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Atención, contenido +18.
Para las personas que no les gusta este contenido pueden saltarlo, ya que es la escena de la discoteca y Adela está reviviendolo todo mientras se lo cuenta a Noa.
Sin más dilación, disfruten de este capítulo. 😈

•Need to know— Doja Cat.

Narra Adela

Después de un buen rato esperando en la cola por fin conseguimos entrar en el interior. Me gusta el ambiente que hay.

Zack está a mí lado y Austin junto a Noa detrás nuestra. Sonrío, se piensan que lo que sienten el uno por el otro es imperceptible y los demás no nos damos cuenta. Una gran mentira he de decir. Sólo faltan que ellos se den cuenta de los sentimientos del otro. Se que no queda mucho para que eso ocurra.

De vez en cuando siento el roce de unas de las manos de Zack, me gusta esa sensación. No ha ocurrido nada entre nosotros pero noto que desde el principio de este mes estamos teniendo un acercamiento muy diferente al que hemos tenido desde siempre. Y siendo sincera eso me gusta. Esquivo a varias personas que no miran por dónde van.

Cuando entramos la pregunté a Noa si nos íbamos a la barra a pedir algo de bebida y ella asintió. Y es donde nos encontramos ahora. Nosotras hemos pedido margaritas y los chicos tequila. El ambiente que hay entre nosotros es tranquilo, no puedo evitar fijarme en Zack y en su vestimenta. Se ajusta a su delgado pero trabajado cuerpo. Me muerdo imperceptiblemente mis labios.

Miro a mí amiga tomar un sorbo de su vaso. Tengo ganas de bailar, de mover el cuerpo. Y que mejor qué con mí mejor amiga. Me bebo de golpe lo que me queda y agarro a Noa, alentandola a hacer lo mismo que yo con la margarita.

—¡Me la llevo a bailar!— grito a nuestros hermanos—¡Hacer lo que queráis por ahí!

Tiro de mí mejor amiga para introducirnos en todo el meollo de gente que se mueve con energía por todo el lugar.

—A mover el cuerpo— la animo y ella sonríe.

La música es adictiva y energética. Ambas nos movemos sin parar con práctica. Noto cómo varios hombres nos observan o hacen el amago de acercarse a nosotras, pero los ignoro y sigo bailando con Noa.

Son varias canciones con las que nos movemos sin parar hasta que noto que alguien me gira. Identifico al instante a Zack él que está delante mía.

—Tú y mí hermana sois el centro de todas las miradas.

—¿Celoso?— sonrío divertida.

—Para nada— ya.

—¿Vamos a la terraza?— vuelve a hablar, acercándose a mí oído para que le escuche bien.

—Claro, no vaya a ser que me ponga bailar con otro tío que no seas tú— el bufa y tira de mí para salir de la pista.

Noto como sus manos aún siguen en mí cintura cuando ya nos estamos acercando a la terraza. Me gusta la sensación que recorre por mí cuerpo.

La temperatura ha cambiado de un lugar a otro. Nos acercamos hacia la barandilla y apoyo mí espalda en ella. Dándole así la cara a Zack, quien me recorre de arriba a abajo con la mirada.

—¿Te he dicho que vas preciosa esta noche?

—No, pero gracias, me he vestido solo para ti— bromeo.

—-¿Sabes? No estoy muy a favor de la ropa— se acerca a mí con lentitud.

Inclino mí cabeza para mirarle, él es algo más alto que yo. Si comparo mí altura con Noa, yo soy un poco más baja que ella y Zack tiene más o menos la altura de mí hermano.

—¿Ah, sí? No lo sabía— le sigo el rollo, dejando que se termine de acercar a mí.

—Cada día se aprende algo nuevo, hoy ya sabes que no me gusta verte con ropa— dice el muy atrevido.

—Esta noche te veo mucho más suelto que los otros días.

—Bueno, es que tengo el placer de tenerte aquí a solas sin nadie de nuestras familias— sonríe, pícaro.

—Sabes que podríamos estar a solas allí— curioseo—. Sólo me lo tienes que preguntar.

—Lo tendré en cuenta— me sonríe.

Observo su pelo ondulado. Siempre me ha gustado la mezcla que tiene entre el rubio y el castaño. Pareciera que se hubiera teñido pero es su color natural. Sus ojos marrones están fijos en mí. Noto cómo hace círculos suaves y sin parar en mí cintura. Una agradable sensación no para de recorrer mi cuerpo cada vez que tengo a Zack cerca mía. La temperatura de repente ha cambiado considerablemente.

El olor a tabaco llega a mis fosas nasales y arrugo la nariz en muestra de asco. Odio ese olor de entre todos los que pueden existir.

—¿Podemos volver con Austin y Noa?— le pregunto y el asiente para comenzar a andar junto a mí lado hacia el interior.

—Ya estamos aquí— grito cuando encontramos a Noa y a Austin en la barra.

—¿Dónde estabais?— me pregunta mí hermano.

—En la terraza— exclamamos Zack y yo a la vez.

Austin a Noa, ella solo se encoge de hombros. No sé que es lo que habrán hablado entre ellos o la conversación mental que están teniendo, pero tiene pinta que es sobre nosotros.

—¿Ya habeis pedido otra bebida?— señala Zack, Austin asiente.

—¿Me acompañas al baño?— la pregunto a Noa.

Desde que hemos entrado necesito ir y prefiero que me acompañe a ir sola.

—Vamos, luego os buscamos— dicen y nosotras asentimos.

Buscamos los baños y al no encontrarlos, Noa tiene que preguntar a uno de los barman. Entro dentro de uno de los cubículos.

Narra Zack

Decidimos salir a la terraza cuando las chicas se van. Austin se ha dado cuenta de que algo me rondaba por la cabeza. Soy demasiado evidente, aunque no me importa serlo.

Cuando nos hemos acomodado en la barandilla— yo apoyando mis brazos en ella, Austin me imita, para mirar hacia afuera—. Termino diciendo la verdad.

Adela me ha empezado a atraer desde principios de este año, pero cuando llegamos a la casa del lago, ese sentimiento se agrando y se hizo mucho más fuerte. Siempre he sido bastante directo con Adela. Me gusta coquetear con ella y que me lo devuelva.

Pero todos tenemos un máximo de autocontrol y sé que ya no voy a poder aguantarme más y me voy a lanzar a sus brazos. Sí es que es recíproco y no es que me esté devolviendo el coqueteo por entretenimiento. Sea cual sea lo que sienta ella, en algún momento me tendré que arriesgar. Y he pensado en esta noche. Ahora o nunca. Prefiero averiguarlo antes para que no me choque en un futuro y que mis sentimientos no haya llegado a más.

—Zack, ya sabes que yo no tengo ningún problema en que tengas algo con mí hermana, lo que no quiero es que acabéis mal parados y luego haya mal rollo entre vosotros.

—Sea lo que sea, por mí parte no lo habría, soy lo bastante maduro para saber que no debe incluir las relaciones que tienen que ver con lo sentimental a que se junte con la amistad— mí mejor amigo asiente.

—Me parece bien, confío que Adela haría lo mismo en tal caso de que eso ocurriera.

—Si no es que te rechaza esta noche— añade, bromeando, yo le doy un flojo puñetazo en el brazo.

Austin hace que le duele el golpe y río.

—Vamos a ver si ya están de vuelta las chicas— dice.

—Estoy seguro de que sí, llevamos aquí demasiado rato.

Localizo a Noa junto a Adela y a un chico que no conozco hablando con ellas.

—Que va, estoy pasando todo el verano en una casa alquilada cerca de un lago, ¿Vosotras sois de aquí?— consigo escuchar al chico.

—También estamos de vacaciones— responde mí hermana.

—Ya estamos aquí— Austin interrumpe. Miro al chico con seriedad. 

—Yo ya me voy— dice él.

—Gracias por ayudarnos— dice Noa y el se despide de ellas antes de desaparecer.

Miro a Austin, él me devuelve el gesto.

—¿Quién era?— termino preguntando.

—Nos ha ayudado— debe ver nuestra cara de confusión ya que continúa explicando—. Un chico que tenía lo que  creo que era vuestra misma edad se nos ha acercado y nos había dicho que le habíamos parecido lindas y que si nos tomábamos una copa con él.

—Y que él invitaba— continúa Adela—. Le dijimos que no pero seguía insistiendo y se ha puesto un poco brusco y pesado. No paraba de acercarse a nosotras.

El sentimiento de enfado me recorre, podríamos haber estado con ellas y ayudarlas.

—Y el chico que acaba de irse nos ayudó, fue muy amable— terminó de relatar Noa.

—Ah— dice Austin.

—Bueno, ahora somos nosotras las que nos vamos a bailar en la pista— dice Adela.

Nosotros asentimos.

Narra Adela

Ya estoy lista para el segundo round de baile y Noa lo confirma. Bailamos con más energía que la primera vez todas las canciones que salen. De las mejores noches en lo que va de verano.

—Adela— me llama Noa gritando.

—Dime— me abanico la cara.

Estoy sudando de tanto moverme sin parar.

—Vuelvo con los chicos que estoy agotada.

—Pues dile que se venga Zack a bailar— me animo a decir, ella solo asiente.

Cuando ella desaparece una nueva canción empieza a sonar y reanudo mí baile sola. La música es sensual así que me pongo a la altura, moviendo mis caderas con lentitud. Noto que alguien comienza bailar detrás mía al ritmo de la canción. Me giro, haciéndome una idea de quién es, y sonrío al confirmarlo.

—Tu hermano y mí hermana se van ya a casa, me han dicho que vamos en el coche de tus padres.

—Vale.

Rodeo mis brazos en su cuello para pegarme a Zack y bailar más juntos. Nuestros cuerpos chocan con energía en una batalla de provocar al otro. Muerdo mi labio y giro para que mí espalda toque su pecho. Bailamos así. Mi culo contra su pelvis, seguimos de la misma forma hasta que la canción acaba y Zack me gira para verlo.

Estampa sus labios con los míos con energía, y yo vuelvo a rodearle con mis brazos. Le correspondo. Giro un poco mi cabeza a un lado para tener más acceso. Pido paso para introducir mí lengua y el lo corresponde. Una zona en específico de mí cuerpo lanza señales a mis otras partes. Ambos paramos de besarnos a la vez. Zack me mira en una clara proposición. Se lo que me pide y yo lo quiero ahora. Agarro su mano y tiro de él. Zack lleva mi bolso en sus hombros. Salimos de la discoteca y nos dirigimos hacia uno de los dos coches. Él se monta en el asiento del conductor y yo me quedo en la parte trasera. Conduce el coche hasta un lugar en el que no haya nadie hasta que da con un callejón.

La adrenalina recorre mí cuerpo y un gran deseo de que llegue el momento aparece en mí. Quiero que ocurra.

Apaga el coche y cierra el pestillo del coche y se pasa hacia atrás, donde yo estoy.

Me besa de nuevo salvajemente, llevo mi mano hacia la parte de abajo de los asientos para tumbarlos y ocupar el maletero entero y tener así más espacio.

Zack me arrastra hacia atrás y abre mis piernas para colocarse en ellas. Me sonríe, divertido.

Levanta lentamente mi vestido, haciendome esperar, impaciente.

—Parece que Adela no tiene paciencia.

—Callate y besame— pongo una de mis manos en su nuca y le atraigo hacia mí.

Mientras que nos besamos, noto cómo está bajando mí ropa interior con impaciencia. Cuando lo consigue, deja de besarme y me dedica una mirada para nada inocente. Se aparta de mí y termina de subirme el vestido hasta un poco más abajo de mis pechos. Posa sus manos en mí cintura y el comienza a besar mí estómago a la par que comienza a arrastrase hacia abajo. Mí respiración se corta al intuir las intenciones que tiene de hacerme.

Se queda de rodillas, en el suelo del coche, mirándome.

—Abre las piernas— me doy cuenta que las había juntado. Le hago caso—. Así me gusta.

Me vuelve a arrastrar hacia el borde del asiento. Pasa mis piernas por sus hombros. Me mira cuando me da un beso en mí parte íntima, jadeo. Con ese gesto hace que tenga mucho más calor del que ya llevo. Comienza con los movimientos de su boca por mí zona. No puedo evitar mirarle hacérmelo. Él concentrado y yo jadeando por el manejo de su boca. Pasa su lengua y vuelve a ello. También utiliza sus dedos para llevarme al cielo. En cierto momento ha posado sus manos en mis muslos para abrirme más a él y devorarme con más energía hasta llegar al tan ansiado momento. Blanqueo los ojos cuando una familiar nudo se forma entre mis piernas. Dando un aviso de que estoy llegando al propósito de Zack.

Jadeo fuertemente cuando llego. Él se separa de mí y pasa uno de sus dedos por su boca para chuparlo. Eso ha sido demasiado excitante.

—Exquisito— me provoca.

Le atraigo a mí con una sonrisa para ponerlo debajo mía. Atrapado entre mis piernas.

—Tienes dos opciones— comienzo, voy desabrochando su camisa—. O te devuelvo lo que tú me has hecho o lo hacemos, tu eliges.

—Me gusta la segunda opción y más que digas hacerlo en vez de follar— sonríe, mantiene sus manos en mis caderas desnudas.

—Soy una dama— bromeo, sé que a muchas de nosotras no nos gusta decir esa palabra, así que lo decimos elegantemente.

—Una dama muy pervertida.

—Eso no te lo voy a negar.

Termino de desabrocharlo y me dirijo hacia la cremallera de sus pantalones. Es demasiado evidente el bulto de su pantalón así que me doy más prisa. No quito del todo el pantalón, solo lo justo para poder montarle. Le bajo sus calzoncillos para darle paso a su querido amiguito, quién está bastante activo. Tiene un tamaño bastante generoso.

Busco mí bolso para agarrar un condón. Sonrío cuando lo encuentro y con cuidado quito el envoltorio. Todos los libros lo pintan como que lo rompen sin cuidado cuando si haces eso puedes romperlo.

Comienzo a deslizarlo por su miembro, miro a Zack, quién está algo agitado viendo aquella escena.

—Vas a conocer a la Adela pervertida— le digo, agarrándolo para colocarlo en mí entrada.

—Estaría encantad...— no puede terminar por el gemido que le interrumpe.

De una estocada me he deslizado por su longitura hasta que estuviera por completo en mí interior. Me mantengo un momento así, quieta, para acostumbrarme a todo ello.

Cuando ya estoy lista, comienzo a moverme con lentitud. Apoyo mis manos en el pecho de Zack.

—Más deprisa— dice él, cerrando los ojos, manteniendo aún sus manos en mí cintura.

—¿Ahora quién es el impaciente de los dos?— como respuesta levanta un poco su pelvis para chocar con la mía. Ahora soy yo la que jadea.

Termino cumpliendo lo que dice, solo porque yo también lo quiero y estaba yendo lento solo para fastidiarle.

Empiezo a moverme con más velocidad. Con estacadas certeras y directas. Zack mueve sus manos por mi cuerpo visible. Dirijo mí mirada hasta donde nuestros cuerpos se unen, y verlo me incita a ir más deprisa. Dentro, fuera. Paso mis manos a los hombros de Zack para moverme con más agilidad. El único sonido que hay dentro del coche es el choque de nuestros cuerpos y los gemidos que con ganas soltamos.

Se que estoy a punto de llegar por segunda vez y me muevo lo más deprisa que puedo. Zack parece ocurrirle lo mismo cuando él también dirige los movimientos con sus manos. Una de ellas se dirige hacia mí intimidad para frotarlo con suavidad.

Consigue el efecto deseado porque siento como llego y el nudo que había aparecido hace unos instantes se disolvía. Jadeo pero sigo moviéndome hasta que él termina.

Nos quedamos así, sin levantarme. Con él aún dentro de mí. Me mantengo quieta, mirandole a la vez que intento que mí respiración vuelva a estar regulada.

—¿Bien?— me pregunta.

—Bien.

Me levanto por fin de encima de él y me subo mi ropa interior a la ve que bajo mí vestido blanco. Él se quita el condón y lo hace un nudo para al momento comprobar de que no estuviese roto. Se termina de arreglar. Colocamos la parte trasera y volvemos hacia delante sin pronunciar ninguna palabra. Como si no hubiesemos hecho algo del que estoy segura que esto cambiaría nuestra relación.

El camino a casa se pasa totalmente en silencio. Zack conduciemdo y yo metida en mis pensamientos.

El coche de los padres de Emma y Harry están aquí. Somos los últimos en llegar.

Entramos dentro y subimos con cuidado para no hacer ruido y no despertar a nadie. Aunque no creo que sigan despiertos siendo las horas que son.

Ahora mismo tengo un sentimiento contradictorio. Quiero más, le quiero a él otra vez. Qué quieres que diga, me recargo muy rápido y Zack me pone así, a mil por hora. Pero por otro lado siento que si esto llega a más luego puede ser un vicio difícil de quitar.

Me paro en mí puerta y le miro. Él está parado delante mía. Observándome.

—Zack...— quiero decírselo, quiero que venga y volvamos a explosionar juntos como en el coche.

Parece que él me entiende por el tono de voz que he utilizado con su nombre. Porque se acerca a mí con una zancada, me agarra de la nuca y estampa de nuevo sus labios con los míos. Esta vez más tierno, sin la veracidad que como lo hicimos en la discoteca o en el coche.

Le agarro de la cintura y le atraigo hacia el interior de la habitación. Zack cierra la puerta con cuidado, pone el pestillo y nos lleva a ambos hacia la cama. Él se sienta en el borde y me lleva a mí a sentarme encima de él. Paso mis brazos por su cuello. Zack lleva sus manos hacia mis glúteos para apretarme con suavidad hacia él. Por esta vez es más suave y bonito. Sin esa intensidad de antes. Tomándonos nuestro tiempo. Sin hacer una carrera en quien provocaba más al otro.

Posa sus manos en el borde de mí vestido para ir subiéndolo lentamente por mi cuerpo. Corto el beso y levanto mis brazos para que él tenga el acceso de quitármelo por completo. Soy yo ahora la que empieza a desvestirle. Primero con la camiseta, botón a botón hasta que lo lanzo a cualquier lado de la habitación. Continúo con el pantalón. Me levanto para poder quitárselo, el me ayuda a hacerlo hasta que consigo quitárselo.

Zack me quita el sujetador y besa cada uno de mis pechos. Dándole atención. Muevo mí cabeza hacia atrás. Disfrutándolo. Se separa de mis pechos y ambos nos arrastramos hacia el cabecero. Me levanto un poco de su regazo para poder desnudarle por completo. Él hace lo mismo con mis bragas.

—Tercer round— me sonríe y yo río negando.

Hasta en este momento él es oportuno hablando.

Alcanzo la mesilla de noche para agarrar otro ya que mí bolso está tirado en el suelo.

Se lo tiendo y el se lo coloca. Me agarra para colocarme sobre su parte íntima mientras que con una mano se lo sujeta. Me besa a la vez que me deslizo sobre él hasta tenerle de nuevo dentro de mí. Esta vez acostumbrada a él. Nos movemos con sincronización a la vez que su lengua pasa por mis labios y vuelve a atacar mi boca con ansia. Por esta vez mis movimientos son dirigidos con Zack.

Le cabalgo cada vez con más rapidez y energía. Zack toca cada parte de mí cuerpo. Como si está fuera la última vez que lo hiciera. Mis movimientos son más certeros. Hemos pasado a besarnos bonito y cada movimiento con lentitud a movernos con más energía, con ansia.

Zack me tapa la boca cuando mis jadeos comienzan a subir cada vez más de volumen.

—Vas a despertar a los demás con los bonitos sonidos que salen de tu boca— cuando termina de hablar levanta sus caderas con un movimiento rápido, haciendo que vuelva a jadear.

—Hazlo así— digo en susurros y me agarro al cabecero.

—Como deseé.

Una de sus manos acaricia mí cuello. Poco después lleva ambas hasta el colchón para poder seguir haciendo el mismo movimiento que hace un momento. Seguimos así hasta que comienzo a notar el familiar nudo que apareció en el coche. Me muevo con más rapidez para llegar al efecto deseado. Zack me sigue el ritmo. El sonido de los choques de nuestros cuerpos son más constantes. Disfruto cada movimiento y sonido que él provoca.

Terminamos a la vez, con el último movimiento por parte suya. Respiro con dificultad. Siento mis mejillas calientes. Zack tiene los mechones de su pelo pegado a su frente. Él también está agitado al igual que yo.

Me levanto para que él pueda quitárselo. Me siento al lado suya. Mirándole como se lo quita. Se remueve el pelo cuando lo comprueba.

Me levanto para ir al baño a limpiarme un poco, por el camino agarro del suelo su camisa.

Cuando salgo ya estoy algo tapada y con la cabeza menos revuelta. Se que mañana cuando me despierte estaré pensando en lo que hemos hecho, pero ahora quiero dormirme. Estoy agotada.

—¿Te vas a quedar o te irás?— le pregunto con cierta inseguridad cuando abro la cama para poder a tumbarme.

—Creo que prefiero quedarme y dormir aquí— me sonríe.

—Vale.

—Tenemos que hablar de esto.

—Ya lo sé— suspiro.

Abre el otro lado de la cama. Y desnudo, se tumba a mí lado. Me doy la vuelta para darle la espalda y él pasa su brazo por mí cintura a la vez que me atrae hacia su cuerpo. Sonrío, disfrutando de la sensación.

¿Qué tal el capítulo? Muchas me escribieron para que narrara la noche de la discoteca por parte de Zack y Adela y aquí lo tenéis :)

¡CAA ya tiene 23k lecturas! Estoy flipando de la rapidez que ha ido subiendo y estoy demasiado feliz por todo el apoyo.

Nos vemos el viernes con el próximo capítulo ya narrado por Noa.

Pd: Me he apuntado al reto de NaNoWrimo para llegar a las 60.000 palabras antes de que acabe el mes (por el momento tiene 41.000) y estoy segura de que voy a cumplirlo.

Pd del pd: ¿Qué tal el puente?

Mis redes para más contacto:
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