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46 💞 Ausencia

   A I D A N

Debo asimilar que Layla va irse. Tarde o temprano llegaría este día, ella mismo lo dijo, por un tiempo. Sin embargo me acostumbré demasiado a su presencia, a su compañía, a despertar por las mañanas y ver su lindo rostro, a discutir por ciertas cosas; escuchar su risa, ver cada expresión de su rostro, a tenerla cerca es algo que extrañaré. Es obvio que las cosas serán un poco distintas al estar cada uno en su "hogar" Ella regresa a su casa cerca de su madre y por mi parte, de nuevo solo en el departamento.

Realmente me alegro por ella, que este bien con su madre. He visto y soy testigo del esfuerzo que hace mi chica para llevarse bien con su hermana Kendal y lo a logrado, las he visto más unidas que nunca. Con su padre es distinto, sé que le costará más trabajo pero Layla tiene sus razones. No voy a obligarla, tampoco voy a interferir, será su decisión cuando lo perdone.

Lo que estoy seguro es que siempre estaré ahí para apoyarla, respetar su decisión como en este momento.

En este departamento hemos pasado un sin fin de cosas juntos. Buenas, malas, extras buenas. Discusiónes, besos, risas, nuestras extensas platicas por las noches, estar acurrucados, comer juntos, preparar comida juntos (aunque la mayor parte la hice yo) todas esas veces que le hice el amor...

Definitivamente nos conocimos más, vivir juntos nos ayudó a ver esos pequeños defectos del otro.

Layla le dió alegría lo bastante a este lugar, con ella aquí el departamento era menos tranquilo, nada solitario. Que de cierta forma me gustaba y acostumbré.

Se me fue difícil dormir ¿cómo hacerlo si no podía dejar de pensar en lo que me dijo Layla?

Mientras ella estaba profundamente dormida abrazándome, yo la observaba con detenimiento. Cada rasgo de su cara sin perder ningun detalle. Ahora sé perfectamente lo que realmente me cautivó de ella y no solo su físico, mas bien su loca rebelde manera de ser.

Logré dormir cortas horas y cuando al fin lo estaba logrando, la alarma sonó. Tuve que apagarlo, me desperté y muy pocas veces me encuentro el otro extremo de colchón vacío como ahora. Raras veces Layla me ganó a despertar, justo como ahora.

En resto de la mañana, después de desayunar juntos le ayudé a Layla a empacar sus cosas, aunque no son muchas. Entre risas, besos, platicas de por medio. Sin ninguno tocar el tema específico, su despedida.

—Gracias por ayudarme a empacar —dice Layla mientras baja la maleta al suelo. Jala otra mientras la rueda junto a ella— estoy lista—suspira— es...es hora.

Me limito a asentir y me acerco a ella.

—Supongo que llegó nuestra despedida.

Ella asiente

—Antes de irme —Layla desvía la vista— quisiera darte algo.

Ella avanza hasta el buro, confundido observo sus movimientos. Layla regresa hasta mi y me entrega una foto en una marco.

—Quiero que te la quedes, para que no me extrañes.

—Igual lo haré —miro la foto, esa misma foto donde ambos salimos juntos abrazados en nuestras vacaciones a la playa, justo cuando estábamos en el barco —gracias. Será mi única compañía en esta habitación. —rio sin ánimos y levanto la vista— es un bonito detalle, pero es tuya.

—Tengo más fotos contigo Aidan.

—Creeré que me acosas

Ambos reímos, Layla se inclina un poco y me da un corto beso. Me alejo de ella y dejo la foto en la cama. Layla avanza hasta mí.

—Tambien quiero darte esto —mete su mano en su bolsillos— es tuya —Layla extiende la mano viendo la llave del departamento.

Te equívocas, es tuya. Recuerda que te la di.

—Lo sé Aidan pero ya no viviré más aquí.

—¿Y eso que me importa? Vendrás a visitarme ¿no? Es tu llave Layla, quiero que te la quedes. Confío que sabrás cuidarla.

Layla suspira y se vuelve a guardar la llave.

Bien, no me hago responsable de ella, recuerda que soy olvidadiza.

Ella ríe

Corto la distancia y acaricio su mejilla.

Gracias por recibirme en tu departamento—la escucho decir en un murmuro. Bajo mi mano y le sonrío.

No tienes que agradecer, siempre serás bienvenida.

Layla asiente y observa la habitación.

Tantas cosas pasamos juntos aquí

—Ya no tendré a quien me haga desatres—recibo una mala mirada de su parte— y voy a extrañar eso. Tú presencia aquí Lay.

—Aun no quiero llorar Aidan.

Río sin ánimos y suspiro

—¿Seguirás trabajando?

—Si, por las tardes. Hablé con mi madre y ella está de acuerdo.

—Iré a esa cafetería muy seguido con el pretexto para verte.

—Aidan

La veo morderse su labio inferior nerviosa.

—Te... Te ayudo con las maletas.

Tomo sus maletas y me doy la vuelta en dirección a la salida. Escucho sus pasos detrás de mí hasta salir de nuestra... de la habitación.

—¿Seguro que quieres llevarme? la escucho decir al llegar a la sala.

—¿Y dejar que te vayas sola? —niego— No te dejaré ir sola Layla y los sabes.

—Esta bien, déjame ayudarte

—Puedo solo, toma la llave del auto y la del departamento.

Layla bufa, se da la vuelta y toma las llaves. Llego hasta la puerta y me dedico a esperarla con sus maletas.

—Listo, vámonos

Layla avanza hasta la salida. Antes de llegar se detiene y observa el departamento.

—Voy a extrañar este lugar

—¿Solo al lugar o al dueño del lugar?

Gira a verme

—Ambos

Me sonríe y avanza hasta la puerta.

—¿Estás segura? Aún puedes...

—Estoy decidida Aidan

Asiento y salgo del departamento. Layla sale detrás de mí y cierra la puerta. Ambos avanzamos hasta el elevador, Layla me arrebata una maleta pequeña, tras no lograr impedirlo.

Llegamos al elevador, esperamos las puertas ser abiertas y entramos.

—Espero que no se detenga esta vez. —dice Layla al acomodarnos y ver las puertas metálicas ser cerradas. El elevador empieza a moverse.

¿Miedo? —giro a verla

—Por supuesto que no

Layla se cruza de brazos con la vista fija al frente. Sonrío y miro su reflejo en las puertas. El elevador sigue en movimiento hasta que de pronto se detiene.

—¡No otra vez! —chilla Layla y se acerca a mi.

—Tranquila solo será un tiempo

—Aidan no me gusta estar encerrada en este tipo de lugares.

Paso una mano por su hombro y la acerco más a mí.

Nada va a pasarte cuando estés conmigo Layla, recuerda que voy a protegerte siempre.

Layla me abraza y se aferra a mi. Levanta la vista, asiente y besa mi mejilla.

No obstante, el elevador empieza a moverse. Layla suspira aliviada, sin embargo no me suelta y por mi parte me gusta tal cercanía.

...

El resto del trayecto fue demasiado corto a mi ver. Del edificio a su casa es una corta distancia, que me hubiese gustado que fuera extenso. Sería más tiempo con Layla.

Sin embargo, hemos llegado a su casa. Ambos bajamos del auto, le ayudo a Layla a bajar el resto de las maletas y avanzamos hasta la entrada.

—¿Creés que me estén esperando?

—Tu madre debe estar muy impaciente —le digo fingiendo una sonrisa.

Layla toca la puerta. Cortos segundos y esta es abierta por la madre de Layla. Nos saluda a ambos, nos invita a pasar a cada uno con una enorme sonrisa plasmada en su rostro. Sigo a Layla con las maletas.

De pronto ella se detiene mientras ellos gritan "bienvenida" veo un letrero pegado a la pared. Layla se queda atonica, finge sonreír y Kimberly se coloca frente a nosotros.

—"Bienvenida a casa de nuevo hija"

—Mamá esto es... No era necesario.

—¡Fue mi idea! —chilla la hermana de Layla.

—Oh —Layla gira a verme y regresa la vista al frente— gracias a todos entonces.

—He hecho una deliciosa comida por tu regreso hija, además para despedir a Kendal y a tu padre —le dice Kimberly y gira a verme— te quedarás ¿verdad Aidan?

—Por supuesto señora Kimberly

Gracias mamá, llevaré las maletas a mi habitación ¿Aidan me ayudas?

Asiento

Layla se pone en marcha por el pasillo en dirección a su habitación. Tomo las maletas y empiezo a seguirla.

Esto es raro viniendo de ellos —dice Layla apenas entramos a su habitación. Dejo las maletas en una esquina de la habitación— al menos Kendal es ordenada y dejó todo justo como lo dejé.

—Es tú familia Layla

Ella se da la vuelta

—Mi única familia es mi madre —me acerco a ella— y tal vez Kendal y él, mi... padre. Mi familia—agacha la vista.

La sujeto de la cintura y la obligo a levantar la vista con mi agarre en su barbilla.

—Nunca pensé que tendría a mi familia así, junto a mi. Justo como muchas veces imaginé—pronuncia en voz baja—y tú formas parte de ella. Gracias por estar aquí Aidan, por quedarte.

Como un buen novio es mi deber —le sonrío— no te dejare sola nena —beso su frente.

Layla suspira

—¿Listo para socializar con mi familia?

—Por ti lo vale

Le doy un corto beso y termino por abrazarla.

(...)

  CHARLOTTE

He estado vigilando a Aidan y a esa chiquilla marcando distancia. Los he visto llegar juntos al instituto, la he visto a ella entrar a una cafetería toda la semana por las tardes, debe trabajar ahí. Los seguí hasta enterarme que viven juntos en el departamento de Aidan.

Después de que ese niñato me buscó, mi parte es seguirlos a todas partes. Cosa que no estoy de acuerdo, mientras ese niño está tranquilo yo estoy aquí como una espía. No confío en él, su inmadurez no me convence, sin embargo ambos queremos lo mismo: separarlos. Tendré que soportarlo, ayudarlo para conseguir lo que tanto deseo: quedarme con Aidan.

Tras seguirlos, los vi llegar al parecer es la casa de la chica, por toda la información que me dió ese niñato (que tiene mucha información sobre ella) Estoy cerca de la casa escondida detrás de un árbol viéndolos entrar. La he visto a ella con maletas. Justo como pensé.

Saco mi celular y marco su número. Al segundo tono contesta. 📞

—¿Qué quieres Charlotte?

Darte información idiota —lo escucho resoplar.

—¿Qué has averiguado?

—Ella se a regresado a su casa. Ya no vivirán juntos, Aidan la acaba de traer de regreso a su casa.

"Me alegro que ya no vivan juntos. Al menos ella estará lejos un rato de él, me enferma verlos juntos"

—¿Estás segura?

Ruedo los ojos

—¡Estoy segura y si no me crees vigilalos tú!

—Esta bien te creo, necesitamos vernos. Hay que llevar acabo el plan. En tu departamento en veinte minutos.

Bufo y cuelgo la llamada📞

Tengo mis propios planes con Aidan y ni Layla, ni ese niñato van a intervenir. Así tenga que traicionar a mi aliado.

...

Llego al departamento donde por ahora vivo. Entro, no me sorprende verlo a él dentro cruzados de brazos. Sin embargo me molesta mucho.

—Tardaste

—¿Cómo carajos entrás aquí? Acaso no sabes respetar la privacidad, claro que no sabes, acosador.

—Tengo mis mañas Charlotte, además creo que ambos lo somos.

Bufo y cierro la puerta de golpe. Me acerco a él.

—Solo habla para que te largues. No tolero verte.

Me cruzo de brazos

Debemos llevar acabo el plan ahora que tenemos la oportunidad. Si Layla ya no vive con el imbécil de Wesley nos facilitarán las cosas.

—¿Qué pretendes hacer?

Él sonríe amplíamente.

—Llevarme lejos a Layla, lejos de Wesley.

Enarco una ceja

—¿Vas a secuestrarla?

Él empieza a caminar por el departamento.

No le llamaría secuestrar, solo llevarmela lejos, lejos de todos. Fuera de su alcance. Juntos como debe ser.

—Es secuestrar niñato—le digo— te la llevaras lejos sin su consentimiento porque dudo que Layla quiera irse contigo por su cuenta.

Él se detiene y aprieta la mandíbula.

¡Quieres callarte! Solo vas a ayudarme.

Suspiro

—No tengo opción, hay que hacerlo ¿cuándo?

—Lo más pronto posible, solo hay que esperar el mejor momento.

Asiento

—Despues de todo no eres tan idiota como pensé le digo con una sonrisa malvada en mi rostro.

♡♡♡

  A I D A N

El resto de la tarde estuve con Layla y su familia. Kimberly siempre tan amable conmigo me invitó a comer. Estoy consciente que no le agrado tanto al padre de Layla, noté su mirada hacía mí, sin embargo le tomé poca importancia, solo estoy por Layla, solo por ella.

Las horas transcurrieron hasta que Robert y Kendal pasaron a retirarse. Por primera vez ví que Layla se despidió de ellos, de Kendal con un abrazo al igual que su padre. Después esperé un rato más para despedirme, ahora que Layla vivirá con su madre tienen mucho que hablar, regresan a su anterior vida, juntas.

Salgo con Layla de su casa, tomados de la mano me doy la vuelta. Layla cierra la puerta y me aleja un poco de ella.

—Valoro mucho que estés aquí Aidan.

—Y yo que estés en mi vida nena

Ella me sonríe y se acerca a mi.

—De nuevo gracias por todo—besa mi mejilla.

Le sonrío y meto mis manos en mis bolsillos.

—Es hora de irme, regresar al departamento y esta vez solo.

—Aidan

—Solo bromeaba —rio sin ánimos— te voy a extrañar mucho Lay—suspiro— vendré a verte siempre cuando pueda.

—No te salvaras tan fácil de mi Aidan.

Asiento

—¿Quieres que venga por ti mañana para ir al instituto?

—Por favor

Layla coloca sus manos en mis hombros.

—Te amo

Sonrío, me inclino y la beso.

Después de un corto tiempo me alejo de ella.

Adiós Lay, bienvenida a tu casa.

Layla asiente y se aleja un poco.

—Adiós Aidan

Saco mis manos de mis bolsillos, le doy una última mirada y me doy la vuelta.

—¿Segura que te quedarás? —me detengo y giro a verla.

La escucho reír y se cruza de brazos.

—Muy segura

Asiento y me doy la vuelta. Empiezo a caminar hasta mi auto.

¡Aidan espera!

Me detengo al escuchar su grito, me doy la vuelta. Layla empieza a correr hasta llegar hasta mi.

—Solo... ve con cuidado. —noto sus ojos llorosos— te amo mucho.

Layla termina por abrazarme, recibo su abrazo mientras la escucho llorar.

Por una fracción de seguro creí que se había arrepentido.

...

No fue fácil dejar a Layla y mucho menos así. Que terminara nuestra despedida en llanto solo lo complico más. Tras ella calmarse, logré irme.

Ahora conduzco mi auto, tras pensarlo mucho, he decidido no regresar al departamento, necesito otro sitio, necesito que alguien me escuche aunque no estoy seguro si quiero hablar al respecto. Solo necesito ver a esa increíble maravillosa mujer: mi madre.

Pocas veces recurro a ella, ser independiente me a hecho alejarme de ellos, batallar yo mismo con mis problemas, solucionarlos solo, sin embargo esta vez, es distinto. Solo quiero escuchar su voz, sus consejos. Verla, ella sabe perfectamente lo que se siente en una despedida.

Minutos después...

Aparco el auto fuera de la casa. Bajo del auto, guardo mis llaves y avanzo hasta la entrada. Aunque afuera ya sea de noche, aún es temprano para hallarlos dormidos o eso espero.

Al llegar a la puerta toco el timbre varias veces. Tomo una profunda respiración y espero a que sea abierta. No transcurre mucho tiempo cuando es abierta por mi padre, él al verme muestra confusión en su rostro que tan pronto cambia a una completa alegría.

—Aidan, no esperaba verte aquí y mucho menos a esta hora.

—Hola padre, solo quería... Verlos.

Él sonríe, me jala y me termina abrazando. Me suelta y se aleja de mi.

—Entra por favor, a tu madre le encantará la sorpresa.

Él golpea mi espalda y me adentro a la casa. Empiezo a caminar hasta la sala. Sigue igual como la recuerdo.

—Hace semanas que no venías

—Estaba un poco ocupado

Me doy la vuelta al llegar a la sala

Espera aquí, le hablaré a tú madre

Asiento y veo a mi padre darse la vuelta en dirección a las escaleras. Me dedico a esperar mientras observo alrededor.

"Tú familia es increíble Aidan, eres muy afortunado al tenerla. Yo quisiera tener una asi"

Sonrío ante el recuerdo por lo dicho por Layla.

Pasan cortos minutos cuando veo a mi madre bajar las escaleras deprisa.

—¡Aidan! ¡Mi pequeño eres tú!

—Marisol no corras te vas a caer—le dice mi padre mientras la sigue.

Avanzo hasta las escaleras y me detengo frente a ella.

Hola madre

—¡Hijo!

Me termina abrazando al llegar hasta mi. Se aleja y empieza a revisarme.

—¿Estás bien? Te noto diferente

—Madre, madre estoy bien

Tomo sus manos con delicadeza y las alejo de mi rostro.

Aidan que bueno que estás aquí. Cuando tú padre me avisó no le creí—me sonríe— ¿Y Layla? ¿por qué no vino contigo?

Paso saliva

—Ella pues... —miro a mi madre y después a mi padre.

—¿Le ocurrió algo a Layla hijo?

No, por supuesto que no papá —fijo la vista en mi madre— ella se fue. Regresó a la casa con su madre, ya no vamos a vivir... juntos. De hecho acabo de estar en su casa.

—Oh Aidan

Mi madre me acaricia la mejilla.

Ya se me hacía raro verte aquí en estas horas hijo.

—¡Harold no le digas eso a Aidan! —le dice mi madre— Nuestro hijo es bienvenido a la hora que quiera. Ven cariño.

Toma mi mano y me guía hasta la sala. Mi madre toma asiento y imito su acción.

—¿Algo de beber Aidan?

—No papá

Lo veo irse en dirección a la cocina. Poso la vista en mi madre.

—¿Te vas a quedar? Ya es muy noche

—No, no lo sé madre

—Hijo no dejaré que te vayas y mucho menos así. Te noto triste.

—Estoy bien mamá  —desvio la vista al frente.

Aidan no puedes mentirme, soy tu madre y te conozco mejor que nadie.

La miro de reojo y suspiro.

—Tal vez considere quedarme si ustedes aceptan.

—Aidan eres bienvenido a esta casa las veces que quieras. Tanto a mi como a tu padre nos gusta tenerte aquí. Quedate, tú habitacion esta intacta justo como la dejaste, solo a veces recurro a hacer limpieza por el polvo.

—Gracias mamá

—No agradezcas mi pequeño

—No me digas así madre

Ella ríe y se levanta.

¿Quieres cenar? —niego— bueno entonces vamos a tu habitación. Ahí estaras más cómodo y tienes mucho que platicarme.

Me levanto y sigo a mi madre hasta las escaleras.

Mi anterior hogar

...

Entro a la habitación después de mi madre. En efecto, todo sigue igual como la dejé. Camino hasta el buro y veo una foto enmarcada donde aparezco con mis padres mientras los abrazo.

—Te diré un secreto hijo, este es mi lugar favorito de la casa después de que te fuiste—la escucho decir y tomo la foto y la miro con detenimiento.

—Es una linda foto, es una bonita familia la que tengo —dejo la foto en su lugar y giro a verla— madre ¿puedo preguntarte algo?

—Claro hijo, dime

Tomo asiento en la cama. Mi madre avanza e imita mí acción. Coloco mi mano sobre la suya.

—Siempre tuve una duda que no me atreví a preguntarte ni a ti ni a mí padre.

—¿Sobre qué Aidan?

Guardo silencio un momento.

—¿Por qué no tuve más hermanos? ¿Por qué no te volviste a embarazar?

Mi madre se safa del agarre y evita mi mirada.

—Madre...

—Aidan no, es complicado.

—No voy a juzgarte, voy a escucharte. Solo quiero saber, pero tampoco voy a obligarte a hablar.

Ella gira a verme y suspira.

—Antes que nada quiero que sepas que te quiero, eres mi hijo y te adoro apesar de todo —hace una corta pausa— pero tenerte fue difícil Aidan. Nunca te lo dijimos pero tú nacimiento fue un milagro. Yo no podía embarazarme, tras años de tratamiento lo logré, quedé embarazada de ti y fuimos tan felices. Mi embarazo fue de alto riesgo, pero con cuidados te tuve a salvo. Estoy agradecida con la vida Aidan por tenerte conmigo y que seas mi hijo. Después de que tú nacieras, yo y tú padre preferíamos solo tenerte a ti. Otro bebé sería mucho riesgo para los dos. Además no soportaría perderlo, tú fuiste un milagro, a ti no te perdí.

Frunzo el ceño

—¿Por qué dices eso madre? ¿Perdiste...?

—Aidan no deberíamos hablar de esto y mucho menos ahora. Mejor dime como te sientes con lo de Layla.

—No mamá, no cambies de tema sabes que no me gusta. Sé que me ocultas algo, puedes confiar en mí mamá.

—Aidan

—Madre por favor

Ella agacha la vista

—Perdi a tu hermana murmura.

Pestañeo varias veces perplejo.

¡¿Mi hermana?!

—Si Aidan, antes de tenerte quedé embarazada por primera vez. A los tres meses tuve un aborto, ni siquiera la conocí. Esa pobre bebé no llegó a nacer por mi culpa. La perdí, después años después te tuve a ti. El miedo de que a ti te pasará lo mismo. Por suerte, por un milagro naciste bien. Ella no. —mi madre levanta la vista y gira a verme con lágrimas en los ojos— eres mi más grande tesoro hijo. Te adoro mucho.

La abrazo aún confundido. Acaricio la espalda de mi madre.

—¿Por... por qué no me dijeron nada?

—Porque no tenías que saberlo

Me alejo de ella y la observo.

Era mi hermana, apesar de todo merecía saberlo. Ni mi padre ni tu debieron ocultarme la verdad.

—Hijo juntos decidimos que era lo mejor.

Paso mis manos por mi cabello. Mi madre limpia las lágrimas de sus mejillas.

—No voy a juzgarlos, fue su decisión. Pero me hubiese gustado saber de ella.

—Aidan ni siqiera alcanzó a nacer. Ni siquiera la conocí —tomo la mano de mi madre— aunque a veces me la imagino muy hermosa, como tú—pausa— ya habíamos pensado en el nombre, se hubiese llamado Lali.

¿Cuándo falleció?

Ella dura en responder.

No Aidan, no puedo decirte

—Madre —insisto

Aidan no... —suspira— por eso no queríamos decirte nada. Ella falleció el mismo día de tu cumpleaños pero en diferente año, la misma fecha. Cuando tú naciste se cumplían cuatro años de su muerte.

Asiento y tomo una profunda respiración.

—No quiero seguir hablando de esto. —escucho decir a mi madre.

No obstante, la puerta de la habitación es abierta por mi padre.

Mujer es hora de tu pastilla

—Odio esas pastillas Harold y lo sabes.

—Las necesitas Marisol

Mi padre se adentra y le entrega la pastilla a mi madre con un vaso de agua.

¿Todo bien? —pregunta mi padre sin dejar de ver a mi madre.

—Si, todo bien—respondo

Mi madre se toma la pastilla y le entrega el vaso a mi padre.

Aidan me contaba sobre Layla—le dice mi madre— por cierto Harold, Aidan va a quedarse esta noche.

—Bueno los dejaré solos, me alegro que te quedes hijo.

Asiento

Mi padre se termina despidiendo de nosotros y se marcha.

No le reclames nada a tu padre, yo le hablaré de esto.

Mi limito a asentir.

Ambos quedamos en un abrumador silencio.

Mi madre suspira y toma mi mano.

Aidan con respecto a Layla...

—Estoy bien mamá, entiendo que Layla quiera estar con su madre aunque voy a extrañarla. Con su compañía no me sentía nada solo y me gustaba convivir juntos pero las cosas han cambiado. Además, viví años solo en el departamento, como ahora.

—Bueno ahora sentirás lo mismo que yo sentí cuando tú te fuiste.

—Madre

—No es verdad hijo —ella suspira.

Layla a cambiado mucho mi vida madre, después de todo, de mi pasado ella es lo mejor que me a pasado en el presente.

Mi madre acaricia mi mejilla y baja la mano.

En estos días es tu cumpleaños hijo, ¿vas a celebrarlo?

—Sabes que no me gusta celebrar mi cumpleaños madre y mucho menos después de esto.

—Hijo no fue tu culpa

—Tampoco tuya —le digo

Mi madre suspira

Vas a celebrar tu cumpleaños Aidan he dicho y no esta a discusión. Se celebrará aquí, invita a Layla, a Joshua, a Lizzy, a Alonso y a la amiga de Layla, Marlin ¿entendido hijo?

Tomo una profunda respiración.

—Esta bien madre, celebraré mi cumpleaños.

Aunque en el fondo no estoy muy seguro de querer hacerlo. El miedo que siempre pase lo mismo. Problemas en esa fecha.
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CONTINUARA...

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