[AL DIA SIGUIENTE]

Aidan fué el primero en despertarse mucho antes de que sonara la alarma. Al abrir por completo los ojos lo primero que notó fué una bella vista de su chica durmiendo tranquilamente a lado suyo.

Una sonrisa boba se plasma en su rostro al contemplar a Layla, permanece mirándola como un acosador por varios minutos.

Levanta su mano, con las yemas de sus dedos acaricia su rostro mientras que ella sigue en un profundo sueño. A Aidan le alegra la idea de que ella vaya a vivir varios días en su departamento, podría disfrutar de ella más tiempo y sobre todo, al despertar lo primero que mirarían sus ojos a diario sería a esa hermosa chica por la cual estaba completamente locamente enamorado. Una sensación indescriptible.

Varios minutos después, Aidan se incorpora en la cama, se levanta despacio y con cuidado de no despertar a Layla, pues aún faltaban varías horas para que la alarma sonara.

Aidan tenía suficiente tiempo para darse un baño y después preparar el desayuno listo para cuando Layla despertara.

Antes de marcharme al baño, depósita un beso en su frente, la cubre un poco más y termina por cumplir su primera tarea del día.

Después de haber tomado un baño, completamente relajado, despierto, Aidan se dispone a preparar el desayuno. Él yace en la cocina mientras que trata de hacer un rico desayuno y sorprender a Layla.

Aidan aún tenía lo ocurrido ayer muy presente, vió a Layla muy afectada, era algo que le dolió de ver, odiaba ver a su chica triste, sin poder hacer nada y cambiar esa tristeza por esa sonrisa que tanto le gusta ver. Él entendía a la chica, tenía sus motivos para estar molesta, la ausencia de su padre era un tema que el mismo Aidan desconocía, sabía solo lo que Layla le había contado, aún así no la juzgaba al contrario, estaba ahí para apoyarla como su novio.

Juntos contra todo

Aidan termina por colocar la mesa, se da la vuelta, se dirige a la vitrina y saca dos vasos de vidrio. Sorpresa se lleva cuando siente unas manos rodear su cintura provocando un pequeño brinco por parte de él. Gira un poco la cabeza viendo a Layla detrás de él con una cálida sonrisa.

—Hola guapo, ¿te asusté?

Layla se aparta, Aidan termina por darse la vuelta.

—Solo un poco, es solo que me acostumbré a estar solo en el departamento.

—¿Estás insinuando que mi presencia aquí te molesta? —cuestiona Layla cruzándose de brazos.

Aidan niega varías veces

—No, no quise decir eso, no sabes la alegría que me da verte aquí Lay. Es solo...

Aidan suelta un bufido.

—Mejor me callo —se acerca a la mesa y deja los vasos. Se gira quedando frente a Layla— creo que no te he saludo como se debe.

Acorta la distancia que los separa, la agarra de la cintura y la acerca hasta él. Layla suelta una risilla y coloca sus manos sobre el pecho de él. Aídan termina por inclinarse un poco hasta juntar sus labios con los de ella en un beso lento y delicado, disfrutando ambos por partes iguales el beso. Se separan varios minutos después, Aidan coloca un cadejo de cabello de detrás de su oreja.

—¿Cómo dormiste?

—Bien entre tus brazos —le responde Layla con una sonrisa— aunque la odiosa alarma me terminó despertando.

Aidan ríe

—Bendita alarma que te despertó, aquí entre nos, tienes el sueño pesado.

—¡Oye!

Layla desvía la vista en la mesa servida.

—¡Que rico desayuno!

—Igual puedes comenzar por el postre.

Layla regresa la vista hasta él.

—¿Acaso es una invitación tentadora?

—Yo diría que...

Sin embargo, el timbre de la puerta interrumpe a Aidan. Ambos se ven confundidos.

—¿Invitaste a alguien? —le pregunta Layla.

Aidan dura en contestar.

—No —se aleja de ella— iré a abrir, tú ponte cómoda y disfruta tú desayuno.

Layla asiente y retrocede varios pasos.

—Si el chef está bueno no dudo que él desayuno también.

—Okey será mejor que me vaya a abrir antes de que me termines comiendo.

Ambos ríen. Aidan le da un corto beso y termina por salir de la cocina. Layla se acerca a la mesa tomando asiento viendo los diferentes platillos pensando por cual comenzar.

Mientras tanto, Aidan llega hasta la puerta y la abre sin antes ver por el orificio. Se encuentra con Kimberly, la madre de Layla del otro lado de la puerta.

—Señora Kimberly

—Hola Aidan, ¿puedo pasar?

Él asiente y le permite el paso. Kimberly se adentra al departamento, Aidan termina por cerrar la puerta y avanza hasta ella.

—Pense que vendría más tarde

—Necesito hablar con mi hija en cuanto antes, gracias por recibirla en tu departamento.

—Descuide, haría cualquier cosa por Layla.

No obstante, la susodicha sale de la cocina, frunce la cejas al ver a su madre en la sala. Sin dudarlo, se acerca a ella.

-¿Tú? ¿Qué quieres? ¿Cómo supiste que estaba aquí?

Aidan se acerca a ella.

—Yo le dije Layla.

Ella posa la vista en él sorprendida.

—¿Por qué?

—Porque ambas necesitan hablar

—Yo no tengo nada que hablar con esta señora —Layla fija la vista en su madre.

—Hija por favor solo escúchame

—Pierdes su tiempo

—¡Basta Layla! —emite Aidan

—¡Tú no te metas traidor! —gira a verlo— no debiste decirle nada.

—Tú madre estaba preocupada por ti Layla...

—¡No tenías ningún derecho Aidan!

—Hija por favor, no culpes a Aidan, él solo hizo lo correcto.

Layla se cruza de brazos dándole una mala mirada a su novio.

—Hija solo quiero que me escuches, dejá que te explique.

—No, no quiero escuchar tus absurdas excusas.

—Layla habla con tu madre —interviene Aidan —deja de actuar de forma inmadura.

—¡¿Cómo me has dicho?! —inquiere Layla, la ira se va tiñendo en su voz.

—Solo escuchala Layla

Ella desvía la mirada, evita ver a ambos.

—Yo las dejo hablar a solas, estaré en la cocina por si me ocupan.

Dicho esto y Aidan se marcha en dirección a la cocina dejándo a ambas mujeres solas.

Kimberly es la primera en romper el silencio.

—Layla entiendo que estés molesta conmigo...

—Preferiste a ese hombre antes que a mí —la interrumpe Layla girando a verla— se supone que soy tu hija.

—Cariño todo tiene una explicación.

—No Madre, yo no voy a aceptar a ese hombre nunca, me oíste. Tampoco quiero compartir el mismo techo con él y su otra hija.

—No puedes quedarte con tu novio mucho tiempo.

—Sera mi decisión, al menos, él no me dió la espalda.

—Hija por favor regresa a la casa, si te acoplas podrás vivir bien con ellos.

Layla ríe sin ánimos.

—No, me niego a regresar, me quedo aquí y no pienso regresar al menos que ellos se hayan ido.

—Layla

—Basta —levanta sus manos— no quiero seguir escuchandote, no vas a convencerme, no pienso regresar está decidido.

Layla se da la vuelta y empieza a avanzar en dirección a la habitación. Ignorando el llamado de su madre dejándola sola en la sala.

Layla llega a la habitación y se encierra, se recarga en la puerta dejando salir las lágrimas acumuladas.

Por otro lado, Aidan sale de la cocina y se acerca a Kimberly.

—Señora yo trataré de hablar con ella

—Gracias Aídan pero no quiero que tengas problemas con mi hija por esto. —le dice Kimberly mientras limpia sus mejillas —prefiero que lo dejes así.

—Sé que no debo meterte pero Layla está siendo muy injusta con usted. Debe tener sus motivos para dejar al padre de ella vivir en su casa.

—Hay cosas que Layla no sabe Aidan, yo prefiero que no te metas, para evitar problemas con ella. Confío en ti y sé que mi hija estará segura contigo aquí al menos hasta que decida volver a su casa. Cuídala, te la encargo mucho y sobre todo respetala.

—Cuente con eso Señora, Layla estará bien conmigo. Aúnque no estoy de acuerdo con su aptitud.

Kimberly termina por despedirse de él y abandona el departamento. Aidan termina por cerrar la puerta, se da la vuelta y avanza directo a su habitación.

Al llegar, toca la puerta varias veces. Layla molesta y limpiando sus lágrimas se dirige a abrir. Layla abre la puerta y rápido se da la vuelta, mientras que Aidan entra a la habitación.

—Fuiste muy grosera con tu madre Layla.

—Te pido que no te metas Aidan.

Ella se dirige a su maleta abierta sobre la cama y empieza a sacar su ropa.

—No debiste decir dónde estaba, ni en ti puedo confiar.

—El coraje que tienes no te deja ver las cosas con claridad, solo te estás desquitando con tu Madre por lo que te hizo tu padre.

—¡Cállate! ¡Tú no tienes la menor idea de como me siento! —pronuncia Layla mientras lanza su ropa de regreso a la maleta.

—Es obvio que no se puede hablar contigo cuando estás así.

Layla aprieta la mandíbula.

—Traidor —suelta entre dientes.

Aidan suspira y pasa sus manos por su cabello.

—Layla solo trato de arreglar tu relación con tu madre.

—No te pedí tu ayuda, si al dejarme hospedar en tu departamento pero no te metas en mis problemas, tú resuelve los tuyos y a mí, déjame en paz.

—Lay por favor

Aidan se acerca varios pasos.

—Vete por favor, me gustaría cambiarme para estar lista para el instituto, ¿podrías abandonar la habitación?

Él la observa varios minutos y asiente.

—Te espero en la cocina para desayunar —se limita a decirle.

—No tengo hambre

Layla le da la espalda.

—No te dejaré ir al instituto si no desayunas algo.

—Entonces no pienso ir —murmura ella.

Aídan inhala y exhala aire varías veces.

—No compliques las cosas Layla, te arreglas y vas a desayunar, he dicho.

Aidan se da la vuelta, avanza hasta la salida y abre la puerta listo para marcharse.

—No porque viva en tú departamento te haré caso en todo. —dice Layla mientras se da la vuelta, Aidan se detiene y gira a verla.

—Tendras que hacerlo, reflexiona y entiende que solo queremos lo mejor para ti.

—Lo mejor es que me dejaran en paz.

Aidan abre la boca y la vuelve a cerrar. Suspira y termina por salir de la habitación cerrando la puerta de un portazo. Layla se sienta en la cama mientras hace sus manos puños, muy molesta.

∆

Aidan aparca su auto cerca del instituto. En todo el trayecto ninguno mencionó palabra y ni hablar en el desayuno, la chica obligada probó bocado aún enojada con él. Aidan prefirió mantenerse callado, lo que menos quería era perjudicar la situacion y terminar peleado más con la Layla. Esperaría a que se le pasara el coraje. Si ambos iban a vivir juntos en un mismo espacio compartido lo mejor era llevarse bien, sin pleitos. Aidan estaba consciente que al vivir juntos, las cosas cambiarían.

Aidan apaga el auto y voltea a verla, Layla evita verlo.

—Lay no quiero que sigamos enojados —sin respuesta— se que me equivoqué, lo siento ya no pienso meterme en tus asuntos —Aidan hace una pausa— no quiero que tú problema con tu padre afecte nuestra relación, te estás desquitando conmigo. —Aidan está por tomar su mano cuando Layla la aparta bruscamente— nena por favor, si vamos a vivir juntos no quiero que estemos así.

Rendido suelta un suspiro y se recarga en el sillón con la vista al frente.

—No estoy enojada contigo— habla Layla en tono bajo, Aidan gira a verla— solo fuiste un blanco fácil, estuviste en el peor momento. —Layla gira a verlo- lo siento, tampoco quiero que nuestra relación salga dañada por esto.

—Eso si lo permitimos Layla

—¿Me perdonas?

—No puedo decirte que no —le responde Aidan y regresa la vista al frente, mira varios alumnos ingresar al instituto— aunque creo que debes arreglarte con tu madre.

—Por favor, no saques el tema

Layla se acomoda la mochila y se la cuelga en los hombros.

—Ella tiene sus razones y no puedes juzgarla, nadie es perfecto Lay —Aidan desvía la vista a ella— tal vez ahora no comprendas pero cuando seas Madre entenderás los sacrificios que hace una madre por sus hijos.

Layla rueda los ojos.

—Estas hablando como ella y me das miedo.

Aidan suelta una risa.

—Solo quiero hacerte entender

—Dejemos el tema que prefiero no tocar para después ¿si?, es mejor que entremos al instituto.

Él asiente.

Layla esta por salir del auto cuando Aidan es más rápido y coloca el seguro. Layla mueve la palanca, suelta un resoplido y gira a ver a su novio de forma fulminante.

—Abre la puerta Aidan

—No te despediste como se debe

Le sonríe

Layla toma una respiración profunda.

Se inclina y besa su mejilla. Se separa de inmediato.

—Listo ahora abre que no quiere llegar tarde a la clase para buena suerte no es contigo.

Aidan niega

—¡Aidan! —se queja Layla.

—No fué la forma correcta

Layla está por responderle cuando Aidan la toma de la nuca, la acerca a él y ambos estampan sus labios. La chica por un momento se niega a devolverle el beso, sin embargo, bastan segundos para caer rendida y seguirle el beso acoplandose a su ritmo.

Difícil resistirse a Aidan Wesley.

Layla coloca su mano en su pecho y trata de empujarlo.

—Aidan —murmura contra su boca. Layla logra separarse un poco de él— detente nos puedes ver.

—¿Y? Estamos fuera del instituto— le responde Aidan— mi auto, mi chica.

Vuelve a besar a Layla.

Ella le sigue el beso varios segundos hasta que se aparta de él.

—Ya, se nos hará tarde

Aidan rendido asiente y se aleja de Layla. Quita el seguro y le da un corto beso. Layla termina por salir del auto rápidamente y cierra la puerta. Se acomoda la mochila y se agacha un poco viéndolo desde la ventana.

—Eres un tonto

—Un tonto que amas —le dice Aidan mientras le guiña el ojo.

Layla rueda los ojos y se despide de él de mano, empieza a caminar lejos del auto en dirección al instituto entrando sin voltear hacía atrás. Entra y camina por el patio del instituto con una sonrisa boba en su rostro.

×

Es la hora de receso y Layla y Marlin caminan juntas por el pasillo en dirección a sus casilleros para sacar sus libros para la siguiente clase.

—Entonces ¿aún no te arreglás con tu madre?

Layla niega

—Amiga no crees que estás exagerando

—Mar hay cosas que tú no sabes —Layla gira a verla mientras ambas avanzan por el pasillo— mi padre regresó. Vino a verme y no solo eso, trajo a otra hija y para mala suerte, van a vivir en la casa.

Mar se detiene y abre la boca sorprendida.

—¿Y qué pasó?

Layla toma una profunda respiración y le relacta todo lo ocurrido desde la llegada de su padre a Marlin. Ambas retomando su caminata, Mar poniendo toda la atención posible.

...

Las chicas llegan hasta sus casilleros. Layla se dispone a abrir el suyo mientras que Marlin se recarga en ellos.

—¿Entonces ahora vas a vivir con Aidan?

Layla asiente.

—Woo, en fin algo bueno tuvo que salir de todo esto, que suerte tienes amiga.

—No lo veo de esa forma Mar, si te soy sincera no me gusta estar enojada con mi madre y tampoco quiero incomodar a Aidan y ser una carga más.

—Oh vamos amiga no digas eso, estoy segura que Romeo le encanta la idea de compartir su departamento contigo. Y sobre tú Madre, piénsalo bien Layla, no puedes estar enojada con ella toda la vida.

Layla saca sus libros y guarda silencio. Los mete en su mochila y termina por cerrarla hasta colgarla en su hombro.

—Oh oh, nueva a la vista.

Layla gira viendo en dirección donde mira Marlin, su cara cambia en total asombro.

—¡No puede ser! —exclama Layla mientras cierra su casillero de golpe y se voltea.

—¿Qué ocurre amiga?

—Es ella —Mar frunce la ceja— la hija de ese hombre.

Mar abre los ojos en par.

—¡¿Tú hermana?!

—No, no lo vuelvas a repetir. Ella no es nada mío.

Layla se cruza de brazos molesta.

Kendal camina por el pasillo con una sonrisa deslumbrante. Sin notar su presencia.

—Vamonos antes de que nos vea.

—Oh demasiado tarde Layla creo que ya nos notó y viene hacía acá.

Layla suelta un bufido.

Kendal se acerca hasta ellas.

—¡Layla que sorpresa! —pronuncia Kendal al llegar hasta ellas.

Mar la observa de arriba a abajo.

—¿Tú eres Kendal?

Ella posa la vista en Marlin.

—Eh sí, soy la hermana de Layla.

—No eres nada mío —pronuncia Layla en tono molesto.

—Yo soy Marlin la mejor amiga de Layla.

Mar levanta su mano para saludar a Kendal, sin embargo, Layla se lo impide con una manotazo que la obliga a bajar su mano.

—¿Qué haces aquí? —suelta Layla en tono molesto en dirección a Kendal.

—Oh vine a inscribirme para estudiar el próximo año aquí, debido a que se vienen las vacaciones decembrinas me tocará entrár hasta el regreso de clases.

—Y de todas las preparatorias ¿se te ocurrió esta?

—Layla yo no sabía que te encontraría aquí —Layla ríe sin ánimos— aunque me alegro mucho, podre tener una cara conocida.

—No te confundas Kendal tú y yo nunca vamos a llevarnos bien, no te considero ni veo como una hermana.

—Pero Layla...

—Vamonos Mar

Layla toma la mano de su amiga y la jala ambas dándose la vuelta. Empiezan a caminar por el pasillo dejando atrás a Kendal.

—Oye fuiste muy grosera con ella, se ve que es buena chica.

—No empieces Mar

—Layla esa pobre chica no tiene la culpa de nada. Los hijos no tienen porque pagar por los errores de los padres, así como tú, ella también salió implicada por un gran error tu padre.

—Ya cállate Marlin, no quiero seguir hablando del mismo tema, suficiente tengo que han arruinado la mañana para ahora todo el resto del día.

—Solo digo

Ambas sigue avanzando en silencio.

Layla en el fondo sabe que Mar tiene razón. Kendal no tiene la culpa de nada, pero de cierta forma, a Layla le molesta su presencia cerca, le molesta que ella al menos si pudo tener a su padre con ella, ambos padres juntos, la familia que Layla tanto deseó tener.

—Al menos hoy es nuestro último día de clases y por fin saldremos de vacaciones —rompe el silencio Mar.

—Por suerte, lo malo es que el siguiente año será no tan bueno.

+++

Layla entra al departamento con Aidan. La chica se a quejado por todo el camino mientras que Aidan solo la escucha.

Layla avanza hasta el sillón y lanza la mochila al suelo.

—¡No puedo creer que vaya a compartir clases el siguente año con esa chica!

Aidan deja su maletín en el sillón.

—No le tomes importancia Layla

Ella suspira y toma asiento en el sillón.

—Tienes razón, suficiente tengo con que tú seas mi profesor para ahora tolerar a esa chica y verla a diario, bueno al menos ya no tendré que soportar eso el resto del año, benditas vacaciones. —Aidan rueda los ojos— si bien que escuché como se despedían de ti esas chicas, "adiós profesor Wesley nos vemos el próximo año" —pronuncia Layla con voz chillona.

Aidan suelta una risa y se sienta a un lado de ella.

—No digas tonterías Lay

Layla se acomoda en su lugar

—Al menos ya no tendré que soportar sus caras de bobas cuando te ven y mis celos.

Aidan acaricia su mejilla.

—Y yo los celos por ese imbécil, por suerte ya dejó de molestarte.

—Yo y Jack ya no intercambiamos palabras, al fin lo entendió y lo agradezco.

—Ya dejemos de hablar de los demás y mejor concentremosnos en nosotros. —Aidan la agarra de la cintura y la acerca a él— ¿sigues enojada conmigo?

—Tal vez un poco

—Creo que deberé contentarte

Aidan empieza a besar el cuello de Layla dejando cortos besos.

—Te costará más que besos —menciona ella.

Una sonrisa malvada se plasma en el rostro del chico.

—En ese caso...

Aidan deja de besar su cuello y va hasta su boca, une sus labios con los de ella, ladea un poco la cabeza y profundizan el beso. Toma de la nuca a Layla, muerde su labio inferior mientras que ella gime entre su boca. Sus manos se cuelan en el muslo de Layla. La chica pasa sus manos alrededor de su cuello. Se separan, toman aire y se vuelven a besar por varios minutos. Layla es la primera en separarse sin ningúno dejar de verse a los ojos.

—Quiero hacerlo contigo

—Lay no quiero que pienses que solo te quiero por eso...

Layla coloca su dedo sobre su  callandolo.

—Shh lo sé, pero es lo que quiero ahora. —Layla se acerca a su oído y le susurra— ser tuya— se aparta y lame sus labios— creo que es hora de usar esa caja que compraste, ¿sigue en su sitio?

—En el mismo lugar que te dije —Aidan pasa saliva— ¿realmente quieres...?.

Layla asiente.

Aidan le regala una sonrisa y toma su mano.

—Acompañame —le dice y ambos se levantan.

La guía hasta su habitación. Ambos avanzan y llegan al pasillo. Layla se detiene, lo jala y une sus bocas en un desesperado beso. Siguen avanzando sin dejar de besarse, Layla baja sus manos y empieza a desabrochar su camisa, dejándo rápidamente su pecho y abdomen al descubierto.

Aidan la sujeta de la cintura, llegan hasta la habitación, con torpeza él intenta abrir la puerta. Al lograrlo, la empuja y ambos entran a la habitación sin dejar de besarse terminando por cerrar la puerta. Completamente seguros, listos para entregarse el uno al otro, siendo la cama el único testigo.

♡♡

{Días después}

Aidan entra al departamento con dificultad, trae consigo varias bolsas y cajas. Termina por cerrar la puerta con ayuda de su pie mientras mantiene sus manos ocupadas. Avanza hasta la sala, deja todo en el sillón y se guarda las llaves que sostenía en su boca. Aidan suelta un suspiro y coloca sus manos en su cintura.

—¡Lay ya llegué! —grita mientras posa la vista en la mesa de centro viendo una caja de pizza vacía —¡Layla!

Aidan suelta un bufido al ver el desastre en la sala. Se agacha y toma la caja y la cierra. Enseguida Layla aparece en la sala, ve al chico y se acerca a él con una sonrisa.

—Hola, te extrañé mucho

Aidan levanta la vista viéndola.

—No duré mucho tiempo ¿cómo sigues?

—Ya estoy mejor, ya no me duele tanto la cabeza. Lamento no haberte acompañado.

—No te preocupes —Aidan le roba un beso, se aleja de ella— ¿Te tomaste la pastilla?

Layla asiente

—Confio en ti Layla, ahora por favor cuando comas algo trata de limpiar el desastre. —menciona Aidan señalando la caja.

—Oh eso, lo olvidé, lo siento señor limpieza.

Layla suelta una risa burlona.

—Lay no te lo digo con el afán de molestar o regañarte, es solo que me gusta que el departamento esté limpio, me ahorro la limpieza y tiempo de hacerlo.

Aidan toma la caja y se dirige a la cocina. Layla rueda los ojos. Eso notó ella del chico, Aidan es muy ordenado, extricto con la limpieza al contrario de Layla que le vale muy poco como viva. Su habitación era un desastre, gracias a su madre ese desastre era limpiado por ella, ahora todo sería diferente al vivir Layla en el departamento de su novio. Ambos distintos entre sí.

Layla dirige la vista a las bolsas y cajas sobre la mesa. Frunce el ceño extrañada. Aidan regresa con ella.

—¿Qué es todo esto?

Él llega hasta el sillón.

—Oh es solo unas cosas que necesito para arreglar el departamento.

Layla curiosa empieza a ver el contenido de las bolsas.

—Veo que eres muy festivo, ya puedo sentir cerca la Navidad.

Él sonríe.

—Siempre me a gustado arreglar el departamento depende a la fecha. Ahora me gustaría colocar varias luces y el árbol de navidad ¿me ayudas?

Layla asiente. Ambos empiezan a sacar el contenido de las bolsas. Consta de luces, esferas, escarchas etc.

—Este año será diferente

—¿Por qué? —le pregunta Layla mientras gira a verlo.

—Este año lo festejare con mi novia.

Aidan le roba un corto beso. Layla sonríe.

—¿La pasas solo?

Él niega

—Con mis padres, el chiste es estar en familia Layla.

Layla asiente y se cruza de brazos.

—Creo que este año será diferente para mí. Será el primer año que no lo pasaré con mi madre. —pronuncia Layla en tono bajo.

Aidan posa la vista en ella. Deja de sacar las cosas y se acerca a ella.

—Deberias arreglar la relación con tu madre.

Layla niega

—Ya no importa y no quiero seguir hablando del tema.

Aidan suelta un suspiro.

—Bueno, no dejaré que mi chica la pase sola. Que dices, ¿te gustaría pasar Navidad con mis padres?

—Por supuesto

Él le da un corto beso en los labios.

—Estas invitada —acaricia su mejilla— iré por el árbol, lo tengo guardo en el armario.

Layla asiente. Aidan termina por marcharse mientras que la chica sigue sacando todo lo necesario para decorar el departamento y el árbol navideño.

Pasan cortos minutos cuando Aidan regresa a la sala. Deja la caja con el árbol en el suelo.

—Por suerte lo guardé

Layla gira a verlo sonriendo.

—Siempre me gustó decorar el árbol de Navidad.

Aidan se acerca a ella.

—Y que suerte tienes que podrás hacerlo con tu novio.

La toma de la cintura y la apega a él.

No obstante, un golpe en la puerta se escucha. Ambos se ven extrañados. Layla se aleja de Aidan y se dirige a abrir. Al llegar a la puerta revisa por el orificio y se dispone a abrir la puerta. Se encuentra con Joshua, Mar y Lizzy muy sonrientes del otro lado.

—Vaya que sorpresa

—Hola Layla que gusto verte —menciona Joshua mientras levanta su mano, Layla extrañada levanta la suya y la choca con la de él.

Joshua se adentra al departamento sin ser invitado seguido de su novia y su hermana. Layla confundida termina por cerrar la puerta y darse la vuelta.

—¡Que gusto verte imbécil!

—Lo mismo digo, los invitaría a pasar pero creo que ya lo hicieron por su cuenta.

Joshua se acerca a él y lo abraza durando varios cortos segundos. Layla se acerca saludando a su amiga y a Lizzy. Joshua empieza a observar por todo el departamento.

—Vaya hombre que departamento tan lujoso tienes.

—No es para tanto

Joshua empieza a caminar por la sala.

—Como para hacer una gran fiesta ¿no?

Se da la vuelta y se cruza de brazos.

—No lo creo —le responde Aidan.

—Lamento que hayamos aparecido sin avisar, Jos quería verlos y pues Marlin nos dijo la dirección.

—No te preocupes Lizzy son todos bienvenidos —le dice Aidan.

Layla se acerca hasta su novio y se sitúa a su lado.

—Por ahí escuché que están viviendo juntos he pillos. —les dice Joshua mientras los señala a ambos.

Layla voltea a ver a su amiga.

—Lo siento se me salió decirlo— menciona Marlin levantando su mano.

Layla ríe contagiando al resto.

Joshua carraspea y se acerca a su chica mientras la abraza.

—¿Y cuánto tiempo piensan vivir juntos?

—Jos no seas metiche

—Solo es curiosidad Lizzy.

—Pues todo el tiempo que Lay quiera. -contesta Aidan viendo la la chica— yo feliz que esté aquí.

Layla le regala una sonrisa.

—Okey solo procuren de no ser tan traviesos, ya saben follar por todo el departamento.

Enseguida Joshua recibe un golpe en la costilla por parte de Mar. Layla desvía la vista, sus mejillas tornandose rojas.

-¡Oye yo solo digo! —se queja Joshua — vivir juntos puede ser una tentación para ambos, son novios es lo más normal del mundo.

—Creenme Joshua que apesar de eso yo y Layla somos responsables y considero que no debemos darles explicaciones de lo que hagamos. Privacidad chicos —habla Aidan sereno.

Lizzy carraspea, Joshua se alza de hombros y toma asiento en la sala.

—Como sea, que bueno es conocer tu departamento, es realmente bonito. —inquiere Joshua— me alegro de haber recuperado la vista, me perdí muchos de bellas vistas.

—Veo que alguien está menos gruñon —le dice Aidan burlón.

—Aidan tiene razón —habla Lizzy— desde que mi hermano recuperó la vista lo veo más feliz y ya no se desquita conmigo.

—Ya, es verdad que al haber perdido la vista me sumergi en la amargura y no solo eso, que Lizzy salió también perjudicada. Lamento todo lo que tuviste que pasar tarada, gracias por aguantarme pero te aseguro que está vez será diferente, ahora que puedo ver dejaré de ser una carga.

—Nunca fuiste una carga Jos— le dice Lizzy mientras le sonríe.

—Ahora podrás hacer tú vida ya que no estarás ocupada por mi, no sé, tal vez te busques un novio, tienes mi aprobación siempre y cuando sea el correcto.

—No gracias, por ahora estoy bien, planeo salir esté año soltera.

—Esa era mi frase pero creo que ahora no vale ya que tengo al mejor novio del mundo— menciona Marlin mientras se acerca hasta Joshua y lo llena de besos en todo el rostro. Toma asiento a su lado.

Todos sueltan una risilla. Lizzy mete sus manos en los bolsillos de su chamarra.

—Veo que van a decorar el árbol

—Si antes que llegarán íbamos a comenzar a hacerlo —le responde Aidan.

—Esta es mi época favorita del año- suelta Marlin viendo a cada uno.

—La mía también— le responde Lizzy.

—¿Y dónde pasarán Navidad este año Joshua?

—Bueno será como los años anteriores Aidan, solo yo y Lizzy siempre a sido así desde que perdimos a mis padres- una sonrisa triste se apodera en sus rostros—pero siempre juntos como hermanos.

Aidan asiente

—¿Por qué no pasan Navidad con mis padres y conmigo?

—No queremos causar problemas Aidan.

—Ningun problema Lizzy, apuesto que mi madre será feliz de recibirlos, le gusta tener casa llena en estas fechas, son invitados.

Ambos hermanos se ven entre ellos.

—En ese caso, pasaremos Navidad con ustedes, nuestra segunda familia. —responde Joshua.

Aidan le regala una sonrisa, lleva la vista hasta Marlin.

—¿Y que hay de ti Marlin?

—Bueno Romeo yo y mí Madre siempre la pasamos con Layla y su mamá pero éste año no sé si será diferente.

Marlin posa la vista en su amiga. Todas las miradas están puestas en Layla, ella dura en contestar.

—Este año la pasaré con Aidan y sus padres.

—En ese caso, si gustas Marlin tú y tu madre también son invitadas.

—Gracias Romeo yo le comentaré, apuesto que aceptará.

Marlin entrelaza su mano con la de su chico mientras le sonríe.

—Lay deberías invitar también a tú Madre.

—No lo creo, además ella tal vez la pasé con ese hombre y su hija.

—De cualquier forma invitala o lo haré yo.

Layla se encoge de hombros.

—Amiga estás fechas es para estar con la familia reunida, juntos no separados o peleados.

—Lo sé Mar es solo —Layla hace una pausa y suspira— está bien, invitaré a mí madre para ese día, pero no significa que se solucionará nuestra relación de ahora.

Aidan se acerca a ella y besa su sien. Se aparta de Layla y la abraza.

—Todos están invitados, este año todos la pasaremos juntos, será casa llena.

—¿No creés que Marisol se moleste?

—No lo creo nena, me tomé el atrevimiento de invitar a todo el mundo pero no creo que se moleste, al contrario se pondrá feliz.

Layla asiente.

—En fin, ya que están todos aquí porque no me ayudan a colocar el árbol y decorar el departamento.

Los presentes asienten.

Joshua y Mar se levantan.

—¡Yo seré el árbol este año!

Joshua corre y toma las luces, con ayuda de Mar empieza a envolverse con ellas mientras que ambos ríen. Lizzy toma las escarchas y se las pone sobre la cabeza. Aidan niega mientras se burla al mismo tiempo que Layla.

—Es el árbol más bonito que he visto en mi vida— inquiere Mar.

Basto para que Joshua quedará envuelto en luces, escarcha por todo el cuerpo.

—Son malas, creo que se la tomaron muy enserio— pronuncia Joshua tratando de safarse.

Todos rien.

—Lizzy conecta las luces —le pide Mar.

La mencionada corre a acatar dicha acción. Joshua termina iluminado por las luces alrededor de todo su cuerpo mientras que todos ríen y Mar le toma fotos.

Layla recarga su cabeza en el hombre de su chico dejando de reír.

—Espero que ese día salga todo bien Aidan.

—Ya verás que sí nena.

Layla suelta un suspiro.

Tan solo pensar que estarán todos reunidos esa fecha y ahora que la relación entre madre e hija está mal, a la chica le preocupa. Por una parte desea pasar ese día con su madre, no dejarla sola, pero otra, recuerda el lío que tienen. Tal vez todos tienen razón, Layla puede hacer una excepción y pasarla bien, perdonar y sobre todo disfrutar la noche con sus amigos, su novio, su madre, sus suegros a todos los que aprecia.

—Ojala no te equivoques Aidan —menciona Layla viendo el panorama de sus amigos mientras que una sonrisa se apodera en su rostro.

Es afortunada al tenerlos a todos.

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CONTINUARÁ...

N/A:
El siguiente capítulo será muy especial para y éstas fechas, trataré de tenerlo antes del 24-25. Esperenlo, verán una bonita Navidad entre los personajes, obvio el drama y momentos divertidos, candentes se harán presentes.

🙊🙈👌❤️🎄✨