5 de Julio, 2021

Me doy la vuelta cuando doy varios pasos hacia atrás, riendo a la vez que huyo de Adela y choco con alguien.

—¡Perd..! ¿Jacob?— digo al levantar mi mirada y ver al mismo chico que nos ayudó en la discoteca.

A él se le ilumina la mirada cuando me reconoce a mí y a Adela. Esta vez puedo detallarle mejor. Confirmo que su pelo es oscuro y que tiene ojos marrones. Tiene menos musculatura de lo que tienen Austin y Zack, pero es atractivo.

—No sabía que del lugar que hablabais eran las cabañas de este lago— habla, sorprendido.

Esta mañana después de habernos levantado tarde tras haber pasado parte de la noche celebrando el cuatro de Julio— Después de que Austin y yo nos juntáramos otra vez con nuestras familias pusimos rumbo a la feria. Donde estuvimos montando en algunas atracciones como en la noria— donde rete a Adela a montarse conmigo, fue divertido como cerraba los ojos cuando alcanzamos la máxima altura—, y también comimos los famosos algodones de azúcar— dijimos de descansar pasando el rato en el lago.
Huía de Adela porque ella quería cobrar una venganza— la había empapado de agua cuando estaba tomando el sol—.

—Ni nosotras que estabas aquí— me sorprendo.

—¿Estás solo?— curiosea Adela.

—No, estoy pasando el verano con un amigo, pero hoy le tocaba a él ir al supermercado y yo necesitaba refrescarme. Hace demasiado calor.

—Y que lo digas— confirmo.

—Hola, ¿Y tú quen eres?— Alex se ha acercado a dónde nosotras estamos.
Él mira a Jacob con curiosidad a la vez que tiene los ojos entrecerrados en su dirección.

—Alex…— mamá se acerca, el aludido la mira y agarra su mano.
Levanta la mirada para analizar con detalle a Jacob.

—Hola— le sonríe—. No te había visto por aquí en lo que llevamos de verano.

—Mi amigo y yo llegamos hace unos días.

—¿No serás tú el chico que las ayudó?— pregunta con curiosidad.

Alex sale corriendo hacia Zack y Austin, quienes ambos nos miran.

—Sí señora.

—No me llames señora, llámame Emma, me haces parecer una vieja— Jacob se sonroja.

—Perdon Emma.

—Si estás solo puedes venir con nosotros, te aseguro que a los demás no les importará.

—No sé…— dice inseguro, mirando hacia dónde están los chicos.

—Anda vente, así hablamos los tres— le anima Adela.

Él al final termina asintiendo y nos sigue cuando comenzamos a andar hacia allí. Mamá se desvía hacia el agua. Alex al verla vuelve a correr en su dirección.

Austin observan fijamente a Jacob, justo como hicieron en la discoteca, pero parece que él nombrado no se da cuenta o lo está ignorando.

—Chicos, el es Jacob— anuncia adela—. Jacob, ellos son Zack y Austin— señala a cada uno cuando dice sus nombres.

—Hola— ambos le dan un asentimiento de cabeza.

Adela y yo nos miramos, dandonos cuenta de lo tirantes que están ellos.

—¿Te apetece ir al agua con nosotras?— le pregunto. Jacob les dedica una última mirada y asiente.

Vamos hacia dónde unos instantes mí madre se dirigía. Pero nos mantenemos un poco separados de ellos.

Los minutos pasa a una hora completa dentro del agua. Adela y yo descubrimos que es divertido y no ha parado de hacernos reír. Consiguiendo que él sonriera. Que está estudiando psicología y tiene 20 años. Tiene varios hermanos pero siempre ha tenido el mismo cariño que los demás. Es demasiado amigable y nos lo ha demostrado en el rato en el que hemos estado hablando. Le contamos desde cuándo nos conocemos hasta ahora, lo que estudiamos o planes de futuro. Jacob me dice que no me preocupe que tarde o temprano voy a encontrar lo que me quiero dedicar.

Terminamos saliendo del agua cuando nuestros dedos ya están muy arrugados. Todos los demás ya han salido y están tumbados hablando.

—¿Os apetece quedar esta noche o es demasiada confianza?— pregunta a la vez que sacude su cabeza y nos salpica con el agua.

Miro a Adela y ella responde por ambas:

—Claro que sí, podemos quedar en el porche de la casa que tenemos alquilada, solo tienes que ir por ese camino de allí y te lleva directo— señala el camino que hay a nuestra derecha.

—Me parece bien, estaré allí sobre las diez.

—Vale, te esperaremos.

Ambas nos despedimos de él con un movimiento de manos y volvemos con nuestras familias. Nos sentamos en mí toalla mientras que nos arropamos con la de Adela.

—¿Ese era el mismo de la discoteca?— cuestiona Austin, después de un rato.
Asiento, mirándole.

—¿Por qué?

—Por nada en especial.

—Ya— dicen nuestras madres en sintonía.

Suelto junto a Adela una risita y Austin entrecierra sus ojos. Zack sonríe.

—¿Estás celoso Austincito?— se burla mí hermano.

—Tu tampoco empieces con ese apodo— le amenaza.

—¿Mí hermana puede y yo no?

—Sí— respondemos.

Zack bufa y se cruza de brazos.

—¿Quién está celoso ahora Zack?— se mofa ahora Adela.

—Para nada.

—Claro, claro— respondo.

—Estás enfurruñado— continúa Sarah.

—Sí— sigue Austin.

—Qué pasa, ¿Ahora estáis todos contra mí?

—Te las buscas tú solo— le lanzo un beso cuando termino de hablar.

El me hace una peineta.

Terminamos recogiendo todo para volver a la casa. Sigue siendo de día aunque sean las nueve de la noche. Ventajas de ser verano y que anochezca más tarde.

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Subo con rapidez a la habitación de mí hermano para robarle una sudadera. Es la primera vez que entro en ella. Su cama está en frente nada más entrar, un armario a su izquierda y a la derecha hay una puerta a lo que supongo que es el baño.

Abro las puertas de su armario y rebusco hasta dar con una sudadera. Todo el interior está hecho un desastre así que me gusta un rato para encontrarlo. Salgo con ella puesta y cierro tras de mí. Escucho un carraspeo y veo como Austin sale de su habitación y me mira enarcando una de sus gruesas cejas oscuras.

—Tú no has visto nada— le advierto, el levanta una de sus manos y cierra una boca como si fuese una cremallera.

—¿Vas a esperar al chaval ese?— pregunta, cuando juntos comenzamos a bajar por las escaleras.

—Claro, Adela y yo hemos quedado con él en el porche.

—Pues me quedo con vosotras— me paro y le observo.

—No la líes— le señalo con mí dedo índice.

—¿Cómo puedes decir eso de mí? Qué poco me conoces— me dedica una sonrisa inocente.

—Más te vale, Austin.

—Me ofendes morena— pongo los ojos en blanco.

—Por cierto morena— vuelve a hablar—, he aprendido a decir una cosa en griego.

—¿Ah sí?— curioseo.

—Sí, mira: με ζεσταίνεις*— pronuncia con su característica voz ronca.

*με ζεσταίνεις: Me calientas

—La tuya por sí acaso— Austin comienza a reírse a carcajadas.

—Siempre quitas lo romántico morena.

—Dime que dijiste.

—Te quedarás con la duda— me guiña un ojo.

Cuando llegamos al porche Adela y Zack se encuentran allí.

—¿Tú también te vas a quedar con nosotras?— cuestiono, mí hermano asiente.

—¿Por qué no? A lo mejor me cae bien y todo— me mira fijamente—. ¿Llevas una de mis sudaderas?

—No— niego rotundamente.

Me siento en una de las sillas libres que hay, cerca de la entrada del porche. Austin me sigue. Justo cuando ambos nos hemos colocado, un pequeño ruido de madera se escucha. Me giro para encontrarme con Jacob de pie.

—Hola, siéntate— sonrío.

Él asiente y escoge una de los asientos que está en frente nuestra y al lado de Adela.

—¿Has dejado solo a tú amigo?— comienza mí amiga.

—El se ha ido de fiesta de nuevo— rueda los ojos antes de mirarla y sonreirla.

—¿Tú las ayudaste en la discoteca?— interrumpe Zack, inclinándose hacia delante para observarle.

—Sí.

—¿Pasabas por ahí o las estabas observando?— arquea una de sus cejas.

—No seas pesado Zack— le amenazo.

—Jacobo, ¿No?

—Jacob.

—Perdon, hoy creo que tengo un poco de dislexia— cuestiona.

Veo como Austin intenta no reírse y yo le doy un golpe en su brazo.

—Perdonale, hoy está muy graciosito.

—Muchísimo— Zack muestra una pequeña sonrisa ladeada.
Jacob le observa, analizándolo.

—Te noto un poco tenso o celoso, no puedo identificarlo todavía— contraataca él.

—¿Ah sí?— alza ahora ambas cejas.

—Llevas mirándome de una forma no muy amistable desde la discoteca. En el lago te ponías tenso cada vez que hablaba con una de ellas y apretabas los labios. Ahora tienes una postura defensiva y estás inclinado hacia Adela
— argumenta.

Austin no se contiene y empieza a reírse. Jacob mira a Zack con suficiencia.

—¿Estudiante de psicología? ¿Me estabas observando todo el rato?

—Eres demasiado evidente, podrías aprender de él para ser más disimulado

— señala a Austin, él calla de golpe.

—¿Él? ¿Disimulado? Eso es algo incompatible— se burla Zack.

—Anda que tú— Austin le mira con los ojos entrecerrados.

Adela y yo miramos la escena con entretenimiento. Es divertido.

—Esto es el pan de cada día— miro a Jacob, cuando Austin y Zack se ponen a discutir y a provocarse.

—Debe ser entretenido pasar el tiempo con ellos.

—Lo es, aunque a veces son demasiado intensos— responde Adela.

—Tú sí que sabes, ¿Eh, Adela?— me burlo, ella se pone roja.

Las cortinas del interior de la casa que tapan la puerta corredera se abren y aparece Alex.

—Mamá pegunta si quereis ago de comer— su voz aguda interrumpe la discusión de mí hermano y Austin.
Llevaba un pijama corto azul de cars y el pelo revuelto.

—Dile que no hace falta pequeñajo— se gira Zack para mirarle.

—Ale guenas noches ates.

Le lanzo un beso y él me dedica una enorme sonrisa antes de desaparecer y volver a colocarse las cortinas.

—Bueno— Austin se mueve para mirarme—. Debo ir pensado algo para tú cumpleaños.

—¿Cuándo es?— pregunta curioso Jacob.

—En cinco días.

—Diecinueve, ¿No?— asiento.
—Mí hermanita se hace mayor—se lamenta Zack.

—Anda, no seas tonto, solo es un año más— me encojo de hombros.

—Perdona pero los cumpleaños siempre son especiales— Jacob me mira sorprendido.

—¡Exacto!— dice Zack.

—Claro, un año más cerca para morir.

—Que pesimista eres morena— le miro con una sonrisa.

—Siempre.

—¿Sois pareja?— curiosea Jacob.

Ambos nos giramos a la vez para mirarle. Él con los ojos abiertos y yo sintiendo que mis mejillas se calientan.

—No— respondemos a la vez.

—¿No? Yo pensaba que sí lo erais, parecéis más cercanos de lo que ya sois— dice, confundido.

Austin se acomoda en su silla y le mira fijamente. Jacob hace lo mismo. Al final sí que voy a ser muy evidente con él.

Sí es que ya te vale Noa.

Jacob aparta la mirada de él y mira a su móvil.

—Bueno, yo ya tengo que irme, parece que voy a tener que hacer de chófer— suspira y se levanta de la silla—. Podemos quedar otro día, cuando queráis— nos habla a nosotras.

—Claro, danos tú número y hacemos un grupo— le pide Adela.

Se despide de todos nosotros después de tenerle agregado y haber creado el grupo.

—A que es majo.

Austin y Zack miran a mí mejor amiga con mala cara.

—Sabe mucho— es lo único que dice Zack.

Suelto una risita.

—No entiendo que os pasa con él, si es buen chico y no os ha tratado mal.

—Está muy interesado en vosotras.

—¿Y eso es malo? Puede ser un buen amigo— le defiendo, Austin se encoge de hombros.

No me parece justo que le estén juzgando por nada. Miro a mí móvil. ¿En qué momento ha pasado tanto tiempo? Me levanto de la silla.

—Yo ya me voy a mí habitación.

—Yo también— se apunta Adela.

—¿Puedo dormir en la tuya?

—¿Que quieres hacer conmigo cochina?— me dice.

—Ni te imaginas cuánto, vamos y te lo muestro— la sigo el rollo.

—¿Nos vamos a hacer nosotros guarrerías también?— Zack mira a Austin, bromeando.

—Me parece una muy buena petición.
Cuando cerramos la puerta del porche con seguro nos dirigimos— no sin antes despedirnos de los chicos— a la habitación de Adela.

—Austin estaba celoso— dice cuando nos tumbamos en su cama, con intenciones de seguir hablando.

—¿Y Zack qué?

—Para nada.

—Ya ves que sí.

—No tienen por qué estarlo, a parte de que no tenemos nada con ellos, tampoco estamos interesadas con él, ¿No?— asiento.

—Qué se pongan celosos todo lo que quieran, no vamos a dejar de quedar con él, a mí me ha caído bien.

—Me pasa igual.

Lo último que recuerdo es que nos quedamos hablando sin parar hasta bien entrada la madrugada, como en los viejos tiempos, cuando ella se queda en mí casa cuando éramos adolescentes.

Holisss, ¿Qué tal el capítulo de hoy?

Sólo me paso para decir que ya estoy escribiendo el capítulo 18 y el cap del viernes va a ser solo narrado por Austin (aunque es cortito).

También quería agradecer porque CAA ya tiene 29k lecturas. ¿En qué momento? No puedo estar más feliz con todas las personas que dais una oportunidad a Noa y Austin.

El próximo capítulo, como dije, será narrado por Austin y me ha quitado el bloqueo de escritura que tenía ya que he dejado ahí lo que yo siento y eso me ha ayudado mucho.

¿Qué tal la semana? ¿También escribís?

Besos y nos vemos el viernes <3

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