Despertó cuando sintió los rayos del sol en la cara y se quejó tratando de dormir de nuevo, se pasó una mano por la frente y suspiró cansado. Sintió una suave caricia en su cabello y un beso dulce en su cabeza, sonrió y escondió el rostro en su almohada mientras escuchaba los pasos por la habitación.

—Duerme otro poco, aún es temprano.

— ¿Qué hora es? —murmuró con la voz ronca por despertar recién.

—Las ocho de la mañana.

—Ah, tengo practica con papá en una hora—se quejó removiéndose en la cama, no quería ponerse de pie.

—Anda, debes desayunar.

Resopló y asintió pasándose una mano por el cabello, se levantó con los ojos entrecerrados aún, acomodándose el pijama mientras bostezaba, su cabello estaba revuelto y sus ojos llorosos, pero había dormido mejor que cualquier otra noche, la cama de Otabek era realmente cómoda.

— ¿Trajiste ropa para cambiarte?

—Sí, gracias por ayudarme con el proyecto, creí que no terminaría a tiempo.

—Tan a tiempo que tienes el fin de semana para descansar.

—Aún iremos a la galería, ¿verdad? He esperado mucho por ir a la exposición.

—Sí, mañana.

Sonrió y asintió, tomó la mochila que descansaba junto al escritorio para salir al baño, le gustaba ir a ver a Beka así, pasaban el tiempo juntos, en silencio o no, ayudándose como podían cuando lo necesitaban y dormía tan cómodo con él...de verdad estaba contento con su relación.

Tomo un baño rápido y se vistió con la ropa que usaba para entrenar, estaba ansioso porque su hermano supiera caminar para enseñarle a patinar, en realidad quería mostrarle muchas cosas...sentía que debía enseñarle todo lo que Nikolai le había dicho. Lavó sus dientes y usó la secadora de Marie para su cabello, trenzándolo después.

Salió tranquilo del baño, Otabek estaba en la cocina sirviendo dos tazas de café y de inmediato se acercó para asomarse a ver que había hecho de desayuno. Se sonrojó al alzar la vista y verlo con el cigarro en la boca.

—Deja esa cosa—le pidió tomando la taza que le había comprado, subiendo a la barra para sentarse.

—Ni siquiera lo he prendido.

—Tampoco has desayunado.

—Eres peor que mi mamá.

—A Marie no le gusta que fumes.

—A Yuuri no le gusta que tomes café—le dijo con una pequeña sonrisa.

—Está bien, solo...no lo hagas seguido, ¿bien? ...y no le digas a mamá que tome café.

Asintió acercándose a él para tomar de vuelta el cigarro, dejándolo beber tranquilo.

— ¿Hoy no tienes práctica?

—No, iré a la embajada para ver lo del servicio militar.

Yuri hizo una mueca y bajo la mirada a su taza, eso le preocupaba bastante...sería un año entero sin verle.

— ¿Tienes que ir?

Beka volteó a verlo cuando notó su repentino cambio de voz, estaba decaído y lo entendía bien. Se acercó de nuevo y se acomodó en medio de sus piernas para rodear su cadera de forma suave.

—Me iré hasta el otro año, todavía tenemos tiempo, no me puedo ir sin hacer el lazo contigo.

Yuri se sonrojo y recargó la base de la taza sobre la frente del mayor, para molestarlo.

—Supongo que sí.

—Yura, tranquilo, volveré en una pieza, solo es...estar como esclavo un año, prácticamente, y volveré para estar contigo.

—Me preocupa...que te encuentres a otro omega por allá.

—Estaré entre alfas y betas, no hay omegas en el ejército, tranquilo.

—Tú puedes hacer que cualquiera se vuelva omega, ¿cómo no me va a preocupar eso?

Sonrió divertido y le hizo quitar la taza de su frente para enderezarse hasta quedar a su altura.

—Volveré por ti, no he esperado por tantos años como para solo desperdiciar mi oportunidad.

—Me preocupa también que te guste estar allá y quieras quedarte más tiempo.

—Solo estaré el año obligatorio y volveré.

Hizo una mueca observándolo fijamente, pensando si debía creerle o no.

—Piénsalo así—dijo hablándole bajo, solo a él. —Será como ahora, estamos juntos pero cada quien por su parte.

Desvió la mirada y suspiró, no podía negarse cuando lo tenía así, tan cerca y con la atención solamente sobre él.

—Está bien, tienes razón...pero si me sales con que te quedas más tiempo me buscaré otra pareja.

— ¿Por qué me amenazas? ¿Qué no confías en mí?

Yuri hizo una mueca, como si lo pensara mucho.

— ¿Qué? ¿En serio? —arqueó una ceja, claramente ofendido. —Dime una cosa que haya hecho para lastimarte.

—Estoy bromeando—soltó una risa cuando no pudo más con su expresión. —Sabes que pondría mis manos al fuego por ti.

Suspiró y rodó los ojos, por un segundo se había preocupado, Yuri volvió a reír y dejo la taza de lado para tomar su rostro, acariciando sus pómulos con los pulgares.

—Te esperaré—le dijo más para calmarse a sí mismo que al alfa. —Pero si no vuelves te juro que iré a buscarte.

Beka sonrió atrayéndole de la cadera para besar sus labios, dejando el contacto en algo suave y casi efímero. El omega suspiró cuando se separaron y abrió los ojos despacio, sintiendo sus mejillas calientes.

—Ya debo irme...

—Come algo antes, no puedes hacer ejercicio con el estómago vacío—murmuró sobre sus labios, sin ganas de separarse, cada vez le costaba más trabajo.

—Si tan solo dejaras de distraerme~

Sonrió y después de darle otro beso fugaz se alejó despacio, pasándole el plato con el desayuno.

—Gracias—sonrió y sacó el celular para ver la hora, bajo de la barra para comer con prisa. — ¡Es tarde! Papá me matará—tragó con algo de dificultad y se terminó el café casi de un trago.

—Vamos, te acompaño.

Asintió y limpió su boca corriendo a su lado para salir, dejando que le envolviera el cuello con su bufanda, sonrió y cerró los ojos, eso le gustaba...

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—La fecha de salida será el primero de septiembre de este año, se te notificará en una carta la hora de salida del vuelo y te enviaremos el boleto en el mes Julio, para que organices lo que haga falta en este tiempo—informó el hombre tras el escritorio, después de revisar sus papeles y e asegurarse que estaba en condiciones para realizar el servicio.

— ¿Este año? ¿Y la carrera?

—Podrás terminar tus estudios en la escuela militar, se te está mandando ahora porque cumples los veintiuno en octubre, así que lo correcto es que te vayas desde ahora.

Asintió juntando los papeles que le habían devuelto para guardarlos en la carpeta que llevaba.

—Lo único que falta por resolver es el problema de tu pareja.

Bek se contuvo de resoplar y rodar los ojos...se le estaban pegando algunos gestos de Yuri.

—Necesitamos que nos traigas el acta de matrimonio que confirme que tienes una pareja o te asignaremos una antes de que entres a la milicia—el hombre se estiró para rebuscar en un cajón, sacó un folder y lo abrió para enseñarle fotos que tenían datos personales de cada uno. —Imagino que no tienes a nadie por tu edad así que por venir a tiempo a arreglar esto te dejaré escoger.

—De hecho, sí, tengo pareja—le interrumpió antes de que comenzara a leerle. —Pero aun no hacemos el lazo.

— ¿Por qué no? ¿Es tu destinado?

—Sí.

—Entonces no veo porque el retraso, el omega debió dejar que lo marcaras en cuanto lo conociste.

—Sí, pero...—lo pensó bien, tenía que justificar el retraso de eso. —Es patinador, sobre hielo, y los primeros tres años no puede participar si ya está casado, así que solo lleva marcas temporales hasta que termine su participación este año.

El hombre lo vio fijo y volteó para rebuscar otro papel en los cajones, Otabek soltó un suspiro inaudible, odiaba la burocracia.

—Necesito el nombre del omega, su edad y fecha de nacimiento.

—Yuri Nikiforov, diecisiete años, primero de marzo.

Le vio asentir y comenzar a llenar el papel, después volteó a la computadora y tecleó concentrado, seguramente le estaba buscando.

—Ah sí—asintió de nuevo al comprobar la información en su pantalla. —Está bien, anexaremos este documento a tu expediente para que no te busquen pareja, pero solo tendrá vigencia al primero de marzo—explicó señalando la fecha de nacimiento escrita en el papel. —Los padres del omega serán notificados para que no pongan resistencia y puedas marcarlo.

Asintió y entrelazó los dedos bajo la mesa, jugando con sus pulgares, tenía que ir a verlos para explicarles todo eso...pero primero tendría que hablar con sus padres...y con Yuri.

—Pero—continuó al terminar de llenar el acta con los datos de la computadora, sellando el final de la hoja. —Si el plazo se vence y no hay acta de matrimonio entonces se te asignará a otro omega para que puedas hacer el lazo.

—Sí, entiendo.

—Bien—volvió a abrir la carpeta con los datos de Otabek y anexó la hoja del omega, el sello en rojo marcaba "pendiente" con letras mayúsculas y toscas.

— ¿Es todo?

—Sí, puedes irte y apura el lazo con tu omega.

Asintió y se puso de pie, agradeciendo para salir del edificio, tenía solo un mes de plazo, ¿cómo demonios preparaba a Yuri para eso? ¿Y a sus padres? ¿Y a los padres de Yuri?

Suspiró y caminó sin ganas a casa, tenía que avisar a sus padres que ya tenía fecha de partida -suerte que su madre llegaba esa tarde- y además arreglar todo en la universidad el lunes...había tanto por hacer y el semestre iba a la mitad...después de que volviera de Kazajistán se tomaría unas vacaciones, estaba decidido.

-/-/-/-

Yuri le llevaba de la mano, veía todo entretenido y le jalaba por la galería para que no se quedara atrás, desde que su madre le había llevado a una galería que había arreglado no podía dejar de visitarlas, le gustaba ver las pinturas y esculturas. Todo era bonito, a su manera, lo único que le molestaba era lo distraído que estaba Otabek, contestándole con monosílabos cada que le hacía una pregunta...y comenzaba a cansarse.

Al salir caminaron sin rumbo pues Beka parecía no darse cuenta de que nada de lo que le rodeaba, el omega soltó un gran suspiro e hizo una mueca.

—Suficiente, dime que pasa—le pidió parando a mitad de la calle, estaba vacía así que no le molestaba hablar de eso con él en ese momento.

— ¿De que hablas? —preguntó confundido, al salir de sus pensamientos por el repentino jalón.

—No eres tú, ni siquiera me respondes cuando te hablo—hizo una mueca. — ¿Estás enfadado?

—No, no, tranquilo—se pasó las manos por el rostro, cansado, no había dormido nada la noche anterior. —Solo...tengo algo de sueño.

—Beka, puedes decirme si estás molesto—murmuró cruzándose de brazos, en realidad estaba algo asustado, él nunca se había enfadado con él y ahora no sabía cómo lidiar con eso. — ¿Dije algo...o...?

—Yura, tranquilo, de verdad no hiciste nada—le aseguro pasándose una mano por el cabello, soltando un suspiro. —Solo estoy cansado.

—Bien—bajo la mirada, algo tenso. —Entonces mejor me voy a casa.

— ¿Tan pronto?

—Está claro que estás incómodo...así que mejor me voy, te...veré en dos semanas, mi celo empezara pronto así que no podré salir.

Bek hizo una mueca y se mordió el labio inferior, su madre le había dicho la noche anterior que debía decirle a Yuri y ella hablaría con sus padres...si, mejor, aunque después tenía que dar la cara sin importar lo que ambos decidieran.

Yuri no podía moverse, tenía tantas dudas en su cabeza y la principal le aplastaba la confianza con la que usualmente andaba por la vida, tal vez Otabek había visto un omega que le gustaba más en esa lista que sabía le mostrarían. Se mordió el labio inferior con tanta fuerza que saboreó su sangre, el pulgar del alfa se deslizó por sus labios para evitar que se siguiera lastimando.

—No te vayas aún—le pidió con la voz baja y suave. —Necesito hablar contigo aún.

El corazón del menor se aceleró, por un segundo esperó a que le dijera lo que tenía en mente, pero mientras más esperaba el silencio se seguía prolongando.

— ¿Sobre qué? —preguntó finalmente, incapaz de contener el torrente de dudas en su cabeza.

—Ven—le pidió buscando su mano de nuevo, sentía que al apurar las cosas estaba faltando a su promesa. —Por favor.

Sus brazos se aflojaron y su mano buscó la de Otabek casi de forma automática.

— ¿Me explicarás todo? —preguntó antes de que pudiera jalarle con él.

—Sí, tranquilo.

Asintió y tomo aire dejándose guiar, apretó un poco el agarre cuando su mente comenzó a gritarle que todo terminaría ahí, se sintió estúpido al pensar que tal vez era porque se había negado al lazo antes, después trató de calmarse, ese había sido el recorrido más largo y tortuoso de su vida, ni siquiera cuando iba a conocer a sus padres se sintió tan torturado con sus propios pensamientos.

Entró al departamento y se quitó los zapatos para andar por la alfombra con cierta pesadez hasta sentarse en el sofá, esperando que el alfa le siguiera. Beka se acomodó a su lado viéndole de frente, quería verle mientras hablaran, aunque temía reconocer la decepción en ellos.

—Ayer me dijeron que debo volver a Kazajistan el primero de septiembre.

Yuri le vio sorprendido y volvió a morder su labio.

— ¿Tan pronto?

—Sí, como mi cumpleaños es en octubre debo irme antes.

—Entiendo...

—Y, como ya sabías, me preguntaron sobre una pareja y como les dije que no estoy casado iban a asignarme a alguien.

Tragó saliva bajando la mirada, tenía miedo de nuevo.

—Así que les hablé de ti y...—hizo una mueca, se sentía realmente incómodo, sabía que Yuri no la estaba pasando muy bien en ese momento. —Me dijeron que debo marcarte para antes de tu cumpleaños, o me asignaran a alguien y tendré que hacer el lazo con esa persona.

—Lo siento—murmuró muy bajo.

— ¿Por qué?

—Si yo hubiera dejado que me marcaras antes...

—Hubieras truncado tu carrera de patinaje antes de que empezara.

Hizo una mueca y bajó la cabeza, se sentía tan culpable...

—Está bien—le calmó antes de que pudiera decir algo más. —Lo entiendo, en verdad, te gusta mucho lo que haces y no quiero quitártelo.

—Pero eso te causa problemas.

—Tranquilo, Yuri, no estoy enfadado—le aseguró tomando sus manos. —Yo...sé que te prometí que esperaría a tu cumpleaños, pero no sabía que debía irme tan pronto, esperaba tener más tiempo, así que si no quieres yo lo entiendo.

El omega lo observó con atención, ¿había tenido eso en la cabeza todo ese tiempo? ¿Había pensado en muchas formas de decirle eso ahora? Su cabeza pareció despejarse de muchas dudas, y aunque otras nuevas surgieron decidió concentrarse en el momento, su corazón se aceleró y sus mejillas tenían un suave tono rosa.

— ¿Eso te preocupa?

—Por supuesto, sabes que no me gusta mentirte ni romper una promesa.

Sonrió, tomo aire para calmarse y lo soltó despacio, por un segundo creyó que lo botaría, eso de las relaciones era tan...complicado.

—Has hecho demasiado por mí—sonrió, acercándose un poco hacia él. —Desde hace mucho y...has sido paciente conmigo, ¿por qué iba a negarme?

—No quiero que tengas problemas con tus padres.

Negó y le abrazó abalanzándose sobre él, de repente se sentía tan feliz y amoroso.

—Yo me haré cargo de eso, no te preocupes—suspiró cuando sintió los brazos de Otabek rodear su cintura para pegarlo a su cuerpo.

Intercambiaron una mirada, el silencio no parecía incomodarles como cuando llegaron y parecía que no podían alejarse ahora.

—Entonces, ¿quieres casarte? —acarició su cintura, sin dejar de ver sus ojos, tan brillantes e hipnóticos. —Ya sabes, un carro, nuestros padres atrás y una sola firma.

Se rio muy bajo y sonrió ampliamente.

—En otras condiciones probablemente te pediría que me consiguieras un anillo y volvieras a preguntar...pero dadas las circunstancias, sí, consigamos un carro donde todos quepan.

Otabek sonrió y tomó su mentón para atraerlo en un beso suave, inocente y muy dulce.

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Bueno, aquí otro cap nwn solo tengo que decir...que le quedan dos caps al fic :v(?) muy pronto subiré el prologo de la precuela xD es solo que aun no me convence del todo lo que llevo xD les contaré muchas cosas ahí que aquí quedan en el aire (creo yo xD)

Gracias, gracias, gracias, ¿por qué? Por taaaantos lindos comentarios y votos y vistas <3 les loveo con todo mi jart :'3 me hacen feliz y me dan ganas de desvelarme por escribir xD aunque luego me muera de sueño, pero who cares? xD

En fin~ me despido y les agradezco de nuevo <3 

Rave~