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CAPÍTULO FINAL
•Beautiful~ Christina Aguilera
5 de septiembre, 2021
Me miro al espejo por décima vez. Sin apartar la mirada de mi reflejo, doy una vuelta sobre mí misma para ver todo mi conjunto.
Hoy es el día en el que voy a la discográfica y estoy demasiado nerviosa. He tardado casi una hora en arreglarme y otro raro en buscar lo que me iba a poner. Me decanté por un vestido negro suelto en la parte de cintura hacia abajo y toda la parte de arriba es ajustada con una gran V en la parte de los pechos. Me he dejado el pelo suelto y me he aplicado un poco de maquillaje. Quedando como resultado final un aspecto formal pero sin salir de mi propio estilo.
Me doy una última mirada antes de agarrar mi bolso y salir de mi habitación. Bajo las escaleras hasta encontrarme a mí hermano y a mamá en el salón. Zack viendo la televisión y mamá con el ordenador en su regazo escribiendo.
Me acerco a ellos para darle un beso en la mejilla a cada uno antes de irme.
—Me voy ya.
—Ya luego nos cuentas— mamá me sonríe.
—Claro.
Papá me espera fuera con el coche arrancado. Abro la puerta del copiloto para entrar en el interior del coche.
—¿Lista?
—Si, pero estoy muerta de los nervios.
Papá se ríe.
—Es normal, pero estate tranquila, la discográfica ya ha conseguido a una gran estrella.
Sonrío.
—Eres el mejor.
—Lo sé.
—Ya se de dónde Zack ha sacado su arrogancia— vuelve a reir.
—Si, porque de tu madre no.
Tardamos quince minutos en llegar al edificio de la discográfica. Siento que en cualquier momento mi corazón va a salirse del pecho.
—Te espero aquí, no te apresures, estate el tiempo que necesites.
—Vale— le doy un beso en la mejilla y abro la puerta para salir y le hago una breve despedida con la mano antes de encaminarme hacia el edificio.
Me paro en la entrada. Inspiro profundamente para luego soltarlo.
Vamos, Noa, a por todas.
Quedo impresionada cuando entro al interior del lugar. Todo es demasiado moderno y elegante. Me acerco con decisión hacia el mostrador de mármol, donde una chica se encuentra detrás de él.
—Hola, buenas tardes, ¿Tienes alguna reunión?
—Sí— intento hablar lo más segura posible.
—Vale, dime tú nombre.
—Noa Moore— ella me mira brevemente, con sorpresa, antes de volver su mirada hacia el ordenador.
—Muy bien, tienes que dirigirte hacia ese pasillo y subir a la tercera planta, nada más salir del ascensor es la tercera puerta a la derecha. Avisaré a Sam de que ya estás aquí— me indica hacia mí derecha.
—Muchas gracias— le dedico una pequeña sonrisa y ella me lo devuelve con ganas.
Sigo el recorrido que la chica me ha indicado. Al entrar al ascensor, me quedo sorprendida al ver que hay un gran espejo y que es un lugar de amplitud considerable. Aunque siguen sin gustarme los lugares cerrados y pequeños. Aprovecho para acomodarme la ropa y el pelo antes de que las puertas del ascensor se abran.
Dirijo mis pasos hasta la puerta que me ha indicado. Doy un par de veces con los nudillos a la puerta. La abro cuando escucho un "Adelante" proveniente del interior.
Lo primero que me llama la atención al entrar es lo acogedor que es el lugar. Está decorado de cuadros, plantas e incluso puedo ver una estantería llena de libros y CDs. También hay un sillón y una pequeña mesa de cristal.
Por último, me fijo en la única persona que se encuentra dentro de la sala. Y quedó impresionada al fijarme en ella.
Se encuentra sentada en la silla, atenta a los papeles que tiene encima de su escritorio.
Su pelo castaño y rizado le llega por los hombros. Ella alza la mirada y al instante me quedo cautivada. Sus ojos son azules muy claros y es demasiado joven. Es preciosa.
—Hola, Noa, no te quedes en la entrada, acomodate— me indica el asiento que hay en frente de su escritorio y de ella.
—Perdona, es que me he quedado impactada.
—Dejame adivinar, ¿Es por mí aspecto ya que soy joven?— comienzo a sentir que mis mejillas arden.
—Sí.
—Siempre me dicen que se imaginaban que yo tenía más edad de la que en realidad tengo, pero bueno, ¿Qué tal estás? Y perdóname que no te hable formalmente, no quiero hablar así contigo. Prefiero un tú a tú.
—Pues últimamente estoy mejorando bastante ya que hace unas semanas digamos que tuve algo bastante traumático y que me ha marcado muchísimo— ella me mira con compasión.
Hace unos días tuve la primera cita con mi psicólogo. En un principio estaba muy cerrada para hablar de todo lo que pasó. Pero poco a poco comencé a soltarme y hable de todo ello, de cómo me sentí, de las pesadillas. Cuando hablaba de ello era como si pudiera respirar un poco más, porque sabía que alguien ajeno a mi vida me estaba escuchando. Sentí que él podía ayudarme a que en un largo periodo pudiera controlar e incluso llegar a poder dejar de tener aquellas pesadillas. Sentía que iba a servir el ir a hablar con él.
—Tranquila, no hace falta que hables de ello— asiento, Sam junta sus manos y los pone encima de la mesa—. Cómo sabrás, hoy habíamos quedado para hablar sobre todo lo relacionado al contrato, cómo funciona esta discográfica y como trabajaremos nosotras. Lo primero que quiero decirte es que necesito que siempre seas sincera en las propuestas que te vaya haciendo, ya que no aceptaré otros contratos sin habértelo consultado a ti antes y que sepas que quiero verte cómoda en todo esto sin querer agobiarte.
—Me parece bien y te lo agradezco mucho— no puedo evitar sonreír, estoy ilusionada con todo esto.
—Por cierto, se me ha olvidado presentarme oficialmente. Aunque ya lo hice por teléfono. Soy Samantha, pero prefiero que me llames Sam— me tiende su mano a lo que la agarro con la mía a modo de saludo.
—Encantada, Sam. Tu ya sabes mi nombre pero igual quiero presentarme. Soy Noa.
Me dedica una sonrisa sin mostrar los dientes.
Cuando separamos nuestras manos tras habernos saludado, me tiende un fino bloque de papeles, todos ellos unidos por una grapa. La primera hoja está titulada como: Contrato. En el que también pone mi nombre y apellido.
—Te dejo esto para que lo leas todas las pautas que hay. Tómate el tiempo que necesites, y cualquier duda me puedes preguntar, yo mientras seguiré trabajando. Puedes ponerte cómoda en el sillón— me indica el que hay detrás nuestra.
—Muy bien.
Una hora después me despido de Sam y salgo del edificio de la discográfica con una gran sonrisa en la cara. Me acerco con rapidez hasta el lugar donde papá se encuentra estacionado. Llamo al cristal para que quite el seguro y pueda entrar.
—¿Qué tal te ha ido?
—Ya tengo representante oficialmente— chillo, emocionada.
—Estoy muy orgulloso de todo lo que estás consiguiendo en tan poco tiempo, cariño— me muerdo el labio inferior, emocionada por escucharle decirme eso.
—Eres el mejor.
12 de septiembre, 2021
Cierro la puerta de la casa tras haber metido dentro la última caja. Hoy es el día en el que Austin se muda a su casa. Oficialmente se ha independizado. La suerte es que su nueva casa está cerca de su familia y de la mía, por lo que no supone un problema el tema de la distancia.
Donde ahora Austin va a estar viviendo en un departamento que está dentro de un bonito piso de dos plantas. Cuenta con un pequeño balcón, dos habitaciones, un baño y la cocina junto con el comedor da directamente al salón.
Hace un par de horas que Austin vino a recogerme a casa ya que me ofrecí a ayudarle porque no me importa, además así paso tiempo con él. Nuestros padres dijeron que le ayudarían mañana ya que hoy están ocupados por el trabajo.
Hemos dejado todas las cajas según donde va cada una. Vuelvo a agarrar lo que llevaba en la mano y me dirijo hacia la que va a ser su habitación. Está completamente vacía. Austin aparece por detrás mía con todas las cajas para empezar a montar su cuarto.
Días atrás le acompañé a una gran tienda de muebles y decoraciones para que comprara todo lo que necesitaba. Estuvimos toda la tarde allí, sin exagerar. He descubierto que Austin es demasiado indeciso para estas cosas.
Comienzo a sacar todo lo necesario para empezar a montar su cama. Austin trae las herramientas que le pidió anteriormente a su padre.
—Veremos como sale esto— murmuro.
—Pues bien, si lo va a montar un equipazo.
Me río.
—Manos a la obra.
Nos dividimos las cosas que hay que hacer dentro de la habitación. Austin se dedica a montar el soporte del colchón mientras que yo abro las cajas para montar la pequeña estantería y las dos mesitas de noche.
Me tumbo en la cama, dos horas después de haber empezado. Tras terminar la habitación, dejándola decentemente.
—Sabes que aún queda la el baño, la cocina y el salón, ¿Verdad?— Austin había decidido que, de momento, iba a dejar vacía la otra habitación.
—Me pido ordenar la cocina— digo rápidamente.
—No, me lo pido yo.
Me levanto con rapidez de la cama y salgo de la habitación antes que Austin. Pero antes de llegar he sido alcanzada por él. Pone sus manos en mí cintura para retenerme y hacerme girar para quedar cara a cara con él.
—¿Pensabas que no te iba a alcanzar, morena?— susurra, cerca de mi oído.
—¿Me estás seduciendo para que te deje colocar la cocina?
—Puede— me dedica una sonrisa pícara.
—Pues veamos cómo lo consigues.
Austin mientras que hablo me arrastra hacia el interior de la cocina para subirme encima de la pequeña isla que separa lo separa del salón. Apoya sus manos en mis muslos y comienza a hacer círculos en ellos hasta ir subiendo poco a poco y volver a bajar.
Acerco mi boca a la suya, pero sin llegar a presionar nuestros labios entre sí, para provocarlo.
—¿Con qué quieres jugar de esa forma? Bien, haré lo mismo.
—Ni se te ocurra.
Apoyo mi mano en su nuca y le termino de acercar a mí para estampar mis labios contra los suyos. Sus manos comienzan a subir y serpentean por debajo de mi camiseta para así deshacerse de ella. Hago lo mismo con su camiseta. Y con esa especie de juego acabamos, segundos después, sin ropa.
Austin ataca mis pechos con veracidad, por lo que apoyo una de mis manos detrás mía. Recorre mi cuerpo, como si no lo hubiera hecho antes, como si fuera la primera vez que lo hace. Se separa un poco y mira mi cuerpo con admiración, como si fuera una diosa.
Me rodea el cuerpo con sus brazos para llevarme de nuevo hacia la habitación.
—¿Te gustaría estrenar conmigo la cama, morena?
—Estaría encantada de tener ese honor.
15 de septiembre, 2021
Me lanzo a los brazos de Austin en cuanto el abre la puerta de su casa.
—¡Feliz cumpleaños!— él ríe ante mi efusividad, pero lo acepta encantado.
Le beso antes de separarme de él.
—Gracias, morena.
Entro al interior para así poder dejar pasar a nuestras familias.
—Feliz cumpleaños, Autin— le felicita Alex con una sonrisa.
—Gracias grandullón.
Cuando es el turno de mamá, ella se acerca a él para darle un beso en la mejilla, mientras que lleva en sus manos la tarta dentro de una gran caja. Mamá se dirige directamente para guardarlo en la nevera.
Todos nos colocamos en el salón. A petición de Austin ya que es su comida favorita, se van a pedir pizzas para cenar. Cuando Alex lo escucha, el chilla y aplaude, emocionado. Río, divertida.
El salón se convierte en un cúmulo de voces, ya que cada uno está hablando de cosas diferentes. Me fijo en que Adela y Zack están lo más separados el uno del otro y que no se han dirigido la palabra en ningún momento, pero veo como de vez en cuando se echan miraditas. Adela sigue sin contarme nada de ello.
—Austin, ¿me puedes acompañar un momento a tu habitación?— le susurro, para que nadie me escuche.
—Claro, ¿Acaso es eso una propuesta para hacer algo en concreto?— sube y baja sus cejas.
—No pienses en guarrerías porque no es para eso.
Me levanto del sillón y él me sigue de cerca. Cierro la puerta de la habitación cuando el entra.
—Sientate.
—Me estás poniendo nervioso y estoy pensando en mil cosas en pocos segundos— sonrío.
—Veras, prefiero darte ahora el regalo porque no quiero hacerlo delante de mí familia porque me da vergüenza. Mi regalo es un poco menos original que el tuyo ya que tú incluso me invitaste a cenar.
—El regalo ya es perfecto si eres tú quien me lo da o lo ha hecho— sonrío, con una sensación de calidez en el pecho.
—Lo primero es esto y lo que es menos original— Saco del bolso, que llevaba todo el rato colgado en mí hombro, una cajita de tela.
—Espero que sea lo que yo creo que es— su mirada se le ilumina cuando ve el mismo collar que me regaló a mí en mi cumpleaños—. Si lo es, ¿Sabes? Llevaba tiempo pensando en pedirte tu collar para hacerme uno igual, parece que me lees la mente— sonrío.
—Vale, hay un segundo regalo y necesito que saques tu móvil y vayas a mi cuenta de YouTube— Austin me mira interrogante pero me hace caso—. Es el último vídeo.
Me siento a su lado cuando le da click al video que le acabo de decir.
Bueno, no sé cómo empezar este video, pero se lo dedico a una persona muy especial e importante para mí. Va para la persona que ha estado ahí para mi en todo momento, el que me ha hecho reír, ha estado en mis peores momentos y me ha alentado y apoyado en mis sueños. Gracias a él me animé a crear este canal. Quiero dedicarle una canción que refleja todo lo que siento por él. Esta canción te la dedico a ti, Austin, feliz cumpleaños.
Austin me mira brevemente, con las mejillas levemente sonrojadas, pero vuelve la mirada hacia el móvil cuando comienzan a sonar los acordes de Umbrella de Rihanna. Espero hasta que llega mi parte favorita. Me quedo mirando la reacción de Austin, quién comienza a formar una gran sonrisa.
You have my heart, and we'll never be worlds apart
Maybe in magazines, but you'll still be my star
Baby, 'cause in the dark
You can't see shiny cars
And that's when you need me there
With you I'll always share
Because
When the sun shines, we'll shine together
Told you I'll be here forever
Said I'll always be your friend
Took an oath, I'ma stick it out 'til the end
Now that it's raining more than ever
Know that we'll still have each other
You can stand under my umbrella
You can stand under my umbrella, ella, ella, eh, eh, eh
Under my umbrella, ella, ella, eh, eh, eh
Cuando la canción termina, Austin apaga el móvil y se gira para mirarme. Tiene los ojos brillantes y sus mejillas están levemente sonrojadas.
—Me encanta el regalo, te quiero, morena, eres la mejor.
—Yo también te quiero— se acerca a mí para darme un tierno beso en la boca.
Disfruto del beso. Disfruto de todos los momentos que he tenido junto a Austin desde que solo éramos muy pequeños. De cómo poco a poco me fui enamorando de él hasta estar colada por él por completo. Y voy a recordar cómo gracias a este verano en la casa del lago, se ha dado— por fin— esta relación. Porque no solo yo he conquistado a Austin, él ha conseguido conquistarme a mí aún yo sabiendo que ya me tenía por completo.
Hubo momentos que pensaba que era el amor, y si alguna vez había llegado de verdad a sentirlo. Pero ahora sé con certeza lo que es: Los cómodos silencios con la otra persona sin que haya que rellenar el silencio con conversaciones, aquellas miradas que lo dicen todo sin que tú se lo expreses mediante palabras. Es cuando el resto del mundo se silencia, y no son ojos que se miran, son almas que bailan entre sí. Una conexión diferente, especial.
Eso es lo que Austin Nash me hace sentir. Y es que estoy enamorada por completo de él, y por primera vez, se que eso es recíproco.
FIN
¿Qué tal el capítulo final? Ays, ya llegamos al final del libro *sensible*
Espero que hayáis disfrutado leyendo el libro tanto como yo escribiéndolo. Mañana subo el epílogo y los agradecimientos <3
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