AIDAN  WESLEY

Estoy profundamente enamorado de Layla Bennett. No me importa confesarlo, demostrarlo, disfrutar cada momento con ella, todo este tiempo juntos. Con dos hermosos hijos, estoy feliz de estar con ella. Afortunado soy al tener a mi lado a una mujer tan hermosa, maravillosa como Layla y por ella, no me importa hacer cualquier cosa para verla feliz, me gusta causarle una sonrisa, solo con ella puedo ser muy cursi.

Decidido, me adentro a la cocina. Oculto la rosa roja en mi espalda mientras la veo cerca de la mesa preparando esos deliciosos pastelillos que a todos nos encantan.

Antes de hacer algún ruido, ella gira la cabeza y me sonríe.

Sorpresa arruinada

Termino por llegar hasta ella y le sonrio.

Layla enarca una ceja

—¿Qué pasa?

—Nada, solo que te ves tan hermosa

—Gracias Wesley

Ríe nerviosa y regresa a preparar todo.

Me dedico a verla, cada vez es más hermosa aunque esta vez Layla se a pintando su cabello marrón oscuro con un tono más claro. Casi rubio.

Carraspeo y sujeto con fuerza la rosa.

Hago una mueca al sentir la espina del tallo pincharme un dedo.

—Lay

—Dime, Wesley

Gira a verme

—Gracias por celebrar esta fecha importante conmigo, por seguir a mi lado todos estos años. Te amo.

Le muestro la rosa y se la entrego.

En su rostro se hace presente una sonrisa.

Layla toma la rosa con precaución y esa sonrisa cada vez se ensancha.

"Primera fase del plan: Logrado"

—Gracias Aidan, es hermosa. Me encanta.

Corta la distancia y recibo un beso de agradecimiento.

"Segunda fase del plan: Logrado"

Llevo una de mis manos a su cintura y la otra la coloco en su mejilla sin dejar de besarla.

No obstante, me veo obligado a dejar de besarla al escuchar la risa de nuestros hijos cerca.

Apenas me alejo de ella y mis pequeños entran a la cocina entre risas, discutiendo entre ellos.

Lamo mis labios y le sonrio.

Layla me devuelve la sonrisa mientras desvía la vista en ellos.

—Mami, ¿verdad que puedo ayudarte?

—No, yo le ayudaré a mami

—Basta por favor, necesito la ayuda de los dos—les responde Layla.

Suspiro mientras veo a los mellizos. Cada vez crecen más. Son unos hermosos mellizos de ocho años.

—¡Entendido, mami! —dicen al unísono.

—Amor, dejaré esto en nuestra habitación, ahora regreso.

Giro a verla y asiento

Layla avanza a la salida, deposita un casto beso en la mejilla de cada uno de nuestros hijos y termina por salir de la cocina con la rosa en sus manos.

—Venga hijos, hay que ayudarle a mamá—me dirijo a ellos captando su atención— todo debe estar listo antes de que lleguen los invitados.

—¿Vendrán todooos papi?

—Asi es princesa, conoces a tu madre y a invitado a toooodos—me dirijo a una esquina de la cocina y me coloco un pequeño mandil— vendran sus abuelos, sus tíos...

—¿Vendrá Liam?  —la voz de Lali me interrumpe.

Me giro y la observo.

—Yo quiero jugar con él—dice Aiden.

Observo a cada uno

—Vendra Liam a jugar

Ellos celebran.

No me pasa desapercibida la amplia sonrisa en mi hija. Tanto le emociona verlo y tanto me molesta eso.

—Bueno, hay que iniciar

Junto mis manos y iniciamos. Después de todo tengo dos ayudantes.

Horas después...

Ya no es raro que la casa se llene con cada uno de los invitados. Nuestros padres, nuestros amigos.

A Layla se le ocurrió invitarlos este día. Apesar de ser un 14 de febrero, me hubiera gustado festejarlo solo con ella, sin embargo, me convenció de pasar un rato con nuestros amigos, en familia. Nuestra celebración privada será para después.

Dejo una charola de pastelillos sobre la mesa. Rápido observo el jardín, veo a mis padres hablar con los padres de Layla. A una cierta distancia veo a Layla hablar con sus amigas, mientras rien. Excepto su hermana, se a ido de viaje con Adam. Viven un matrimonio feliz sin hijos aún.

Por todo el jardín corre Aiden con Liam mientras se mojan con pistolas de agua. Lo más extraño, es no ver a Lali con ellos.

Empiezo a buscarla con la mirada, me giro, estoy por avanzar cuando Joshua se interpone en mi camino.

—Deberia haber un poco de alcohol. Así me pagas tantos años de amistad.

—No lo habías dejado. Se supone que ya eres un padre responsable—le digo entre bromas mientras lo veo. Lleva en brazos a su hija de tres años.

—Mar no se dará cuenta, en nombre de la amistad, debemos celebrar.

Resoplo y me cruzo de brazos

—Ya hay un poco de alcohol Joshua, con esto te basta.

—No es suficiente. En ese caso no hubiera venido.

—Puedes irte si no te parece

—Nah, solo estoy bromeando—hace una pausa— le prometí a Mar comportarme, pasar este día con ella y nuestra hija ¿verdad mi niña? —besa su mejilla.

Sonrío

July me recuerda a Lali cuando tenía esa edad. Sin embargo, July sacó lo rubio de su madre, puede distinguirse al tener su rubio cabello corto.

Dejo de verla y me concentro en Joshua. Él sigue igual, aunque cada vez más tatuajes adornan sus brazos.

—¿Siguen las giras?

—ROCK5 nunca termina, al menos tengo pocas vacaciones y que mejor pasandola con mi esposa, mi hija y mis cabrones amigos.

Asiento

—Bones...

—¡July, no digas eso!

Suelto una leve risa

—Eres mala influencia para ella —emito mientras acaricio su mejilla. July es una niña adorable, al menos se parece más a Marlin que al padre.

—Como mi amigo, no le digas nada a Mar, me mata.

—¿De nuevo secretos de amigos?

Joshua asiente

—Bueno, iré a saludar a mi hermana. No puedo dejarla un tiempo a solas porque el cabron de  Alonso se aprovecha de ella—pasa por mi lado y se marcha.

—Deja ser ser un hermano celoso, alegrate que serás tío de nuevo.

Me doy la vuelta logrando verlo.

En respuesta recibo su maldito dedo corazón.

Niego mientras poso la vista en Lizzy. Ya tiene tres meses de embarazo, su segundo hijo para ella. Me alegro por ambos. Se encuentra con Alonso mientras él le acaricia su estómago.

Es raro al ver a mis amigos siendo padres, como yo.

De nuestra parte, nos basta con Lali y Aiden. No más hijos más.

Dejo de prestarles atención y me dedico a buscar a mi hija. Rápido la encuentro sentada cerca de la mesa, sus brazos apoyados en esta. Con una mueca triste.

Mi deber de padre es ir a verla. Tengo que averiguar que le pasa. No me gusta verla así.

Avanzo hasta llegar junto a ella. Ignoro al resto y me detengo a su lado.

—Princesa ¿qué sucede? ¿Por qué no estás jugando con tu hermano y Liam?

Ella alza un poco la cabeza

—Nada papi. No quiero

La analizo. Suspiro y recorro la silla hasta sentarme junto a ella.

—Lali, sabés que puedes confiar en mí.

Apoyo un brazo sobre la mesa

Ella suspira y se levanta un poco

—Promete que no te vas a enojar

Frunzo el ceño

—Lo prometo, prometí que seré un padre comprensible con ustedes.

Le causo una leve sonrisa

—Aiden me molesta porque juego con Liam.

—Hablare seriamente con tu hermano...

—No, ya le di su merecido

—Lali, sabés que no me gusta que se peleen. Son hermanos.

—Él empezó papi. Se burló porque Liam me besó en la mejilla.

La analizo. Me doy cuenta de su rubor que se extiende por sus pequeñas mejillas.

Carraspeo y ladeo la cabeza. Rápido observo a Liam a lo lejos. No puedo evitar sentir los celos de padre presentes. Sé que está mal verlo de esa forma pero no puedo evitarlo.

“¿Cómo se atreve a besar a mi princesa? ”

“Es solo un niño Aidan”

Mi grita mi subconsciente que esta vez ignoro.

—Papi

Giro la cabeza y poso la vista en ella.

—Me gusta Liam, mami dice que está bien. Pero que somos muy pequeños para ser novios.

—¿Tú madre lo sabe?

Ella asiente

—No te enojes conmigo

Hace puchero

Le sonrío

—No estoy molesto hija, es solo que me tomó por sorpresa. Entiendo que debes crecer, ya no eres mi pequeña bebé —acaricio su mejilla— ya tienes ochos años pero aún eres muy niña para pensar en eso ¿de acuerdo?

—Si, papi. Le diré a Liam que solo amigos —Lali se levantan y deposita un casto beso en mi mejilla— te quiero papi, iré a jugar con ellos.

Y dicho esto y la veo correr en su dirección.

Resoplo

—¿Todo bien con Lali?

Desvío la vista y observo a Layla de pie. Coloca sus manos en el respaldo de la silla.

—Aqui escuchando confesiones de nuestra hija. Le gusta Liam y tú lo sabías.

Layla ríe y toma asiento

—Aidan, es una niña aún. Ya hablé con ella. No tienes de que preocuparte, ya se sospechaba.

—Lo sé, pero no estoy listo para esto. —regreso la vista en los tres mientras los veo jugar— entiendo su amistad, pero esto ya es demasiado.

—No estés de celoso Wesley

Layla recorre la silla y recarga su cabeza en mi hombro.

—No puedo evitarlo, ya es suficiente sentir celos por mí esposa y ahora por nuestra hija.

—Si te sirve de algo, Lali seguirá creciendo y hay que admitir que tenemos una hija muy hermosa.

—Como su madre

Recibo un beso en mi mejilla

Suspiro y dejo de verlos

Concentro mi atención en Layla

—Cuento las horas para estar a solas contigo—coloco mi mano sobre la suya.

—Yo también Wesley

Layla se aleja un poco, se inclina y sella nuestros labios.

(...)

—Se van a portar bien, le harán caso a su abuela ¿de acuerdo?

—Si papi —responden los mellizos al unísono.

Hace horas que todos se fueron. Excepto mis padres. Les hemos pedido cuidar a los mellizos durante nuestra ausencia y mi madre encantada.

Solo quiero salir con Layla a solas y más tarde regresar a casa.

—Madre, gracias por cuidarlos

—No agradezcas hijo, son mis nietos. No la pasaremos muy bien, ustedes váyanse a divertir.

Asiento

—Ya estoy lista

Layla llega hasta nosotros

Rápido la escaneo. Se ve hermosa con un vestido rojo que se le ciñe a su cintura. Su maquillaje resalta cada detalle de su rostro. Se a dejado el cabello lacio con unas ondas en las puntas. Es bellísima.

—Lali, Aiden, ya quedamos que se van a portar bien con la abuela y el abuelo.

—Lo prometemos mami

Vuelven a hablar al unísono

Para algunos es escalofriante. Sin embargo para nosotros es asombroso la conexión de hermanos que tienen.

—No se preocupen, yo me encargo

—Gracias señora Marisol

Coloco una mano en mi bolsillo.

—Lay, es hora de irnos —me acerco a ella y rodeo su cintura.

—Si, adiós hijos. Regresamos más tarde.

Les manda un beso a cada uno.

Me despido de ellos y ambos terminamos por avanzar a la salida. Terminamos por salir de la casa, llegamos al auto y entramos.

—Los voy a extrañar —dice Layla mientras se acomoda en su asiento y se coloca el cinturón de seguridad.

—Solo será un rato fuera de casa Lay, vamos a regresar temprano  —le digo mientras me abrocho el cinturón de seguridad.

Ella asiente

—Vale la pena al estar contigo. Necesitamos este momento a solas—asiento de acuerdo— ¿Y a dónde me vas a llevar Wesley?

—¿Recuerdas el lugar donde nos conocimos?

—Como olvidarlo

—Ahi comienza nuestra aventura

Layla sonríe ampliamente

—Que nuestra cita comience

Desvío la vista al frente. La observo por segundos y imito su acción. Enseguida pongo en marcha el auto y cada vez nos alejamos de la casa.

“Tercera fase del plan: Logrado”

(...)

No imaginé que este lugar estuviera tan lleno. Hay muchas parejas bailando, besándose, en cada mesa hay varias parejas, dedujo algunos amigos mientras la musica está a un fuerte volumen.

Apenas si encontramos lugar.

—Jamas olvidaré el día que Aidan Wesley se presentó ante mi—dice Layla mientras bebe de su copa— quedé flechada.

—Que te digo, me sucedió lo mismo.

Me inclino un poco y le robo un beso en los labios.

—Te amo —emite al alejarse— vamos a bailar.

Asiento

Ambos nos levantamos y me dejo guiar por ella a la pista.

...

—¿Y cuál es la siguiente parada?

Layla recarga sus manos en mis hombros. Mientras se mueve al ritmo lento de la música.

—Será un lugar más privado—le robo un beso— sabés que me gusta estar con nuestros hijos, pero a veces nos interrumpen mucho al querer estar a solas. Pensé en ir a nuestro antiguo hogar, a ese edificio y rentar una habitación distinta que nuestro apartamento ya está ocupado.

Layla deja de bailar y se aleja un poco.

—¿Me quiere llevar a un hotel Wesley?

—No me refería a eso, bueno quise decir...

—Shhh, me fascina la idea—Layla coloca un dedo en mi boca— andando entonces.

Baja su mano y me observa divertida.

Lamo mis labios

—¿Ahora? ¿Segura que ya te quieres ir?

Layla asiente

Toma mi mano y me jala con ella. Me dejo guiar hasta ambos salir del antro.

“Cuarta fase del plan: Logrado”

(...)

No me gusta cuando mis planes se ven afectados. Se suponía que este sería una cita tranquila, que todo sucedería como lo planee sin embargo, el cielo no está de mi lado al llover justamente hoy.

“Quinta fase del plan: Fallado”

Trato de conducir entre la lluvia. En el transcurso del camino nos agarró la lluvia y no a cesado hasta el momento.

—Este día no debería terminar así

—Solo es un poco de lluvia amor, ya va a parar.

Sin embargo, no creo en las palabras de Layla.

—Sera mejor que regresemos ¿no?

—Lo creo conveniente, es mejor estar en casa con nuestros hijos.

Asiento

Planeo en la siguiente calle dar la vuelta y regresar.

No obstante, se me dificulta conducir, el motor del auto falla y nos deja varados.

—No, no me hagas esto—maldigo y enciendo el auto. No reacciona. Lo vuelvo a intentar, fallando— ¡No! ¡Mierda! —golpeo el volante con mi mano.

—Aidan cálmate

Me recargo en el asiento

—Todo se ha arruinado

—Ey, estamos juntos ¿no?

Giro a verla

—El auto no va a encender, no podemos regresar a casa Lay.

—¿Falta mucho para llegar al edificio?

Asiento

—Asi no podemos regresar a casa o llegar al edificio y para colmo, quedamos atrapados aquí con la lluvia.

Resoplo frustrado

—Tal vez debe haber algún lugar cerca donde podamos pasar la noche.

—No bajaremos con esta lluvia Lay

—No pienso quedarme aquí Wesley—Layla se empieza a quitar el cinturón— vamos.

—No, ni lo pienses. No vamos a bajar, le llamaré a un taxi y...

Resoplo al verla bajar del auto.

—¡Lay! ¡Layla regresa! 

Maldigo y me desabrocho el cinturón. Guardo las llaves en mi bolsillo. Rápido bajo del auto sacando mi saco conmigo.

—¡Bennett regresa! ¡Te puedes enfermar!

—¡Solo es lluvia Aidan! ¡Vamos!

Niego y cierro la puerta molesto. Empiezo a correr hasta ella, en segundos estoy empapado.

—Lay, tenemos que regresar al auto.

Sujeto su mano

—O podemos buscar un refugio al menos hasta que pase la lluvia.

La miro fijamente.

Esta empapada igual que yo. Varios mechones de su cabello se pegan en su rostro.

—No me quedaré aquí bajo la lluvia

Bajo la vista en nuestras manos unidas.

Tiene razón, lo que menos quiero es que se enferme y cubrilar con mi saco ya queda descartado.

Suspiro y alzo la vista.

—Esta bien, hay que caminar y buscar un sitio.

Ella sonríe ampliamente y juntos avanzamos a estas alturas, ya no nos importa la gotas de agua al caer sobre nosotros.

...

Logramos encontrar una pensión cerca. Aunque no precisamente de mi agrado. Muy pequeño, espacio reducido. Sin embargo, es nuestra única opción.

—¿Se quedan? —nos pregunta la dueña.

—Queremos ver las habitaciones antes—le digo mientras observo alrededor.

—Siganme

La seguimos hasta llegar rápido a una habitación. Ella abre la puerta y nos permite entrar. Sigo después de Layla. Enseguida hago una mueca al ver la pequeña habitación.

—No está mal —dice ella.

Giro a ver a Layla

—¿Entonces?

Suspiro y poso la vista en la cama individual.

—Dice que tiene más inquilinos

—Con ustedes serán cinco

—Pues, nos podemos quedar al menos esta noche. La lluvia no piensa parar y nuestro auto ya no enciende. Será un riesgo irnos asi ¿verdad amor?

Observo a Layla

Ella se abraza a ella misma

—Nos quedamos

—Bien, les traeré varias sábanas

Enseguida la puerta es cerrada por la dueña.

Layla es la primera en avanzar y observa alrededor. Deja su bolsa en la cama.

—Lo prefiero a estar en el auto

—Yo prefiero el auto—digo y avanzo.

Llego a una puerta y la abro. Observo el interior y rápido la cierro. Giro a ver a Layla.

—Darnos un baño aquí queda descartado. Está muy mal aquí—me acerco a ella— ¿Estás segura que te quieres quedar?

—Pues...

Un golpe en la puerta la interrumpe.

Layla se dirige a abrir, la escucho hablar con la dueña. Se despide de ella y cierra la puerta. La veo con varias sábanas —al menos creo limpias— entre sus manos.

—No hay opción Aidan. Al menos por esta noche, mañana nos vamos. Ya es tarde.

Asiento rendido

Layla avanza hasta la cama. Al llegar deja las sábanas sobre esta.

—Siento que este día este arruinado nena, así no quería pasar un San Valentín contigo.

—Aidan no es tú culpa. Ya te dije que no estoy molesta —Layla se quita sus zapatos—al menos estamos juntos. Ya vendrán más años para festejar o no precisamente esta fecha. En cualquier día.

—Es el primer año arruinado

—Aidan, no exageres. Años atrás fue una cena en un restaurante, un viaje y ahora no está mal cambiar un poco.

Layla ríe y se acerca a mi

Me encojo de hombros

—Si lo dices de esa forma —la observo— venga, hay que quitarnos está ropa antes de pescar un resfriado.

Layla asiente

—¿Me ayudas con el vestido?

Se da la vuelta y aparta su cabello.

Corto la distancia, tomo el inicio del cierre y lo bajo. Layla gira un poco la cabeza, me inclino y le robo un casto beso en los labios.

—Avisales a tus padres, hoy no llegamos a casa—dice al alejarse, avanza y rodea la cama.

—Ahora lo hago

Dejo de verla y saco mi celular. Espero a que encienda sin embargo, eso no sucede.

—Llamaré con tú celular. El mío quedó inservible.

—Esta en mi bolsa

Avanzo hasta tomar su bolsa, saco su celular, lo desbloqueo aún con señales de vida y rápido marco el número de mi madre.

—Aidan —la escucho pronunciar mi nombre.

—Dime —le respondo sin verla.

Llevo el celular a mi oído en espera a que mi madre responda.

—Deberias también quitarte la ropa

—Tan pronto me quiere desnudar Bennett.

—No seas tonto, para que no te enfermes.

Sonrío burlón y giro a verla.

El vestido de Layla cae al suelo. Enrreda su cabello en un desastroso moño.

—Al menos mi maquillaje no se estropeó tanto.

—Igual sigues siendo tan hermosa

Lamo mis labios

Layla se voltea y me sonríe

No evito analizarla al solo estar en ropa interior. Paso saliva y me obligo a solo ver su rostro.

—Layla ¿qué sucede?

Reacciono al escuchar la voz de mi madre de otro lado de la línea.

Carraspeo y me volteo dándole la espalda a Layla.

—Madre, soy Aidan

—Hijo, ¿qué sucede? ¿ya vienen?

—No madre, hubo un cambio de planes. Mi auto ya no arrancó, la lluvia no nos deja irnos y tuvimos que detenernos. Pasaremos la noche en una pensión ¿te puedes encargar de los mellizos hasta mañana?

—Si, por supuesto hijo. No se preocupen por ellos.

—Gracias madre

De pronto, siento los brazos de Layla rodear mi cintura. Giro la cabeza y la veo cerca de mí.

—¿Pero ustedes están bien?

—Si madre, muy bien—le respondo sin dejar de ver a Layla.

Su sonrisa se ensancha y desliza una de sus manos por mí pecho. Rápido comienza a desabrochar los primeros botones de mi camisa.

—¿Quieren hablar con los mellizos?

—Mellizos —repito embobado. Sin embargo me obligo a reaccionar y dejo de ver a Layla—si, por favor madre.

Alejo el celular de mi oído y coloco el altavoz.

—¡Mami y papi! ¿ya vienen?

—Aun no mi princesa

—Mami y papi no pueden regresar a la casa hija, pero les prometemos que estaremos de vuelta mañana a primera hora —les dice Layla— háganle caso a la abuela, se duermen pronto ¿de acuerdo?

—Si mami, los voy a extrañar

—Nosotros a ustedes campeón

—Los amo hijos

Nos despedimos de ellos y la llamada finaliza.

Giro a ver a Layla

—Pues, pasaremos la noche aquí

—Aidan, te de dicho muchas veces y te lo vuelvo a repetir, no importa el lugar mientras esté contigo.

Le sonrío

—Eso hay que aplicarlo ahora

Logro causarle una risa.

—Anda, mejor quitate la camisa.

—¿Me ayudas?

Me sonríe divertida y corta la distancia. Con facilidad lograr desabrochar cada botón y me la logra quitar. La lanza a la cama.

Enseguida llevo mis manos a su cintura. Sin poder soportar más, termino por besarla.

—Aidan. —murmura contra mi boca— mmm, Aidan.

Dejo de besarla sin antes morder su labio inferior.

—¿Si?

No dejo de ver sus labios. Ansioso de volver a besarla. Soy adicto a ellos.

—Al final terminamos juntos y este bonito día debe terminar bien —desliza sus manos por mí pecho— ¿Seguimos con los últimos planes?

—¿Aquí? ¿Segura?

—Solo quiero estar contigo

Muerdo mi labio inferior

—De acuerdo

Deslizo mis manos por su espalda, la atraigo hasta mí y la beso desesperado. Subo una de ellas hasta el broche de su sujetador. En el transcurso, las manos de Layla se encargan de bajar y llegar al botón de mi pantalón y encargarse en esa tarea.

Dejo de besarla, respiro acelerado.

—Te amo Lay

—Te amo Wesley —Layla alza la vista teniendo una perfecta vista de su hermoso rostro— Feliz San Valentín amor.

Logro desabrocharle su sujetador y la vuelvo a besar. Esta vez sin interrupciones, seguimos entre besos y caricias. Nuestra ropa empieza a sobrar y la guío hasta la cama sin querer alejarme de ella un solo instante.

“Última fase del plan: Logrado exitosamente”

—Feliz San Valentín, nena

Finalizo haciéndola mía.

❤️

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💖

💕

💗

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Nota de autora:
Holaa, se extraña mucho esta historia. Escribir sobre ella, aún no puedo superar el final y hoy que mejor que celebrar el día del amor y la amistad con un capítulo especial de esta bonita historia. Solo Aidan y Layla son los indicados... Ame y me gustó escribir este capítulo, espero que lo hayan disfrutado mucho... Todas queremos un Aidan Wesley en nuestras vidas ¿verdad? En fin, gracias por su apoyo.

Feliz día de amor y la amistad. Que se la pasen bonito con sus amigos, amigas, en parejas o hasta solos. Leyendo porque no. Los amooooo💞

🌹MarriB49 ❣️