ʚ🧺ɞ Capitulo 17.
Barcode soltó un largo suspiró cuando bajó de la camioneta de Ta. Alzó la vista para mirar las estrellas. Por fin, luego de tres días viajando, habían llegado hasta el pueblo de San Felipe, un lugar que estaba a algunos kilómetros de Albuquerque. En realidad, el lugar era bastante pequeño y desolado, los caminos eran de tierra, las casas, las pocas que se veían, estaban ampliamente separadas, el viento arrastraba la tierra y se veía como la escena de una verdadera película del viejo oeste.
-Mmm, ¿Job?- preguntó cuándo el hombre se bajó de la camioneta—. ¿Estás seguro que es aquí? -Job sacó un gran mapa que habían comprado en el camino y lo extendió en el capó de la camioneta, buscando su ubicación.
Cuando iban entrando al camino de tierra se dieron cuenta que sus celulares estaban sin señal para cualquier cosa, así que se aseguraron comprando un mapa a la antigua. Google Maps no era tan efectivo en ese tipo de lugares.
-Pues sí, es aquí
-Este lugar se ve... solitario -comentó Barcode caminando un par de pasos para mirar un poco más- No creo que aquí viva ella con el niño...
-¡Hey, intrusos! ¿Qué quieren aquí? -Los tres se giraron hacia la voz que les gritaba. Barcode se escondió tras Ta y Job cuando un viejito les apuntaba con una escopeta.
-¡Se parece a los viejos loco de las películas del medio oeste! -susurro al oído de Ta quien no pudo evitar sonreír divertido.
-Tranquilo, caballero, venimos en busca de alguien ¿quizás puede ayudarnos? -preguntó Ta en su tono menos amenazante- Soy comisario del pueblo Middle.
El hombre pareció considerarlos por un largo momento y luego abrió los ojos sorprendido, bajando su escopeta de inmediato. A Barcode le pareció algo extraño, porque de repente el viejito parecía más cuerdo que cualquier otra persona.
-¿Middle dijiste?- preguntó acercándose. Ta asintió.
-Así es. Verá, buscamos a una mujer y a un niño, según lo que sabemos, llegaron hasta aquí hace dos años.
-¿Dos año? -gruñó el hombre- ¿Qué quieren de ellos? -Barcode abrió los ojos con sorpresa y salió desde detrás de Ta y tomó las manos del hombre de cabello cano entre las suyas.
-¿Entonces los conoce? ¿Sabe de quién hablamos? Ese niño es hijo de mi novio y él lo ha estado buscando todo este tiempo, esa horrible mujer se alejó de Jeff llevándose al niño y no permitió que él lo conociera, ni nada. Yo quiero cumplir ese deseo de Jeff... No queremos quitárselo, se lo juro por lo que quiera, solo quiero que lo conozca, que ese niño conozca quien es su padre... Por favor se lo ruego señor, haré cualquier cosa, le daré lo que quiera, solo ayúdenos... por favor....
-Barcode...-susurro Ta. El hombre viejo suspiró y sonrió. Ta y Job se miraron sin comprender nada.
-Eres una buena persona, chico. Pueden seguirme, les contaré una historia- Barcode asintió de inmediato y siguió al hombre. Job y Ta fueron más precavido y se quedaron un poco más atrás. Barcode no paraba de hablar y hablar sobre el rancho, Jeff, la florería, su familia, sus amigos... Era como si quisiera ganarse la confianza del padre de una novia... o novio, en este caso.
-¡Oh! Aún no me ha dicho su nombre.
-Soy Ismel
-Mucho gusto señor Ismel, soy Barcode, mis amigos son Ta el de cara de niño y Job el fortachón con cara de ser peligroso, pero en realidad es un oso de peluche -susurró la última frase, pero era lo suficientemente fuerte como para que Job y Ta escucharan.
-Eso suele pasar con los hombres grandes -susurró Ismel.
Caminaron por unos minutos más hasta que llegaron a una casa bastante destartalada, al menos esa era la imagen que daba por fuera. Le faltaban tablas al recubierto exterior, una luz parpadeaba, el color estaba gastado.
Él los hizo pasar, y su sorpresa fue mayor al ver que la casa por dentro era cálida, igual de destartalada por fuera, pero muy cálida y hogareña. Barcode se sintió a gusto de inmediato.
-Tomen asiento. ¿Quieren algo de comer? Como verán, no es mucho lo que puedo ofrecerles...
-No se preocupe, estamos bien -dijo Job. Ambos, Barcode y Ta, estuvieron de acuerdo
-Entonces, ¿nos dirá como encontrar a esa mujer y al niño? -Ismel miró a Barcode fijamente y luego se hundió en el sofá, se veía derrumbado- ¿Le pasa algo? ¿Quiere que llamemos a una ambulancia? -preguntó Barcode alarmado.
-No, no, no. No es eso... solo... Escuchen y luego decidirán qué hacer. Esta mujer, efectivamente estuvo aquí pero se fue...-Barcode sintió todas sus esperanzas desaparecer, la emoción y la fe que sintió hasta ese momento se habían esfumado- Ella solo vino, dio a luz y desapareció, dijo que no tenía intención de criar a un monstruo -dijo el hombre con pesar
-¿Un monstruo?-preguntó Ta- ¿A qué se refiere?
Pero antes de que Ismel pudiera responder, un llanto de niño desde uno de los cuartos los silenció a todos. Barcode se puso de pie y corrió hasta donde se escuchaba el llanto desesperado. Sin dudarlo, entró hasta el cuarto y no pudo evitar el grito de asombro que salió de sus labios cuando se acercó hasta el niño en la cama.
Era la viva imagen de Jeff. Sus ojos, su cabello, hasta su nariz.
-¡Mi Dios! -susurró Barcode
Se sentó a la cama y sonrió al pequeño antes de tomarlo en sus brazos, sin contener las lágrimas de emoción al sostener al hijo de Jeff. Porque estaba seguro de que así era. Ese niño, era el hijo de Jeff Satur
-Ya está mi amor, todo está bien...
-Ta-ta...-sollozaba el niño. Barcode imaginó que se trataba de Ismel- Tataaa...
—Shhh... ya, ya —susurró con la voz quebrada, acariciando su cabello, su espalda. Y fue cuando se dio cuenta. Abrazó al niño con fuerza, lloró de emoción, lloro por el pesar de que pudiera pasarle eso a un niño así, lloró por la rabia de que esa mujer no quisiera criar a ese rayito de luz solo por...
(🧺)
En cuanto Barcode se puso de pie, Ta se dispuso a seguirlo, pero Job lo detuvo, Ismel guardó silencio hasta que el niño dejó de llorar.
-Vaya, el chiquillo se calló- susurró.
-Barcode sabe de niños- susurro Ta volviéndose a sentar- Qué nos iba a decir.
-Esa mala mujer... Ella llego al pueblo borracha un día, gritando que el animal en su vientre iba a salir. Sarita, una mujer que ha encargado de muchos partos, la ayudó a dar a luz. Cuando Sarita fue a lavar al chiquillo esa mujer había desaparecido... -Otro silencio prolongado que comenzó a poner nervioso a Ta- Verán, Andy... él nació sin sus piernitas... —dijo finalmente el hombre, Ismel no pudo evitar que lágrimas se derramaran por sus mejillas.
-No puede ser...-susurró Ta horrorizado. No porque el niño no tuviera piernas, sino por la maldad de esa mujer para abandonar a su hijo por algo así.
Y entonces recordó que Barcode estaba allí, con el niño. Se puso de pie nuevamente y corrió hasta el cuarto, esperaba cualquier cosa, pero menos lo que vio. El horror que había estado sintiendo segundos antes, fue reemplazado por la ternura de esa escena.
Barcode tenía a Andy acunado entre sus brazos, ambos acostados, Barcode susurrando lo que supuso una canción mientras el pequeño niño dormía plácidamente.
Y también se dio cuenta de otra cosa fundamente: No había duda alguna de que ese niño era hijo de Jeff. Era igual. Lo único que tendrían que mejorar es el peso, el niño parecía demasiado delgado para la edad que tenía.
-Entonces... ya conociste a Andy -dijo en una voz suave para no despertar al pequeño niño. Barcode elevó la vista y asintió.
-¿Se llama Andy? Es un lindo nombre. Él...
-Sí, Ismel nos lo dijo. Pero no te preocupes, Jeff no lo rechazará por algo así.
-Lo sé, eso no me preocupa... Ta, míralo se supone que tiene dos años, está tan delgado, parece enfermo y... Dios, Ta, esto es tan injusto -Sollozó- ¿Por qué un niño está en estas condiciones? No se puede, no se debe hacer esto... No se puede abandonar a un angelito por esto, se debe ayudarlo, apoyarlo... Ella es su madre, cómo tuvo el corazón para dejarlo solo a merced del mundo...
-Ella no es su madre y evidentemente no tiene corazón... Barcode, ahora este niño no estará más solo, lo encontraste tiene un padre te tiene a ti, tendrá muchos tíos para consentirlo... Él no estará solo más...
-¿Si verdad? -susurró Barcode. Besó la frente de Andy y se puso de pie sin soltar al niño. Vamos a hablar con Ismel, quiero llevarme a Andy a un hospital, que lo revisen completo a Ismel también, estoy seguro de que él hizo lo que pudo y se ve igual o peor que Andy, ¿qué haremos? ¿Cómo le digo a Jeff que su hijo...?
-Vamos por parte. Lo primero es hablar con Ismel sobre llevarlo a él y a mi nuevo sobrino al hospital más cercano, no creo que por aquí haya alguno, así que tendremos que conducir hasta Albuquerque -Barcode asintió, contento de que Ta hubiera ido con ellos. Si estuviera solo, en ese momento no sabría qué hacer.
Envolvió al niño en una manta que tomó de la cama y caminaron a la sala, donde Job conversaba con Ismel.
-Ismel yo... quiero hacerme cargo de Andy sé que usted lo ha cuidado todo este tiempo y estoy muy agradecido. -Miró a Ta y luego de nuevo a Ismel- Si usted quiere y me permite, quisiera llevar a Andy conmigo, a un hospital.
-Yo no esperaría nada más -susurró Ismel- Quiero mucho a ese niño, pero no tengo lo necesario para cuidarlo. Estaré feliz de saber que él será feliz y estará en mejores condiciones.
-Ismel...-susurró Barcode- Quiero que usted venga con nosotros, Andy lo quiere, no creo que se acostumbre a otro lugar sin usted además también quiero que se revise. Así que me gustaría que reunieran sus cosas y fuéramos al hospital de Albuquerque... por favor.
Ismel miró a Barcode, Ta y Job con duda, no entendía porque esos hombres querrían llevarlo también.
-No me gustaría ser una carga, me gusta trabajar
-Oh, por eso no se preocupe. El padre de Andy tiene un rancho, seguramente habrá trabajo para usted y podemos conseguirle su lugar propio para que no se vea obligado a compartir con todos los demás, pero venga, usted sabe mucho más sobre Andy que nosotros.
Finalmente la noche anterior habían viajado hasta el hospital, para decepción de Barcode, Andy durmió durante todo el camino, pero supuso que eso estaba bien, los niños necesitaban dormir mucho.
Cuando llegaron al hospital los atendieron de inmediato, hicieron pasar a Barcode y a Ismel ya que él sabía todo lo que se debía saber sobre el niño. Respondió a todas las preguntas con facilidad y Barcode memorizó todas y cada cosa que debía saber, preguntó a Ismel de todo, si hablaba, si jugaba y con qué... Luego de eso, Ismel también pasó a ser revisado.
-Bien, el niño está con desnutrición y deshidratación, afortunadamente no tiene ningún tipo de enfermedad pero eso no quiere decir que esté bien. Lo mantendremos aquí durante un par de días, entiendo por la situación que ha pasado el niño y solo por eso no llamamos a la policía -advirtió el médico a Barcode- Cuando el señor Ismel habló conmigo noté los mismo signos que en Andy, así que entiendo que él no era capaz de cuidar del niño como corresponde, pero es su abuelo y así está registrado, de lo contrario, los policías les hubieran quitado al niño por las condiciones en las que está.
—¡Pero él hizo lo que pudo, doctor! No es una mala persona y cuando le dije que viniéramos él ni si quiera lo dudó.
-Lo sé, es por eso que no llamé a la policía. Por otro lado, entiendo que el padre del niño no sabe que vino hasta aquí —Liam asintió, le había comentado al médico cuando llegaron- Bien, se le necesita, tiene que firmar documentos y estar presente.
-Pero yo puedo hacer todo eso, Jeff es mi novio.
-Lamentablemente usted no tiene poder sobe el niño, es más, ni si quiera debería dejar que lo vea pero se nota que se preocupa por él, por eso di la orden de que lo dejaran hacerse cargo pero para cosas legales el padre o responsable del niño debe estar presente, y aunque Ismel está aquí, preferiría que fuera el padre.
Barcode asintió.
-Llamaré a Jeff ahora mismo, estará aquí en dos o tres días, el viaje desde Middle es algo largo.
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-Jeff, tienes una llamada de Barcode —Jeff miró a su madre que se había acercado hasta los establos donde él montaba los fajos de alfalfa en el cobertizo.
-Voy- dijo tirando dos fajos más, antes de trotar hasta la casa y tomar el teléfono- Hey, ¿por qué no llamaste al celular?
-Lo hice pero no contestabas, seguro se te olvidó en alguna parte de nuevo- contestó Barcode
Jeff no pudo evitar sonreír mientras tocaba con sus manos sus pantalones, percatándose de que efectivamente, el celular no estaba.
-¿Cómo va todo con Ta?
-Bueno... justo para eso te llamaba, Jeff, sucedió algo...-dijo Barcode con voz dubitativa, Jeff frunció el ceño y acerco una silla para sentarse. Algo le decía que lo que Barcode le diría no sería algo bueno.
-Habla, Barcode
-Jeff, yo te mentí pero antes de que pienses cualquier cosa fue por una buena razón- Jeff iba a comenzar a decir algo pero Barcode se le adelantó- Escúchame, por favor
-Está bien, pero espero que sea una maldita buena razón, o esto termina. -Sintió a Barcode jadear al otro lado de la línea.
-No, no, no, por favor no termines conmigo.
-Barcode...
—Sí está bien... yo salí a buscar a tu hijo. Sí, porque es hijo, un niñito. Lo encontré, Jeff. Tienes un hermoso hijo de casi 2 años, en realidad, tiene 1 año con 11 meses, estará de cumpleaños en un par de semanas, ¿No es eso genial? ¡Pasaras el segundo cumpleaños con tu hijo! Y la mejor parte, es igual a ti, tiene tu cabello, tu rostro. Es hermoso, una cosita maravillosa que te va a enamorar en cuanto lo veas... Se llama Andy.
Jeff escuchó todo lo que Barcode decía pero no podía procesar las ideas. Quedó sin palabras y con la mente en blanco en cuanto escuchó que Barcode había encontrado a su hijo.
Su hijo
Hombre
Casi dos años
Mismo cabello, mismo rostro...
Andy
-¿Jeff? ¿Jeff, sigues ahí?
-Ssi... Barcode... ¿encontraste a mi hijo? ¿Cuándo? ¿Por qué no me dijiste nada?
-Bueno... ahora te lo estoy diciendo -susurró Barcode con voz culposa-
Necesitamos que vengas, eres el padre y tienes que hacerte cargo de unos documentos.
-¿Qué documentos?
-Estamos en el hospital. No es nada grave o de vida o muerte -Se apresuró a aclarar Barcode, tranquilizando a Jeff que estaba a punto de salirse de su piel- Pero es importante. Estamos en el hospital de Albuquerque.
-Albuquerque, ¿estuvo ahí todo el tiempo?
—Sí pero no aquí mismo, si no que en un pueblo que queda como a un día de viaje de aquí. Pero eso te lo cuento otro día, puedes venir por favor, no quiero que Andy este más tiempo del necesario en este lugar.
-Iré ahora mismo, te llamaré cuando esté cerca.
-Está bien, te amo.
-Te amo también... y gracias, Barcode. De verdad, gracias — escucho a Barcode suspirar.
-No lo agradezcas, seremos una familia, espero que esta maravilla que tengo a mi lado sea tan hijo mío como tuyo en algún momento.
-Ya lo es, estoy seguro
-¿Jeff?
-¿Si?
-Pase lo que pase, ámalo, él es un ángel.
-Lo amo desde que supe que ella estaba embarazada.
-Bien, no lo olvides. Te amo- dijo Barcode antes de colgar
Jeff se puso de pie de inmediato y corrió a su cuarto, metió ropa, sus tarjetas y su celular que estaba sobre la cama a un bolso, tomó su chaqueta y corrió hacia su camioneta lanzando todo al asiento trasero.
-¿Jeff? ¿Qué pasa hijo?
-Barcode encontró a mi hijo, James, lo encontró -dijo mientras se metía a la camioneta y la encendía- Llamaré en cuanto sepa cualquier cosa, están en el hospital de Albuquerque... Dile a mamá que es oficialmente abuela y tú eres abuelo, también, James.
James no tuvo tiempo de decir nada, Jeff arrancó la camioneta y condujo al límite de velocidad hacia Albuquerque mientras pensaba en las palabras de Barcode
Su hijo, su hijo estaba a solo dos días de distancia, menos si conducía sobre el límite de velocidad durante la noche. Sus ojos se empañaron, tomó el celular y le marcó a su mejor amigo Bible, puso en altavoz.
-Amigo, tanto tiempo, ¿qué pasa?
-Barcode encontró a mi hijo, es hombre, Bible. Se llama Andy
-Qué... ¿Barcode hizo qué? ¿Tu hijo?
-Sí, están en el hospital de Albuquerque, paso por ti en 10 minutos, necesito que alguien conduzca conmigo o juro que tendré un accidente.
-Si, por supuesto estaré listo, solo mantente vivo hasta que llegues a mi casa- Jeff colgó.
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-¿Qué dijo Jeff? -preguntó Job pasándole un vaso de café a Barcode.
-Viene en camino, estaba algo sorprendido, espero que maneje con cuidado.
-No creo que quiera matarse antes de conocer a su hijo, tendrá cuidado. -Barcode miró a Job y asintió, tomando un sorbo de la amarga sustancia que siempre odió, pero que ahora necesitaba.
-¿Qué dijo el médico?
-Lo tiene con suero, estoy esperando que terminen de revisarlo. Ya despertó, Ismel fue con él para tranquilizarlo así que la enfermera me pidió que me quedara aquí afuera... Quiero entrar -susurró
-Ismel acaba de salir, quizás ahora puedes entrar -Barcode giró y se encontró con la sonrisa de Ismel.
-Barcode... me dieron permiso para que entres -El rizado asintió entusiasmado, le devolvió el café a Job y siguió al hombre viejo. Sentía que su corazón se saldría de su pecho en cualquier momento. Cuando entraron al cuarto que Andy compartía con dos niños más, a Barcode casi se le partió el pecho. Andy miraba hacia la puerta con sus ojitos llenos de lágrimas, miedo se reflejaba en ellos. Barcode no dudó cuando se acercó y tomó al niño en sus brazos nuevamente, teniendo cuidado con las vías de suero en su bracito
-Hola, cariño- susurró besando su frente- No tengas miedo, estaré contigo en cada minuto -El niño lo miró y sonrió mientras pasaba su manita por su mejilla, como conociéndolo- Soy Barcode, te hice dormir anoche, ¿sabes? Y sí, sé que quizás no entiendes, pero no importa porque yo suelo hablar de todas formas.
-Baqui... Ta-ta-dijo el niño con una sonrisa.
-Sí, soy Barcode y allá está tu tata y papá vendrá en cualquier momento. Y te amará, mucho. Muchísimo.
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