“-¡Oh hermanita! todos tienen un lugar en mi imperio… tu aún puedes serme de utilidad”- 

Las palabras de Prime resonaron en la mente de Catra una y otra vez, mientras aquel alto hombre de cara pálida la sujetaba de la barbilla, obligándola a mirarse.

La sonrisa en sus labios poco a poco se borró, contrario a Prime, quien claramente no pensaba dejar que la insolencia de la magicat pasara inadvertida.

“-Este acto tendrá consecuencias…”- amenazó Prime.

El miedo poco a poco comenzó a apoderarse de Catra, la intensa y siniestra mirada de Prime clavada en ella, las voces de los clones resitando al unisono “Prime rechaza las sombras” el como todos esos ojos verdes brillantes estaban clavados en ella. La fuerza con la que su corazón golpeaba era tal que, sentía que reventaria sus oídos…

“-Todos serán llevados a la luz… y tú, serás la más pura entre todos ellos- Con calma, Prime decía aquello ante una horrorizada y estática Catra, quien tan pronto el alto hombre habló, la hizo temblar.

Y finalmente, Prime soltó su barbilla para finalmente chasquear los dedos y darle su sentencia.

“-Preparenla-” y con aquella orden, Catra supo cuál sería su destino.

Intento ponerse de pie, huir instintivamente, golpeó a uno, dos, más de aquellos clones, pero era claro que no tenía oportunidad alguna, tan pronto fue rodeada, tantas manos como fueron posibles lograron someterla contra el suelo.

Catra sabía que su destino era la muerte desde el momento en que decidio liberar a Glimmer, había aceptado que su vida quizá podría enmendar una mínima parte de los daños que hizo, que si el salvar a Glimmer haría que Adora estuviera lejos y a salvo de la nave de Prime, entonces su miserable y triste vida tendría un mínimo de sentido…

Hacer a Adora feliz, hacer que Adora estuviera a salvo…

“-Vas a fallar, la única razón por la que Adora volvería ya no está aquí… ¡Perdiste!-” exclamó con dificultad mientras era precionada contra el suelo. Prime por su parte, simplemente le dio la espalda para dirigirse a su trono y observar el espectáculo.

“-Puedes mentirte todo lo que quieras, hermanita… intentar converserte de lo contrario si así lo quieres. Pero por más que lo hagas, hay una verdad innegable y es que significan más de lo que dejan ver-” Dijo Prime mientras, haciendo una seña con su mano, daba indicaciones a los clones.

Tan pronto como sucedió, dos de ellos obligaron a Catra a levantarse, mientras aún la sostenían y otro más golpeó justo su estómago, haciendo que la magicat soltara un sonido faltó de aire.

“-No importa cuánto te resistas, mi luz llegará a ti y a todos aquellos que se quieran interponer en mi camino- continuo diciendo mientras la chica continuaba siendo golpeada por los clones, esto en un intento de que Catra dejara de luchar.

Tras el último golpe, Catra no pudo sostenerse más en pie, y como Prime esperó, cayó de rodillas, sosteniéndose también de sus adoloridos y temblorosos brazos. Su visión borrosa por las lágrimas solo le permitió ver las ligeras gotas de sangre que caían de su nariz al suelo.

Prime por su parte, simplemente, al ver qué la magicat no se movería tanto está vez, se colocó de pie nuevamente y se acercó nuevamente a ella, ahuecando su mano sobre la lastimada mejilla de Catra, haciendo que la chica lo mirara nuevamente.

“-Pobrecita hermanita… debe dolerte mucho. Pero estoy seguro que no se compara con el dolor que hay en tu corazón-” menciona mientras por un momento, hace una ligera mueca que Catra confunde con lástima y compasión. Pero, poco a poco mira inquieta como aquellas mangueras puntiagudas en la cabeza de Prime comienzan a moverse hacia ella durante aquel acercamiento, sin embargo, está tan herida y adolorida que no puede hacer nada más que gruñir ante la cercanía.

Siente como un clon se acerca a ella y sostiene su larga melena castaña, Catra se remueve un poco al ver al clon sosteniendo un par de tijeras en sus manos.

Inevitablemente ocurre lo que más temía, pues justo cuando aquellos pinchos pasan hacia su nuca, se clavan en su piel, obligándola a soltar un grito ahogado, al mismo tiempo que Prime acuna su rostro con ambas manos está vez y une sus frentes.

Solo puede escuchar los latidos acelerados de su corazón y las tijeras cortando su larga melena castaña inevitablemente…

Prime está dentro de su cabeza y rápidamente los recuerdos la invaden sin más…

Adora sosteniendo aquella espada, como se convertía en aquella mujer fuerte y alta que resplandecia. La mirada que intercambiaron aquella primera batalla donde Adora había decidido abandonarla por unos simples rebeldes que llevaba menos de un día en conocer.

Eres reemplazable. No importa cuánto la ames, ella siempre mirara a alguien más.

Nunca te elegirán primero.

Fuiste cambiada por alguien fugaz.

Luego viajó a todas las veces que Shadow Weaver se acreditó sus planes, el como a ella le gritaba y la humillaba, pero Adora era elogiada y recompensada.

No importa cuánto te esfuerces, jamás será suficiente, jamás serás suficiente para ella…

Luego viajó al recuerdo en el que creyó que todo estaría bien, que Shadow Weaver se quedaría con ella, que por fin obtendría el amor y validación que siempre había querido de la persona que la crío, pero que sin más decidió abandonarla a la primera oportunidad con engaños.

Siempre decides amar a las personas equivocadas. Eres tan idiota que viste las señales y aún así decidiste creerle, decidiste creer que por una vez te eligirian a ti…

Estabas tan necesitada de amor, que una simple caricia te hizo creer que todo estaría bien…

Catra recordó todo lo que perdió, y como se aferró tanto a la idea de que no era merecedora de amor…

“-Estas aquí solo por qué Adora te quiere, pero si haces algo que arruine su futuro, me deshare de ti personalmente-”

Todos a su alrededor sabían que no valía nada, todos tenían a alguien más importante que ella en sus vidas. Shadow Weaver le hizo saber que su único valor era ser querida por Adora pero, Adora se había ido, Adora no la quería más. Por lo tanto, su valor también se había esfumado…

Catra estaba sola y sin aquello que le daba valor…

“-... Tu cuidas de mi y yo cuido de ti. Nada malo pasará mientras nos tengamos…-”

“-¿Lo prometes?-”

“-Lo prometo-”

Mentirosa… ¡Maldita mentirosa!

¡She-ra nos hizo esto… She-ra es la razón por la que rompiste tu promesa…

Con ese último recuerdo, finalmente Prime la soltó, mirandola fijamente, acariciando un poco su cabeza, esto ante el último corte de su cabello. Catra podía sentir las lágrimas escurriendo por su rostro lastimado.

Y él nuevamente acaricio su mejilla con fingida compasión.

“-Pobre hermanita, tan sumergida en ira y dolor. Adora te ha hecho tanto daño ¿No es así? No pensó en tus sentimientos, jamás se opuso a Shadow Weaver por ti, amaba ser su favorita mientras veía como te pisoteaban.-” Hordiano continuaba, limpiando con su pulgar una lágrima de Catra.

“-Detente…-” alcanzo a susurrar.

“-Nadie creyó en ti, todo por lo que luchaste jamás te fue devuelto con el reconocimiento que merecías. Nadie se quedó para entenderte y ayudarte con tu dolor. Entregaste tu amor a las personas equivocadas, y a quienes debiste amar, solo les diste lo único que quedaba en tu corazón… dolor-” ante eso dicho por Prime, Catra no pudo evitar pensar en Scorpia y Entrapta y traga con dificultad el nudo en su garganta.

“-Lo siento, lo siento tanto…-” Catra alcanzo a susurrar mientras cerraba los ojos con fuerza y sus lágrimas continuaban cayendo sin parar.

“-No tiene que ser así, hermanita. Déjame llevarte hacia la luz. Déjame purificarte de todo ese dolor y odio… mi luz protegerá tu corazón, nadie más te volverá a hacer daño-” Prime decía aquello mientras ayudaba a Catra a ponerse de pié y la guiaba lentamente hacia el centro de la cámara principal, donde verdes aguas esperaban por ella.

Catra se sentía perdida, los fragmentos que tenía por corazón se volvían polvo. Ya no podía romperse más, había llegado al límite. No había nadie en el universo que extrañara a un ser tan cruel y amargo. Su vida no tenía ningún sentido.

No valía las lágrimas de nadie.

Y finalmente, cuando llegó a la orilla de aquellas aguas, Prime la sostuvo brevemente, dedicándole una sonrisa también fingida.

“-Dejame liberarte de tu tormento-” y con esa última palabra, Catra simplemente cerro los ojos y soltó un suspiro.

No había nada más que hacer.

Prime sonrió complacido y sin más, dio el último empujón que Catra necesitaba para hacerla caer al agua.

Era diferente al que había usado en Hordak, este era más profundo, cubriendo por completo su cuerpo.

Catra abrió los ojos, mirando como se hundía entre el líquido sin remedio alguno, después vio pequeños destellos iluminando todo a su alrededor y tan pronto como ocurrió, un inmenso dolor comenzó a invadir su cuerpo.

Había sido herida de tantas formas en batalla, pero nada se comparaba al horrible dolor que le provocaría ir hacia la luz de Prime, era como fuego quemandola lentamente, se retorció tanto como su cuerpo herido podía y gritó tanto como el agua se lo permitió.

“-Jamas encontraré las palabras ni las acciones para obtener tu perdón Adora… Jamás aprenderé a vivir sin ti. Lo intente por tres largos años donde la única razón para verte era agredirnos sin control. Nos lastimamos tanto que no hay lugar libre de cicatrices en mi alma. Me desgarra por dentro, ¿Por qué nunca fui lo suficientemente importante para alguien como para ser elegida? ¿Por qué no signifique lo suficiente como para hacer que te quedaras?-” 

Mientras Catra tenía aquel pensamiento, mezclándose con el casi insoportable dolor, solo se limito a encogerse y cubrir su rostro, rogando porque el dolor desapareciera pronto.

“-Mi último propósito fue ponerte a salvo… mi vida, mi amor… no sirven para hacer feliz a nadie-” 

Y conmocionada por la dolorosa sensación, Catra miró hacia la superficie, sorprendida de ver en el agua el reflejo de Adora, el como la miraba, como le sonreía, esa dulce sonrisa que tenía solo para ella… si ese sería su último recuerdo, antes de perderlo todo, entonces estaba bien con ello, pues aunque solo fuera una ilusión, podría ver a la persona que amaba una última vez, antes de entregarse a la luz…

“-Adios Adora… amor de mi vida…-” pensó mientras cerraba los ojos.

Y finalmente cuando volvió a abrirlos, un brillante color verde se podía apreciar en su mirada.

El dolor se había ido.

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Recientemente vi She-ra y las princesas del poder, no saben cómo me rompió jaja creo que el patrón de abandono que he sufrido desde la niñez jugo mucho en mi contra.

En fin, una pequeña historia de una escritora con el corazón roto y sin el amor de quién creyó se quedaría a su lado.

Espero tener las fuerzas suficientes para continuar con los otros proyectos que tengo pendientes, lamento hacerlos esperar.