ʚ🧺ɞ Capitulo 14.
Barcode se deshizo de la última bolsa de basura y entró a la florería. Miró alrededor, satisfecho con lo ordenada que se veía. A su amiga le gustaba mantener la florería de esa forma, aun cuando fuera casi imposible debido a la cantidad de ramas, pétalos y hojas que estaban cayendo siempre al suelo. Alzó sus brazos y se estiró para tratar de romper la tensión en su espalda cuando el teléfono sonó. Extendió su brazo y tomó el teléfono bostezando.
-Florería, habla Barcode, ¿puedo ayudarle?
-Barcode, querido, que bueno encontrarte, tuve la esperanza -Barcode frunció el ceño y de inmediato su corazón comenzó a latir fuerte.
-Maggi... ¿pasó algo con Jeff? ¿Él está bien? -preguntó estirándose para tomar su bolso y tomar las llaves en caso de que le dijeran que Jeff estaba nuevamente en el hospital.
-Oh... ¿Jeff? Está bien, no te llamo por él -dijo Maggi tranquilamente. Barcode de inmediato se calmó y volvió a dejar sus cosas en la encimera.
-Ya veo... Entonces, ¿necesitas algo?
-Por supuesto, sí, para eso llamaba. Cariño, me preguntaba si podrías venir a verme, necesito algunos consejos con mi jardín y...
-Maggi, yo... no creo que sea, ya sabes, buena idea- susurró- Jeff podría molestarse y yo no quiero hacerlo enojar aún más.
-Barcode, no te preocupes por Jeff, él no está tan molesto como crees, además, él ha recordado algunas cosas y... Oh, James me llama, ¿crees que podrás venir mañana?
-Yo no lo sé, Maggi...
-Barcode cariño te estaré esperando
Y antes de que Barcode dijera algo Maggi ya había cortado
Barcode miró el teléfono y suspiró. Tenía miedo de ver a Jeff... No quería escuchar palabras llenas de odio y que reemplacen a las lindas palabras que Jeff le había dicho cuando estuvieron juntos. Él quería mantener los recuerdos de sus días llenos de amor, no quería recordar a Jeff mirarlo con odio.
•🧺•
Ta terminó de llenar la ficha de detención de Mel Contreras, un ligero malestar en su hombro le recordó que tenía que tomar los analgésicos que le había recetado el médico. Se puso de pie y fue hasta la mesita donde su secretaria le había dejado el jarro con agua. Llenó un vaso y se metió el medicamento a la boca, hizo una mueca ante el sabor amargo, y tomó un sorbo de agua para tragarlo. Acababa de volver a sentarse en su escritorio cuando alguien tocó la puerta.
-Adelante -dijo mirando los papeles en el escritorio.
-Hey, Ta -Ante la voz, Ta elevó de inmediato la mirada y miró a Build Jakapan, allí, de pie, como si fuera el dueño del mundo.
-Build -saludó, sintiéndose orgulloso de lo firme que sonó su voz- No esperaba que vinieras.
-Supe que detuviste a Mel y su hijo, así que me pasé a ver como estaban las cosas, ¿Puedo sentarme? -preguntó haciendo un gesto a la silla frente a Ta. El comisario asintió.
—Sí, están en las celdas, estoy terminando de llenar los informes de su interrogatorio. Hay que esperar por el juicio, y tengo esperanza en que eso irá bastante bien.
-Bien, me alegra escuchar eso, ¿dijeron algo sobre lo que hicieron con los caballos?
-Solo que los habían vendido, aunque es seguro que deberán indemnizarte, por robar caballos no es mucho lo que se les castiga con cárcel, pero ellos intentaron matar a Barcode y a Jeff, y Mel, el muy estúpido, me disparó, lo que los dejará un tiempo tras las rejas. -Build desvió su mirada al hombro herido de Ta
-¿Fue algo muy grave?
-Para nada, es decir, si, tuvieron que sacar la bala y todo pero nada que me impida seguir trabajando.
-Eso veo. Ta, yo...
-Si necesitas saber algo más del caso dilo, si no, puedes irte. Tengo muchas cosas que hacer- dijo Ta cortando todo tipo de otra conversación. Build lo observó unos segundos antes de asentir y ponerse de pie.
-Bien, gracias, cualquier cosa que pase dímela por favor, quiero estar informado de todo.
-No te preocupes por eso, Ángel te estará poniendo al día -Ta se puso de pie y acompaño a Build hasta la puerta de su oficina. Cuando la abrió no pudo evitar sonreír al ver a Job allí, esperando- Hey... —dijo, olvidando por un segundo que Build estaba ahi -¿Llegaste hace mucho?
-En realidad no, pero tú secretaria me dijo que estabas ocupado, así que no quise interrumpir, ¿Ya acabaste?
-Sí, me faltan un par de cosas, pero con esos hombres detenidos, puedo estar más tranquilo y mi trabajo vuelve a ser tan relajado como siempre.
-Vamos, te invito a comer -Ta asintió— Déjame ir por mis cosas y vamos -Cuando se giró, se sorprendió de ver a Build gtodavía de pie en el marco de su oficina y, además, con el ceño fruncido. Se miraron unos segundos antes de que Build hiciera un gesto con su sombrero y saliera de la comisaria.
Ta no notó las manos de Build en puños, ni tampoco se percató de la mueca que hizo al comprender que ese hombre alto y grande, tenía a Ta para él.
Job no era tonto, y se percató de la tensión que había entre ambos hombres. Decidió preguntarle a Ta más adelante sobre eso, no quería meterse en una historia ya escrita, si había algo que odiaba, eran los dramas. Por el momento, él solo quería pasar un buen rato
-Ya está, vamos -dijo Ta mientras cerraba la puerta de su oficina- Voy a comer Adel, dile a Ángel que revise las fichas y si cree que falta algo me lo diga.
-Está bien comisario -Job salió tras Ta y caminaron hasta el pequeño restaurante que estaba cerca de la comisaria. Entraron y tomaron una mesa cerca de la ventana.
-Entonces, ¿cómo va el caso?
-Ellos no nos quieren decir quiénes fueron sus cómplices, pero sospecho que no son de por aquí -comentó Ta antes de que la camarera apareciera. Hicieron sus pedidos y luego ella desapareció dejándoles un café a cada uno.
-Creo que hay algo más que el simple robo de caballos, es decir, está bien, robaron y hay mucho dinero en ello, ¿pero de ahí a tratar de matar al chico y a Satur? No lo sé, es extraño- dijo Job.
-También lo creía, pero a estas alturas estoy pensando en que solo fue una mala actuación por parte de ellos, simplemente no pensaron en la posibilidad de que alguien les descubriera -Ta asintió, estando de acuerdo.
-Y bien, ¿cuál es la historia con el hombre que estaba en tu oficina?- preguntó Job de golpe dejando a Ta perplejo.
-¿Uh? ¿La historia? ¿Por qué piensas que hay una historia?
-La tensión entre ustedes era palpable hasta con una aguja, ¿Me quieres contar o es demasiado pronto para meterme en eso?
-No, es algo pasado, muy pasado. Build, así se llama, fue mi novio cuando tenía 17 años, estuvimos dos años de relación solo para que terminara cuando él decidió engañarme y dejar embarazada a la que yo creía su mejor amiga.
-Vaya, ¿así de simple?
-Es la historia resumida, comprenderás que eso no terminó bien, pero fue cosa de adolescentes
-Adolescentes, ¿eh?, pues parece que siguen siendo adolescentes, porque ambos sienten algo el uno con el otro. -Ta miró a Job y negó mientras sonreía con tristeza.
-No te voy a mentir, aun siento cosquillas cuando lo veo y noto el hombre en el que se ha convertido, pero el engaño está ahí. Y no creo que no me quisiera, solo no me quiso lo suficiente, de todas formas, él tiene a su hija y yo a mi trabajo y supongo que en estos momentos tengo algo con un detective de la ciudad.
-¿Crees? Creí que los besos en tú oficina confirman que definitivamente hay algo.
-Bueno, cuando tienes razón, tienes razón detective -Ta iba a comenzar a beber de su café cuando una voz que conocía muy bien comenzó a llamarlo. Para luego entrar en la cafetería y correr hasta su mesa.
-¡Ta! Necesito tu ayuda, Ta, por favor... -rogó Barcode. Su expresión era de verdadera desesperación. Ta se puso de pie y tomó a su amigo en sus brazos.
-Barcode, ¿qué pasa?
-No lo dejo de ver, Ta. Está en todas partes...-susurró Barcode aferrándose a su amigo. Ta miró a Job que estaba mirando hacia la calle, en busca de algún peligro.
-Está bien, cálmate, vamos a hablar en otro lugar, ¿sí? -Barcode asintió mirando a todas partes y aferrándose con fuerza a los brazos de Ta.
Job pagó la cuenta y pidió que se lo envolvieran para llevar, mientras Ta llevaba a Barcode hasta la comisaria.
Diez minutos después estaban en la oficina de Ta, con Barcode bebiendo de un vaso de agua.
-Entonces, Barcode, ¿me puedes decir qué te sucede? ¿Qué es eso que ves en todas partes? -Barcode miró a su amigo y luego a Job, quien entendió y los dejó solos- ¿Barcode?
-Po-por favor, t-tú eres mi am-amigo, no me puedes fallar a-ahora –susurró entre sollozos- Confía en mí, ¿sí? -dijo con una voz desesperada.
-Por supuesto, Barcode, dime cualquier cosa -Barcode asintió y guardó silencio unos momentos.
-Hace... ha-ce más de una sem-semana que es-estoy viendo... es-toy viendo a un hom-hombre con ojos rojos... M-me persigue... me per-persigue por todas par-partes. Es-estaba en la flo-florería... Te lo juro, Ta... N-no es mi im-imaginación...
-Está bien, Barcode, te creo. Dime, ¿cómo es ese hombre?
-¿El hombre? Pues es... grande, alto, mu-muy alto, tiene barriga, si, tiene una barriga grande... -Barcode suspiró- y sus, sus ojos, son rojos, así como la sangre... Si, co-como si est-estuvieran reventados... -Ta miró a su amigo y asintió.
-¿Dónde lo has visto?
-Mi casa, la florería, en la calle... En-en todas partes...-susurró, la desesperación en su voz apareció nuevamente- Por favor, Ta, ti-tienes que creerme... por favor...
-Te creo, Barcode. Dime, ¿alguien más ha visto a este hombre? -Barcode negó duramente y suspiró.
-Es, es por eso qu-que no me creen... Cada maldita vez qu-que le digo a alguien, desaparece. Se esfuma... Ta, no quiero qu-que me encierren... Te juro por-por Jeff, que no miento...
-Está bien, Barcode, tranquilízate te creo y no te voy a dejar solo ¿está bien? -Barcode asintió y abrazó a su amigo con fuerza— ¿Por qué crees que te van a encerrar? ¿Alguien te dijo eso?-Barcode se separó unos centímetros del comisario y negó.
-Pero lo veo en su mirada —susurró—Papá cree que terminaré como mamá... creen que me volveré loco, Ta... lo veo, lo veo en los ojos de mi papá, de mis hermanos, de mi cuñado... el único que me sigue viendo igual es mi sobrino... Y-yo lo creía también, ¿sabes?. Pero ese hombre es real, sé que es real, porque cuando lo veo yo cierro los ojos y cuando los abro, sigue ahí... sigue ahí y no me deja en paz -Cuando terminó de hablar, Barcode empezó nuevamente a sollozar.
•🧺•
-No lo haré, Nanon. Me niego a encerrar a mi hijo -dijo golpeando con fuerza su sombrero en la mesa ante las palabras de su hijo mayor- No puedo creer que digas semejante estupidez de tu hermano. Puede que Barcode sea diferente por su enfermedad, pero nos ha demostrado que es mucho más hombre que cualquiera de nosotros y mucho más valiente también.
—Papá, no se trata de eso, quiero a Barcode también y es por eso que me preocupa lo que está pasando. Él insiste en que ha visto a un hombre con ojos rojos que desaparece y aparece de la nada. Es lo mismo que ocurrió cuando era pequeño.
-No compares, en ese tiempo el solo tenía 5 años y su madre había muerto, ahora es un adulto y yo le creo. Es mi hijo y aunque fuera así, si fuera su imaginación, lo apoyaría con mayor razón y no lo alejaría de mí. Si necesitara ayuda, cosa que no es, seríamos nosotros, su familia quienes estaremos para apoyarlo.
-Nosotros no tenemos las herramientas para ayudarlo. Te lo estoy diciendo por la experiencia que tuvimos con mamá, ella...
-Tu madre luchó hasta el último momento contra su enfermedad, y todo por ustedes, así que no te atrevas a juzgarla.
-Por dios, padre no la juzgo, la voy a admirar en cada segundo de mi vida pero no quiero que Barcode muera de la misma forma. Quiero ayudar a Barcode como debe ser, con profesionales que lo cuiden que velen por su salud mental. No es como si lo estuviéramos abandonando.
-No, eso ni si quiera es algo que pueda considerar, Barcode se queda con nosotros, imaginación o no imaginación -Nanon miró a su padre y asintió saliendo de la casa maldiciendo. Él tampoco quería ver a su hermanito encerrado, pero prefería eso a verlo asustado todo el tiempo.
•🧺•
Barcode bajó de su auto temeroso de encontrarse con Jeff. Si estaba ahí, era solo para ayudar a Maggi cómo se lo había pedido el día anterior, no es que quisiera ver a Jeff. No. Para nada, pero entonces, ¿por qué no dejaba de buscarlo con la mirada? Dio un salto cuando escuchó la puerta abrirse y se sintió un poco decepcionado al ver a Maggi, pero también le hacía feliz
-Barcode cariño que bueno verte —dijo ella llegando hasta él y envolviéndolo en un abrazo- Dime, ¿por qué demonios no me has venido a ver? -Barcode se sonrojó y sonrió.
-Maggi no te ves linda cuando maldices -comentó divertido.
-Estoy vieja para querer parecer linda, ahora ven vamos a ver mi jardín y tendremos una buena conversación tú y yo -Barcode asintió y la siguió hacia la parte trasera de la casa.
-No estás vieja Maggi. Creo que te ves muy bien para tu edad, aunque sinceramente no se tu edad- dijo sin dejar de mirar alrededor.
-Jeff está con los muchachos trabajando a una yegua, así que no lo verás por ahora, si es lo que te preocupa -comentó ella poniéndose sus guantes.
-Oh... que bien, creo que es mejor así -susurró un poco decepcionado. Llenó sus pulmones del aire con olor flores y sonrió. Una sonrisa sincera, relajada. No se había sentido así en muchos días- Entonces, mi querida Maggi ¿qué quieres que hagamos?
-Solo lo que salga, quiero que me cuentes, ¿Por qué no has llamado? ¿Ya te diste por vencido con mi hijo? -preguntó ella mientras removía la tierra. Barcode se inclinó a su lado y le ayudó.
-Claro que no, lo amo... pero él me odia por haberle mentido, está enojado con Ta, también, por lo que sé... Además, no quiero que esté con un loco y hacerle responsable de alguien como yo...-susurro.
Maggi se detuvo y sin si quiera dudar golpea la cabeza de Barcode.
-¡No quiero escuchar que te vuelvas a llamar loco, muchacho! No te menosprecies, eres un gran chico, mi hijo sería afortunado si te tuviera a su lado, tú lo sabes mejor que cualquiera de nosotros -Maggi suspiró y miró a Barcode con cariño- Tú no eres así mi niño, ¿Qué te pasa? -Barcode miró a Maggi y no pudo evitar que las lágrimas fluyeran y que toda su historia saliera de sus labios. Cada cosa que había estado sintiendo, cada cosa que había estado pasando. Todo. Abrazó a Maggi con fuerza, y ella lo recibió como solo una madre podría. Barcode por primera vez en días desde que había visto a ese hombre fuera de su cuarto se sentía real y verdaderamente seguro. Era sorpréndete lo que podía hacer el cariño de una mujer en sus sesenta y con una voz suave. Ella lograba que Barcode se sintiera mucho más seguro en sus delgados brazos que con un hombre con músculos y arma protegiéndolo.
-Me cansé, Maggi, me cansé de hacer feliz al mundo y ahora, que los necesito, me creen loco. Yo no estoy loco, no lo estoy, no quiero que me encierren -—dijo entre sollozos.
-Nadie te va a encerrar en ninguna parte cariño. Tu padre es un hombre sensato, él jamás te encerraría en algún lugar así, él te ama.
-Yo... yo lo sé, pero sus ojos tienen ese miedo... que yo...
-Shhhh relájate. Ven, pongámonos de pie y vamos a tomar un té de hierbas para calmarte, luego te vas a ir a acostar y vas a dormir todo lo que no has dormido en días necesitas eso. Ya verás que cuando tengas tus horas de sueño al día te vas a sentir mucho mejor.
-No... no, no quiero ver a Jeff, yo...
-¿Sucede algo? -El estremecimiento que sintió Barcode al escuchar esa profunda voz le recorrió por toda la columna vertebral, logrando que se pusiera tenso
-Yo yo ya me iba -susurró
-Oh no, tú no te vas a ninguna parte Barcode Isarapongporn, necesitas descansar y no hay lugar mejor que aquí -exclamó Maggi con una voz que no dejaba lugar a reproche.
-Pero... -Barcode guardó silencio ante la mirada de Maggi, miró a Jeff que se veía un poco confundido, pero en absoluto molesto como creyó en un principio luego volvió a Maggi y asintió.
-Bien, así está mucho mejor. Entremos, hijo será mejor que no entres a la casa con esas botas llenas de barro y dile a James lo mismo, ustedes no son los que después están en cuatro limpiando el piso -Barcode sonrió levemente ante esa imagen, pero Jeff soltó una carcajada.
-Está bien, mamá
Luego de un rato, Barcode estaba en el cuarto de invitados bajo las colchas y suspirando. El té de hierbas que Maggi le había dado lo había dejado adormilado y poco a poco se estaba quedando dormido. Se acurrucó en posición fetal y dejó que morfeo lo llevara al país de los sueños.
-¿Qué pasa con Barcode? -Maggi suspiró mientras servía la comida a sus dos hombres. Ahora, tranquilamente podía expresar su verdadera relación con James. Ambos decidieron hablar con Jeff el día anterior y su hijo lo tomó mucho mejor de lo que creyó, es más, los sorprendió a ambos diciéndoles que lo sospechaba y que no había un hombre mejor para ella que no fuera James. Hasta extendió la invitación a James para que viviera con ellos. Eso hizo que su corazón se hinchara de alegría y orgullo.
-Él no lo ha estado pasando bien, hijo. Primero, cree que lo odias... ¿lo odias? -Jeff miro a Maggi y luego a James y negó.
-Claro que no, aún sigo un poco molesto, pero...
-Con nosotros no pareces molesto -comentó James- es decir, todos te mentimos por igual -Jeff asintió, pero no sabía cómo explicar lo que era diferente con Barcode.
-Es... no sé cómo decirles, pero la situación es... distinta. Sé que no lo hizo con mala intención, pero de todas maneras... no debió hacerlo.
-No debimos, y en todo caso, la que inició la mentira fui yo- dijo Maggi sentándose a la mesa- Te lo he dicho varias veces, él no quería hacerlo de esa manera.
-Lo sé, lo sé, hablaré con él cuando despierte.
Comieron en silencio hasta que el grito de Barcode los puso a todos alerta. Jeff de inmediato corrió al cuarto de invitados y entro justo para ver a un hombre salir por la ventana
-¡James, el portón sur! -gritó para asegurarse que se encargara del intruso y él poder ver a Barcode.
-No estoy loco, juro que lo vi, estaba ahí -susurró Barcode saliendo de la cama- Jeff ¿lo viste, verdad? Por favor, dime que no fue mi cabeza... por favor... -Jeff negó y se acercó al alterado Barcode.
-Ven aquí, cariño. No estás loco, también lo vi -dijo con la voz más tranquilizadora que pudo obtener de sí mismo- Barcode, ven -repitió, esta vez como una orden. El rizado lo observó unos minutos antes de acercarse- Eso es, también vi a ese hombre ahora debes tranquilizarte, james ya lo debe tener amarrado en alguna parte -Barcode asintió, Jeff entrelazó sus manos y acarició su mejilla.
-¿Seguro? ¿De verdad lo van a atrapar? -preguntó en un susurro. Jeff jamás había visto a Barcode de esa forma, como un cervatillo asustado, ni si quiera cuando casi los matan a disparos.
-Sí, completamente seguro -Barcode asintió y abrazó a Jeff con fuerza. Por fin sabría quién era el hombre que lo estaba atormentando.
Cuidemos a Barquito por qué está chiquito (':
📍Oigaaaaaan! Ocupo su opinión
¿Les gusta el shipp de GeminiFourth?
¿Quisieran una historia de esa parejita? Saben que este es un perfil multi fandom y aquí amamos a todos los shipps
¿Que piensan?
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