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Capítulo 4 Propuesta

Mi respiración se cortó y  olvidé que quería asesinar a mi amiga al instante que vi a Collin observarme con aquella mirada que derretía todo mi cuerpecito.

Después de diez años de vivir  un amor no correspondido y mirarlo en secreto desde la distancia venía a mí , me sonreía y tendía su mano invitándome a ir con él. Jamás creí que fuese avanzar tanto en mi vida amorosa.

A pesar que todo surgió de aquella manera tan forzada , mi yo interior empezó a chillar de emoción, gritar a toda voz que Collin Fiderman era casi perfecto y que su sonrisa era la más bonita que había visto.

Estaba tan alegre que faltó poco para gritarle un gran ¡¡Sí, quiero!!, pero me contuve.

Le sonreí como pude, posiblemente lucía como una maniática obsesionada ,  no me importó, bueno sí un poco, pero qué se iba hacer.

—Si,claro—murmuré tontamente y tomé su mano más que encantada, sintiendo lo suave y cálida que era al tacto.

Aunque tenía un tantito de temor por arruinarlo todo, agarrando con fuerza la mano de Collin y bien pegadita a él avancé alegre hasta la pista  improvisada  que habían creado en el medio del salón de la casa .

Empecé a sudar de los nervios y mi corazón no dejaba de saltar como conejito salvaje. Ni en un maratón de educación física me había puesto así. Parecía caldo congelado . Esperaba que no se percatara de ello.

Como si el universo estuviese a nuestro favor la música cambió repentinamente a una lenta y muy romántica.

Aunque  muchos se quejaron y dejaron de bailar, unos cuantos se quedaron con sus respectivas parejas y otros que estaban sentados hasta el momento se animaron y se unieron . Las luces cambiaron y todo se tornó demasiado agradable y cómodo.

De inmediato mi mente empezó a crear miles de fantasiosos escenario donde Collin Fiderman me pedía ser su novia o en todo caso matrimonio , cualquiera que surgiera era aceptable. En los sueños no hay frontera, millones de veces Collin y yo nos habíamos casado, teníamos cuatro  hijos , dos perros y un gato. Ya íbamos como por cien bodas o más y él ni de enterado se daba.

Colocó mis manos en sus hombros y con las suyas rodeó mi cintura. Pegándome un poco más a él,lo suficiente como para poder apreciar al detalle el iris de sus bonitos ojos miel, pero a una distancia bastante prudente como no queriendo invadir mi espacio , aunque no me molestaría en lo absoluto.

Nos miramos a los ojos y me volvió a sonreír .

Me había preparado para aquel momento desde hacía años  ,pero definitivamente no era lo mismo soñarlo que vivirlo.

Había bailado tantas veces  con la escoba en el salón de mi casa y cantado a toda voz ,que sospechaba que mis vecinos me daban por loca.

Collin no me decepcionó, se portó como el caballero que había imaginado que era, mis  expectativas fueron superadas con creces.

La canción Perfect de Ed Sheeran se escuchaba por los altoparlantes mientras que yo sentía que Collin era mi chico perfecto aunque él estuviese en la ignorancia de esos pensamientos.

—¿Así que Ailin Mariana?
—me preguntó muy cerquita como si estuviese contándome algún secreto. Tuvo que inclinarse un poco ya que era bastante alto o en todo caso, para ser precisos , yo era bastante bajita .

Uno de sus mechones rubios le cayó entre los ojos y quise apartárselo un segundo antes que él mismo lo hiciera con un ligero movimiento de cabeza. Me llené de decepción y casi solté un gruñido, pero me contuve.

Volví a encontrarme con sus ojos que me observaban muy atentos como si solo fuesemos nosotros en aquel salón balanceandonos suavemente al compás de la música .

Me mordí el labio inferior y asentí ante su interrogante .

No me extrañaba que no estuviese al tanto de algo tan simple como mi segundo nombre.Habia sido bastante invisible para él todo este tiempo, gracias que al menos me hablaba.

—Mi madre le gusta combinar nombres—sonreí y él me imitó.

—La mía no lo pensó mucho.
Simplemente decidió ponerme como mi padre.—comentó riendo ligeramente ,contagiándome y  luego agregó:
—Sabes, no creí que fueran a venir de verdad — lo miré extrañada , no sé que mueca haría que de inmediato abrió los ojos y negó
—No quise decirlo de esa manera.
—aclaró a toda prisa.

Y a decir verdad no me había ofendido porque yo tampoco lo creía, y si no hubiera sido por la insistente de Lía no habría estado en ese momento entre sus cálidos brazos ,posiblemente quién estaría en los brazos míos sería Pelusita mi gato.

—Me refiero a que no las he visto en ninguna de las fiestas y creí que tampoco vendrían a esta ,o quizás estaba tan despistado que no me había dado cuenta que estaban allí—intentó explicarse con una pequeña sonrisa nerviosa.

Asentí—Comprendo.—respondí enseguida con una sonrisa bobalicona que no había abandonado mis labios desde el primer momento que empezamos a bailar—Yo tampoco estuviese aquí si no es por mi amiga
—solté y me arrepentí de inmediato
—Bueno y porque tú nos invitaste
—añadí a toda prisa

—¿A si que no te gustan las fiestas?—comentó ladeando la cabeza—¿Algún trauma, Ailin Mariana?

—Ailin , nada más, por favor
—pedí
—Y no, no tengo ningún trauma.
—sacudí la cabeza—Por lo menos ninguno respecto a las fiestas
—me apresuré a decir .Ya andaba soltando mis tonterías,lo último que me faltaba era espantarlo por decir eso.—Solo que no me animaba a ir a ninguna.

Asintió y se lo pensó por un momento luego volvió a sonreír
—Pero sí te interesó esta
—comentó con cierta curiosidad y una pequeña sonrisa pícara tirando de la comisura de sus labios
—¿Algún motivo oculto?

Me quedé en shock y todos mi sistema frenó de golpe colisionando entre sí. Me quería dar un patatús.¿Collin estaba insinuando algo?¿Sospechaba de mi amor hacia él?¿O simplemente había preguntado por curiosidad y yo era la paranoica?

Inalé y exalé despacio sin que se diese cuenta. Ahora era cuando despotricaba todos mis pensamientos,sentimientos e ilusiones sobre él y le contaba todas las verdades ocultas. Él me aceptaba  y éramos felices y comíamos perdices.

—Hay alguien—solté de golpe sin pensarlo si quiera. La canción estaba al terminar y pronto estaría lejos de mis brazos, volvería junto a Briget y quizás si no le decía nada en ese momento, ella, Hannah u otra chica se me adelantaba y ni siquiera mi carta que aún seguía en su casillero podría hacerlo cambiar.Él encarcó una rubia ceja con interés—que me gusta
—proseguí casi sin aire
—Y está aquí.— mi voz salió afectada por los nervios—Justo ahora...—me corté cuando la canción terminó,quise agregar : “frente a mí". No pude, aunque Collin se mantuvo en el mismo lugar mirándome con atención las palabras no me salieron de la boca y cuando lo hicieron solté algo totalmente distinto a lo planeado
—Aunque él no tiene ni idea.

—Deberías decírselo—respondió después de unos segundos en silencio.

—No puedo—logré murmurar casi con lágrimas asomándose en los ojos.Odiaba ser tan sensiblera.Sorbí fuerte por la nariz intentando ocultar lo afectada que estaba—No me hagas caso.

Quice  convencerlo que olvidara lo que acababa escuchar sin embargo no funcionó. Ignoró lo último que dije y se quedó mirándome pensativo

—¿Quieres confesarte a ese chico pero no puedes, verdad?
—preguntó.

Lo miré nuevamente examinando con cuidado sus rasgos.Sus cejas rubias  un tanto espesas estaban enarcadas, sus ojos miel con un toque café me miraban con atención y sus finos labios estaban ligeramente abiertos.

—Tengo miedo de que él me rechace
—comenté sin poder apartar mis ojos de los de él ,deseando desde lo más profundo de mi alma que se diese cuenta que era él quién me gustaba
—Y no sabría como mirarle a la cara después que suceda, prefiero ser cobarde, pero en el fondo también deseo de que él lo sepa.

Después de un momento en silencio echó una rápida ojeada detrás de mí y  volvió hablar después de meditarlo:
—A mí también me gusta alguien
—confesó con la vista perdida en algún lugar—Desde hace mucho tiempo.

Mi pulso se disparó ante la posibilidad que fuese yo o algunas de esas chicas que había mencionado antes, por ejemplo la odiosa y repelente de Briget.

—Ella tampoco lo sabe,porque también he tenido miedo a que me rechace porque ya le gusta otro —dijo con vergüenza y un suave rubor tiñó sus mejillas—Y entonces si sucede eso sería un definitivo:“Rìndete de una vez".
—soltó una risa amarga
—Y no quiero eso,—confesó
—así que ese pensamiento me hace mantenerme en mi zona de confort, prefiero quedarme con la ilusión y no con la decepción.
—me miró unos segundos sin decir nada más hasta que suspiró
— No eres la única que tiene miedo al rechazo, Ailin.

No pude despegar la mirada de él, sentía la necesidad de saber quién era esa chica , aunque también tenía miedo de descubrirlo y entonces me hiciera mucho más daño.

—Así que te entiendo perfectamente
—hizo una pausa y prosiguió
—y quizás pudiera ayudarte.

—¿Ayudarme?
—lo miré extrañada

—Ahora que lo pienso, pudiéramos ayudarnos mutuamente, Ailin. Yo te ayudo con ese chico y tú me ayudas a conquistar esa chica que me gusta.¿Qué te parece?

—¿D-disculpa?—balbuceé sin poder asimilar lo que acababa de oír
—¿Qué dices?
—casi chillé

—Yo...—dejó de hablar y me miró con cautela, parecía un tanto arrepentido por lo que acababa de proponer.No  sé que expresión pondría,pero no fue una buena,su rostro me lo dijo todo.Estaba estupefacta y muy decepcionada
—solo pensé que tú eras la persona más adecuada para ello
—murmuró
—Lo siento, no debí haber dicho eso.
A penas nos hablamos y ya ando diciendo esas tonterías.Por favor olvida eso...

—Collin—lo detuve,se me había hecho un pequeño nudo en la garganta y me sentía un poco confundida.

Lo último que esperaba  oír era aquello .¿Collin me acababa de proponer una ayuda mutua , dónde  ambos nos uníamos para poder conquistar a las personas que nos gustaba ,que en mi caso era él mismo?.No lo podía creer.A mí me sucedían cadas cosas .

Aún así una parte de mí intentaba convencerme que no era en totalidad una mala idea .Al menos podía estar a su lado el tiempo que fuese y eso no sonaba tan mal.

—¿Si?—me miró con esos ojitos miel lleno de miedo y arrepentimiento. Me dio hasta ternura , jamás creí que este chico fuese tan adorable y tímido.

—No has dicho ninguna tonteríaintenté convencerlo
.Definitivamente si Lia me escuchaba me daría un buen azote para que espabilara de una y no fuese tan tonta.
—Por supuesto que estoy dispuesta a ayudarte.—intenté sonreír
—Claro ,si tú también me ayudas
—agregué para no parecer tan patética a pesar que eso era inevitable.

—Claro que lo haré
—aseguró
—Estaría encantado de poder...

Iba a  decir algo más, pero fuimos interrumpidos por una fuerte música que retumbaban en nuestros oídos, además que Lía vino corriendo a buscarme ya que necesitaba regresar de inmediato a casa porque se había pasado la hora de regreso y hasta el momento no se había dado cuenta. Nos iban a matar, principalmente mi madre o tal vez no.

Me despedí de Collin como pude , llevándome una extraña sensación en el pecho.

Al parecer también tenía un amor imposible y no se animaba a confesarse.

Quizás esta era la señal para evitarme la humillación pública.

Ya Collin se había enamorado de alguien, incluso me lo había dicho y pedido mi ayuda. Aunque no tenía idea de como ayudarlo.

Ahí fue cuando recordé la carta nuevamente y esta vez sí me alarmé.

¿Qué había hecho?¿Por qué entregué esa carta?

Quería morirme de la vergüenza.

No podía permitir que la viese .

¿Por qué no esperé?. Arg

«Ay Ailin Mariana eres un caso,bárbaro,pero bárbaro»

Tenía que pensar algo rápido o el lunes lo que quedaba de mi vida escolar se arruinaría por completo.

***

—Estás en problema jovencita
—una molesta Amanda me recibió de brazos cruzados al llegar a la casa.

Traía unos pantalones y camisa gris de algodón suelta y su cabello castaño recogidos despreocupadamente, sin mencionar las notables ojeras que habían debajo de sus cansados ojos marrones. Al parecer no estaba en su mejor momento y eso lo comprendí sin que me lo dijese.

—Lo siento mamá,—me disculpé haciendo ojitos con esperanza de que sus facciones se ablandaran 
—perdí la noción del tiempo...

—Anda entra —me interrumpió entre suspiros tomándome totalmente por sorpresa, no esperaba aquella reacción.—Hazte cargo de tu gato, hizo un desastre los cojines de la abuela y recoge todo el desorden que hay en tu habitación antes de irte a dormir. Voy a acostarme.

Asentí y fue a toda prisa hasta el cuarto de la abuela que quedaba en el primer piso después del salón a mano izquierda.

Estaba todo oscuro a excepción de una pequeña lucecita amarillenta proveniente de la lámparita que se hayaba en la mesita de noche.

Tomé en brazos al peludo y travieso de mi gato que aún estaba haciendo de las suyas con los cojines todos desperdigados en el suelo—Ay Pelusita que has hecho. —lo regañé intentando apilar sobre el sofá lo que quedaba — Eso no está bien. Mira que te lo digo...

—Ailin cariño, eres tú
—La voz de la abuela me llamó

—Si, abuela soy yo, perdón por despertarte. Es que Pelusita hizo de la suyas otra vez y acabó con los cojines, estaba recogiendo lo que quedaba.
—expliqué y chasqueó la lengua sin darle mucha importancia
—Ya me iba, puedes seguir durmiendo.

—Espera, cariño—me detuvo
—Cierra la puerta y prende la luz
—me pidió .A lo que dejé ir  mi gato, el cuál se fue corriendo a toda prisa posiblemente hasta mi habitación para refugiarse allí , y a continuación hice lo que me dijo.

La ayudé a sentarse en la cama cuando la vi con intenciones de hacerlo y le puse detrás el único cojín sobreviviente que había.
Definitivamente mi gato tenía complejo de perro .

La abuela inma, como le decía yo , era mi bisabuela, la madre de mi abuela Ada, quién había muerto hacía siete años  debido a un paro cardíaco.Inma vivía con ella y no tenía más hijos ni nadie que se hiciera cargo de ella por lo que mamá decidió que lo mejor era que se mudara con nosotros. Teníamos una casa grande y además la abuela también nos haría compañía ya que estábamos solo mamá y yo.

Mi padre dejó a mamá cuando estaba embarazada y ni siquiera en todos estos años se había preocupado por conocer a su hija o saber si necesitaba de algo .No me había hecho falta, mamá era suficiente para mí y siempre fue una madre increíble. Pero a veces me preocupaba que tuviese algún problema y no me lo contara y que sufriera en silencio como sabía que lo hacía.Intentaba protegerme de cualquiera dificultad que pudiese impedirme ser feliz, sin embargo yo no quería eso, deseaba que compartiese su sufrimiento conmigo y así ambas podíamos ayudarnos  mutuamente, pero mi querida madre era algo testaruda.

Abuela Inma  traía su cabello blanco ,que una vez fue castaño, con algunos rulos morados medio sueltos encima , los cuales se acomodó como pudo y me miró con sus ojos café un poco adormilados.

—¿Querida acabas de llegar?
—asentí mirando la hora en su reloj de mesita. Eran casi las doce y me daba cosita haberla despertado.

—Si. Se me hizo un poco tarde.

Negó con la cabeza con una pequeña sonrisa arrugando sus ojos por completo y palmeó el espacio del colchón junto a ella para que me sentara. Hice lo que pude quedando de frente mirándola con preocupación.
—¿Sucede algo, abuela?

—¿Todavía tu madre no ha hablado contigo,cariño?—preguntó con interés.

—Bueno, al parecer está un poco molesta porque llegué a esta hora.

—¿No te dijo nada más?

—A parte del desastre de Pelusita.No, nada más.Fue extraño, pero no

—Ay Amandita no vas a cambiar
—murmuró por lo bajo negando con la cabeza.

—¿Pasó algo?—me preocupé
—¿Que mamá debería contarme?

—No te preocupes, cariño. Ya ella te dirá .No me corresponde hacerlo a mí.

—Abuela me estás asustando. Por favor, dime. Sabes que no me gustan que me oculten cosas.¿Estás enferma, verdad?

Me miró con cariño acariciandome la mejilla—Ailin, pequeña, yo estoy bien. Todavía puedo hacer una que otra técnica de Kung Fu—me guiño el ojo con una sonrisa—Anda ve a dormir. Ya tu madre te contará. Ella también necesita tiempo y cuando esté preparada ya te dirá, hija. Serás la primera.—aseguró—Yo lo sé porque a esta vieja nadie la engaña, no porque me dijo.

—Está bien, abuela. No insistiré,entonces.—me rendí aunque aún seguía un poco preocupada
—Es tarde, me voy—me levanté y la ayudé a cobijarse.
—Descansa.

—Tú también querida.
—respondió
—Y no le des muchas vueltas a lo que te dije.—pidió a lo que asentí y antes de salir me detuve recordando algo.

—Abuela...

—¿Si ?

—¿Me harías otro amigurumis igual al de gatito azul que me regalaste cuando te mudastes aquí?

Rió—Claro cariño, todos los que quieras.

—Gracias, abuela
—le dije y salí de su habitación cerrando la puerta con cuidado

Subí las escaleras de dos en dos y al pasar por la habitación de mi madre me detuve en la puerta. Pensé en entrar y preguntarle qué sucedía. Pero me convencí de que era muy tarde, seguro ya se había dormido, pasaba muchas horas en el trabajo y necesitaba descansar, lo menos que quería era molestarla. Ya mañana hablaría con ella y saldría de duda. Me tranquilicé un poco con el hecho de que no parecía ser una mala noticia, así que por el momento no tenía que preocuparme.

Seguí hasta mi habitación la cuál estaba al final del pasillo.Mi cama estaba hecha un desastre como había dicho mamá, las ropas que había sacado del clóset antes de irme a la fiesta seguían allí, los zapatos igual y ni hablar del montón de amigurumis que abarcaban casi  toda mi cama y mi mesita de estudio que estaba junto a la ventana.Parecía que había pasado un tornado por allí.

Recogí todo lo que pude antes de  darme un baño,colocarme mi pijama de bananas y arrastrarme  hasta mi cama, estaba exhausta y solo pensar lo que me esperaba al día siguiente me ponía de los nervios.

Necesitaba llegar temprano a la escuela y recuperar mi carta antes que Collin la viese, para eso también necesitaba la ayuda de Lía.

Recordando eso le mandé un mensaje diciéndole que pronto tendría su amigurumis, también que tenía que contarle algo muy importante y que llegase temprano a la escuela, cosa que sucedía muy pocas veces ya que era tan dormilona como yo.

No me contestó. Supuse que ya se había quedado dormida .Por lo que apagué la pantalla y fui hacer lo mismo.

Antes de cerrar los ojos hice una lista mental. Primero debía preguntarle a mamá qué estaba sucediendo, y segundo debía contarle a Lía lo de la carta y aquel casi trato que tuve con Collin. Esperaba poder hacer todos a tiempo.

Avance: No pude.

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