Narra Austin.

15 de junio, 2021

Estoy enfadado. Noa lleva evitandome dos puñeteros días y no entiendo por qué. No la he hecho nada. Subo las escaleras con rapidez, dejando a mi hermana y a Zack en el porche. Golpeo con los nudillos su puerta, tarda en abrir, pero al menos lo hace. Me cruzo de brazos, molesto.

La doy un rápido repaso pero evito no desconcentrarme. Necesito saber qué ocurre.

—¿Se puede saber que coño pasa?— Noa hace el amago de hablar, pero no la dejo—. Dices que no estás enfadada conmigo y me llevas evitando tres putos días, intento hablar contigo y desapareces, solo te veo cuando estamos con tus padres y los míos. Así que por favor dime qué pasa, se supone que somos amigos, Noa— sabe que estoy molesto. Nunca la llamo por su nombre.

—Te dije que no estaba enfadada contigo, no pasa nada— intenta convencerme de que no hay nada, pero se que miente.

—Si no estas enfadada algo te pasa conmigo, no me mientas diciendo que no ha pasado nada porque no te creo, te conozco lo suficiente para saber cuándo estás mintiendo— refuto.

La miro fijamente. Esperando.

—Tuve un maldito sueño, no sabes cómo de avergonzada estaba y sigo estando, así que por favor déjalo ya estar, no es nada.

—¿Y eso que tiene que ver conmigo y que me evites?— suspira.

—Porque tu eras el factor principal del sueño.

Me quedo petrificado.

Narra Noa.

—¿Qué?

Comienzo a andar al interior de la habitación, tengo un nudo en el estómago. Soy demasiado fácil para que me sonsaquen las cosas.

Saco una pequeña mochila para distraerme. Ayer quedamos Adela y yo en que llevaríamos a Zack y a Austin a la cascada para pasar la tarde.

Se sienta en mi cama y me mira fijamente. Intento pasar por alto su mirada a la vez que guardo algún cambio de ropa, una toalla y la crema.

—Soñe que despertaba y que salía de la habitación, tú salías de la tuya y...— me muerdo el labio, esta parte si que es cierta.

—¿Y..?— apoya sus brazos detrás suya, mirándome.

—Y te ponías a bailar muy raro.

—Eres una vacilona.

—Como tu dices, me conoces lo suficiente y sabes que no te lo iba a decir de primeras.

—¿Algún día lo sabré?— arquea una ceja.

—Algún día— resuelvo.

—No me vuelvas a evitar— me amenaza, señalándome con uno de sus dedos.

—Alto y claro capitán.

—Vale, pues vamos morena, queda olvidado— y se va tan tranquilo hacia la puerta, pero antes de salir se gira hacia mí—. Por el momento.

Suspiro y agarro mi mochila y me la cuelgo en la espalda. Adela y Zack nos esperan sentados en el porche, se levantan cuando nos ven. Me coloco junto a ellos y comenzamos a andar hacia el lugar.

—¿Habéis arreglado lo que sea que haya pasado?— pregunta mi hermano, Austin se encarga de contestarle.

—¿Que ha pasado?— Adela me mira, bajando la voz.

Bajamos el ritmo para ir un poco más atrás que ellos y no escuche.

—Soñe con tu hermano— murmuro lo más bajo posible.

—¿Y que pasó?— sube y baja las cejas con una mirada pícara. Me callo—. Si no respondes es lo que estoy pensando en eso.

—En el sueño no se llegó a tanto— Adela pega un chillido que hace que los dos chicos se giren para mirarnos, miro al suelo, avergonzada.

—No grites— la regaño.

—Dame detalles— ignora lo que he dicho.

—¡Es tu hermano!— siseo.

—Y tú mi mejor amiga, haré de cuentas de que no tiene nada que ver con él.

Le cuento un poco por encima en susurros todo lo que había ocurrido. Ella no para de sonreír o abrir la boca sorprendida. Con el simple hecho de contarselo mis mejillas están más rojas que un tomate.

—Yo creo que es un sueño premonitorio, va a ocurrirte— asegura convencida.

—Tonterias.

—¿Qué tanto parlotean?— Nos damos cuenta que Zack y Austin se han parado para esperarnos.

—¿Que va a ocurrirte?— pregunta a la vez Austin, alternando su mirada entre mí y Adela.

—Sois los dos unos cotillas.

—Sí— hablan los dos al unísono.

—Que pena, no vamos a deciros de qué hablábamos— palmeo los hombros de los dos chicos cuando acelero el paso junto a Adela.

Les indicamos el caminito hasta llegar al lugar. Nosotras dejamos las toallas donde la última vez mientras que ellos miran el lugar sorprendidos.

—Es mucho mejor que como salía en la foto— me mira Austin.

—Todo es mejor verlo en persona que en una foto.

Bajo su atenta mirada me quito la ropa para quedar en bikini.

Narra Austin.

Miro con intensidad cada parte visible de su cuerpo. Sigo sin acostumbrarme a verla sin apenas ropa. Tengo un nudo en el estómago, y no lo entiendo. Ella es la misma chica, con la que sea lo que sea siempre tenemos confianza entre nosotros. ¿Que mierdas ha podido cambiar a este verano?

La sigo con la mirada, ella se acerca a la orilla del lago. Mete un pie para comprobar la temperatura del agua. Satisfecha, comienza a descender en el agua. Mojo mis labios.

—Deja de babear mirando a mi hermana y vete con ella, eres demasiado evidente y sé que quieres— Zack se apoya en mi hombro cuando me habla.

—No estaba babeando por ella, solo la observaba.

—¿Y no es lo mismo? Tú no has visto como la miras. Parece que en cualquier momento te la vas a comer, y la tonta de mi hermana ni cuenta se da— suspira y niega con la cabeza.

Acompañamos a Noa cuando los tres quedamos en bañador. Nadamos todos a la par por el pequeño lago. De vez en cuando mi mano choca con el cuerpo de Noa. Suspiro. Los tres salen del agua después de un rato. Decido quedarme un rato más en el agua, rodeando el lago hasta llegar a la cascada.

Entrecierro los ojos y agudizo el oído cuando escucho algo de eco. Salgo del agua por el lado contrario de dónde están los demás.

Narra Noa.

—¿A donde habías ido? Estabas en el agua y al momento habías desaparecido— pregunta Adela a su hermano.

—Nada importante, solo había mirado que había al otro lado— se encoge de hombros.

—¿Buscando nuevas rutas?— cuestiono.

—Sigues estando invitada a volver a venir conmigo.

—Tomo tú palabra— me recojo el pelo—. Hoy hace demasiado calor.

Me abanico con la mano.

—¿Una indirecta para que te lleve al agua, hermanita?

—Al fin te das cuenta— bromeo.

Zack se levanta de su toalla, se agacha un poco a mí lado. Me remuevo para que no pueda agarrarme, aunque sin éxito. Pasa uno de sus brazos por detrás de mis rodillas y la otra en mi espalda. Me levanta de golpe haciendo que me agarre a él. Me río cuando maldice porque ha pisado una pequeña piedra.

Cuando llega al agua nos tira a ambos hacia abajo. Al sacar mi cabeza del agua mi moño ya está desecho y se encuentra a un lado, apoyado en mi hombro. Lo deshago para volver a hacerlo. Es un poco molesto tener el pelo pegado a tu cuerpo o en la cara.

Salpico a Zack, él ríe y me imita. Austin y Adela— quienes siguen fuera—, nos miran divertidos desde la toalla.

—¿Sabes que te adoro?— me acerco lentamente a mí hermano.

—Sí, y yo a ti, ¿Que quieres?

—Nada, ¿Que voy a querer?

—Cuando me dices eso es porque me vas a pedir algo o me vas a hacer alg...— sus palabras quedan acalladas cuando poso mis manos en su cabeza y le hago la zancadilla para que se hunda en el agua.

Salgo nadando lo más rápido que puedo. Dirección la orilla para huir de Zack, quién ahora viene nadando hacia mí. Me muevo con rapidez hacia las toallas. Unas manos se interceptan en mí camino. Austin me levanta para retenerme.

—¡Traidor!— chillo, él se ríe.

—¡Al agua!— grita mí hermano.

Pataleo. Pero cuando veo que emprende camino de vuelta al agua, me agarro como una lapa a él. Rodeo su cintura con mis piernas y su cuello con mis brazos, mantengo en agarre con fuerza, quedando ambos pegados cuerpo con cuerpo.

Austin intenta separarme de él para tirarme, pero mantengo resistencia.

—No me sueltes— suplico.

—Pues vamos los dos al agua, así me refresco.

Narra Austin.

No sé si ella se ha dado cuenta, pero estoy tenso. Demasiado. La tengo pegada por completo a mí, haciendo presión en la única zona en la que no mantengo el control. Me muerdo el interior de la mejilla. Noa sigue agarrada a mí. Tiene fuerza.

El agua me llega por el estómago y a Noa casi por sus pechos. Ella mueve su cabeza hacia atrás para que cuando se ha quitado la goma, se mueva su pelo. Parece que no tiene intención de separarse.

Agarro su cintura y la atraigo hacia mí, se separa con rapidez a la vez que sus mejillas se tintan de un color rosado y suspira lentamente.

Lamo mis labios y maldigo. Es imposible estar alejado con ella, me rindo ante Noa, y no sé si eso me divierte.

Narra Noa

Me separo con rapidez de él, comienzo a nadar hacia atrás y Austin me sigue de cerca. Le salpico un poco y sonríe.

—Ven, te voy a enseñar una cosa— mira a nuestros hermanos, quienes ya no nos observan y asiento.

Él nada por el lado contrario hasta llegar a la orilla, comienza a andar cerca de la cascada. Le sigo de cerca. Aparta una planta que cae y que tapa una entrada. Se mueve a un lado para que pase yo primero. Con cuidado me desplazo hacia el interior. Abro los ojos y la boca cuando me doy cuenta donde estamos.

—Estamos en el otro lado de la cascada—susurro dando una vuelta en el sitio.

Es un pequeño agujero y bastante alto, el suelo es de piedra y en la cascada hay un pequeño trozo para meterte en el agua.

—Mola ¿A qué sí?

—¿Como lo has encontrado?

—Antes, cuando había desaparecido— Austin se acerca lentamente a mí hasta que nos separan uno del otro centímetros.

Al ser él un poco más alto que yo tengo que inclinar un poco hacia arriba para mirarle a los ojos. Extiende su mano para colocarme el pelo detrás, rozandome así mi hombro y un poco del cuello.

Entreabro los labios, sin apartar mi mirada de él. Su mirada se ha vuelto más oscura y no tengo ni idea de que puede estar rondandole por la cabeza. Hago un lento recorrido con mi dedo por su mandíbula, siguiendo a su cuello y segundos después por su pecho. Él cierra un momento sus ojos y suspira.

—Noa...

—¿Sí?—Abre la boca pero dos voces nos interrumpen.

Instintivamente doy dos pasos hacia atrás, apartando ahora la mirada.

—¡Noa! ¡Austin!— escuchamos la voz de mi hermano.

Austin vuelve a abrir la boca, pero vuelve a cerrarla y niega con la cabeza para después darse la vuelta y comenzar a salir. Le sigo de cerca en silencio.

—¿Dónde estabais?— preguntan cuando volvemos a hacer el mismo recorrido hasta llegar a la otra orilla.

—Quería ver el otro lado— me limito a decir.

—¿Nos vamos ya?— me pregunta Adela.

—Sí— Intercambio una rápida con Austin.

Encabezamos la vuelta, veo que Adela no para de mirarme.

—Sueltalo.

—¿Como sabes que tengo algo que decirte?

—Solo lo sé, ¿Qué pasó?— me agarra de la mano para avanzar un poco más rápido y que no nos escuchen.

—Tenías razón.

—¿En qué?— alzo una ceja, ella se queda en silencio pensando.

Abre la boca y comienza a saltar.

—¡Sí! ¡Lo sabía!— chilla y la chisto.

Abro la puerta para entrar dentro de la casa.

—No hace falta que lo grites.

—Ya estáis aquí— saluda mi padre.

Él está sentado junto con Alex y mí madre, en el otro sillón están acomodados Sarah y Peter.

—¿Qué tal la tarde?

—Bastante bien, mamá, hemos estado haciendo mucho el tonto— responde Adela.

—Han ido ellos a por mí— les señalo y me hago la ofendida.

—¡Porque me habías hecho una aguadilla!— se indigna Zack.

—Y yo quise participar— agrega Austin.

—Ahora que estáis aquí los cuatro— comienza mi madre—. El diecinueve por la noche nos iremos nosotros a cenar— los señala—. Tendréis que hacer la cena y cuidar de Alex y Mila.

Los cuatro nos miramos, yo creo que todos estamos pensando lo mismo.

—Quiero que seáis responsables— habla la voz autoritaria de Peter.

—Tranquilo papá, lo somos.

Claro.

Holi!! ¿Qué tal el capítulo?

Quería dar las gracias por todo el apoyo que estoy recibiendo repentinamente, ¡CAA ya tiene casi 5k visitas!

Es algo en lo que estoy demasiado agradecida y feliz. Tanto que cuando el lunes me desperté vi +800 comentarios en mis promociones ( ¿Respondí a cada comentario? SÍ) y que mi Wattpad estaba petado, me puse a llorar.

AVISO IMPORTANTE:

Quiero avisar también que algunos personajes están en Instagram y ya podéis ir a seguirlos 🌚:

Noa Moore: noa.caa
Austin Nash: austin.caa
Zack Moore: zack.caa
Adela Nash: adela.caa

...

Quiero dar las gracias por las admis que dirigen las cuentas, estoy demasiado feliz porque se hubiesen puesto en contacto conmigo. <3

Y también quería enseñar el banner que me han hecho que me gusta muchísimo.

Quiero decir otra vez que MIL GRACIAS por dar una oportunidad tanto a mi historia como a mí. No sabes que feliz me hace que mis esfuerzos hace sus frutos.

Nos vemos el viernes que viene con él próximo capítulo.