Paso #3: Sé tú quien ponga las citas.
El titulo de este paso originalmente era "Sé tu quien pongo Fin a las citas" pero me vino otra ida que me gustó más así que decidí hacer ese pequeño cambio al titulo wawis.
Una semana a pasado desde aquel encuentro tan preciado para Shouto.
Se mantuvieron distantes, cada uno con motivos distintos. Bakugou por confusión e incomodidad. Shouto por entrenamientos de su padre. Cabe recalcar que ya esta harto, del entrenamiento y de su "viejo", estaba impaciente por volver cuanto antes a la U.A para ver a Bakugou y a sus amigos si le queda tiempo.
—¡Mantén tu temperatura neutra Shouto!—
Decir que estaba harto se le quedaba corto. Lo único que quería era darle un puñetazo a su viejo, salir de allí, ir a la U.A y ver a su tan preciado rubio, valga la redundancia.
—Ya lo sé— dijo con los dientes apretados, soportando el enojo.
—Bien, es todo por este mes. Te espero al siguiente— dijo antes de salir de la habitación.
El bicolor por fin sentía que era libre y sin pensarlo dos veces, fue a ducharse, empaco sus cosas y se despidió de sus hermanos. Claro que pasó a visitar a su madre.
—¿Bakugou habrá pensado en mi?— Pensaba Shouto mientras iba en camino a U.A— No, no, eso seria demasiado imposible. Pero ¿y si lo hizo?—
No supo exactamente cuando fue que llegó. Iba tan sumergido en sus pensamientos que no se percató de su alrededor.
—Hey chico. Ya llegamos puedes bajar ya— respondió sonriendo la mujer que iba conduciendo el transporte.—Venga, deja ya de estar en las nubes o perderás tu parada— aconsejo aun sonriente.
Shouto se sintió avergonzado, asintió y bajo del autobús.
—Me pregunto si Bakugou me extraño— pensó mientras caminaba hacia las puertas de la gloriosa U.A. Una casi inexistente sonrisa apareció en su rostro acompañada de un retumbar de su corazón.
definitivamente tenia un mal de amores.
[...]
¡CLACK!
Fue el sonido emitido por las pesas al chocar contra el suelo. Eran al rededor de las 2:00 pm. las clases fueron suspendidas por una emergencia. Un asalto a un banco nada serio como un villano, solo un simple intento de matón.
—El mitad bastardo vuelve hoy— recordaba mientras secaba el sudor de su frente. Se palmeo la cara con ambas manos al darse cuenta de lo que hacia—¡¿Qué jodidamente hago pensando en cuando vuelve?! ¡no podría importarme menos lo que le paso a ese helado de fresa!—
—Ahh... es realmente lindo, eres perfecto Bakugou Katsuki— esas solas palabras volvieron a su mente, unas que fueron capaces de mantenerlo confundido durante días, y muy MUY en el fondo estuvo algo ansioso por el regreso del Todoroki menor.
—Enfermo. Definitivamente lo estoy— se dijo a si mismo. —nunca hemos hablado, ¡ni una sola vez que yo recuerde! ¿Por qué demonios ahora sucede tanto?—
¡BAM!
Al de repente la puerta de su habitación fue azotada, se alarmó y por acto de reflejo lanzó una explosión a esta misma.
—¡Woah! ¡cuidado Blasty!— gritó un asustado Kirishima, el cual estuvo cerca de convertirse en carbón o ser reducido a simples cenizas.—¡Por poco me matas!— se quejó lagrimeando.
—Tú... ¡Entrando de esa maldita forma a la habitación de otros!— le gritó atinando a darle un puñetazo.
—¡¿Y ahora porque me golpeas?! ¡eres muy malo blasty! ¡malo! ¡muy muy malo!— le gritaba sobando su mejilla mientras en un acto infantil le enseñaba la lengua.
—¡Eres muy ruidoso mierda!— se cruzó de brazos mientras le miraba de forma amenazante— ¡Ahora mejor empieza a escupirme que mierda haces en mi habitación! ¡¿UH?!—
—¡Enserio blasty es muy malo!— pensaba entre lloriqueos Eijirou.
—¿Y bien, porque estas aquí interrumpiendo mi privacidad?—
—¿acaso no puedo visitar a mi amigo?— dijo sonriente el peli-rojo.
—¡No conteste una pregunta con otra pregunta o te mataré!—
—¡Ay! ¡pero no me grites!— alguien apiádese de nuestro pobre Kirishima por favor—Bueno, es solo que has estado muy raro últimamente— dijo rascando su mejilla.
Esto solo desató la ira de nuestro rubio cenizo. El cual de inmediato tomo al peli-rojo por su camisa mientras le amenazaba con sus explosiones.
—¡¿Quién esta raro?! ¡Te mataré definitivamente lo haré mierda!—
—¡N-No lo digo como algo malo! ... e-es solo que has estado un poco distraído ¿sabes?. A veces no prestas atención a los entrenamientos o te pierdes en la nada pensando en algo. I-Incluso haces más ejercicio de lo normal—
Un chasquido de lengua fue la respuesta por parte de Bakugou, ciertamente a estado un poco ido estos día ¡Pero todo es culpa del bastón de navidad! ¡eso es un hecho!
—¡¿Que rayos haces tu metiéndote en mi vida?! ¡¿EH?!—
—¡Somos amigos Blasty! ¡Mina también lo a notado!—
—Les gusta mucho meterse en la jodida vida de los demás— dijo soltando de manera brusca a su auto-proclamado amigo.
—Blasty somos tus amigos, es normal que nos preocupemos por ti. Sabes que puedes contar con nosotros ¡Eso es lo que un hombre hace!— dijo sonriendo y apuntándose con su pulgar de manera decidida.— ¡Es por ello que venimos aquí!
—¡¿Venimos?!—
De manera casi inmediata ya se encontraba toda la Bakusquas en aquella pequeña habitación. Todos tomando asiento donde quisieran.
—¡HEY! ¡HEY! ¡¿Quién les dijo que podían entrar escorias!? ¡Oye baja tu sucio trasero de mi cama joder!— Dijo sacando a Sero de su cama.
—Blasty estamos aquí para averiguar que te a estado pasando— dijo Denki extrañamente serio.
—¡Tsk! esto es ridículo— dijo entre dientes mientras tomaba asiento, siendo capturado de inmediato por Mina y Sero.
—¡Si! te hemos visto muy distraído— se animó a hablar Sero.
—¡¿No será que al fin alguien a logrado cautivar el corazón de nuestro blasty?!— gritó al de repente Mina dejando casi sin audición a Bakugou.
—¡Que te den por culo! ¡No me interesan esas mierdas ridículas!—
—¡¿no lo estarás ocultando o si?!— dijeron al Unísono Denki y Eijirou. (Hay el amor)
—¡Claro que no! ¡Y YA DEJEN DE GRITAR!—
¡BAM!
—¿¡ACASO NADIE SABE TOCAR LAS MALDITAS PUERTAS!?— De manera apresurada se dio la vuelta para poder ver quien era el nuevo intruso. Soltó un jadeo, sintió que le faltó el aire y sus manos empezaron a sudar.
—¡TodoBro volviste!— dijo Kirishima pasando un brazo alrededor de su cuello, acto seguido se le unieron los demás del squad, exceptuando a Katsuki. Lo cual desanimó un poco al heterocromático.
—Y bien, ¿Qué te trae a esta humilde morada?— dijo Mina en un tono un poco cómplice.
—Escuché bastante ruido acá arriba, así que quise asegurarme que era—
—¿estas seguro que solo es por eso? ¿eh.. Todoroki Shouto?— dijo en un susurro en su oreja, Shouto sintió como su cara se calentaba levemente.
Acto que no pasó desapercibido por Bakugou quien veía de manera meticulosa cada movimiento realizado por la rosada.
Soltó un gruñido de fastidio.
—La verdad estoy aquí por Bakugou— explicó mientras todos se sorprendieron y casi desmayan, incluyendo al mismo susodicho el cual sintió que empezaba a sudar demás.
—wo-woah! ¿escuché bien acaso?— dijo un aturdido Denki quien aún no procesaba lo recién dicho.
—Estoy acá por Bakugou— repitió el bicolor para asegurarse de que escucharan bien.
—uh... ¡¿UH?! ¡¿QUE DEMONIOS, POR QUÉ YO?!— Gritó exaltado ante lo dicho.
Ignorándolo olímpicamente, se soltó del agarre del bakusquad y se dirigió directamente hacia el oji-carmín quién ya sudaba frío.
Se acerco a él invadiendo su espacio personal bajo la atenta mirada de todos allí. De una manera delicada y elegante tomó entre sus manos la mano de Katsuki, a la vez que se arrodillaba levemente.
—¡tengamos una cita!— dijo/gritó decidido de lo que decía.
...silencio.
Denki quien ya no tenia parpados de tan abiertos que estaban.
Sero y Kirishima aturdidos y temerosos de presenciar un posible asesinato.
Mina quien los miraba cual madre orgullosa de su hijo ¡Todo estaba marchando bien!
—¿y bien? Bakugou sal a una cita conmigo ¿Por favor?— dijo con un azul cual cielo resplandeciendo por un lado y un misterioso gris por el otro.
Aturdido, era la palabra exacta para describir a Bakugou Katsuki en esos momentos.
—¿n-no es esto raro?— dijo tratando de sacar su mano de entre las del chico arrodillado.
—¿Qué es raro?— dijo refiriéndose al por qué su propuesta era rara para el rubio cenizo.
—Para empezar ambos somos hombres mierda, eso ya es raro— dijo sacando por fin su mano, pero Shouto fue más rápido capturando ahora la otra mano.
—Chicos vámonos, démosles un poco de privacidad— dijo Ashido sin esperar una respuesta y sacando a todos de allí, dejando a ambos chicos solos.
Y por fin llegó ese tan incomodo silencio que ambos conocían también.
Shouto por un lado se sentía avergonzado, patético y de alguna manera humillado. Bakugou era básicamente lo mismo pero agregando la parte de la confusión y la ira.
—Tú...—dijo Shouto captando rápidamente la atención del rubio.—Tú... ¿tanto me odias?—
La pregunta lo descoló un poco, ciertamente no eran muchas las personas que tolerara, Todoroki formaba parte de ese montón. Pero no lo odiaba totalmente, a veces era agradable estar con él. Como en ese día en la enfermería.
"Ahh... es realmente lindo, eres perfecto Bakugou Katsuki"
Recordó nuevamente esa frase que lo hizo estremecer y caer en una total confusión. ¿Era una amistad lo que el heterocromático quería entablar con él acaso?
—¿Bakugou?—
—Tsk... ¡¿Qué rayos quieres mierda?! ¡¿quién puta te entiende?!—
—¡Quiero que salgamos!—
—¡Bien si eso quieres! ¡Mañana a las 2:00 pm en punto! ¡Y si te atreves a llegar un segundo tarde te mataré!—
Bueno, no salió como se lo imaginaba pero al menos no lo rechazó. Eso ya era algo.
Sonrió. Una sonrisa totalmente genuina y que rebosaba alegría. Sin poder evitarlo Bakugou sintió como su pulso se aceleraba al verlo. En un impulso Shouto se levantó del suelo abrazando al chico frente suyo susurrándole un...
—...Gracias...—
Lo hizo sonrojar, y muy a regañadientes devolvió el abrazo. Sabía que tratar de separarlo era inútil.
La bakusquad veían atónitos tal escena a través de la cerradura de la puerta. A algunos les parecía extraño como era en el caso de Kirishima y Denki. Pero a pesar de era su amigo, talvez abrir sus mentes a nuevos pensamientos no estaría mal.
Y Mina, bueno daba saltos de victoria. Ahora solo quedaba armar la cita perfecta.
Al parecer todos notaban la tensión que había entre ellos, una tensión empalagosa y extraña, la bakusquad ya sabía algo que incluso ellos no. Todos lo notaban, todos menos ellos mismos.
Solo necesitaban un pequeño empujón...
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