Capítulo 1 Amor platónico
Todos tenemos o tuvimos un amor platónico en algún momento de la vida. Unos les duró unas horas un día o hasta una semana, otros meses y años , dependiendo la situación en la que se encontrase. Por ejemplo el mío llevaba casi diez años, desde que tenía siete .
Y dirán :“¿qué niña de siete años se enamora?, eso es imposible". Exacto nadie a esa edad se enamora, pero sí podemos tener una persona favorita, querer pasar todo el tiempo con ella, sonrojarnos cada vez que esté cerca , y si no podemos si quiera acercarnos, al menos conformarnos con echarle miraditas furtivas a cada tanto desde lejos ,sin atrevernos a más.
Todo eso me había sucedido con Collin Fiderman y aunque había pasado tanto tiempo, seguía siendo como esa niña tímida que solo lo observaba desde su lugar jugando con sus trenzas y odiando a todas las que se le acercaban porque ella no tenía el suficiente valor para hacerlo y preguntándose si un día podría cumplir aquello que parecía casi imposible.
Ese día era uno de los tantos donde me encontraba en la cafetería del instituto cerca de la mesa de Collin Fiderman echándole miraditas a cada segundo que Lía mi amiga _para ser exactos mi única amiga_esquivaba la vista para concentrarse en su sándwich.
—¿Y ya la hiciste?
—me preguntó Lía
Dejé de mascar mi sándwich de pavo que no estaba precisamente tan delicioso como prometían y opté por tomar solamente el jugo de cereza, ya comería otra cosa más tarde .
Miré a Lía que estaba frente a mí devorándose el suyo con apremio como si fuese un jugoso manjar, que si soltaba escaparía de sus manos sin dudar y se iría lejos volando.
Sus grandes y expresivos ojos verdes me examinaron por un rato fijamente esperando que hablase.
Llevaba su cabello rubio en una alta y pequeñita coleta y un flequillo que le caía en los ojos, por lo que a cada tanto tenía que acomodárselo para que no le estorbara.
Di una gran bocanada de aire al escucharla. Creí que el tema estaba zanjado , que ilusa, con Lía nada se terminaba así de fácil.Era bastante intensa.
—Ajá—me limité a contestarle dándole apresuradamente otro sorbo a mi jugo para estar ocupada en algo y no siguiese indagando.
Había quedado en escribirle una carta a Collin dónde le confesaría todos mis sentimientos,cosa que nunca haría, jamás, primero muerta que abochornada.A ver sí la había escrito en un acto de valentía _porque yo era así solo tenía fugaces momento de valentía y luego se esfumaban dejándome más insegura que el comienzo_pero ni siquiera me atrevía a entregársela.
La llevaba encima todo el tiempo con una fugaz y lejana esperanza de que en algún momento me llenaría de valor y se la daría , pero Lía no lo sabía y yo haría lo posible para que no se enterara.
Me estaba torturando todas las noches leyéndola antes de ir a dormir . Para colmo luego soñaba que se la daba y él me rechazaba delante de todos , y me echaba un batido encima para dejarme más claro que debía conocer mi lugar y mantenerme ahí.Eran unas pesadillas bárbaras.
—¿Y se la diste?—insistió.
Tantée en decirle la verdad o mentir .Si le decía la verdad me hostigaría , pero si le mentía ella misma le preguntaría a Collin si tenía la carta en sus manos y también averiguaría la respuesta ,y eso me pondría en una situación demasiado embarazosa.
Pasee la mirada por la mesa donde estaba Ryan el hermano gemelo de Lía con su grupito de amigos riendo y conversando.
Seguido a ellos, Leila y Briget ,dos morenas que no me caían precisamente bien y no era porque me habían hecho algo en particular, sino porque no se despegaban de Collin mi amor imposible , protagonista de mis sueños frustrado de niña y adolescente inmadura ,mi crush por años y el chico más guapo que había conocido.
Sentí mi corazón dar un vuelco al ver como le sonreía a Leila .
Jamás te mirará _me volví a torturar con ese pensamiento.
Esa carta estaba destinada a terminar en el cajón ,junto a las otras que había hecho durante todos estos años y nunca llegaron a su destinatario por miedo al rechazo.
—No lo hice —murmuré con un hilo de voz cuando Leila le susurró algo al oído , pude ver el fantasma de una sonrisa aparecer en sus lindos labios antes que negara con la cabeza como si no creyese lo que había escuchado. Ella volvió a decirle algo asintiendo varias veces provocando que su oscura y lacia melena se moviese de un lado a otro , esta vez él rió fuerte y le susurró algo de vuelta. Parecían demasiado unidos disfrutando de la compañía del otro.
¿Con qué valor me iba a atrever a hablarle de mis sentimientos?. Ni siquiera una carta me serviría. Él era tan guapo,inteligente,popular , bueno en casi todos los deportes y las materias,amable, tenía siempre alguna chica linda a su alrededor ; y yo, yo era... simplemente yo.
—¿Se la dejaste en el casillero?
—indagó Lía sacándome de mis pensamientos.Negué duditativa , me miró fijamente analizándome más a fondo, me conocía tan bien que no iba a tardar en percatarse que la miedosa de su amiga no había ni intentado dársela —No me digas que aún la tienes, Ailin—me reclamó .
—Ah...bueno...eh —balbucee pasando un mechón de mi cabello castaño detrás de la oreja con nerviosismo. Lía apretó fuerte los labios a la par que me regañaba con la mirada
—D-digamos que no es por falta de querer sino porque no he podido, yo estaba ...—intenté justificarme aunque no encontraba nada creíble.
—¡Ailin Mariana no pongas excusa!—me interrumpió en voz alta apuntándome con un dedo y di un saltito en el lugar del susto —Se la tienes que dar de una vez, ya ha pasado un mes.¡Un mes,que se diga un mes, como unos diez años buscando miles de maneras de confesarte a ..!
—cubrí rápidamente su boca chismosa con mi mano y miré a todos lados para comprobar si el resto de los que quedaban en la cafetería la habían oído.
Al parecer todos estaban ensimismados en lo suyo aunque no descartaba el hecho que alguien había podido oírla .Y si la hubiera dejado hablar ,ya Collin se hubiese enterado por boca de ella de mis ocultos sentimientos.
Respiré un poquito más calmada al ver todo tranquilo. Me iba a provocar un infarto un día de estos.
—Lía,por favor, no seas tan gritona—blanqueó los ojos y lameó mi mano, inmediatamente hice una mueca de asco y la aparté de golpe.
—Que asco me dejastes tus babas
—me quejé sacudiendo la mano una y otra vez mientras buscaba una servilleta para limpiarme.
—Y tú, un montón de bacterias
—se defendió limpiándose también la lengua con una servilleta. Parecía un perro.
Abrí la boca ofendida—Mi mano está limpia—se la puse bien cerca de la cara para que la viese—Las lavé antes de comer.
—Si, ya, echa para allá tu mano babosa—me esquivó .
—Te recuerdo que tiene tu baba
—Y también gérmenes
—fingió un escalofrío y me apuntó con su spray de bolsillo que siempre llevaba encima .
—Desinféstate.
—¡Lía!—gruñí al verla a punto de rocearme con su desinfectante de moras.
Empezó a reír ante mi reacción
—No seas boba,solo bromeaba
—,dejó a un lado el spray y siguió comiendo tranquilamente de lo que quedaba de su sándwich.
—Anda déjate de llorica y acaba de confesarte a Collin de una vez.
— masculló con la boca abarrotada —Te vas hacer vieja y nunca podrás decirle, mira ahí viene .
—¿Qué?— Me quedé tiesa al oirla.
—Collin Fiderman—repitió bajito inclinándose hacia mí
—Es tu oportunidad—susurró casi en un gritito—Actúa normal. Pareces un conejo estrangulado ,deja de mirarme así—advirtió antes de erguirse en su lugar como si nada.
Un segundo después sentí la presencia de alguien en mi espalda.
La respiración se me cortó y de milagro no empecé a toser o balbucear. No lo podía creer. El chico que me gustaba más que dormir hasta tarde estaba a unos centímetros de mí , posiblemente a punto de dirigirme la palabra y yo andaba en un ataque de nervios.
—Hola Ailin y Lía—nos saludó ,me miró a mí y luego a mi amiga con una encantadora sonrisa digna de un comercial de colgate ,sus ojos miel se hicieron dos lunitas y esos lindos hoyuelitos que tenía en la mejilla izquierda se le marcaron , casi morí al verle. Se veía tan guapo ese día, el cabello rubio le caía sobre la frente dándole un aire de chico malo, pero a la vez de niño inocente y dulce.Traía el uniforme de la escuela que consistía en una camisa blanca de mangas cortas con algunos adornos en beish combinada con el pantalón de ese color.
Collin era alto , delgado y tenía algunos músculos aunque nada exagerado como esos chicos que solo eran musculitos andantes.
Tenía lo suyo y era bastante lindo , pero eso no era lo primero que me había conquistado, no, lo primero que me atrapó fue su sonrisa, su linda sonrisa que parecía que había atrapado toda la felicidad del mundo para proyectarla . Era uno de los pocos chicos que sonreía de aquella manera tan transparente y cada vez que lo observaba me era difícil controlar todas esas maripositas que revoloteaban en mi estómago chocando entre ellas.
Mi nombre se había oído tan perfecto con su voz dulce con un suabe matiz ronco. Casi me desmayo de solo oírlo.
No era como si fuese la primera vez que me hablara , aunque tampoco lo había hecho muchas ,
pero no podía negar que cada vez que lo hacía se sentía como la primera y era inevitable controlar aquel suave cosquilleos que se me instalaba en el estómago y los retumbantes latidos de mi corazón.
Mi amiga carraspeó seguramente ocultando su risita burlona
—¿Que tal, Collin? ¿Qué te trae por nuestra humilde mesa?
—interrogó Lía lanzándome una sonrisa pícara
"disimuladamente".
—Bueno—se rascó la nuca , intercalando la entre Lía y yo
— quería decirles que el fin de semana hay una fiesta en la casa de Drew—comenzó a decir y por un segundo miró sobre mi hombro y rápidamente volvió la vista a nosotras . Parecía un poco nervioso como si no supiese como decir aquello. Se veía tan adorable—Andrew Lee —aclaró —Están invitadas.Si quieren llevar a otras personas, también serán bienvenidas—nos miró duditativo por un ratito como si quisiera agregar algo más, pero negó con la cabeza tal vez arrepintiendose
— Espero verlas allí.
—Gracias, Collin , muy lindo de tu parte invitarnos—respondió mi amiga dándome golpecitos en mi tobillo por debajo de la mesa
—Claro que allí estaremos.¿Verdad Ailin?—preguntó entre dientes.
—Ah bueno ...yo... no sé si pueda ...auch...si claro.
Collin nos sonrío desprendiendo su encanto nato —Bueno, nos vemos después.
Me quedé mirándolo mientras se alejaba a la par que me sobaba mi pie adolorido por el golpe de Lía , hasta que un manotazo en el brazo me espabiló.
—¿Eres despistada o te llamas Ailin Mariana?
—¿Oye, qué te pasa con mi nombre?
—Tuviste la oportunidad y lo único que hiciste fue balbucear y casi rechazarlo.¿En serio, así demuestras tu interés?.
—¿No vez que ni pude hablarle?
Lía suspiró—Si ya me di cuenta. Dame esa carta yo se la entrego, por lo que veo tú no vas a poder ni acercarte a su casillero.
—¿Qué? No. No voy a darle nada, está decidido.
—¿Qué tu qué?.Ailin , por favor , no seas exagerada solo será una carta ¿qué puede pasar?
—¿Todo?
—No te va a rechazar, estoy segura.
—¿Cómo lo sabes?
—No puede rechazarte—dispuso
—Nadie te rechazaría en su sano juicio—me miró seria—Eres mi amiga, te lo digo en serio. Eres adorable ,tu corazón está hecho con algodón de azúcar,amas todo lo que tenga vida y hasta lo que no, y tienes un montón más de cualidades increíble que tú ni cuenta te das .Hasta yo te tengo envidia,pero de la buena,claro
—aclaró pelliscándome las mejillas con adoración
—Así que no te menosprecies tanto,cariño.Collin no tiene motivos para rechazarte—lo pensó unos segundos—a menos que le guste otra persona—murmuró y asentí abatida
—Pero no te desanimes, hasta ahora no lo he visto con nadie más a parte de sus pegajosas amigas , así que todavía tienes una oportunidad. Lo único que tienes que hacer es no desaprobecharla.
—Gracias por decir esas cosas ,
—murmuré cabizbaja —pero me falta mucho más ,por ejemplo:valor—abrió la boca para decir algo pero la interrumpí— Prefiero dejar las cosas como están hasta ahora,Lía,es mejor así.
—¿Y no contarle nunca de lo que sientes solo por miedo al rechazo?.Nunca—negó—No lo permitiré.
—Lía no hagas ninguna locura
—advertí
—Lo harás tú o yo misma le diré
—amenazó.
—No le diré.
—¿Y morirte de vieja arrepintiéndote por no haberle confesado tus sentimientos al chico que te gustaba?
—No sucederá.
—Te aseguro que ni siquiera tendrás que esperar a ser una viejita para que suceda. Dentro de unos años conocerá a alguien y se enamorará perdidamente y ahí estarás tú revolcándote en el arrepentimiento. Qué años, meses, no, días, no, horas o segundos... mira ya está hablando con alguien muy encantado—apuntó a mi espalda y sin medir las consecuencias de ser atrapada espiándolo me giré de golpe para ver .
Efectivamente ahí estaba sonriéndole a Hanna una castaña alta de cuerpo curvilíneo y sonrisa encantadora,la misma chica que había sido mi compañera en varias clase de química y parecía ser una chica bastante simpática. Sentí un fuerte nudo en el estómago y volteé nuevamente a mi lugar solo para agarrar la bandeja , ponerme en pie , tirar el resto de sándwich a la basura y salir de una vez de la cafetería.
—Ailin, espera—Lía salió corriendo trás de mí, pero no me detuve, tenía suficiente en el día .
Mis ojos se cristalizaron a medida que me alejaba y la impotencia se aferraba a mí con más fuerza. Se sentía horrible no tener el suficiente valor para hablarle de lo que sientes al chico que te gusta y solo verlo de lejos interactuando con otras sin poder hacer más nada que observar y sufrir en silencio. No podía hacerlo, por mucho que me animaba, cada vez que estaba a pocos metros de él mi poco valor desaparecía y las ganas de salir corriendo me superaban con creces.
—Ailin, espera, por favor—jadeó Lía intentando seguirme el paso—No te pongas así, no quise herir tus sentimientos, sabes que siempre te molesto, pero yo te quiero... Solo te intentaba animar para que te confieses de una y no sigas así sin hacer nada...oye que no estoy tan ejercitada como tú, tenme piedad
—lloriqueó y me detuve al llegar al baño
—Déjame sola por favor—le pedí sin mirarla
—¿Estás molesta conmigo?
—negué
—No me hagas a un lado, entonces
—pidió con la voz afectada
—No lo estoy, déjame llorar sola.
—pedí alisando los tachones de mi falda .
—Pero si me tienes a mí, por qué vas a llorar sola.
—Lía—me quejé entre sollozos
—¿No vez que quiero llorar sin compañía?
—Para que te veas más lamentable?.Nunca—aseguró y me tomó la mano
—Vamos, te presto mi hombro para que eches tus mocos por un rato
—¿A dónde vamos?—pregunté al verla alejarme de los baños
—Al salón de música, no hay nadie a esta hora, puedes echar tu llanto ahí
—Oye—refunfuñé
—¿Qué?
—Lo acepto, pero me ofende.
Sonrió haciendo sus ojos dos lunitas y me despeinó el cabello
—Lo sé, vamos.Luego hablamos de esa carta que tienes escondida por algún lado .
—¡Lía te dije que no!
—De acuerdo no diré nada más. Eso sí, prométeme que me darás uno de esos amigurumis que tienes en tu cuarto.
—No puedo
—negué
—Mi abuela los hizo para mí
—Ailin, no seas tacaña, tienes como mil de todos tipos, incluso si te robo uno ni cuenta te darás.
—Entonces , para qué me lo pides.
—¿Estás sugiriendo que te robe?
—¿Qué?. No, no es lo que dije.
—Da igual, ya me distes ideas
—No te dejaré entrar a mi habitación nunca más.
—¿En serio vas a negarme un amigurumis teniendo la posibilidad de que tu abuela te haga miles más?
—También tienes esa posibilidad. Solo tienes que pedírselo y ella encantada hará esos muñequitos.
—Sabes que no, esa señora me odia.
—llegamos al salón abrió la puerta y se asomó sigilosamente comprobando que estaba vacío como dijo.
—No es cierto—repliqué
Se giró para mirarme fijamente —Lo es—aseguró y me arrastró dentro.
—Mi abuela es muy amable.
—Eres su nieta—recordó—yo soy solo tu mala compañía
¿recuerdas?
Reí—No le hagas caso,a veces dice cosas así, pero si no le agregadaras ni siquiera se molestaría en hablarte .Al menos te deja entrar y te da galletas.
—Mm bueno en eso tienes razón
—comentó con una amplia sonrisa mientras se sentaba en una esquina.Luego palmeó su hombro, me senté junto a ella,recostándome y sorbí fuerte por la nariz. Por alguna razón ya no quería llorar
—Entonces.¿Cuándo le das la carta a Collin?
—¿Cuál amigurumis quieres?
—pregunté rápidamente, la sentí sonreír .
—El de gatito azul.
—Ese no, es uno de mis fav...
—me detuve rendida—De acuerdo, pero no se habla más de la carta.
—Trato—aceptó y me dió un caramelo, siempre andaba con alguno encima era su vicio a parte de rocear a todo spray de moras. —¿Y de la fiesta?
—Tampoco. No iré.—negué desenvolviendo el chuche.
—Prometiste que irías. Una promesa es una promesa.
—No he hecho ninguna promesa.
—Le dijiste a Collin que irías, ahora no puedes retractarte.
—Le dije que sí para que dejaras de patearme por debajo de la mesa.
—Pues muy feo de tu parte mentirle al chico que te gusta.
—No le mentí.
—Sí lo hiciste. Sin embargo puedes evitar que se entere si vas a la fiesta.
—No uses chantaje
—Solo te doy sugerencias .
—¡Lía!
—¡Ailin!
—Mi madre no es fan a que vaya a las fiestas así que puede que no me deje .
—Eso no es una justificación, siempre puedes usar a tu abuelita. Ella seguro la puede convencer.
—No lo sé , puede que no.
—Al menos dime que lo intentarás.
—De acuerdo.Lo haré.
—Perfecto.
—¿Tanto te emociona la idea de ir?
—Por supuesto, al fin mi querida amiga se va a confesar al chico que le gusta desde los¿ siete?.Eso es una buena noticia.
—¿Quién dice que me voy a confesar?
—¿Qué no?¿Y entonces para qué vamos?
—Eso es una buena pregunta.
—No empecemos, Ailin, tienes que hacerlo.
—No lo haré
—Ya lo veremos.
—No me vas a obligar a nada
—Por supuesto que no, tú solita lo harás cuando lo veas con alguien.
—¿Quién lo dice?
—Tus celos
—No tengo celos de nadie.
—Está bien. Ya entendí.¿Me das otro amigurumis?
—Está bien.¡Lo haré!—gruñí molesta—Le diré lo que siento a penas tenga la oportunidad o en todo caso le doy esa dichosa carta,sí,es mejor la carta.
—me convencí aunque no mucho
—Pero deja de chantajearme.
Hizo un puchero—Esta vez sí quería el amigurumis.—seguido mostró una gran sonrisa reflejando toda su felicidad
—Pero me alegra más, que hayas decidido confesarte por fin.
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