Capítulo seis: Con el pie derecho.
¡Wow, wow, wow! Kha? ._. ¿Una actualización tan seguido? ¡Así es, no es un simulacro! XD Más bien es un regalillo por la irregularidad de las actualizaciones -.-U
Espero que les guste :D
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El lugar se hallaba destrozado. Los presentes tenían quemaduras graves, el único que seguía medianamente consciente, era Porchemy. Estando bajo los escombros no tenía ganas ni fuerzas para levantarse en esos momentos.
— Porchemy...— escuchar la voz de su capitán le heló la sangre — ¿Así que te han derrotado? Vaya inútil...
— Capitán... ¡Espere! — pidió al verlo sacar una pistola — ¡Yo aún puedo-...!
Un disparo se oyó.
.
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La luz del sol le daba de lleno en el rostro, así que, después de hacer por un rato muescas finalmente decidió incorporarse. Con una carita adormilada, abrió los ojos y se los talló para dar un sonoro bostezo que le sacó algunas lagrimillas.
Intentó moverse, sin embargo, al terminar de espabilarse notó lo adolorido que traía el cuerpo. Se fijó en que se encontraba casi totalmente vendada, cual momia, a excepción de su rostro.
— ¿Dónde estoy? — ladeó la cabeza con intriga.
Lo último que lograba recordar, era haberse encontrado con aquellos piratas y que el mas robusto la llevó apresada con una mano. Cuando intentaron primeramente sacarle el paradero de Torao, por aquel "ese es el bastardo que buscamos", fue suficiente para callarla como una tumba.
Ellos no buscaban hacerle nada bueno al azabache. Es por ello que decidió no decir nada, aunque le pegasen tan brutalmente como lo hizo Porchemy, no hablaría por nada del mundo. Cabe decir que, semejante paliza, no se la habían antes ni de lejos. Ni siquiera cuando los piratas Akagami pensaban que era un niño.
— ¡Hey! ¿Hay alguien aquí~? — cuestionó tras levantarse del futón.
— ¡Luffy! — el primero en correr a ella fue Dogra — ¡Pensamos que no pasarías la noche!
— ¡Luffy! — la voz molesta de Dadan resonó por la cabaña — ¡Waaah, idiota! ¡No me asustes así! ¡Pensé que habías muerto!
— ¡Suéltame, Dadan! — exigió pataleando ante el sorpresivo abrazo.
Tras espabilar no le había costado mucho percatarse de que yacía en su cuarto, en la cabaña de los bandidos, en la montaña Corvo. Cuando la soltaron, tenía el ceño fruncido y estaba verdaderamente confundida. Ahora que recordaba ¿No estaba siendo torturada por aquel pirata?
— ¿Cómo llegué aquí? — cuestionó mirando todo a su alrededor.
— No sabemos — negó Magra — Salimos a buscarte y cuando regresamos ya estabas en la habitación toda vendada.
— Cierto — concordó Dogra — ¿¡Dónde te habías metido!?
— No me acuerdo...— mintió desviando la mirada.
— "Debo enseñarles a mentir..."— pensó Dadan con pena ajena — ¡Eso ya no importa! Ya estás aquí, así que, ¡Ayúdame a lavar la ropa!
— ¡Me niego! — chilló y, aunque adolorida, abandonó ávidamente la cabaña.
— ¡Regresa, pequeña bribona! — chilló en respuesta la robusta mujer.
.
.
— ¡Lo mataré!
— ¡Cálmese capitán! — pedía Yassop, más que harto.
Mientras que el francotirador de los piratas Akagami sostenía a su capitán por la cintura, siendo ayudado en retenerlo por Lucky Roo, este forcejeaba con tal de lograr que lo dejaran libre.
— ¡Duele! — se quejó la monita al sentir el algodón empapado en alcohol tocar sus heridas.
— Te lastimaron mucho — la voz de Makino fue triste con un matiz de enojo, terminó de desinfectar las heridas para vendarlas — Listo, tus vendas ya están limpias.
No pudo evitar desviar la mirada al piso, viendo las vendas usadas y ensangrentadas, ¿Quién era capaz de hacerle semejante barbarie a una niña de 7 años? Los bandidos del otro día habían pasado a matarla y, ahora, osaron secuestrarla por varios días.
Por su parte, Luffy, miraba sus vendajes nuevos. Se sentía y parecía una pequeña momia, sentía raro cerrar los dedos debido a los vendajes, los cuales se ajustaban perfectamente a su cuerpo casi como una segunda piel. Mientras Shanks seguía montándose una diatriba, ella siguió mirando sus manos.
"¡Que horror! Está cubierta de sangre ¡Me niego a cargarla! Apenas hoy conseguí ropa nueva y limpia"
"Cállate y ayúdame. Quedó inconsciente...mientras menos la movamos será mejor, hay que llevarla a aquella cabaña"
"¿Te refieres a la que fuiste esta tarde? ¡Es una cabaña de bandidos!"
"¿Entonces prefieres cuidarla? Si es así..."
"¡Está bien! Tú ganas, ¡Médico de cuarta!"
Ladeó la cabeza con intriga, ¿Por qué la voz de Torao, aunque ahogada como si ella estuviese de bajo del agua, se escuchaba en su cabeza? Y ¿De quién era la otra voz? Si se lo ponía a pensar ¿Quién la había llevado a la cabaña?
Magra y Dogra le habían dicho que había aparecido de repente, que cuando ellos llegaron ya estaba ahí. Así que... ¿Podría Torao...?
— "Tengo que agradecerle" — pensó mientras sonreía.
— ¡Luffy! — le llamó Shanks, mordisqueando la mano de un chillante Lucky Roo, para que lo soltasen — ¡Dime el nombre del desgraciado que...! ¿Luffy? — sus planes de venganza se fueron al caño al no ver a la niña.
Luffy no sabía si realmente había sido Law quien la llevó a la cabaña de la Familia Dadan, sin embargo, no perdía nada en preguntarle. Salió disparada del bar, lo más que sus lastimadas piernas podían, con dirección al bosque.
Quizá ese día tenía suerte, ya que, al poco de andar se encontró con el azabache. Sin más, terminó acelerando su carrera y tacleó al oji-gris. Claramente que este último no se lo esperó.
— ¿¡Qué demonios haces!? — bramó Law con crecientes deseos de tirarla al mar.
— ¡Gracias Torao! — soltó sonriente — Tú fuiste el que me llevó con Dadan ¿Verdad?
Law se quedó callado, pensativo, ¿Culpa? No tenía planeado mentir, pero tampoco tenía en sus planes responderle. Sólo se puso de pie, decidido a ignorarla y seguir su camino. Todavía no sabía si estaba de humor o no, al menos, se había enterado de lo que ocurrió con la división de Porchemy.
— ¡Torao, espera!
— ¡Deja de seguirme! — la encaró frunciendo el ceño — Te dije que te apartarás, no me hiciste caso y mira como terminaste ¿Acaso estás loca? ¡Casi te asesinan! Todo por el simple hecho de conocerme...
Luffy se quedó en silencio, como haciendo un berrinche silencioso, no le gustaba que la regañaron...pero, era Torao, además de que...parecía bastante molesto. ¿Por qué estaba enojado? Si ella estaba bien y no había dicho nada de nada a Porchemy ni a nadie.
— Sólo por eso te estuvieron dando una paliza por días — continuó, apretó los puños con molestia — ¡Me hubieses delatado o no, iban a asesinarte! Es más ¿¡Por qué demonios no me delataste!?
La monita se quedó callada, ¿Por qué no le había delatado? Torao era buena persona, tenía un trato tosco con los demás, pero era alguien bueno. Buena muestra de ello, era el hecho de que la había llevado con Dadan y rescatado de ahí. Pero más que nada...
— Porque...— murmuró y sus cejas se fruncieron — ¡Porque si lo hubiese hecho no podríamos ser amigos!
¿Ser amigos? Law le miró como si fuese la cosa más extraña en todo el amplio mar, había arriesgado su vida y soportado todo ese maltrato ¿Sólo para poder ser amiga suya? Alguien que llegaba a tal extremo...
"Encontraremos a alguien que pueda curarte... Te lo prometo, Law"
Negó con la cabeza. Daba igual si ella podía llegar a ser alguien en quien pudiese confiar plenamente incluso su vida, si seguía así, le pasaría lo mismo que sucedió con Cora-san... Terminaría siendo asesinada.
— Mejor regresa a tu casa — soltó fríamente — Seguro que tus padres están preocupados por ti.
— No tengo... — miró al piso con tristeza.
Law, que se había dado media vuelta dispuesto a irse, tuvo el instinto de voltearle a ver. ¿Qué le había dicho...? Mudo, quizá por la noticia, se le quedó viendo. Por un momento creyó escuchar mal, sin embargo, desechó esa idea de inmediato. En cierta medida, eso lograba responderle el por qué siempre le atosigaban sin descanso aparente.
— ¿Qué les pasó...? — preguntó con cautela ¿Acaso la habían...?
— No lo sé...— admitió, los ojos se le llenaron de lágrimas — Odio a los bandidos... Los de la villa están siempre ocupados... ¡Si no estoy contigo, estoy sola!
— ¿No hay nadie más que esté contigo? — cuestionó con mucha menos frialdad.
— Sólo tengo a mi abuelo... pero casi nunca le veo — respondió mientras se sorbía un poco los mocos que acompañaban a los lagrimones.
— Ya veo...
Después de aquel débil susurro, Law no apartó la vista del suelo, como si hubiese algo interesante en este. Él tampoco tenía nadie, todos había muerto aquel fatídico día, estaba completamente solo. Corazón, aquel torpe hombre que había sido como su padre, ya no estaba en ese mundo...
"No todos son malos, Law. Seguro que hay gente buena en la que podrás confiar"
— Yo... ¿Te importo?
— ¡Por supuesto! — la respuesta de la monita no se hizo de rogar.
— Eres muy molesta — finalmente le miró a ver y continuó caminando, siendo seguido por Luffy, hasta llegar a la casa del árbol.
— ¿Torao? — la monita ladeó la cabeza cuando él pateó el tronco del árbol, haciendo descender una escalera improvisada.
— De una vez de digo que no pienso tener a una inútil como capitana — sentenció cruzándose de brazos.
Eso bastó para que Luffy comenzara a dar saltos en su lugar, eso quería decir... ¡Que Torao aceptaba ser su nakama! Estaba de lo más emocionaba ¡Tenía un nakama! Por su parte, Law dejó un poco su seriedad habitual, para sonreír levemente. "Personas buenas..." ¿Eh?
— Esta vez comenzaremos con el pie derecho — sin más le tendió la mano.
— ¡Sí! — sin más Luffy tomó su mano — ¡Soy Monkey D. Luffy, próximo rey...reina de los piratas!
— "¿¡Es también un D!?" — pensó asombrado — Yo soy Trafalgar D. Water Law.
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Esto ha sido todo por el cap de hoy :3
¡Próximo capítulo! ¿Law conocerá a Sabo y Ace en el siguiente cap? ¿Ustedes que dicen? Cada vez falta menos para que Law tenga que huir de Shanks cuando se conozcan XD
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