[Este capitulo será algo cortito, sorry]

Era un nuevo día, un sábado para ser exactos, los alumnos fueron a sus hogares, el sol regalaba sus tenues rayos cálidos, los pájaros obsequian sus bellas melodía y Shouto quemaba el quinto panqueque de esa mañana mientras otro se incendiaba.

Pero volvamos a los eventos antes de este desastroso momento.

[...]

5:00 a.m

Era temprano, demasiado y para Todoroki Shouto levantarse a esa hora era algo insólito. Toda la familia Todoroki lo notó.

—Buenos días Shouto.

—Buenos días Nee-san.

Saludó Shouto mientras sacaba varios ingredientes y se ataba un delantal color rosa con fuego dibujado.

—Esto, Shouto ¿Para que necesitas todo esto?

Preguntó una extrañada Fuyumi mientras Shouto sacaba todo lo que él consideraba delicioso en esa casa.

—Nee-san necesito hacer esto— Dijo mostrando la foto de unos perfectos y esponjosos panqueques.

—¿Panqueques? Normalmente no comes esto, ¿Por qué quieres prepararlos?

—No son para mí.

La albina se sorprendió.
¿Acaso Shouto intentaba ser cariñoso?

Fuyumi no se hizo de rogar, es más le gustaba poder enseñarle algo a su hermanito.
Y ahí estaban los dos hermanos preparando panqueques a las cinco de la mañana.

—¡Esto es imposible!— Gritó Shouto tirando la cuchara de madera y rompiéndola en el proceso.

Ese era el tercer cubierto de la mañana.

—Va-Vamos Shouto, tu puedes hacerlo— dio ánimos.

Shouto suspiró y procedió a tomar un tazón de vidrio, cuando Todoroki tomó aquel frágil tazón Fuyumi sintió un miedo indescriptible, luego se acercó a tomar un huevo para poder hacer su mezcla.

—Bien, hazlo despacio. Trata de que ninguna cascara caiga en la mezcla— explicó mientras Shouto se concentraba como nunca en su vida.

Tomó aire.

—Aquí voy— dijo rompiendo lo más lento que pudo el huevo.

Nunca en su vida había sentido tanta adrenalina y tensión.

— ...

— ...

Y entonces el huevo se rompió cayendo a solo centímetros a un lado del tazón.

(Ignoren el color del delantal. Hagan como que es rosita *wink*)

Fue de manera inmediata cuando Shouto empuño el tazón con ambas manos con la intención de arrojarlo para que posteriormente se redujera a pedazos.

—¡Shouto no!

Fuyumi trataba en un intento desesperado por evitar que el bicolor destrozara otra cosa.

—¡¿porque hacer panqueques es tan difícil?!

Quien podría pensar que el calmado y sereno Shouto perdería los estribos por algo tan simple como panqueques.

6:45 a.m

Shouto esperaba como niño castigado en el sofá mientras Fuyumi preparaba la mezcla con otro tazón. Pues el anterior probó la furia de Todoroki Shouto.

A todo esto se preguntaba, sino eran para él.
¿Para quién eran aquellos panqueques?

—Shouto, la mezcla esta lista— avisó.

El heterocromático saltó del sofá yendo de manera inmediata a la cocina.

—Muy bien, ahora vierte cuidadosamente la mezcla en la sartén— explicó con una sonrisa nerviosa, temiendo por despedirse de otro utensilio de cocina.

Shouto sentía su sangre a mil.
Segundos de suspenso inundaban el ambiente. Cuando por fin la mezcla cayó en la sarte.

Shouto rápidamente y de manera victoriosa levanto su puño.
Aunque esa alegría no le duró mucho, ya que una gotita de aceite le cayó justo en el cuello.

—¡Ahg!

Exclamó, la furia se concentró en su mirada dispuesto a congelar la sartén.
Y hubiera ocurrido de no ser que Fuyumi intervino.

— Bu-Buen trabajo Shouto. Ahora cuida del panqueque mientras voy a la tienda por miel.

Shouto asintió.

♡♡♡

—Shouto, me explicas de nuevo. ¿Qué fue lo que pasó aquí?

Justo ahora tenían una sartén en un cubo de hielo mientras Todoroki se encargaban de descongelar.

Shouto no sabe exactamente en qué fallo, recuerda haber vigilado detenidamente el panqueque.
Fuyumi saliendo del supermercado recibió una llamada de su hermanito.

—¿Shouto, qué pasa?

—Fuyumi, ¿puedes venir?

—¿Eh?

—Creo que no soy bueno cocinando.

Shouto le explica a Fuyumi el como siguió minuciosamente sus instrucciones pero que de un momento a otro el panqueque prendió fuego.
Y su única opción entre el pánico fue congelarlo.

♡♡♡

La albina se tomaba el puente de la nariz.
Respiró, una, dos y diez veces.

—Ve a sentarte, me ayudaras a ponerles la miel.

8:00 am.

—Buen día, Bakugou.

—¿ah? Bastardo mitad.

Shouto luego de aquella ferviente batalla contra su mayor enemigo pudo finalmenten salir victorioso.
Así que se dispuso a ir a la casa de Bakugou para dejarle su regalo.

—Te he traído algo. Espero te guste.

Katsuki lo examinó detenidamente antes de recibirlo.
Cuando se trataba de comida siempre hay que tener cuidado con Shouto.

—¿Qué mierda es esto?

—Son panqueques. Yo, bueno mi hermana me ayudo.

En realidad ella fue quien hizo todo. Él más bien solo estuvo viendo. Lo único que si podía decir que hizo fue ponerles miel encima.

—¿Y esto porqué?

—Tómalo como un regalo.

Al levantar la mirada Katsuki no pudo contener la carcajada.
Todoroki lo vio extrañado.

—¿pasa algo?

—Que idiota. Solo mírate, pareces un niño.

Dijo limpiando con su pulgar la mejilla del mayor, la cual estaba llena de harina, bueno todo su rostro estaba lleno de eso.

—Oh. — El bicolor rápidamente se avergonzó.

—Que imbécil.

Entonces sucedió.
Algo con lo que Shouto no podría dormir en días.
Aquella sonrisa tan única.

♡♡♡

Luego de eso Shouto se encargo de prepararle regalos de todo tipo, con el motivo de ver su sonrisa siempre.

Los panqueques son geniales.

Pensó Shouto.