Antes de que comenceis a leer este capítulo quería avisar que se ha creado un grupo de lectoras de esta novela, si os interesa podeis escribirme por Instagram o por mensaje privado de Wattpad. Sin más dilación, DISFRUTEN <3

30 de junio, 2021

—¡Feliz cumpleaños!— gritamos todos cuando Peter llega al salón.

Él nos sonríe ampliamente. De uno en uno nos acercamos para felicitarle. Es por la mañana y tengo demasiado sueño. Anoche me terminé acostando sobre las seis y media. Mi hermano pequeño entró a las once a despertarme, y no paro de saltar en mí cama hasta que yo me levanté.

—Hoy iremos a pasar el día al famoso lugar de la cascada— anuncia Adela.

Alex aplaude conforme con lo que dice Adela.

La siguiente media hora es un gran caos en la segunda planta. Sarah, Peter y mis padres están moviéndose por la cocina para hacer la comida y tomarlo allí junto con algo para picar en la tarde. Nosotros hemos bajado las mochilas y ahora están colocadas encima del sillón.

Austin y yo hemos vuelto a estar como antes después de lo que pasó anoche entre ambos en el coche. No sé si eso me alegra o me desilusiona, aunque no tengo pensado decirle nada. Lo único que hago es mirarlo de vez en cuando. Muchas de ellas me doy cuenta que le pillo a él haciendo lo mismo, pero yo aparto la vista y me pongo a hacer otra cosa.

Salimos de la casa, Alex es quien lleva a Mila con el cuidado de Zack— quién está a su lado vigilando por si acaso se le escapa—. Y nuestros padres llevan una gran nevera de viaje donde han guardado la comida y bebida.

Les mostramos el camino de ida— el cual Adela y yo nos sabemos a la perfección porque casi siempre vamos a pasar la tarde allí cuando no estamos haciendo actividades con los demás—, para que sepan cómo ir cuando les apetezca.

Durante lo que llevamos de día me he dado cuenta de que Zack y Adela están algo más separados. Obviamente me he imaginado varias cosas pero no quiero dar las cosas por sentado cuando aún no sé nada.

Hacemos un pequeño campamento cuando llegamos. Tal como Austin y Zack, ellos quedaron impresionados con lo precioso que era el lugar. Todas nuestras cosas quedaron algo esparcidos de dónde nos ponemos siempre. Alex me dio la mano y tiro de mí cuando nos quedamos en bañador. Fuimos hacia el agua, soltó un pequeño grito cuando notó el agua fría y me pidió con un gesto de sus manos que le levantase. Yo rodé mis ojos pero lo hice.

—Qué fría está ata— murmura.

—Ya verás cómo dentro de un rato se te pasa y te diviertes en el agua— él asiente convencido de mis palabras.

Poco a poco se va metiendo al agua cuando ve que yo lo estoy haciendo.

Alex ríe cuando ya está sumergido en el agua. Sonrío. Me salpica dando pequeñas olas a nuestro alrededor.

Veo como Mila comienza a ladrar en nuestra dirección, queriendo entrar. Papá se acerca a ella y la sujeta para al momento empezar a meterse en el agua. Mila antes de que toque el agua comienza a mover sus patitas, preparándose para nadar. Papá la suelta con cuidado y ella agarra velocidad para venir hacia nosotros. Alex ríe sin parar y huye de Mila, a quien ella comienza a seguir para pillarle. Alex grita y gira para ir hacia papá. Sonrío divertida ante aquella escena.

Todos comienzan a meterse en el agua y se acercan hacia nosotros. Rodeo a Adela con uno de mis brazos y ella hace lo mismo pasándolo por mí cintura.

Veo como Austin y Zack están intentando hacerse aguadillas el uno al otro. Niego con la cabeza divertida a la vez que me muerdo muy levemente el labio inferior.

Austin por un momento se gira para mirarnos para luego volver a atacar a mí hermano.

—¿Nos vamos mañana por la mañana a la montaña? Tenemos que hablar— me pregunta Adela en un susurro.

—Estaría bien, sí— acepto y ella asiente.

La risa de mamá resuena por el lugar. Me doy cuenta que papá está haciendola cosquillas haciéndola reír a carcajadas. Ambos se miran a la vez que papá la sonríe. ¿Así se ven dos personas enamoradas? Quiero pensar que sí y que como mis padres se miran y se comportan entre ellos es realmente amor del bonito, ese que ansías pero temes a la vez.

Austin y Zack ahora están a nuestro lado. De vez en cuando mí hermano y Adela intercambian unas cuantas palabras. Miro a Austin y hago un pequeño gesto hacia nuestros hermanos. El lo capta y se encoge de hombros, el tampoco sabe que pasa.

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Estoy sentada terminado de echarme la crema en el cuerpo. Austin está tumbado boca arriba en su toalla que justo está junto a la mía.

—¿Esta vez no me vas a pedir que te extienda la crema?— él me mira y alza las cejas junto con una sonrisa ladeada.

—Tu lo que quieres es tocarme— el sonríe más—. El cuerpo— bufo cuando Austin ríe al ver que me pongo roja.

—No te rías— vuelvo a decir.

—Es imposible no hacerlo— niego, el se incorpora y se sienta apoyándose en sus talones— Anda, dame la crema y tú tumbate.

Miro de reojo a nuestra familia, algunos están recostados boca abajo y los demás están en el agua sin prestarnos atención. Le tiendo la crema y me tumbo para mirar el cielo. Justo como la otra vez.

Escucho como se echa un poco en las manos y toca mí estómago, me remuevo inquieta al sentir sus manos sobre mí.

Empieza con suavidad hasta llegar un poco por dejado de la tela que tapa mis pechos. Siento que esto es muy diferente a la otra vez, demasiada.

Puedo mirarle de reojo y cómo está concentrado en mí cuerpo. Recorro cada parte del suyo, sin perderme nada de él. Se mueve un poco para ir ahora hacia mis hombros. Doblo un poco mis piernas para dejarlas apoyadas en las toallas y las cruzo un poco. Vuelve a echarse un poco de crema en las manos para volver a tocarme. Comienza desde casi mis pechos, sin llegar a tocarlos, hasta los hombros. Los masajea suavemente y sin hacerme daño. Cuando pasa sus manos por donde mí corazón está latiendo con rapidez, Austin sonríe. Se inclina hacia mí hasta llegar a mí oído.

—¿Te gusta que te haga esto, que te toque?— susurra y mis pechos reaccionan ante lo que él dice. Me obligo a controlarme. Era la primera vez que me pasaba con él.

—No.

—No seas mentirosa— vuelve a susurrarme a la vez que sigue tocando mí piel. Una de sus manos se dirige hasta mí estómago y hace pequeños círculos por debajo de mí ombligo con sus dedos.

¿Por qué me provoca?

—No lo soy— paso la lengua por mis labios para contraatacar y el cae. Seguimos demasiado cerca. Sonrío victoriosa.

Bueno... Eso de victoriosa...

—No hagas eso.

—¿El qué?— me hago la tonta.

—El movimiento de labios.

—¿Por qué no?— me levanto un poco, envalentonada. Sonríe y niega la cabeza. Se separa de mí, quitando sus dedos así de mí.

Esta victoria es para tí, pero espera a las siguientes Noa.

Sonrío divertida.

—Ay morena, que peligro tienes— vuelve a tumbarse en su toalla.

—Demasiado— ironizo.

—No sabes cuánto— dice un segundo antes de que los que estaban en el agua se reúnan con nosotros. Austin me da la crema y yo me siento para mirarlos.

Aquí no ha pasado nada.

1 de Julio, 2021

—¿Lista?— Adela entra a mí habitación vestida con pantalones cortos negros y una camiseta blanca junto con una coleta alta.

—Sí— termino de hacerme una coleta y agarro una pequeña mochila dónde tengo una botella de agua vacía el cual debo rellenar y el móvil.

Salimos ambas en dirección a la cocina. Por primera vez no hay nadie despierto a esta hora, por lo que supongo que o Austin sigue durmiendo o ya se ha ido a dar su paseo mañanero.

Relleno de agua la botella, Adela me espera apoyada en la entrada de la cocina mientras que revisa su móvil con tranquilidad. Termino de guardarlo en la mochila y me pongo a su lado, dando a entender de qué ya estoy lista.

Decidimos escoger el camino que da al lago e ir dando una vuelta a la vez que lo vamos rodeando. En un principio estamos calladas sin decir nada, observando cada detalle del camino y escuchando a los pájaros cantar. Hacía muy buen día y lo estábamos aprovechando.

Ambas nos miramos para hablar al unísono:

—Tengo que contarte una cosa— reímos.

—Empieza tú— dice Adela a la par que mueve se pelo rubio hacia atrás.

—Esto...— la dedico una inocente sonrisa, ella enarca sus perfectas cejas—. Me besé con tú hermano cuando salimos de fiesta— murmuro.

Adela se para de golpe y me mira boquiabierta para al momento pegar un chillido.

—¿¡Es en serio!?— aplaude ella feliz—. Dame todo lujo de detalles y no te cortes.

Mis mejillas se tiñen de un flojo color rosado y hago lo que me dice mientras volvemos a caminar. Desde el mismo instante en el que empecé a bailar con él, un buen espectáculo para nuestros cuerpos. Sigo pensando en cómo chocaban entre ellos y a la vez lo pegados que estábamos, cada vez que lo recuerdo una oleada de calor aparece. La explico desde el momento en el que nos fuimos de la discoteca y la decisión de ir a comprar algo a un restaurante de comida rápida. Cuando me dijo que él me pagaba las patatas si le besaba. La cuento sobre la batalla interna que tuve en sí hacerlo o no y mí decisión final y como se desencadenó todo. Desde el primer pico hasta la intensidad del segundo. En esa burbuja que aparecía entre nosotros desde la discoteca hasta en el coche y de cómo me sentí ante todo lo ocurrido. Omito lo que ocurrió ayer en la cascada cuando ella estaba en el agua. Prefiero guardar eso para mí.

Y hasta ahora.

—Cuando llegamos a el pasillo para entrar a nuestras habitaciones me preguntó si no había cambiado nada entre nosotros, ahora nos comportamos como antes, como si no hubiera pasado nada.

—Creeme que algo ha cambiado, ayer en el lago no podía apartar su mirada de tí, ¿No te diste cuenta?

—No— sí.

Adela alza una ceja.

—Sí que te diste cuenta.

—Bueno, sí, pero no pasa nada.

—Mucho estabais tardando para que eso ocurriera. Es cuestión de tiempo que vuelva a pasar y que llegue a más— sube y baja las cejas a la vez que pone una sonrisa pícara, justo como hace Austin.

—No— niego rotundamente.

Sabes que sí.

—Se que en realidad quieres, es cuestión que ocurra.

Decidimos sentarnos en el suelo para descansar cuando ya hemos hecho la mitad del camino. Apoyo mis manos en el suelo y dejo la mochila a mí lado. Adela se sienta en frente mía y cruza sus piernas en la postura del indio.

—¿Qué es lo que querías contarme tú?— cambio de tema radicalmente y ella se da cuenta.

—Ah, no es nada.

—Dimelo.

—Mejor no.

—Adela...— La incito a decirlo a la vez que empiezo a beber un poco de agua.

Ella suspira y me mira con la cara de color rojo, entrecierro mis ojos curiosa.

—Me he acostado con tú hermano.

Escupo el agua que tenía en la boca a un lado a la vez que toso.

—¿¡Qué!?— chillo, con los ojos abiertos mirándola.

—Que me he acost...

—Ya, ya, pero ¿Cómo ha ocurrido eso? Seamos sinceras, eso ya me esperaba que iba a pasar pero lo que no sabía cuándo.

—Fue una noche demasiado intensa— por primera vez puedo ver cómo Adela comienza a ponerse demasiado roja.

—¿Cuántas?

—¿El qué?— Adela me mira confusa.

—Se que suena raro decirlo o hablar de esto pero ¿Cuántas veces lo hiciste con mí hermano? Conozco tu cara y nunca te has puesto roja a no ser que haya sido eso bastante— ella se muerde el labio desviando un poco la mirada para volver a mirarme.

—Tres veces.

Abro la boca y los ojos de tal forma que no creo que sea posible estar cómo yo estoy.

—Cuentamelo todo ahora, de principio a fin.

—Va un poco para largo.

Señalo nuestro alrededor.

—Tenemos tiempo de sobre y aquí estamos de maravilla.

Ella termina asintiendo y me cuenta todo desde que llegamos a la discoteca.

Holiss! ¿Qué tal el capítulo de hoy?

Este cap me ha gustado escribirlo aunque me tuvo bloqueada una semana, pero ahora voy bastante genial por lo que voy ya por el 15. Voy a aprovechar a escribir este puente y también para estudiar filosofía.

¿Qué vais a hacer vosotras este puente? <3

Quiero dar las gracias porque ya son 16k lecturas!! Está creciendo tan rápido la novela que no me lo creo. Estoy tan feliz y agradecida por todo el apoyo que estoy recibiendo, simplemente GRACIAS.

Nos vemos en el capítulo del martes, que es el capítulo más intenso y es bastante largo, por lo que lo vais a disfrutar bastante si os gusta el Ship de Zack y Adela.

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