Capítulo tres: Primer acercamiento.
Me siento muy feliz de que esta historia este teniendo tan buena aceptación :D ¡Soy muy feliiiiiiiz! :3
***************************************************
¿Qué le había dicho Makino? Ah sí, debía saber si le tenía miedo a algo, después aquel niño podría volverse su nakama. Comenzó a recorrer el bosque, perdiéndose un par de veces, en lo cual cogió una vara en el camino. Al cabo de unas horas su paciencia iba mermando ¿A dónde habría ido ese niño? No lo encontraba por ningún lado.
— ¡Oye! — chilló después de perder la paciencia — ¡Niño de gorrito chistoso! ¿Estás por ahí~?
Decidió dar con él como diese lugar. No era muy buena idea gritar en el bosque, no tanto porque pudiese haber bandidos y piratas resguardados en este, sino que era hogar de innumerables animales salvajes que podrían asesinarte de un segundo a otro sin darte oportunidad de escapar.
— ¡No se vale! — una venita de enojo apareció en su nuca — ¡Niño del gorrito chistoso~! — no iba a rendirse — ¡Au!
— Cállate...de una vez ¿Quieres...? — murmuró una voz un poco apagada.
Luffy tuvo que alzar la mirada, para ver como en una de las gruesas y altas ramas de uno de los árboles, se encontraba aquel niño antipático, era fácil saber que él le habría arrojado aquella rama. Mientras este tenía el ceño fruncido y estaba visiblemente molesto, Luffy sonrió ampliamente ¡Lo había encontrado! O él a Luffy... Bueno, era igual.
— ¡Niño del gorrito chistoso! — le llamó con emoción — ¡Sé mi nakama!
— No — cortó y dejó de asomarse, quedando oculto.
Eso causó queja y enojo en Luffy, ¿Por qué? Ni Ace ni ese niño querían ser sus nakama. Comenzó a quejarse a viva voz, sin importarle si alguien los escuchaba o no, quería que ese niño formara parte de su tripulación. O, mejor dicho, fuera el primero en unirse. De pronto, recordó lo que Makino le comentó, decidió ponerlo en práctica.
— ¿Le tienes miedo a algo? — aunque quizá lo estuviese haciendo de la manera errónea.
— No te incumbe — respondió tajante.
— ¿A qué le tienes miedo? — volvió a preguntar, el chico se estremeció, causando que diese un bufido — Baja.
— No.
— ¡Por favor!
— He dicho...que no — respondió, le costaba respirar un poco, no se sentía para nada bien.
— ¡Baja!
— ¡Ya déjame en paz!
Luffy infló los mofletes, haciendo un berrinche, quizá debió prever que se negaría o por lo menos en un principio lo haría. Su paciencia era como la mecha corta de una bomba, puede que quisiese convencerlo de ser su nakama, pero una vez perdía la calma llegaba a aparentar que quería en vez un enemigo.
Que Luffy comenzara a armar todo un escándalo, sumando que de por sí ya se sentía mal, fue un completo martirio. Con solamente unos cuantos instantes de escucharle, reunió las fuerzas suficientes para bajar del árbol y propinarle un zape exigiéndole que se callase.
— ¡Eso me duele, cabrón! — lloriqueó.
— ¡Tú te lo buscaste! — gruñó, un mareo se hizo presente, por lo que se apoyó de un árbol — "Rayos..."
— ¿Te sientes bien? ¡Oye! ¡Oye! — y eso fue lo último que Law escuchó antes de caer inconsciente.
La fiebre y el cansancio, anexando el hecho de que no había estado comiendo como se debía esos últimos días, causaron un rotundo desmayo en el de ojos grises. Luffy se alarmó al verlo perder la consciencia, ¿Qué iría a hacer? ¡No lo sabía! Pero el sentido común que poseía, por poco que fuera, le indicaba que no podía dejarlo ahí por nada del mundo.
— ¿Qué hago? — se cuestionó, con preocupación — No va a dejar que lo lleve con Dadan, ¡Se va a morir! — chilló paranoicamente — Ah, pero estando así no puede decirme nada.
Finalmente, cayó en cuenta de que, una persona inconsciente no podría refutarle nada. Como pudo, llevó al niño hasta la casa de Dadan, cosa que lamentablemente no fue tan fácil como pensó que sería. ¿Débil? ¡No, no era débil! Sin embargo, la verdadera razón de que le costara trabajo, era porque ese niño era mayor así que se le dificultaba cargarlo correctamente sin pasar a botarlo. Posiblemente fuese de la edad de Ace.
— Luffy ¿¡Qué fue lo que pasó!? — chilló Dogra, desde lejos, pensaba que era Ace...
— ¿Quién es? — Magra se extrañó al ver a aquel chico.
— ¡Dogra, Magra! — miró a verlos suplicante — ¡Ayúdenlo, es mi nakama! ¡Por favor!
— ¿Tu nakama? — cuestionaron ambos, pero el lamentable estado del niño, hizo que espabilaran y dejaran el tema para después.
Luffy insistió en quedarse en el cuarto mientras lo atendían, aunque realmente no supiese nada sobre medicina, quiso quedarse. En lo que ambos bandidos pertenecientes a la Montaña Corvo atendían al niño, Luffy comenzó a caminar alrededor de ellos, intentando ver mejor lo que hacían. Claro que no entendía nada.
— Oye, Luffy — vio repentinamente Dogra palideció.
— ¿Qué?
— ¿De dónde viene esté niño...? — su rostro pasó de pálido a azul.
— No lo sé.
Magra y Dogra, con una expresión similar, se miraron a ver. Ellos eran los médicos de los Bandidos de la Montaña Corvo, es por ello, que intentaban estar lo mejor preparados. Es por ello que, aunque le molestara un poco a su jefa, iban frecuentemente a la Villa Foosha para enterarse de nuevos padecimientos y las respectivas curas o tratamientos de estos.
Hacía unos cuantos meses atrás, había llegado a la Villa, un periódico como todos los días. Sin embargo, lo extraño y desconcertante fue, que ese mismo día llegaron dos periódicos. Lo que en este decía, tenía una gran relación con respecto al "Plomo Blanco" y... La catástrofe de Flevance. No obstante, no eran tan ignorantes como se creía, ellos habían vivido y visto lo suficiente como para saber que...
— ¡Los del gobierno van a venir hasta aquí! — Dogra no tardó en gritar.
— Oye, Luffy ¿Dónde lo encontraste? — cuestionó Magra, mucho más calmado que Dogra, reanudando el tratamiento al niño.
— Estaba en un bote, estiré el brazo y lo arrastré a la orilla — presumió con una sonrisa, al recordar su hazaña.
— ¿Nadie estaba junto a él? — interrogó, finalizando las atenciones médicas que podía darle.
— No me fijé — respondió sonriente.
Con esa respuesta, Magra suspiró y Dogra siguió con su paranoia gritando "¡Los del gobierno nos vendrán a buscar! ¡jefa, jefa! ¿Dónde se ha metido?" Ambos adultos compartían la misma preocupación, por un lado, estaba el hecho que el gobierno perseguían a todo sobreviviente de Flevance, y por otro, pero no menos importante estaba la reacción de su jefa.
— Bueno, lo mejor será que lo dejemos descansar — habló el adulto más alto — Todo lo que podemos hacer es tratarle la fiebre y darle algo de comer.
— ¿Eh? ¿No pueden curarlo? — se quejó.
— ¡Lo que tiene no se puede curar! — chilló Dogra — Escucha, Luffy. Ese niño tiene el síndrome del Plomo Blanco, seguramente es el mismo niño que el gobierno busca, una vez despierte deberá irse de aquí ¡Si la jefa lo descubre nos matará!
Luffy frunció el ceño, ¿Por qué armaban tanto alboroto? Miró a ver al niño, las manchas blancas en su cuerpo eran poco normales de ver, lo cual delataba que venía de Flevance. Existían diversos padecimientos que se confundirían con la enfermedad del oji-gris, sin embargo, las manchas de estos no eran tan blancas como las que él tenía.
.
.
— ¿Dónde estoy? — una persona caminaba por un sitio que podría considerarse un basurero, suspiró en derrota y se rascó la nuca — ¿Y a dónde habrá ido ese mocoso?
Entre toda esa montaña de basura, eran distinguibles unas cuantas personas por lo que, sin tener otra opción, se acercó hasta a ellos. Quizá podría enterarse de su paradero si preguntaba.
.
.
Cuanto volvió a abrir los ojos, era de tarde, no faltaba mucho para que anocheciera. Su vista topó directamente con el techo de madera de alguna casa, parpadeó un par de veces, se encontraba realmente desorientado. De pronto, vio un rostro sonriente muy cerca de él, fue algo inesperado.
— ¿Ya te encuentras-...? ¡Eso duele, joder! — se quejó cuando el otro niño, por su brusco incorporar, golpeó su frente con la ajena — ¡No te levantes así!
— ¡Entonces no te aparezcas así! — bramó el oji-gris, con el ceño fruncido — ¿Dónde demonios estoy?
— En la casa de Dadan — comentó Luffy.
Antes de que pudiese decir algo, Dogra se hizo presente, no entabló plática. Simplemente le dejó algo de comer y huyó de ahí, para su suerte Magra le hizo llevarle la comida al crío, puesto que Luffy sería incapaz de cumplir esa sencilla tarea. Era más que obvio que se lo zamparía.
— ¿No vas a comer? — ya empezaba a salivar.
— ¿Dónde estoy? — exigió saber, su estómago rugió y no le quedó más alternativa que comer.
— ¡En casa de Dadan! — repitió como si fuese lo más obvio del mundo.
— ¡Me refiero a que isla! — el azabache mayor le miró con recelo.
— Eh... ¿Cómo se llamaba? — divagó un poco — ¡La isla Dawn!
— La isla Dawn...— murmuró, entonces, quizá estuviese parcialmente a salvo por ahí.
El silencio se hizo presente. Sin embargo, no sería algo duradero, eso estaría a punto de descubrirlo. Luffy, olvidando que él estaba enfermo y necesitaba comer, intentó robarle algo de la comida. Pese a estar algo débil, por su padecimiento, seguía siendo perfectamente capaz de defenderse. De un zape, dejó a Luffy contra el piso, viéndole mal.
— Me marcho — anunció, poniéndose de pie y cogiendo su gorro una vez terminó de comer.
— ¿Eh? ¿Por qué? — Luffy hizo un puchero, pero aquel niño le pasó de largo
Mientras él se marchaba de ahí por la puerta trasera, además de sentirse incómodo era principalmente para evitarse la típica reacción que todos se llevaban, un niño de cabello negro y pecas entraba por la puerta principal de la casa acompañado de una mujer alta y robusta.
— ¡Ya regresó, jefa! — apenas la vio, Dogra se colgó de ella.
— ¿Qué te pasa? — se quejó Dadan — Parece que hubiesen visto un fantasma... ¿¡Acaso Garp vino!?
— No, no jefa...no es nada...— murmuró Magra sin verle.
— "Que mal mienten..." — pensó con vergüenza ajena Dadan — No importa, ¡Hora de cenar!
— ¡Ya regresaste, Ace! — mencionó felizmente Luffy.
— No me hables — cortó el pecoso.
Una nueva diatriba no se hizo esperar de parte de Luffy, ¿Por qué todos le decían eso? Primeramente, Ace, luego, aquel niño que sí o sí sería su nakama. No aceptaría un no por respuesta. En ello, reparó en algo demasiado importante, quizá lo primero que debió preguntar.
— ¿Cómo es que se llamaba? — no le preguntó su nombre.
********************************************************
Creo que solamente a Luffy se le olvida preguntar nombres XD ¿Quién será el personaje extra? O.o ¿Pueden adivinarlo? ¿Será un nakama nuevo de los futuros "Sombrero de paja"? O... ¿¡Un enemigo!? °~°
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro