El Cid y Manigoldo se habían quedado a dormir en la cada de Defteros.

Era de noche, los tres se encontraban en la habitación de Defteros, después de haber bebido algunas botellas de cervesa, Defteros estaba comodamente en su cama mientras El Cid y Manigoldo dormían en el piso.

-y así fue como yo y Asmita terminamos-termino de relatar nuestro querido Defteros mientras soltaba una carcajada divertida.

-no comprendo-el desconcierto en El cid era muy notorio-¿Qué tenía que ver Buda en todo eso?-

-es que decidimos que Asmita iría a Nirvana y yo a la Mierda-

-sigo sin comprender-

-¡NO PUEDE SER! ¡EL CID NO COMPRENDE NADA! ¡SE HA VUELTO LOCO!-el grito desesperado de Manigoldo saco otra carcajada por parte de Defteros.

-¡NO! ¡SOY MUY JOVEN PARA ÍR AL LOQUERO!-y ahí venía el grito desesperado de El Cid.

-aunque no me importa mucho el haber terminado con Asmita.... pues mi corazón siempre pertenecio a la carne-

-¡AÚN DEBO CONQUISTAR A MI AMOR PLATONICO!-

-¡Mañana comere bife!- 

Y así fue por unas cuantas horas hasta que el efecto del alcohol comenzó a desvanecerse y ellos ya sentían el sueño golpear su ser.

-chicos debo confesarles algo-la voz seria y hebria de Manigoldo llamo la atención de sus dos amigos quienes le pusieron atención.

-¿Qué pasa compadre?-

-nunca logro conquistar a Alba-chan-

-¿Qué?-

La expresión de El Cid no tenía precio, los ojos desorbitados y la boca bien abierta.

-y la razón por que la supe que esta es.... mejor dicho, fue la casa de la belleza castaña es por que.... Defteros me folle a tu hermano-

-¿Qué?-

Otra expresión que no tenía precio, Defteros parecía estar en estado de shock, no movía ni un solo musculo.

-hasta mañana chicos, los amo-

Y sin más Manigoldo se dio vuelta en el piso y se durmió de golpe, dejando a sus dos amigos con esas palabras en sus mentes.