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Paso #4: La sinceridad, otra clave para conquistarlo.

¡Alerta de piropos de albañil!


[1:30 am.]

Shouto no podía conciliar el sueño. Todo en su cabeza era un caos, originado por el mismo. ¡Pero, vamos! les juro que hizo su mejor intento, enserio intento no sobre pensar todo, claro que fue en vano.

¿Y si Bakugou se arrepiente?— pensaba, una y otra vez.— ¿me dejara plantado? No, no, Bakugou es alguien de palabra— Alguien ya apiádese de él.

[3:30 am.]

Daba vueltas por su cama, no a logrado pegar el parpado ni por un segundo. Tanto escenarios buenos como malos inundaban su mente con las mil y un posibilidades de su cita con el rubio cenizo.

Hay un 10% en el que todo saldría bien. Y un 90% en el que todo saldría mal.

Vaya cifras alentadoras ¿no?

Un gruñido de cansancio y fastidio salió de él, ya harto de esta situación.

—Sucederá lo que tenga que suceder— se susurró a si mismo tratando de darse ánimos. —Un poco de información no me vendría mal— Y ahí va a sobre pensar todo.

Lo siguiente en su lista de consejos infalibles muy efectivos, por cierto nótese el sarcasmo, era "La sinceridad, otra clave para conquistarlo". No había mucho problema allí, él ya actuaba de manera franca y sincera a todas horas, claro que esta sinceridad a veces le traía problemas pero que más da. Pero era mejor respaldarse con algunos consejos.

Página web tras página web, suspiró cerrando sus ojos, estos dolían levemente debido a la luz emitida por su móvil. Memorizó varias cosas, desde como tomarse de la mano hasta como dar un beso en la mejilla.

Pobre chico, pero como dicen el amor te hace un sabio y un idiota a la vez.

Un "Click" hizo la cabeza de Shouto, no lo veía correcto pero más opciones no tenía. Sin pensarlo más se dirigió al Chat de la chica rosa de nombre Mina.

————————————————————————————————————

MINA ASHIDO

-Hola- ✓✓

-hola- ✓✓

-hola- ✓✓

-hola- ✓✓

-hola- ✓✓

-HOLA-

-¿¡SHOUTO!?-

-QUE SUCEDE, ¡SON LAS 3 DE LA MAÑANA!-

-Perdón- ✓✓

-me preguntaba si ¿puedes ayudarme con la cita?- ✓✓

-¡POR DIOS! ¡ME ASUSTASTE MADRE SANTA!-

-¡Claro que te ayudare! (っ^▿^)っ-

-Gracias Mina-san, eres la mejor- ✓✓

-¡AY!-

-Lo sé lo sé-

-momento...-

-WOW! No sabía que podías decir cosas así JAJA-

-¡Vaya me siento muy halagada!-

-Se aprenden cosas- ✓✓

-Y entonces, ¿Cómo me ayudaras?- ✓✓

-déjamelo a mí-

-tu tranquilo ¡Mina Ashido a entrado en acción!-

-(͠≖ ͜ʖ͠≖)👌-

-¿Ok?- ✓✓

-Gracias- ✓✓

-¡Ni lo menciones! no es nada!!-

————————————————————————————————————

Shouto soltó un suspiro, Mina incluso por mensaje era muy enérgica, ciertamente ahora se daba cuenta el porque todo el mundo hablaba de las magnificas habilidades de la chica para hacer amigos, lo hacia parecer tan fácil. 

Fue cuestión de 5 minutos mas o menos para que le llegara una larga lista de piropos (o como le llamen en su país) la cual constaba de varias frases para , según Mina, seducir y conquistar, el bicolor se tomó la dedicación de leer los 21 piropos, unos halagadores y lindos, mientras que otros eran atrevidos e incluso un poco descorteses, los cuales le hicieron sentir pena al instante.

Se aseguró de dar las gracias a la chica por su ayuda, de hecho ya perdió la cuenta de cuantas veces le ha agradecido. Solo para asegurarse de no cometer errores, se paró de su cama y se dirigió al baño, al espejo para ser específicos.

Tomó su celular y recitó uno de los piropos escritos allí.

—...Quisiera que fueras cereal, para llenarte con mi leche...—

En cuestión de segundos su cara se puso al rojo vivo, debido a la inmensa vergüenza tapó su rostro con sus manos. ¡No podía creer lo que acababa de decir! ¡Quería que lo tragara la tierra!

—¡Agh...! ¡N-No puedo hacer esto!— se sentía tan humillado y eso que solo había practicado ¡Ni siquiera se lo había dicho a Bakugou aún, Santo cielo! —Yo... Yo p-puedo— trataba de darse ánimos.

Con mucha y vaya que MUCHA fuerza de voluntad práctico el siguiente.

—De-Debería arrestarte por robarme mi corazoncito...— Rojo se le queda corto al color del que su cara se tornó. —¡N-no puedo hacer esto! ¡Es demasiado vergonzoso!— dijo mientras se agachaba y cubría totalmente su rostro.

¡YA MEJOR ALGUIEN QUE LO MATE!

[...]

¿Dormir? Era algo de lo que Shouto desconocía la noche anterior. 

Apenas pudo dormir, esas solas frases le atormentaron durante toda la noche ¡Con que cara podría decirle eso a Bakugou! ¡En definitiva no!


—¡Oi! ¡Bastardo!—

Al momento en el que escuchó esa voz todo su cuerpo se puso helado, un escalofrío lo recorrió por completo y los recuerdos de la noche anterior le vinieron a la mente. 

¡Vamos Todoroki Shouto!— se dio auto-ánimos. Y decidido se volteó para encontrarse con su acompañante. —Bakugou, hola— dijo lo más calmado que pudo.

—Si, si, lo que sea— Expresó con desinterés. Se odiaba a si mismo por haberse metido por su propio pie en dicha situación.

—¿Nos vamos?— dijo mientras se volteaba al lado contrario.

Que bastardo más raro— pensó enseguida y sin responder empezó a caminar, siendo seguido por el heterocromático.

Su primera parada fue un gimnasio publico al aire libre, no juzguen a Shouto fue en lo mejor que pensó teniendo en cuenta que Bakugou era alguien enemigo de lo cursi. Bakugou lo vio molesto ¿Enserio lo saco de la U.A para traerlo a un estúpido parque de entrenamiento? ¡De esos hay miles dentro de la escuela!

—¿de verdad helado de fresa?— preguntó con obvia molestia y burla en su voz.

Shouto solo atinó a sentirse apenado. Talvez no fue una buena idea después de todo.

—Mierda, ni siquiera sabes divertirte.— dijo mientras lo arrastraba fuera de ese lugar. —¡Yo te enseñare lo que es divertirse Idiota mitades!— dijo con una sonrisa que a Todoroki le helado los huesos.

¿Apenado? ¡JA! Shouto quería estar 50 metros bajo tierra. El propuso la cita pero ahora era Bakugou quien lo estaba llevando por donde quisiera. La parada fue en un parque de diversiones, claro que Bakugou no estaba allí para subir a unos estúpidos y mediocres caballos giradores.

Lo llevó directo a la montaña Rusa, mientras que el mayor sentía que no saldría vivo de ese parque.

...

Y allí estaba Shouto vomitando en un cesto de basura, adiós a su desayuno.

—¡Eres un debilucho mierda!— se burlaba el rubio.

—Ugh... ¿Cómo pudiste soportar eso? —

—Por qué soy mucho mejor que tú bastón de caramelo—

—Es mi turno de escoger— 

¿rueda de la fortuna? No le gustan las alturas.

¿Moto Bala? Ni hablar.

¿Tazas giradoras? No quería marearse ¡Ya ni siquiera tenía desayuno que vomitar!

...

—¡¿ES ENCERIO MALDITO ICYHOT?! ¡¡TE MATARÉ!!— Gritaba el chico con un aura maligna a su alrededor.

—Esto es mucho mejor que la montaña Rusa— Dijo sintiendo un escalofrío al recordar esa experiencia, mientras disfrutaba del lento y suave giro de... del carrusel de los caballitos.

—¡¡MUEREE!!—

[...]

Lo segundo de su lista fue ir a comer a un lujoso restaurante, lo mejor de lo mejor para su rubio.

Todo patrocinado por la tarjeta de Enji Todoroki.

—¿Tienes hambre?— preguntó Shouto captando la atención del menor.

—Rayos, mierda si— dijo sintiendo su estómago vacío y sediento por alimento.

Caminaban en silencio, eran al rededor de las 4:30 pm. Si a decir verdad disfrutaron mucho del parque de diversiones.

La mirada del quirk dual se centraba en el sutil balanceo de la mano de su acompañante, demonios que anhelaba poder tomarla, ¡incluso entrenó para ello! Lenta y temblorosamente acercaba su mano a la contraria, ya a pocos centímetros de su objetivo desistió.

Todo esto bajo la atenta mirada de Katsuki, se sentía nervioso aunque no lo demostrara, la noche anterior tuvo una charla con lóbulos y pelo pincho, claro que fue todo y en contra de su voluntad pero siendo algo bueno, puesto que aclaró por fin sus pensamiento y emociones respecto al chico de doble quirk. Si algo sabía era que no sentía una simple amistad, talvez era atracción

 ¡PERO UNA MUY, MUY MINIMA!

Pero no era idiota, sabía que no solo él tenía esas emociones, si te tomas el tiempo suficiente, el bicolor era como un libro abierto, de inmediato se dio cuenta del interés que este tenía sobre su persona.

Eso le dejó pensativo la noche anterior. Y ahora con este gesto por parte del mayor, ¡Si él no tomaba la iniciativa no lo haría nadie carajo!

Así que tomo una generosa bocanada de aire y de manera brusca tomó la mano del chico a su lado, por poco le arranca la mano. Esto tomó desprevenido al mayor el cual se tensó al instante.

—¡Si te atreves a decir algo te mataré mierda!— gritó con sus orejas levemente rojas. Y shouto asintió al instante entre intimidado y enternecido.

Caminaron en silencio tomados de las manos, ambos con el estómago hecho un caos, mientras el corazón de Shouto explotaría en cualquier momento. Allí fue cuando recordó y de manera discreta sacó una lista con los piropos que escogió para esa ocasión. Tomó aire y lanzó el primero.

—Si la belleza fuera un delito, tu estarías en la cárcel—

El rubio paró en seco. ¿Acaso había escuchado bien?

Les juro que Shouto ya tenía testamento para su cuarta generación en caso de que Bakugou decidiera asesinarlo allí mismo. Sudaba frío esperando la reacción del contrario. Mientras Bakugou era un desastre, sentía rabia y vergüenza combinadas.

—¡TU... BASTARDO ATREVIDO!— le gritó mientras le pellizcaba de manera, nada gentil, la cara.

—¡Auch...! Bakugou eso duele— se quejó.

—¡TE LO MERECES POR ATREVIDO JODER! ¡MUERE!—

Se sentía halagado, eso no lo negaba. Además de cierta manera le gustó escuchar eso, puesto que su aterradora apariencia era algo muy criticado por la prensa y por varias personas, diciendo que no daba ni una pizca de héroe. Le conmovió saber que al menos él no pensaba lo mismo.

—¡AGH! ¡YA LARGUEMONOS, MUERO DE HAMBRE!— Gritó jalando de nueva cuenta al bicolor, el cual se sentía satisfecho con la reacción contraria, no lo molió a golpes, eso ya era algo.

Una vez llegado al lugar, de inmediato el rubio ceniza separó su mano de la contraria, ciertamente Shouto se sintió un poco triste pero era comprensible, puesto que en una sociedad donde los héroes eran símbolo de modelo a seguir no podían permitirse cometer errores, si les veían juntos de esa manera la prensa se los comería vivos en un abrir y cerrar de ojos.

—Buena tarde joven Todoroki, puede pasar al ala oeste, mesa 14— dijo el recepcionista dando una leve reverencia.

—Buena tarde y gracias— respondió este mientras avanzaba a donde le indicaron siendo seguido por Bakugou.

El rubio admiraba cada detalle del lugar, por donde se viera se notaba el lujo y lo costoso que debería ser, de inmediato se sintió apenado.

—¡Oi! bastardo. ¿No crees que exageraste? Ni siquiera puedo pagar esto carajo— dijo mientras tomaba asiento en la mesa indicada.

—¿pagar?. Nada de eso Bakugou, yo invito— respondió mientras ambos tomaban el menú.

—¡¿Estas putamente loco?! ¡¿ya viste lo que cuesta solamente este patético ramen?!— señalo el platillo del que hablaba y efectivamente tenía un precio exagerado para un simple ramen.

—No tienes de que preocuparte, como dije yo invito— respondió nuevamente con una leve sonrisa.

—Tsk... has lo que quieras entonces— dijo sin ganas de seguir ese debate que sabía no podría ganar.

—Sabes... eres como un diente, no puedo sonreír sin ti— recitó el siguiente piropo en su lista.

—¿Qué diablos dices? Eso es muy estúpido— burlándose de la extraña comparación realizada, raramente no le molestó solamente por que le hizo reír.

El mesero hizo acto de presencia retirándoles los menú y procediendo a pedir su orden.

—Una sopa miso y una botella de vino número 84, por favor— dio su orden Shouto —oh. y también quisiera ordenar unas galletas de la fortuna—

— un tonkatsu— dijo Katsuki.

—A la orden, en unos minutos les traeremos sus pedidos. Que disfruten su estadía— respondió dejándoles solos.

Shouto estaba un poco incómodo, nunca creyó que sacar un tema de conversación sería tan difícil, cuando iba a hablar el rubio se le adelantó.

—¿Galletas de la fortuna, enserio? ¿Qué eres, un niño?— se burló del pedido y Shouto solo se encogió de hombros un poco apenado.

—dicen que predicen el futuro—

—Eso solo lo creen las personas pendejas—

—Yo creo que es mágico—

—Que estúpido—

Luego de ese intercambio de palabras ambos decidieron callar, no es como si tuvieran mucho de que hablar de todos modos. Al cabo de unos minutos llegó el mesero con su orden, depositando dichos platillos en su mesa para luego retirarse.

—Y... ¿Qué tal está?— preguntó Shouto buscando la aprobación de su elección de restaurante.

—Yo lo haría mejor, pero no esta mal— Eso bastó para el bicolor. El cual procedió a servirle una copa de vino.

comieron en silencio, hasta que el de quirk dual decidió hacer otro movimiento.

—Si se juntan los mares y los ríos ¿Por qué no juntar tus pelos con los míos?—

Katsuki se atragantó con su vino a la vez que tosía frenéticamente.

—¡¿QUE CARAJO HAS DICHO?! ¡¿UH... BASTARDO DOS CARAS PERVERTIDO?!— Exclamó exaltado y totalmente furioso. Poco le importó la mesa puesto que se paró en ella para tomar por el cuello al mitad y mitad.

—¡Y-yo... Lo siento Bakugou!— dijo de inmediato, tanto avergonzado como alarmado de que el menor hiciera volar todo el lugar.

—¡¿QUIÉN RAYOS TE CREES PARA HABLARME ASÍ?! ¡¡TE MATARÉ!!—

Entre todo el zarandeo al mayor su lista de piropos cayó al suelo, siendo rápidamente capturada por el oji-carmín. Al ver esto el heterocromático entro en pánico.

—¡NO LEAS ESO BAKUGOU! ¡DEVUELVEMELO!— Gritaba tratando de recuperar dichas notas.

—¡¿QUE CARAJO OCULTAS?! ¡¿UH?!— Dijo mientras le realizaba una llave al mayor inmovilizándolo— ¡¿QUE ES EST-... to—

Aturdido era la palabra que nuevamente describía a Bakugou mientras leía el particular título de aquella lista.

"Frases para seducir a Lord Explosion Murder"

— ... —

— ... —

Ambos se encontraban en silencio. Uno en estado de shock y el otro deseando morir en esos instantes.

La mente de Bakugou no daba más, mientras leía las frases que cada vez eran una peor que la anterior...

-"Quien fuera noche para caerte encima"

-"Quisiera ser sol, para darte todo el día"

-"Rubio! necesitas señalización con tantas curvas uno se mata"

-"Tus ojos son como sartenes, cada que los miro se me fríen los huevos"

-"hermosa maceta para sembrar mi chile"

-"Como desearía ser jalea, para meterme entre tus panes"

-"Bendigo al panadero que hizo a la perfección semejantes bizcochos"

-"Juguemos al ascensor. Yo abajo mientras tu saltas arriba"

-"No soy doctor pero si que puedo ponerte mi inyección"

-"Vamos baby, te haré gritar y no de un susto"

-"Ojala fuera pulpo, hay tanto de donde agarrar"

-"yo no te deseo buenas noches, te deseo a todas horas"

-"si vas a estar en mi cabeza, al menos ponte ropa"

-" perdí mi número de teléfono ¿me das el tuyo?"


¡¿QUE MIERDA ERA TODO ESO?!

[...]

El camino de regreso fue de lo más callado. Ninguno cruzaba palabra y ni quería hacerlo. Una vez dentro de la U.A ambos tomaron el ascensor.

Eran al rededor de las 7:30 pm. Puesto que tuvieron una pequeña visita a la comisaria debido a un alboroto dentro del restaurante, mesas rotas y un piso explotado.

—Yo... Bakugou, lamento haberte hecho pasar por esto. Fue muy obsceno de mi parte, perdón— se disculpo por casi cincuentava vez en el día.

—Cállate o te volaré la puta cara—

El mayor decidió callar, en tal situación era lo mejor, ni siquiera estaba en una buena posición como para hablar. Llegaron al quinto piso y ambos salieron del elevador, Bakugou salió primero, el bicolor estaba a punto de tocar el botón para su piso cuando fue arrastrado fuera de este por Katsuki.

De manera agresiva el más bajo lo acorraló contra la fría pared del pasillo mientras lo veía con unos ojos que Shouto no pudo describir.

—Baku...gou  — estaba sorprendido tanto como apenado, pero fue el rubio quien habló.

—Eres raro bastardo, más de lo que creía— dijo mientras veía al chico frente suyo directo a los ojos. —Quiero golpearte hasta cansarme— un escalofrío recorrió al heterocromático, sabia que el oji-rubí no mentía sobre eso.

—Lo merezco— dijo girando su mirada a un punto que no fueran esos desafiantes y profundos ojos.

—Finalmente concordamos en algo mitad de culo— se acercó de manera peligrosa, invadiendo el espacio personal del mas alto el cual se altero por tal acercamiento— Que idiota mas desesperado. Eso es tan patético de ver—

La cara de Todoroki se tornó roja al instante, cosa que sorprendió un poco al menor. Pero sonrió con arrogancia.

—Si tanto me deseas, te daré la oportunidad de intentar cortejarme— Ahora Todoroki estaba impactado— Pero te lo advierto idiota, luego no podrás ni siquiera respirar sin mí. Te haré rogarme como un perro de mierda— 

—Tomaré el riesgo— respondió decidido de sus palabras y una sonrisa un tanto aterradora se formó en el rostro ajeno.

Lo que el rubio no vio venir fue el fugaz beso en su mejilla por parte del heterocromático que luego de cometer su crimen salió corriendo directo al ascensor para luego gritar.

—¡Daré mi mejor esfuerzo!— dijo con su cara extremadamente roja.

El silencio reino en el pasillo mientras la cara del rubio se tornaba del mismo color de sus ojos mientras su mano tapaba parte de su rostro.

—Es un maldito idiota loco— 




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