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ʚ🧺ɞ Capitulo 13.





Barcode se paseaba por el pasillo del hospital de un lado a otro. Su cuerpo se estremecía cada vez que recordaba la expresión de Jeff cuando supo la verdad, el dolor en sus ojos, la traición... Barcode se odió en ese momento como jamás pensó que lo haría. Pero ahora no era momento de pensar en eso, Jeff estaba siendo examinado en ese momento. Maggi estaba dentro, y cuando le ofreció entrar, esta vez, con todas las ganas que tenía de estar ahí, dijo que no. No quería volver a mentir, aun cuando eso significara estar o no al lado de su amor.

-Barcode, ¿puedes sentarte? Me estás mareando -comentó Ta desde su asiento.

-N-no puedo, estoy demas-demasiado ner-nervioso... -tartamudeó. Barcode y Nanon intercambiaron una mirada preocupada. Al final, fue Nanon quien se puso de pie y abrazo a su hermano pequeño.

-Escúchame, Jeff va a estar bien, estaremos aquí para ti, pero solo... tranquilízate, poniéndote así no vas a lograr nada.

-¡No me p-puedes pedir que me tranquili-lise!-gritó Barcode alejando a Nanon de un empujón- Si Jeff está ahí es por mi, m-mi culpa, yo causé que volviera a estar e-en este ma-maldito hospital... Solo yo...

-Oh, por Dios, vamos Barcode. Sabes que no es así...

—Sí, lo es —susurró— La presión de saber que lo engañé le hizo esto, yo lo sé... Lo sé.... -Las lágrimas no dejaban de deslizarse por sus mejillas, mientras los minutos pasaban.

Ta veía a su amigo caminar de un lado a otro y suspiró restregando sus rostro, cuando abrió sus ojos vio un vaso de café frente a él.

-Creo que lo necesitas- comentó Job sonriéndole cálidamente. Ta sonrió, agradecido.

-Gracias... Siento que tuvieras que pasar por todo este culebrón...

-Oh, no te preocupes, tengo una hermana escritora que sabrá cómo utilizar la historia de un chico que engaña a un hombre amnésico y se aprovecha de eso para ser su novio... bromeó. Ta sonrió, pero no con alegría.

-Barcode no lo hizo por maldad, él... realmente ama a Jeff, esto solo se le escapó de las manos.

-¿Te gusta?- preguntó Job sentándose a su lado.

-¿Quién?...-Miró a Job- ¿Barcode? -Job  asintió- No, estás loco, es un gran amigo, creo que me atrevo a decir que mi mejor amigo después de mis hermanos.

—Ya veo... Lo sé, este chico no inspira nada de maldad, solo creo que está un poco trastornado... Supongo que se siente culpable...

—Sí... Ha estado sintiéndose así desde el accidente de Jeff, siempre le estuve insistiendo en que debía decir la verdad, pero lo pospuso hasta ahora...

-Entiendo, tampoco es algo muy fácil de admitir. Barcode asintió y solo unos minutos después, Maggi apareció abrazada de James. Barcode de inmediato corrió hasta ella, Nanon y Ta también se acercaron, pero quedándose un poco más atrás.

-¿C-cómo es-está? ¿Ya reaccionó? -Maggi asintió.

-Jeff está mejor, cariño- respondió Maggi acercándose a Barcode- El médico dice que es por el golpe que recibió en la cabeza, dice que los dolores de cabeza son normales. -Barcode asintió, tranquilizándose.

-Gracias a dios- susurró Barcode mirando hacia arriba -¿Él desp-despertó?

-Si, por solo unos minutos, pero está durmiendo nuevamente. ¿Quieres pasar? -Barcode negó.

-No tengo... no tengo derecho. Él me odia.... -susurró retorciendo sus manos- Sólo me conformo c-con saber qu-que está mejor...

-Barcode...

-No, Maggi, no qu-quiero que me odie m-más... Llam-llamaré para saber de él -Barcode miró a su hermano y Nanon asintió, entendiendo.

-Vamos a casa, hermanito- susurró. Barcode hizo un movimiento de cabeza para despedirse de todos y caminó hacia la salida del hospital.

-Llamaré más tarde para saber cómo sigue -dijo Ta a Nanon. Éste asintió.

-Nos vemos -dijo a todos y fue tras su hermano.

Barcode entró a su cuarto y se dejó caer en su cama, acurrucándose de manera fetal. Estaba tranquilo sabiendo que Jeff estaba bien, pero tenía miedo de haber perdido toda oportunidad con su amor. Supo desde el primero momento que mentir traería consecuencias de ese nivel, pero no creyó que ese día llegaría así. Ese mismo día había estado con Jeff  haciendo el amor y todo se había ido al carajo por culpa de Poe... No, de él mismo por mentirle a Jeff. Todo el amor del mundo no era excusa para jugar con los recuerdos de alguien.

-Jeff... --susurró entre sollozos―Jeff... Perdóname...


•🧺•






Poe lanzó el teléfono sobre la cama y sonrió.

Su amiga, que era enfermera, le había informado sobre Jeff.

Era impresionante lo que se podía descubrir teniendo los amigos correctos y en el lugar correcto. Ahora que Jeff sabía la verdad y que nuevamente estaba en el hospital, era su oportunidad de ganar puntos, y con el plan que tenía para el loco Isarapongporn, su camino quedaría completamente despejado.




•🧺•








Maggi acomodó a su hijo mientras lo miraba preocupado. No creyó que la pena que sufrió hace dos años a manos de esa horrible mujer le llevara al extremo de querer olvidar tal hecho. Rogó, como todos los días, que esa mujer estuviera tratando bien a su nieto... porque sabía que Jeff nunca había olvidado a Air ni al hijo que ella llevaba en su vientre cuando decidió que no deseaba estar más con un ranchero y que prefería irse con su amante de la ciudad...

Él realmente la había amado y ella solo se fue.

Desde ese día, cuando ella desapareció de sus vidas junto a ese niño en su vientre, Jeff no confió más en las mujeres y por lo mismo comenzó a tratarlas como objetos que solo servían para satisfacer su lujuria. ¿Alguien podía culparlo por querer olvidar que tenía un hijo del cual no sabía nada y, que por más que intentaron buscarlo, no estaba en ninguna parte? ¿Alguien podía culparlo por ser un mujeriego y no querer tener una verdadera relación?


Dos semanas después...

-Mamá, no empecemos de nuevo ¿está bien? Yo estoy mucho mejor, puedo trabajar perfectamente...

-Jeff, no le hables así a tu madre que solo está preocupada -comentó James sonriendo divertido.

-Lo sé, James, pero a veces exagera -dijo rodando los ojos. La mujer puso los ojos en blanco y siguió acomodando las almohadas tras su hijo.

-Soy tu madre, es mi deber exagerar cuando se trata de mi hijo.

-Bueno, no hay nadie que contradiga eso, ¿verdad? -Jeff rió divertido y estuvo de acuerdo con James.

Su mirada se desvió hasta el sombrero que había estado usando durante las últimas semanas y gruñó. No podía creer que Barcode hubiera llegado a tal extremo para estar con él. ¿Cómo era posible que una persona tan pura, como era Barcode llegara a esos extremos solo por amor a alguien que no conocía? Era insensato, pero de nuevo, ¿cuándo Barcode ha sido sensato? Sonrió al recordar algunas cosas, como la manguera en la plaza, el agua sucia en la florería y... Abrió los ojos sorprendido...

-¿Jeff? Cariño, ¿qué pasa? ¿Por qué tienes esa cara? ¿Te duele algo?

-No -dijo simplemente- Solo... Creo que acabo de recordar algunas cosas...

•🧺•





Barcode guardó su diario bajo su almohada y se acercó a la ventana de su cuarto para cerrar las cortinas, miró las hojas de los árboles caer por el viento nocturno. Había pasado varios días sin ver a Jeff, se había comunicado con Maggi para saber cómo estaban las cosas y le tranquilizó saber que él ya estaba en casa. Estaba por cerrar las cortinas cuando un movimiento cerca del árbol frente a su ventana le llamó la atención y luego, de la nada, apareció un hombre apuntándole con una pistola y sus ojos, sus ojos eran rojos y parecían llenos de odio.

-Qué demonios...-susurró cerrando la cortina y saliendo de su cuarto- ¡Papá! ¡Nanon! -gritó desesperado, la presencia de su familia por el pasillo no se hizo esperar.

-¿Barcode? ¿Qué es ese escándalo?

-Un... un hombre, había un hombre fuera de mi habitación, ¡me quería matar! -Todos se quedaron mirando entre sí, antes de que el mayor, seguido de Nanon y de Bas, tomaran sus escopetas desde el armario al lado de la puerta y salieran de la casa hacia donde había indicado Barcode.

-Barcode ¿estás seguro? -preguntó Pear envolviéndose en una bata y mirando alrededor preocupada. Él asintió con la cabeza.

-Nunca lo había visto, él... tenía esos ojos... -susurró. Pear miró a su hermano, pero antes de que pudiera decir algo, su esposo, junto a su hermano y padre entraron- ¿Y? ¿Lo vieron?

-No había nadie allí- comentó su padre- Seguramente se dio cuenta de que nos avisaste y arrancó.

-¿Están seguros? ¿Y si quiere matarme?

-Ve a dormir con el pequeño, así nos aseguramos de que si entra, no te encontrará en tu cuarto. Barcode asintió, aunque no muy conforme con la situación.



•🧺•




-Sí, tenías razón, Job. Esta hacha es de la casa de Contreras, no debería estar en casa de Jeff.

-Es a lo que me refiero, la vi en las fotos del inventario que Ángel obtuvo de la tienda. A ti se te pasó, porque la mayoría de los ranchos de por aquí tienen este tipo de herramientas, pero cuando le pregunté al capataz del RS me dijo que la marca del hacha que usualmente usaban era otra. Si comparamos las listas de inventario, ésta definitivamente es de Mel

-Sí, maldita sea, si, con esto ya tengo algo para establecer que definitivamente tuvo algo que ver con el ataque a Jeff esa noche, porque estoy malditamente seguro que a Jeff  lo golpearon en la cabeza y no cayó solo por la fuerza del viento.

-Sólo con esto puedes ir y registrar su casa.

-Lo sé, quiero ir, pero cuando su esposa esté sola, así me aseguro de que Mel no intentará ocultarnos nada... Gracias Job, creo que con tu ayuda al fin podré encerrar a esos malditos ladrones y asesinos.

-Para eso estoy, ¿no? -dijo guiñándole un ojo. Ta sonrió y dejó la carpeta en la mesa. Estaba decidido a hacer algo con la tensión sexual que había entre ellos dos. Ya habían pasado dos semanas desde que se conocieron, lo que era suficiente tiempo para coquetear. ahora era la hora de actuar.

Se puso de pie y rodeó su escritorio para quedar frente al detective. Se apoyó contra la mesa y lo miró.

-Entonces... tenemos toda una noche para trabajar ¿qué crees que podríamos hacer mientras descansamos?- Job sonrió y sin decir una palabra, rodeo la cintura de Ta con su fuerte brazo y lo atrajo a su cuerpo, obligando a Ta a sentarse en su regazo.

-Creo que se me ocurren algunas cosas -comentó Job al oído de Ta, a quien le recorrió un escalofrío a través de la espalda por la ronca voz del moreno.

-Cuéntamelas -dijo en respuesta, dejando que sus brazos rodearan los hombros de Job.

-Mejor te las muestro. -Job no esperó más para saborear los labios del comisario. Desde que lo vio sentado en la mesa de la cafetería había querido llevarlo al primer lugar oscuro que hubiera, pero se contuvo y no desaprovecharía la oportunidad ahora que Sam parecía tan abierto a la idea.

Había esperado pacientemente a que Ta diera la señal del "vamos" y ahora, gracias a su paciencia, podía obtener su recompensa.

El beso fue de todo menos suave. La pasión entre ellos estalló como una bomba de tiempo.

Ta comenzó a mover sus caderas, rozándose contra el miembro de Job que comenzaba a endurecer rápidamente bajo su trasero. Job se alejó, soltó los primeros dos botones de la camisa de Ta y luego comenzó a mordisquear su cuello.

-¿No deberíamos hacer esto en otra parte? -comentó entre besos.

-Mmm... No lo creo, nadie mmm... viene a esta hora a la comisaria. Oh sí, sigue así -jadeó al final. Amaba que se ocuparan de su cuello.

Job comenzó a desabrochar lentamente los botones que quedaban, repartiendo besos en el pecho de Ta cada vez que descubría más piel. Cuando terminó con la camisa, comenzó con el pantalón y justo cuando iba a quitarlo, el teléfono sonó. Ambos se detuvieron y se miraron, sonrieron divertidos. Ta  agradeció en ese momento que Job  fuera detective, él entendería que no podía dejar pasar esa llamada.

-Mantén eso en mente- susurró antes de darle un lento y corto beso a Job. Se puso de pie y rodeo el escritorio para alcanzar el teléfono. -Pakapatpornpob al habla, ¿qué necesita?

-Soy yo, jefe, vieron a Brun Contreras camino al rancho de su padre -Ta maldijo.

—Gracias, Angel, dirígete allí, no hagas nada hasta que llegue con refuerzos.

-Entendido. -Ta cortó y comenzó a ordenar su ropa.

-Brun Contreras está en el pueblo -dijo a Job que ya se estaba arreglando.

-Maldición, tiene que ser muy imbécil para venir teniendo una orden de arresto -Ta estuvo de acuerdo. Cinco minutos después, estaban de camino al rancho de Mel Contreras, Ta había llamado a algunos de sus hombres para que también se pusieran en camino. Creyó que estarían molestos por llamarlos a mitad de la noche, pero al contrario, todos estaban entusiasmados, hacía tiempo que no tenían acción en el pueblo, algo que le hizo soltar una carcajada.

-¿Puedes ayudarnos? -preguntó a Job-  Sé que estás de vacaciones, pero uno nunca sabe cuándo necesitará más ayuda.

-Puedo, mi placa lo puedo usar con o sin vacaciones, pero tú eres el que debe hacer lo feo -Job le guiñó un ojo y Ta asintió. Guardaron silencio durante el tiempo que duró el recorrido.






•🧺•









Barcode despertó a mitad de la noche con una sensación extraña. Suavemente dejó la cama que estaba compartiendo con su sobrino y despacio salió del cuarto. Caminó hasta la cocina por un vaso de agua y fue cuando sintió un sonido. Frunció el ceño y se acercó a la ventana, no vio nada extraño, así que se disponía a regresar a dormir cuando el mismo hombre apareció con su rostro pegado a la ventana, esta vez pudo ver claramente esos ojos rojos. Dio un grito silencioso y corrió al cuarto de su padre.

-¡Papá! Papá. Ese hombre... - despertó y frunció el ceño, estaba un poco confundido.

-¿Barcode? ¿Qué pasa?

-Ese hombre de nuevo, estaba en la cocina, sus ojos, tenía unos ojos rojos llenos de odio... -El hombre frunció el ceño y tomó la escopeta que había dejado al lado de su cama. Caminó a la cocina y no vio nada extraño, abrió la puerta y miró alrededor, al bosque, el suelo y tampoco vio nada extraño.

-No hay nada, hijo...

-Yo lo vi, vine por un vaso de agua y... lo juro, estaba ahí, el mismo hombre que me estaba apuntando por la ventana.

-Si vino, ya escapó -comentó mirando a su hijo. Su mente volvió a años atrás, cuando Barcode era un niño de 5 años y tuvo que estar encerrado por un año en una clínica. Había estado viendo a su madre fallecida en todas partes. En ese tiempo no dormía, no descansaba, no habló con nadie y se alejó por completo de su familia. Ahora tenía miedo que a raíz de lo que pasaba con Satur, volviera a pasarle lo mismo.

-¿Qué pasa si entra a la casa, papá? Yo...

-Ve a dormir, estaré despierto en caso de que se le ocurra aparecer -Barcode asintió, un poco más tranquilo. Volvió al cuarto de su sobrino, pero no se durmió. No podía.





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Ta salió de la camioneta y seguido de Ángel, subieron los escalones al porche de Mel y tocaron la puerta. Por unos minutos no salió nadie, insistió, creyó que nadie saldría hasta que la puerta se abrió lentamente y salió la esposa de Contreras. Sus ojos se abrieron por la sorpresa al ver el estado de su cara.

-¡Qué demonios... -susurró Ángel entrando de inmediato para servir de apoyo, la mujer parecía que iba a desmayarse en cualquier momento.

-Ellos... se fuer-ron... -dijo en un murmullo- No dejes... -Tragó-. No dejes que escapen... comisario...

—Ángel, quédate con ella, le diré a un par de los chicos que se queden contigo para que revisen la casa en busca de evidencia. Llamaré a la ambulancia y daré un aviso sobre estos hombres.

-Marian, ¿se fueron en el vehículo de Mel? -Ella asintió suavemente.

Ta se despidió con un gesto con su sombrero y corrió a su camioneta, le explicó a Job lo que estaba pasando y mediante la radio envió un mensaje a los hombres que esperaban en la carretera, para que dos entraran a la casa y los otros comenzaran a buscar a los hombres. Mientras tanto, Job llamó a una ambulancia y se comunicó con un par de amigos para que pusieran una orden de búsqueda para Mel y Brun Contreras.

-¿Te dijo por dónde se fueron?

-No, ella se veía muy maltratada. No creo que supiera hacia donde iba.

-Se vio la camioneta de matrícula VH 56 78, en el límite norte del pueblo, en este momento nos dirigimos hacia allá. Repito. Se vio la camioneta de matrícula VH 56 78, en el límite norte del pueblo, en estos momentos nos dirigimos hacia allá.

-Maldición.-Ta golpeó el volante y aceleró- El maldito sabe lo que hace.

―Tranquilizate, no lograrás nada poniéndote así, acelera, llamaré a unos cuantos conocidos que podrían retenerlo por un tiempo mientras llegamos.

-Gracias. -Ta tomó la radio- A todas las unidades, dirigirse a los límites del pueblo por el lado norte. Repito. Dirigirse a los límites del pueblo por el lado norte. Espero terminar con esto esta noche-bcomentó Ta más para sí mismo que para Job.





•🧺•





-Hijo, ya es muy tarde, ¿por qué no subes a acostarte?

-Mamá, subiré cuando termine de ver
esta película, puedes ir a dormir tranquila -comentó divertido.

-Está bien -dijo ella rodando sus ojos y subiendo hasta su cuarto.

Jeff miraba la tv, pero realmente no estaba prestando atención a las imágenes que pasaban por sus ojos. Su mente estaba totalmente en Barcode Isarapongporn

Sorprendentemente, ya no sentía enfado por lo que pasó. Si, lo que habían hecho Barcode y los demás había estado muy mal, pero tampoco hizo daño a alguien. Si lo ponía en perspectiva, de hecho le ayudó a pasar por el miedo -que no demostró a nadie- por esos recuerdos que se habían mantenido en la oscuridad.

Además, reconocía que había estado siendo un bastardo con Barcode antes del accidente, lo había tratado mal y el chico no lo merecía, menos después de soportar tantas humillaciones y aun seguir enamorado de él. En ese corto tiempo que se mantuvo sin los recuerdos de los dos últimos años, había aprendido a conocer a Barcode y si era sincero, realmente le había gustado. Y, además, reconocía para sí mismo, que lo extrañaba. Extrañaba tenerlo a su lado.






•🧺•






La camioneta de Ta no había terminado de detenerse cuando éste bajó y corrió por entre los autos, seguido por Job y algunos de sus hombres. Sonrió cuando vio que los hombres que había estado investigando estaban atrapados.

-No pueden detenernos por más tiempo, esto es ilegal -Escuchó la voz de un hombre, supuso que de Brun, ya que conocía la voz del viejo Mel y esa no era.

-Ya puedes dejar de despotricar, en este mismo momento quedan detenidos por robo e intento de asesinato. Todo lo que digan podrá ser usado en su contra y bla, bla, bla -dijo Ta sonriendo de medio lado.

-¿Qué crees que estás haciendo? -preguntó Mel con el ceño fruncido- ¿Por qué me es...

-Te sugiero que no hables, Mel. Tengo a gente en tu casa, seguro que tu mujer tendrá mucho que decir contra ti- comentó. Mel no cambió su expresión, pero Ta pudo notar un leve movimiento, lo que fue muy tarde, porque segundos después tenía una bala entrando en su hombro- Mierda... -gruñó, presionando inmediatamente la herida. Job no tardó en poner las esposas a ambos hombres, que lo miraban con odio.

-¿Estás bien?

-Sí, no les quites los ojos de encima, puedo encargarme de esto mientras tanto -Job asintió y con ayuda de sus hombres lo metieron a patrullas separadas y los llevaron de vuelta al pueblo, mientras Job llevó a Ta al hospital para que atendieran su herida -¿Por qué demonios hizo esto? Si cree que con esto va a mejorar algo, se equivocó.

-Fue una maniobra desesperada, seguramente creyó que matándote iba a deslizar la atención a otro ángulo.

-Ahora se viene la peor parte, espero que los chicos encontraran algo entre sus cosas, todavía me falta encontrar a los otros hombres que estaban con Brun durante el robo. Además. quiero saber quién fue el que atacó a Jeff en la tormenta.

-Paso a paso, comisario, lo sabrás. Pero ve tranquilo, ya los tienes y no hay forma de que se salven luego de que Mel te disparara.

Ta asintió, pero esto había sido demasiado fácil. No estaría totalmente confiado hasta que tuviera una sentencia sobre los hombros de esos delincuentes.














Probre Barquito )':

Por cierto, ¿Que onda con los
edits de Barcode y Bible shipp? Jajaja
Nunca se me había ocurrido
algo así y debo confesar que
me gusta 🌝💅🏻




















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