El ambiente se sentía pesado. En aquella sala, en la casa del alcalde, se encontraban cuatro personas. Una niña que, cabe decir parecía niño, sentada en el sillón. A ella le acompañaban tres adultos, que le miraban con seriedad. Y un tanto de diversión por uno de ellos.

— Luffy, ¿Podrías decirnos la verdad?

Makino intentó que su voz sonase amable, aunque estuviese muerta de la preocupación.

— N-No sé de qué me hablan...

— ¡No mientas!— el alcalde la señaló acusador— ¡Ni tú ni los bandidos de la montaña Corvo saben mentir! Le dije a Garp que era mala idea llevarte ahí, solamente te enseñan a hacer cosas inmorales ¡Jamás nadie me escucha!

Sintió como alguien posicionaba una mano en su hombro.

— Tranquilícese alcande.

— ¿¡Cómo me pides que me tranquilice, Shanks!? ¡Hmp! ¿De qué me quejo? Muchacho, en esta sala tú serías el que menos entendería de moral.

Shanks formó una mueca de dolor.

— Eso duele en el fondo de mi alma, alcalde.

— El capitán es buena persona, alcalde.

El pelirrojo sonrió ante lo dicho.

— ¡No lo defiendas, Makino! Si fuera tan buena persona no sería un pirata.

— ¡Pero alcalde! Tampoco todos los marine son buenas personas.

— ¡Ya estuvo con esto! Nos estamos desviando de la conversación. Luffy, vas a... ¡No huyas, pequeña revoltosa!

La niña tragó saliva, mientras los adultos discutían, logró acercarse a la puerta y abrirla. Justo cuando estaba por escabullirse, ellos se dieron cuenta y el alcalde cerró su única salida con llave. Tuvo que volver al sillón.

— Entiende que nos preocupas, Luffy.

— ¡Pero no he hecho nada malo!

— ¡Pero sí muy peligroso!

La monita comenzó con una silenciosa rabieta. ¿Qué había hecho mal? Desde que barrieron con Wendel y sus hombres, hace ya dos meses, más piratas cayeron ante la formación "Patea-traseros" (como ella lo llamaba) con un éxito sorprendente. ¡Con ellos tres era más que suficiente para derrotar a una tripulación pirata de ese tipo!

Bueno, mucho tenía que ver el modo de seleccionar a los infortunados piratas a los que atacarían, Law sí que tenía madera para estratega. O, por lo menos, eso había dicho Caesar en una ocasión donde creía que nadie le escuchaba. Que la pelinegra empezara a traer piratas para cobrar la recompensa de estos fue obvio que terminaría llamando la atención.

¡Lo peor de todo fue la reacción de Garp! El viejo marine estaba más que encantado con los actos de "justicia y heroísmo" de su pequeña nieta. Inclusive el mismo venía a entregar la recompensa y llevarse a los piratas vencidos, secretamente con ello tenía una excusa para ir de visita más seguido.

— Mi abuelo dijo que estaba bien.

— ¿Garp-san dijo eso?

— Makino, de él es lo primero que podría esperarse.

Que inclusive alentara a Luffy a ir en caza de esos piratas en vez de obligarla a quedarse durante sus visitas, lo cual ya era de por sí increíble, fue la cereza del pastel. En cuanto Caesar y Law se enteraron de quién era el único familiar sanguíneo con el que contaba la niña, supieron de inmediato que se metieron de lleno a la boca del lobo.

— Luffy, ¿Quieres ser una marine? Creí que querías ser pirata.

— ¡Y lo seré! ¡Seré la próxima reina de los piratas!

El alcalde aporreó la punta de su bastón contra el suelo con enojo.

— ¡Akagami! ¡No empieces con eso!

Shanks sonrió y decidió pasar eso de largo.

— No lo creo, los que capturan piratas y los entregan a la marina suelen volverse marines.

— ¡Que voy a ser la próxima reina pirata!

— ¿Ah sí?— fue en ese momento en el que los otros dos adultos se percataron de la trampa astuta del pelirrojo— Seguramente los atrapas para empezar a hacerte de fama entre los marine y poder ascender más rápido.

— ¡Que no! ¡Necesito reunir dinero!

Y ese era el momento preciso para llevarla a cabo.

— ¿Para qué? ¿Para poder llegar a una isla dónde haya un cuartel en el que puedas unirte a la marine?

— ¡Que no! ¡Necesito el dinero para nuestro ahorro pirata y podamos embarcarnos al mar!

Los adultos se quedaron callados. Shanks parpadeó un par de veces, normalmente el sonreiría y diría a los demás que simplemente habría que vigilarla un poco para que la situación con los bandidos de Higuma no se repitiera. Pero, había un pequeño problema, ese plural...

— ¿Quiénes...?

La monita retrocedió, cubriéndose la boca con ambas manos, sabiendo que la había cagado. La cara de Shanks daba miedo, pese a que era alguien bromista y despreocupado, nadie querría lidiar con él cuando se ponía de ese humor.

— N-Nadie...

— ¡No mientas!— el pelirrojo se puso dramático— ¿¡Quién te está forzando a atacar piratas!?

— Seguramente ayuda a su novio~....

— ¡Ella no tiene novio ni lo tendrá!— saltó el Akagami— ¿Yasopp? ¿Qué hacen todos aquí?

En la ventana abierta se encontraban, prácticamente, todos los miembros de la tripulación de los piratas Akagami. Luffy intentaba encontrar un lugar por el cual escapar de ahí, no solamente para evitar que le sonsacaran información, sino porque se le hacía tarde para reunirse con Law y Caesar e ir a su primera excursión al Reino Goa.

— Vamos Shaks, ¿Tú a los cuántos años tuviste tu primera noviecita?— le picó Yasopp.

— ¡Eso es diferente! ¡Yo ya tenía 15 años!

— 7, 15... No le veo mucha diferencia— comentó uno, tratando de fastidiar al alterado hombre.

— ¡Hay demasiada diferencia!

Unos cuantos ruidos llamaron la atención de todos, Luffy trataba de forzar la puerta, o jalarla con todas sus fuerzas para que se abriera. Claramente que la puerta no iría a ceder tan fácilmente.

— ¡No intentes huir jovencita!— Makino se enjarró de brazos.

— Pero... ¡Escuché algo afuera!

Aunque fue algo tan repentino, sonando a una excusa poco creíble para esa situación, le dieron el beneficio de la duda. Ciertamente podían escuchar un jaleo en el pueblo, más específicamente, en la costa de desembarque.

— Cuando regresemos, tendrás que decirnos— fue la amenaza velada de la peli-verde.

Cuando salieron de la casa del alcalde, acompañados de la tripulación Akagami, pudieron ver qué era aquello que causaba tanto alboroto. Un barco pirata acababa de atracar en el muelle. Los aldeanos de la villa Foosha estaban preocupados, debido a que el último barco que arribó, había sido el que Higuma y sus hombres.

— ¿Quiénes son ustedes y qué quieren? Más le vale no causar problemas, piratas.

El alcalde fue firme, la vez pasada casi mataban a Luffy por esos bandidos, es por ello que estaba tan preocupado por las "hazañas" que se montaba últimamente. Todos quedaron mudos cuando una mujer de cabello verdoso obscuro, el cual le cubría medio rostro, y bufanda a cuadros blancos y azules los encaró.

— No tenemos intenciones de causar problemas en estos momentos, anciano. Solamente queremos descansar unos días en una isla y conseguir suministros— murmuró, la bufanda le tapaba hasta la altura de la nariz— Yo soy Cabaji, vice-capitana de...

— ¡Mentirrra!

— ¡Yo soy la vice-capitana, Mohji! Así te guste o no.

La recién llegada, una mujer de ropas cortas y afelpadas que le hacían lucir una pinta felina, se lanzó sobre Cabaji. Ambas rodaron por la cubierta de su barco, llamando la atención de los y las demás tripulantes del barco. Especialmente de la cabecilla de este.

— ¿Quién será el capitán?— murmuró Yasopp.

Beckman iba a hablar, pero fue interrumpido por su propio capitán.

— Creo que tengo una idea de quién puede ser.

Les extrañó bastante que sonriera, de oreja a oreja, luciendo bastante emocionado. Luffy inicialmente planeaba escabullirse, pero el comportamiento de Shanks se lo impidió, le picaba la curiosidad ver de quién se trataba.

— ¡Mohji! ¡Cabaji! ¿Qué demonios se supone que hacen? ¡Estaba durmiendo, pedazo de idiotas!

— ¡Lo sentimos mucho, Buggy-san!

La sonrisa de Shanks fue tan radiante, lo suficiente como para preocupar a la bella Makino, ¿Por qué tenía ese extraño presentimiento? Escuchó aquella voz regañando a ambas féminas, si no mal estimaba, su edad rondaría la de ella y la de Shanks.

Logró verle  cuando se acercó al borde del barco. Su cabello azul era lacio y largo, sobre sus hombros tenía una gabardina negra con los kanji de "Capitán" en este. Sin embargo, Makino parpadeó perpleja, conforme más escuchaba su voz un extraño sentimiento la carcomía. Justo cuando "el capitán" volteó, ella palideció, "el capitán" no era un él...

— ¡Buggy! ¿¡Realmente eres tú!? ¡Que alegría volvernos a...!

— ¡Así que aquí estabas, grandísimo idiota!

Nadie dijo nada cuando vieron como aquella mujer, capitana de la tripulación a la cual pertenecía Cabaji, saltó del barco y le proporcionó una patada de lleno al rostro al pelirrojo. El pobre terminó impactado contra una pared, rompiéndola en el proceso. Ella posicionó sus cuchillos entre sus dedos, cual garras, la mirada asesina que le dirigía al capitán no se comparaba al aura furiosa que le rodeaba.

— ¿B-Buggy? ¿Qué te ocurre? ¡No hagas eso! ¡Vas a matarme a ese ritmo!— chilló mientras esquivaba la lluvia de cuchillos.

Apenas tuvo tiempo para levantarse y desenfundar su espada para desviar todo aquel objeto punzo-cortante que no pudiese sortear. Sin embargo, soltó un quejido cuando en un descuido, uno de estos le rozó lo que le quedaba del brazo que perdió. Luffy quiso enfrentarle, pero fue sujetada por Benn.

— ¿Qué?— la peliazul lo tomó del cuello de la ropa— ¿Te crees mucho cómo para enfrentarme con un solo...?

Ella calló, desde su posición, pudo darse cuenta de aquel hecho que la dejó en un corto shock. No era que Shanks se hubiese vuelto un presumido, no más de lo que recordaba que era, como para burlarse de ella así en un combate. Lentamente lo soltó y suspiró.

— ¿¡Cómo demonios perdiste el brazo!? ¿¡Acaso eres un idiota, idiota!?

— ¡Buggy eso duele!— se quejó ante el capón que le dieron.

El alcalde rodó los ojos, por aquella escenita, casi podía asegurar que solamente se trataba de una de las raras amistades que tenía el pelirrojo. Sin embargo, Makino, veía el cuadro con incomodidad. No quería sonar como una celosa, inclusive negaba estarlo, pero no le hacía gracia aquella cercanía. 

— Disculpa... ¿Quién eres?

Eso llamó la atención de la peliazul. Esta dejó por unos instantes de gritarle al pobre Shanks, que terminó sentado en el suelo, sobando el chichón que se ganó injustificadamente por parte de aquella mujer.

— Ella es Buggy— interrumpió el pelirrojo, la nombrada le mostró el puño, lista para blandirlo y darle otro capón por la interrupción— Ella es mi novia.

Aquella respuesta logró petrificar a todos y cada uno de los presentes, dejándolos en shock. A todos menos al imperturbable Benn Beckman.

— ¿¡Qué es tu qué!?

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XD A que no se lo esperaban. Bueno, quizás sí ._.

¡No me acribillen! Sé que quieren que Ace y Sabo hagan su aparición estelar, bueno algunos lo quieren. Con respecto a las actualizaciones ¡Siento tardarme tanto! Pero he estado un tanto ocupada, por eso no había podido escribir.

¡Prometo que intentaré actualizar lo más pronto posible! Igual tengo otras historias que tengo que mover, por eso tengo que organizarme. Sólo les pido un poco de paciencia.

PD: ¿Y adivinen qué? ¡El fic tiene un reconocimiento! Nuestro sensual pecoso ganó como mejor personaje masculino, pese a su poca participación hasta ahora.