Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

9

26 de Junio, 2021

—Ven.

—¿A dónde?

Austin me ha parado antes de adentrarme en mí habitación, la luna llena brilla e ilumina el pasillo.

—Tú solo sígueme— inclino la cabeza, replanteandolo, pero le sigo cuando él comienza a andar dirección hacia la primera planta.

Toda la casa se encuentra en total silencio. Cada uno está en su propio dormitorio ya sea durmiendo o terminando de hacer sus cosas.

Tenemos que andar a tientas por la primera planta ya que todo está apagado y Austin ha decidido no encender ninguna luz. Se acerca un momento al sofá para agarrar una manta que está tendida encima.

Dirige sus pasos al exterior, pasando por el porche trasero. Me guía hacia el camino que lleva al lago. Nuestro alrededor está en completo silencio excepto el canto de los grillos. El brillo de la luna, al estar en su fase completa, ilumina cada rincón del lugar.

Durante el pequeño paseo estamos en completo silencio, ninguno de los dos se atreve a interrumpir la paz y tranquilidad que hay en el ambiente.

Veo que se sienta en la roca en la que siempre nos colocamos cuando venimos a pasar la tarde en el lago. Me quedo de pie mirándole.

—¿Qué hacemos aquí?— cuestiono.

—Quería salir de noche y me parecías buena compañera. Además hay que aprovechar y ponernos al día. Me parece que hace mucho que no sabemos bien uno del otro.

—Tienes razón— me termino de acercar a él para sentarme a su lado.

—¿Al final qué pasó con aquel chico rubio con el que estabas?— interrumpe el silencio después de un rato.

¿Por qué saca el tema ahora?

—Lo dejamos hace bastante, ¿No lo sabías?

—No me dijo nada mi hermana.

—Adela me ha contado que en este último año de tú carrera tenías algo con una chica de tú clase— Si el empezaba a preguntar sobre mis relaciones amorosas, ¿Por qué yo no?

—Sí, pero digamos que ella me fue infiel— dice como sí nada.

—¿A tí?— hablo sorprendida—. Pues me gustaría saber quién era el otro para que pudiera cambiarte. ¿Quién pondría los cuernos teniéndote a tí como pareja?

Austin se gira para mirarme, sonriendo ampliamente.

—¿En serio?

—Lo digo como amiga tuya que soy.

Ya.

—Vale.

—¿Ya tienes pensado que hacer cuando acaben las vacaciones?— cambio de tema.

—Sí, vuelvo a Cold Spring para estar cerca de mi familia y de la tuya. Además me han propuesto un puesto de trabajo en un bufete que hay allí.

—¡Eso es genial! ¿Y tus amigos de la universidad?

—¿Sinceramente? Todos ellos son conocidos y quedaba muy poco con ese grupo. Mis verdaderos amigos son los que están en Cold Spring y con los que me sigo hablando. No me había centrado mucho en hacer amigos en la universidad.

—Es cierto, Adela me dijo que estabas demasiado centrado en sacarte con nota alta la carrera.

—Sí. ¿Sigues sin tener ni idea de que quieres estudiar?

—Has dado en el clavo— suspiro—. No encuentro nada a lo que dedicarme en un futuro cercano y eso me asusta.

—¿No hay nada en lo que seas buena y que puedas especializarte en ello?— pienso, pero niego con la cabeza al momento—. Creo recordar que cantabas de maravilla hace unos años, ¿Sigues haciéndolo?

—De vez en cuando— contesto, con la mirada fija en el cielo.

—¿Y por qué no intentarlo?

—¿Sinceramente?— él asiente, sin dejar de mirarme—. Tengo miedo, ¿Y si lo intento y luego no lo consigo? ¿Y si luego es demasiado tarde y ya no consigo dedicarme a nada que me pueda llegar a gustar? Las posibilidades de que salga bien a que salgan mal son del mismo porcentaje. No me quiero ilusionar, quiero encontrar algo que pueda estudiar y tener una carrera de seguro.

—Morena, es imposible que ganes si no lo intentas, si no te arriesgas. ¿Y si sales victoriosa? No tienes nada que perder, pero sí muchas posibilidades de ganar. Lucha por lo que quieres, por tus sueños. Porque todo el mundo puede conseguirlo, la diferencia es que muchas personas se rinden pero muy poca gente no se da por vencida. Esas personas van a por todo y yo veo que tú eres una de ellas.

—No voy a conseguirlo— susurro, apartando la vista de él.

Eso es uno de mis miedos, mí inseguridad. Dar todo de mí para alcanzar un suelo y estar ilusionada y luego darme de golpe contra un muro. Tengo miedo de no conseguirlo, pero Austin tiene toda la razón.

—Morena— siento sus dedos en mi barbilla, gira mi cabeza hasta volver a verle—. Estoy al cien por ciento seguro de que lo vas a conseguir si lo intentas. Confío en ti y sé que lo vas a conseguir, no he estado en algo tan seguro como lo estoy ahora.

Le observo, mi corazón late con rapidez. Sus palabras me llegan al corazón. Austin confía en mí. Piensa que yo puedo conseguirlo. Me ha demostrado que si yo en el caso no lo consiga va a estar a mí lado para acompañarme y tenderme la mano si le necesito.

—Gracias Austin.

—¿Por qué? ¿Por decir la verdad de lo que pienso? No tienes que darlas morena.

No se de dónde sale mi atrevimiento teniendo en cuenta que con el soy bastante tímida pero me siento, sin dejar de mirarle.Austin me mira un momento perplejo, sin entender nada.

Antes de que hable, me pongo de rodillas y me lanzo hacia él para abrazarle. Aunque Austin no lo crea, sus palabras realmente me han llegado y me han dado un poco de fuerzas para empezar a luchar por lo que quiero ser y a lo que me quiero dedicar.

Austin me devuelve al instante el gesto. Es un abrazo fuerte, cálido y se siente como si estuviera en casa, bastante familiar. He perdido la cuenta del tiempo que llevamos así, pegados y en silencio. Él observando el cielo y yo con los ojos cerrados y oliendo su perfume.

Decidí que ya era la hora de separarme de él por mucho que me costara. Me eché hacia atrás, sin apartar la vista de Austin, él hizo lo mismo.

—Te propongo un reto— le miro, esperando a que continúe—. Antes de que acabe el mes de Agosto quiero que hayas dado algún paso con lo que de verdad te gusta. Como grabarte y haberlo subido a alguna página o buscar audiciones.

—Vale— muevo los dedos de mi mano, insegura.

Austin de un momento a otro se coloca quedándose sentado en el suelo. Con ambas manos sujeta mi cara, quedamos a centímetros uno del otro.

—Vas a conseguirlo morena, porque creo y confío en tí.

Me pican los ojos, pero me mantengo para que no se me escape ninguna lágrima. Le dedico una amplia sonrisa.

—¿Tú nunca has tenido algún miedo o inseguridad?— pregunto, curiosa.

—Sí, he tenido miedo de equivocarme y no estar eligiendo correctamente. La vida está llena de decisiones y por suerte o desgracia hay que elegir solo una, nunca estás completamente seguro de a qué te llevará la elección que elijas, así que solo queda decidir y arriesgarte.

—Hoy estás muy filósofo— bromeo, el suelta una carcajada.

—Me vuelvo más sincero por la noche— simplemente dice.

—¿Sí? He oído mucho que a todo el mundo le pasa eso de que se vuelve más sincero de noche.

—No entiendo el por qué— se encoge de hombros.

—¿Y tú crees en ello?— cuestiono, ladeando un poco la cabeza.

—Sí, siempre se me va la lengua a estas horas, pero ahora me estoy controlando.

Apoyo el codo en mis piernas y acto seguido mi barbilla está reposando en la palma de mí mano. Nos quedamos silencio, observandonos, con el único sonido del agua y de los insectos. A nuestro alrededor las hojas de los árboles de mueven por el aire. Siento un escalofrío. Intentando descifrar lo que acaba de decir. Veo como Austin extiende si mano para tocarme el brazo.

—Estás helada, ¿Por qué no me has pedido la manta? La he traído para tí— me lo pasa para tapar mi cuerpo frío.

—¿Y tú qué?

—Yo no estoy congelandome, además yo ya llevo la sudadera.

—Chico listo, no como yo— bostezo.

—En realidad es culpa mía, no te he dejado entrar en la habitación para pillar algo de abrigo.

—Ya, pero podía haberte dicho que esperaras un momento.

—Culpa de los dos entonces— sonríe, entrecerrando un poco los ojos.

Paso la punta de la lengua por mis labios al notarlos secos. Austin mira fijamente, siguiendo el movimiento. Hace que un nudo se forme en mi estómago y los latidos de mi corazón se aceleren brevemente.

—¿Volvemos a la casa?— pregunto, intentando disolver la tensión que se había formado entre los dos.

Austin vuelve en sí. Carraspea.

—Claro, vamos.

Se levanta con rapidez del suelo y me tiende su mano para ayudar a ponerme de pie. Acepto el gesto, su tacto vuelve a recordarme a cuando fuimos a montar en kayak. Algo áspero y duro pero cálida.

Comenzamos a caminar con destino la casa. Mi mano se siente algo fría cuando separamos nuestras manos. Agarro la manta, sigue rodeando mi cuerpo. El viento comienza a aparecer con más frecuencia haciendo que mi pelo se mueva y empezemos a andar con más rapidez.

Cuando ya estamos en el interior veo como mí nariz está roja cuando paso por el espejo de la entrada. Austin está detrás mía, siguiendo mis pasos al subir las escaleras.

—Buenas noches Austin.

Le miro por encima de mí hombro, veo como se remueve el pelo, dejándolo desordenado.

—Buenas noches morena.

29 de Junio, 2021

—Definitivamente mi hermano tiene sentimientos por tí. Estás Conquistando a Austin. Si no es que ya estaba loco por tí desde antes de este viaje— afirma Adela.

Hace poco más de media hora ha aparecido en el interior de mí habitación. Ocupando casi toda mi cama.

—Anda, no seas exagerada, solo es un buen amigo.

Por favor Noa, reacciona, no seas tonta que no te lo crees ni tú no que acabas de decir.

—Claro— blanqueo los ojos.

Termino de ordenar mí habitación. Estos últimos días— desde aquella noche con Austin— han sido bastante caóticos. No hemos parado ni un segundo. O estábamos pasando el día en el lago o salíamos a hacer actividades y no llegábamos a la casa hasta por la noche— que siempre que llegábamos estábamos solo para cenar e ir a dormir por el agotamiento—.

No ha ocurrido ningún acontecimiento fuerte entre Austin y yo más que por las mañanas me he estado yendo con el a dar paseos por la montaña. He estado disfrutando cada día al máximo y no llevamos ni un mes y está siendo un verano genial.

Como ayer, que se decidió hacer que cada familia pasara el tiempo con sus integrantes. Así que mamá, papá, Zack, Alex y yo pasamos el día en el pueblo y haciendo el tonto ademas de hacernos miles de fotos. Fue uno de los días más especiales. Hace bastante que no pasábamos un día así por los estudios o bien por los trabajos de mamá y papá por estar tan ocupados.

—Por cierto— se incorpora, sentándose así en la cama.

Adela me dedica una sonrisa de angel. Me va a pedir o proponer algo. Estoy al cien por ciento segura.

—Esta noche,vamos a salir de fiesta— no suena como una pregunta, más bien como una afirmación.

—¿Qué?—cuestiono, sorprendida.

—Ya he pedido permiso a nuestros padres, por favor di que sí— junta sus manos y pone pucheros.

—¿Y dónde quieres que salgamos?— alzo una de mis cejas.

—He visto que hay una discoteca a poco más de media hora, en la ciudad más cercana— toco mi barbilla con mis manos, haciendo que me lo pienso.

En realidad no tenía que pensar mucho, quiero ir junto a ella ya que no recuerdo cuando fue la última vez que nos divertimos en una discoteca.

—Venga— alargo la primera vocal—. Sólo porque tengo unas ganas terribles de bailar contigo y con la música explotandonos los tímpanos.

Adela chilla a la vez que aplaude y se lanza hacia mí para darme un fuerte abrazo.

—Vamos a avisar a nuestros padres, me dijeron que cuando tú lo confirmaras que fuésemos.

Agarra mi mano y me arrastra por todo el pasillo, seguido por las escaleras hasta llegar al porche, donde están nuestras madres junto a Zack y Austin.

—Noa lo ha confirmado— Adela se dirige hacia mí madre, emocionada, haciendo acto de presencia.

—Entonces todo bien—mira a Sarah—. Ya te dijimos que tenéis el permiso, avisarnos antes de iros— nos dedican una sonrisa cálida.

—¿A dónde vais?— se une mi hermano a la conversación.

—Vamos a mover el cuerpo hasta que nos duela los pies en una discoteca cercana— responde Adela a mí lado.

—¿Por qué no vais con ellas?— Sarah les anima, como si eso fuera una buena idea.

Austin y Zack se miran, dedicándose una extraña sonrisa y vuelven a girarse a la par hacia nuestras madres. Intercalando miradas hacia nosotras.

—¿Por qué no?— dicen al unísono.

—Parece que no podéis vivir sin nosotras— formo una sonrisa ladeada, fijando mí mirada en Austin.

—Es que no podemos hacerlo— bromea él.

—Entonces quedamos en la entrada a las nueve y media. Entre que llegamos, aparcamos y hacemos fila para entrar se hará las diez pasadas— les dice Adela.

—Vale, pues quedamos en unas horas— confirma Austin, mirándome.

Ambas asentimos satisfechas. Esa noche sin duda sería larga e inolvidable.

Oh sí, ya ves que sí.


¡¡Holaa!! ¿Qué tal el capítulo de hoy?

Como dije en el anterior capítulo este iba a ser un poco más para conocer a Austin y Noa en sus miedos y un poco en sus relaciones.

La noche que se van de fiesta me ha ocupado tres capítulos así que es una noche bastante interesante *sonríe maleficamente*.

También quería dar gracias porque CAA ya tiene 9k visitas y estoy modo feliz e ilusionada de que esté gustando.

Nos vemos en el capítulo del martes <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro