo lo que su estatura le permitía.
—No puedo decirte, eres un omega menor de edad, necesitamos hablar con tus padres.
Apretó los puños y su rostro se puso rojo de furia.
—No están ahora, necesito saber qué pasa.
El mayor suspiró y se pasó una mano por la frente.
—No puedo decirte, confórmate con saber que está estable ahora, pasa y quédate dentro hasta que tus padres lleguen.
—Pero...
—Y no hagas alboroto a tu abuelo—ordenó interrumpiéndole antes de que protestara.
Yuri tensó la mandíbula y bufó dando media vuelta para entrar al cuarto. Su abuelo estaba recostado, inconsciente aún y conectado a mil máquinas y tubos...le dio un escalofrió y casi corrió a su lado queriendo tocarlo, sus manos temblaron de pensar que al tocar un cable podría hacerle daño y mejor retrocedió unos pasos. No había nada que pudiera hacer.
Se sentó en el sillón, observándolo atentamente. Su respiración era tranquila y su cuerpo se veía fuerte como siempre, pero sabía que esa apariencia no era cierta. Se limpió los ojos y subió los pies al sillón, abrazando sus rodillas, quedándose quieto.
La sensación en su pecho era horrible, en cualquier momento sentía que le obligarían a separarse de Nikolai por ser un niño omega y que no le dejarían acercarse nunca más... ¿qué debía hacer en esos casos? ¿Debería hablarle a Ana y contarle como estaba su padre? Si, probablemente...pero no quería, no quería verla ahora aunque eso le trajera problemas...
Se estuvo en la misma posición por horas o tal vez menos pero no se dio cuenta del tiempo. Estaba tan metido en sus pensamientos que dio un leve brinco cuando la puerta se abrió de una manera un poco brusca. Se sorprendió al divisar a su madre, caminando hacia la camilla y luego a él. Yuuri le estrechó entre sus brazos y lo refugió en su pecho con todo el cariño que tenía.
— ¿Cómo...? —la pregunta quedó en el aire, cuando sintió un nudo en la garganta a punto de delatarlo.
—Llegamos anoche, Viktor tiene una oferta de trabajo y queríamos sorprenderte hoy—murmuró respondiendo su incógnita. — ¿Nadie más sabe que estás aquí?
Negó con la cabeza, luchando por mantener sus lágrimas en su lugar.
—Deberías llamarle a Ana.
—Luego—murmuró en voz baja y ahogada, pegando la frente al pecho de su madre.
El mayor acarició la espalda de su hijo y con cuidado le cargo para sentarse en el sillón y acomodarlo sobre él.
— ¿Y...Viktor? —pregunto cerrando los ojos, se sentía mejor ahora...el aroma de su madre le calmaba.
—Hablando con el doctor, vendrá pronto.
Asintió acomodándose mejor, era una sensación tan distinta ahora, estaba protegido y seguro en los brazos de Yuuri, ahí parecía que nada le faltaría nunca y quería quedarse en esa posición toda la vida. ¿A eso se había referido Viktor con la conexión fuerte entre un omega y su primogénito? No estaba seguro, pero le gustaba.
Escuchó la puerta abrirse con más suavidad que antes y reconoció los pasos de su padre, acercándose.
— ¿Está dormido? —preguntó acariciando sus cabellos.
Yuri esbozó una suave sonrisa, pequeña e imposible de ver por la posición en la que estaba.
—Estoy despierto—murmuró en respuesta, sin moverse ni abrir los ojos.
—Menos mal, ¿te dijeron que tiene tu abuelo?
—No, dijeron que solo les dirían a mis padres.
—Claro, tenía que ser—Viktor suspiró y se sentó al lado de ellos. —Escucha, Yuri—le llamó, esperando que volteara a verlo. —Tu abuelo sufrió un infarto y los médicos apenas pudieron ayudarle—le explicó sin dejar de acariciar su cabeza. —Está muy débil y no saben cuánto más resista.
El muchacho sorbió la nariz y se escondió de nuevo en el pecho de su madre quien de inmediato le pegó a si para consolarle. Su miedo más grande estaba a un paso...pero al menos no estaba solo.
-/-/-/-
Al final, por petición de sus padres tuvo que hablarle a Ana para avisarle lo que estaba pasando, grande fue su sorpresa al saber que recién llegaban a Moscú y que los estuvieron buscando...bueno, a su abuelo, a él siempre lo dejaban de lado. El problema fue grande cuando ella llegó y encontró a Yuuri y Viktor en la habitación, por un momento se había sentido incómodo, pero después tuvo algo de miedo.
Ana era una alfa, una muy arraigada a la idea de las parejas destinadas y no parecía que sus padres le agradaran mucho.
— ¿Qué hacen aquí? —preguntó sin siquiera molestarse en preguntar por su padre primero.
—Estábamos cuidando de Yuri—aclaro su madre, soltándolo despacio por la forma en que se removía.
—Ya pueden irse, es mi padre el que está aquí y no tienen nada más que hacer aquí—dijo firme, corriéndolos deliberadamente.
—Pero...—Yuri quiso protestar más su madre le interrumpió.
—Sabes que puedes llamarnos en cualquier momento—le dijo tranquilo, besando su frente. —Cuídate.
—Nos vamos en unas horas, pero si pasa algo nos podemos quedar—agregó Viktor lo suficientemente audible como para molestar a la mujer.
Asintió viéndolos salir, suponía que no le decían nada a Ana porque...porque era hija de Nikolai y lo querían mucho. Jugó con sus dedos bajando la mirada, era extraño...ahora que Ana sabía que frecuentaba a su madre biológica no sabía que decirle o si justificarse de alguna forma.
—Tú también lárgate.
Las palabras de la mayor le cayeron como agua fría y volteó a verla con el cuerpo temblando levemente.
— ¿C-cómo?
— ¡Vete con ellos! Estabas muy contento, ¿no? Ni siquiera te importó que tu abuelo este delicado, tenías que hablarle a ese...omega.
Apretó los puños y caminó al lado de su abuelo, quería esconderse tras él...como cuando era más chico. La forma en que mencionaba a su madre era...rara.
— ¿No me quieres...aquí? —preguntó arrugando la sabana de la camilla con una mano.
—No, ¿quién querría al hijo bastardo de un omega que fue marcado por lástima?
Sus palabras dolieron más que en cualquier otra ocasión, porque notaba el odio en su mirada y tono de voz, no le quería...nunca le quiso... ¿para qué mantener la farsa tanto tiempo?
—Vete, ¿qué esperas? —apremió ella acercándose para sacarlo.
Yuri se pegó a la pared sin soltar la camilla y negó.
—Mi abuelo—su voz se quebró, no quería alejarse de él. —Solo...me despediré.
Ana alzó una mano, desesperada, quería golpearlo con tantas ganas...si no estuvieran en el hospital con su padre así lo habría hecho. Giró dándole la espalda y se paró a los pies de la camilla.
—Rápido, no soporto tu cara.
El adolescente contuvo las lágrimas y se acercó a besar la mejilla de su abuelo con cuidado de no lastimar nada, le dijo muy bajito que lo quería y en silencio salió de la habitación, con la respiración agitada. Afuera le esperaba el marido de Ana, con una sonrisa triunfante en el rostro y sus maletas en las manos.
—Por fin podemos librarnos de ti, mocoso insolente—le arrojó la mochila y soltó la maleta antes de entrar a la habitación.
Por un segundo Yuri sintió como si le hubieran arrancado el corazón...tenía tantas cosas en mente...solo dos cosas tenía seguras, la primera era que su abuelo seguramente no saldría de eso...y la segunda...que había amado toda su vida a las personas equivocadas.
Lucho contra sus emociones un buen rato, no quería soltarse a llorar ahora donde todo mundo lo veía, necesitaba calmarse...
Tomó su maleta y comenzó a andar fuera del hospital, ¿a dónde iría? ¿qué haría? La respuesta no tardo, sus padres no tenían mucho de haber salido de ahí así que debían estar cerca. Rebuscó el celular en sus bolsas y con rapidez buscó el número de su madre, el tono de llamada duró más de lo normal y suplicó que le contestaran...sino lo hacían se vería perdido.
— ¿Yuri? —la voz alarmada de su progenitor le contestó. — ¿Ocurrió algo? ¿Estás bien?
—E-ella...me corrió también y...
El silencio de nuevo, no había podido terminar la frase por el nudo en la garganta con el que luchaba desde temprano.
—Cariño, ¿puedes llegar al aeropuerto? ¿Tienes todos tus papeles?
—Ah—se hincó en el suelo y rebuscó entre las maletas, debieron darle eso, aunque sea, sonrió al ver el sobre, algo aliviado. —Sí, tengo mis documentos...creo que puedo llegar...
—Bien, estamos en el hotel por nuestras cosas, te veremos allá, ¿está bien?
—Si—colgó y guardo el teléfono comenzando a caminar.
No debía ser tan lejos según recordaba...además no llevaba nada de dinero encima como para pedir transporte...igual pudo haberles dicho a sus padres que pasaran por él pero tenía miedo de encontrarse con Ana al esperar...rogaba no tener problemas...
-/-/-/-
—No contesta el teléfono—dijo Yuuri desesperado, mirando a todos lados.
—Creo que deberíamos separarnos, lo encontraremos más rápido así.
—Será peor si nos separamos... ¡llevamos casi una hora buscando! —casi gritó llevándose las manos a la cabeza, ¿dónde podía estar su hijo?
—Tranquilo, debe estar moviéndose como nosotros, pero debe estar aquí, intenta llamar de nuevo—Viktor le sostuvo de los brazos agudizando la mirada en busca de su hijo.
El omega desbloqueó el teléfono y marcó el numero por vigésima vez, escuchando solo que el número no estaba disponible. Iba a llorar, necesitaba encontrar a su bebé.
—Espera—de repente su esposo cambió y comenzó a hacer gestos, olfateando el aire. — ¿Puedes oler eso?
Yuuri parpadeó confundido intentando concentrarse en lo que su alfa había dicho, era el olor de Yuri...si...más dulce y fuerte, ambos intercambiaron una mirada y fue cuestión de segundos para que Viktor echara a correr, eso solo significaba una cosa. Con el corazón desbocado le siguió de cerca intentando mantener el paso, al ser un alfa siempre tendría mejor condición física que él.
El mayor se detuvo, olfateo de nuevo y reanudo el paso, aunque al seguirle el paso sentía que sus pulmones ardían y sus piernas le pedían piedad por la falta de costumbre no se detuvo, tenía que encontrar a su niño y esa era la única forma ahora. El alivio invadió su cuerpo cuando finalmente sintió el aroma más cerca, sus lentes estaban empañados por la carrera y tuvo que detenerse a limpiarlos para poder estar seguro de que su hijo estaba bien.
Sin embargo, la escena que contemplo no fue la que esperaba, Yuri parecía atemorizado detrás de Viktor quien sostenía con fuerza la muñeca de una persona extraña, ah...no eran los únicos que notaron el olor...pero seguramente era por ese extraño que el aroma se había disparado.
—Viktor, no hace falta la advertencia—dijo el extraño cuando escuchó un gruñido surgir del pecho del mayor.
Yuuri pudo reconocer a Jean Jaques Leroy.
Había estado en la reunión de trabajo que su marido había tenido. Hizo una mueca y se apresuró a abrazar a su hijo, alejándolo despacio, mientras le colocaba su abrigo para disimular un poco el olor.
—Vamos, no iba a hacerle nada...después de todo...es mi destinada—se asomó un poco pero el jalón en su muñeca le hizo mantener la postura. —Ah, ya veo, es tu hija...si, tiene un olor parecido al de tu omega—se zafó y dio un paso atrás, no le convenía tratar de acercarse ahora. —No te preocupes, de cualquier forma, ella sola vendrá a verme...después.
El gruñido esta vez fue más fuerte, llamando la atención de algunos por ahí, alejándose de inmediato. JJ sonrió, incapaz de decir nada más pues no quería que le abrieran el cuello ahora.
—Me voy, me voy...tranquilo—dio más pasos hacia atrás y retomó su camino, de repente había perdido la cabeza por el aroma tan dulce... —Nos veremos, pequeña omega—prometió después de darle un vistazo y desaparecer entre la multitud.
Yuri tembló extrañado, miró a su madre que le veía de forma extraña y después a su padre que respiraba despacio y profundo para calmarse.
—Viktor, tu abrigo—murmuró Yuuri, recibiendo casi al instante lo que pidió.
El menor se quejó cuando le colocaron encima la ropa de su padre haciendo un puchero, no entendía nada de lo que pasaba.
—Tenemos que irnos ahora—la voz del alfa aún era firme y dura.
Su madre asintió de inmediato pegando a su hijo a su cuerpo.
— ¿No será problema viajar en el avión ahora? —preguntó preocupado.
—Compraré asientos en primera clase, ve a lavarle la cara y átale el pelo.
Se separaron entonces, Yuri caminó pegado a su progenitor que miraba a todos lados, como cuidándolos, en realidad, no entendía muy bien lo que pasaba, pero esperaba que hubiera una buena explicación a todo eso.
--------------------------------
okay, ya esta xD lo escribi en unas horas en el cel, no me maten plz <3
cosas que aclarar: 1, si, me salté mucho tiempo, porque era necesario, ya después sabran que pasó en Barcelona, 2, si, Nikolai murió, era necesario! (es culpa de Alex(?) a él!) 3, si, Yurio y JJ son pareja destinada xD por lo tanto, Yuri esta a nada de tener su primer celo...pobre cosita fea xD
No he visto el cap 11, me estoy esperando a que salga el 12 para no sentir tanta desesperacion xD pero creo firmemente que Yuuri y Viktor se casaran, fin xD
Gracias por leer <3
Rave
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro