29.5 💞 Aferrate A La Vida
+Es doble actualización. Hay un capítulo antes que este. Leer este capítulo con detenimiento. Capítulo fuerte, sigue leyendo para entender, prepara tus pañuelos y lean hasta el final. Valdrá la pena. Sin más... disfruten la lectura+
"Te amo. Y aunque ya no estás, te seguiré amando. Si me hubieran dicho que se iba a derrumbar cada pedazo de mi vida. De mi mundo con tu partida. Igual te seguiría amando. La vida no importa sin ti" 🎶
L A Y L A
Empiezo a abrir los ojos poco a poco. Mi vista de acostumbra a la claridad. Abro los ojos por completo, por un instante, veo borroso, una silueta frente a mí que no alcanzo a distinguir. Pestañeo varias veces hasta que recupero la visión y identifico a mi madre frente a mí. En su mirada reflejada la tristeza, noto sus ojos llorosos y siento su agarre en mi mano.
—Mamá. —emito en un susurro.
—Layla, cariño. Que bueno que ya despertastes.—la escucho decir, sin embargo no transmite la alegría que esperaba recibir. —¿recuerdas lo que pasó?
Duro en contestar mientras me dedico a verla.
De pronto, varios flashback me invaden de forma rápida.
"Aidan despidiéndose de mi"
Y después...
"Esa noticia"
-Aidan. —digo con un hilo de voz— ¿Cómo está él mamá?
Ella agacha la vista.
—Mamá, ¿Cómo está Aidan? ¿Cómo salió de la operación? —digo en tono alto y preocupante mientras me incorporo con dificulta en la camilla— dime por favor.
Ella alza la vista y suspira.
—Cielo, quiero que estés calmada.
—No me pidas eso. Lo único que quiero es saber que paso con Aidan.
—Hija, él no resistió la operación. Lo siento cielo.
Pestañeo varias veces.
—No, no es cierto. —niego varias veces— es mentira. —la miro fijamente— dime que no es cierto mamá.
—Layla, yo sé que te cuesta asimilarlo. Incluso para todos a sido una noticia impactante pero la doctora ya lo confirmo. Aidan no resistió... Murió hija.
Siento mis ojos llenarse de lágrimas y sin evitar, estás se deslizan por mis mejillas.
—No es cierto. Aidan no se fue. —digo y me safo del agarre de mi madre— ¡No es cierto!
—Layla, tranquilizate por favor.
—¡No! ¡Es mentira! —aparto la sábana de mí de un jalón— Aidan está bien. Quiero verlo.
—Layla no te muevas, están recién operada, vas a lastimarte.
Niego varias veces y trato de bajar de la camilla. Sin embargo, las manos de mi madre en mis hombros me lo impiden.
—¡Mamá no, déjame verlo!
—¡Hija, basta! —me obliga a verla— no te hagas más daño.
Siento mis mejillas húmedas por las lágrimas que no se detienen. Sorbo mi nariz y mi labio inferior empieza a temblar.
—Aun debo decirte algo más. —hace una corta pausa— me cuesta decirlo hija, no quiero causarte más sufrimiento pero debes saberlo. —aleja una mano de mi hombro y la lleva a mi mejilla limpiando mis lágrimas— es tu hijo.
La miro expectante, esperando a que continúe. Sin embargo, ella hace una eterna pausa y toma una profunda respiración.
—Aiden, él de pronto se puso mal. Las enfermeras se lo llevaron, lo revisaron pero no lograron hacer nada... —niego lentamente— lo siento tanto hija, el bebé falleció. La única que está bien, es Lali.
Me muevo con brusquedad evitando su toque.
—Layla...
—No es verdad. —digo en un hilo de voz.
—Hija
—¡No es verdad! —suelto un fuerte grito— ¡Ellos no! —empiezo a llorar más sin evitarlo— ellos no— emito entre lágrimas.
Mi madre intenta abrazarme, sin embargo. No me dejo abrazar por ella.
—Debo verlos, no es cierto, no es cierto. Ellos están bien.
—Layla ya es suficiente.
La ignoro por completo y empiezo a bajar de la camilla, de pronto, un fuerte dolor en el vientre me invade que me obliga a permanecer quieta y quejarme.
—¡Layla! ¡Tranquila hija, no te muevas! —escucho la voz de mi madre a lo lejano. La escucho pedir ayuda y sus pasos al alejarse.
Enseguida, veo a varias enfermeras y a la doctora acercarse a mí.
—No, déjenme. Quiero verlos.
Sin embargo, ellas evitan moverme.
—¡Rápido, el sedante! —oigo decir a la doctora.
Impiden mi escape y me obligan a regresar a acostarme en la camilla. Trato de moverme, fallo y empiezo a sentirme débil. Los ojos me pesan y escucho varíos murmuros hasta que termino vencida y cierro los ojos de nuevo.
»Tres meses después«
Subo mis piernas a la silla, recargo mi barbilla en mis rodillas mientras me abrazo a mi misma.
Veo a una cierta distancia a los padres de Aidan con Lali en brazos. Ellos felices, sin dejar de reír, sin la tristeza reflejada por la reciente muerte de Aidan que me rehuso a aceptar y no logro superar.
Esto parece irreal
Sus amigos están con ellos. Lizzy y Alonso se encuentra sonriendo mientras cargan a su bebé. Cerca, se encuentra Marlin, Joshua y Kendal. A ninguno sin importarle mi presencia un tanto lejos mientras me dedico a solo a verlos.
Sorbo mi nariz y desvío la vista al frente.
—Aidan —emito en un hilo de voz— te extraño.
No me ayuda en lo absoluto estar fuera de casa. Más fui obligada a venir por mi madre a venir aquí. Traer a Lali con Marisol y Harold, aunque en este momento. Ni siquiera me he hecho cargo de mi hija. Tengo la ayuda de mi madre, me rehuso a cargarla o cuidarla. No dejo de pensar en él y en Aiden que ni siquiera alcancé a verlo vivo.
Siento una lágrima deslizarse por mi mejilla. La limpio con brusquedad al ver la presencia de mi hermana, frente a mí.
—Hola Layla
—Kendal —digo en un susurro
Ella suspira y sin permiso, toma asiento frente a mí.
—Te ves muy mal —la veo sonreír y apoyar su mano en su mejilla— es lo que te mereces.
Frunzo el ceño al escucharla hablar así.
—Mira lo que has provocado. Perdiste a tu esposo, a tú hijo y ahora, ya perdiste a tú hija. —se gira un poco viendo a Marisol con Lali en brazos— bueno, te has quedado completamente sola. —regresa la vista en mi—sin tus amigos. Sin tú hermana, ya a nadie le importas.
—No entiendo porque me dices eso Kendal. Eres mi hermana...
—¿De verdad te creíste eso? —me interrumpe— ¡Ay por favor Layla! —baja su mano y se inclina un poco— yo jamás te vi como una hermana. De hecho, todo este tiempo lo fingí bien. Todos lo creyeron, tu fuiste tan ingenua para no darte cuenta. Te detesto Layla. Ya estaba harta de fingir pero ahora, ya no me importa seguir haciéndolo.
La miro incrédula.
—Asi es Layla. Desde el momento que me enteré de ti, te odie. No me pareció nada bien que mi padre tuviera otra hija. Tener que compartirlo, que él dejara a mi madre por la tuya. —agrega.
—Tus padres ya no querían estar juntos Kendal, no me involucres es eso.
—Lo sé, su amor ya había terminado hace mucho. Siempre peleas y sinceramente no me importaba. Que se hayan divorciado no era problema para mí. Lo que sí, fue saber que tenía una hermana. Tú. —me mira con desagrado— te odie desde el primer día, aunque fingí bien. Logré hacerte cambiar de opinión. Te quite a tus amigas, a tus amigos. A tu madre y solo me quedaré con el cariño de mi padre. Tú tanto lo despreciaste y ahora, a ellos no les interesas. —se recarga en la silla— te hubiese quitado a Aidan, sin embargo él estaba tonto de amor por ti. Acéptalo "hermanita" —hace comillas con sus dedos— si él se hubiese fijado en mi. Si te hubiera cambiado por mi. Todo sería diferente. Él seguiría vivo, con sus padres, con sus amigos. Conmigo. Lo que le pasó fue toda tu culpa Layla. Mira lo que has provocado. Tú lo mataste. —ella se pone de pie— sin él, ya nada te queda. Disfruta tu soledad Layla.
Se da la vuelta mientras la veo acercarse a ellos.
Pestañeo varias veces y bajo mis piernas.
Veo a Kendal sonreír ampliamente. Fingir. Convivir con mis amigos, hablando con Marlin con esa hipocresía.
Hago mis manos puños y me pongo de pie. Decidida me acerco hasta Marisol. Ignoro a Kendal, al resto y llego hasta la madre de Aidan.
—Marisol, es hora de llevarme a Lali. —le digo mientras estiro los brazos en su dirección, esperando que me la devuelva.
Ella frunce el ceño mientras arrulla a mi hija.
—Llevartela. —rie— que tontería has dicho Layla. Tu no te la vas a llevar a ningún lado.
Bajo mis brazos lentamente.
—Es mi hija.
—Tu no eres la madre de Lali, su madre soy yo. —dice mientras besa de la mejilla a mi hija.
—Marisol, dame a mi hija.
—No te la vas a llevar Layla. —fija la vista en mi— perdiste ese derecho. Ni siquiera puedes hacerte cargo de ella. Tan solo mirate.
—Mi hija debe estar conmigo. Soy su madre. Yo voy a cuidarla.
Intento arrebatarsela, sin embargo Marisol retrocede y dejo de intentarlo al escuchar a Lali llorar.
—¡Harold, ayudame!
—Layla, basta. No te acerque más. —me pide el padre de Aidan al llegar a un lado de su esposa.
Permanezco en mi lugar.
—Es mi hija. —repito— me la voy a llevar.
—No puedes. —me dice él y gira a ver a su esposa.
—Ella es lo único que nos queda de nuestro hijo. —dirijo mi vista en Marisol al escucharla hablar— perdí a Aidan por tú culpa Layla. Ahora me doy cuenta que estaba tan equivocada contigo. No eras la indicada para mí hijo. Date cuenta lo que nos causaste. Aidan estaba tan terco al querer estar contigo y eso lo hizo perder hasta la vída. —da un paso adelante mientras arrulla a Lali y logra que deje de llorar— nosotros pedimos un hijo, tu hija perdió un padre, un hermano. Joshua, Lizzy, Marlin, Alonso y Kendal un amigo. Tu pediste la oportunidad de ser madre. Vivirás el mismo dolor que siento por perder un hijo.
—No fue mi culpa —digo en tono bajo— no lo fue.
Tomo una profunda respiración.
—Ustedes no pueden alejarme de mi hija. Es lo único que me queda de Aidan. —doy un paso al frente— me la llevaré.
Marisol niega.
—Harold, haz algo.
Dicho esto y dejo de ver al padre de Aidan.
—Marisol, quiero a mi hija de vuelta.
Me enfoco en ella.
—No te daré a nuestra Lali, Layla. —ella se aferra a ella— ella va estar mejor con nosotros y su hermano, mi pequeño Aidan.
—Aidan se fue Marisol. Esa niña no es su hija, es mía. Es la hija de Aidan, su nieta.
Ella niega.
—Estas equivocada.
Resoplo.
—Es ella, por favor. Saquenla de aquí.
Oigo decir detrás de mí.
De pronto, soy sujetada por brazos que me obligan a retroceder.
—¡No, sueltenme! ¿Qué hacen?
—Ellos se encargaran de ti Layla. —me dice el padre de Aidan al verlo frente a mí
Niego y observo a eso hombres vestidos de blanco que no me sueltan.
—No, no me iré con nadie. Yo solo quiero a mi hija. —trato de safarme de su agarre y giro a ver a mis amigos— ¡Oigan, ayúdeme! ¡Mar! —grito. Sin embargo, me ignoran. Para ellos no existo y siguen en lo suyo. —¡Nooo! —grito mientras me alejan de los padres de Aidan. Los veo a ambos, juntos. Marisol cargando a Lali con una sonrisa. —¡Sueltenme! ¡Ayuda! -grito impotente.
De pronto, veo a Aidan a un lado de su madre, con mi hijo en brazos. Él sin dejar de verme.
—A-Aidan— digo sorprendida— ¡Aidan, ayúdame!
Sin embargo, él permanece en su lugar. Sonríe y pocos segundos después, desaparece.
—¡No! —miro a ambos lados, lo busco sin lograr verlo de nuevo— ¡¡Aidan!! —grito mientras me llevan y me obligan a salir de la casa de Marisol. Dejando a mi hija con ellos.
...
Me muevo incómoda. Trato de safarme de esa camisa de fuerza que me han colocado.
—¡Ayuda! ¡No estoy loca! ¡Debo salir de aquí!
Resoplo y me muevo tratando de safarme, fallando en el intento.
Dejo de intentarlo. Dejo de moverme y agacho la vista.
—Quiero estar con mi hija.
Suspiro y alzo la vista viendo alrededor. En una habitación completamente blanca, sola, donde me encuentro.
Siento mis lágrimas deslizarse por mis mejillas sin poder evitarlo.
No obstante, escucho la puerta ser abierta.
Sin moverse, sin posar la vista en dicho sitio, permanezco quieta en mi lugar. Mientras escucho unos pasos acercarse a mí.
—Yo te voy a sacar de aquí
Giro lentamente la cabeza viendo a Jack cerca de mí.
—Jack —susurro
Él me sonríe y lo veo caminar hasta colocarse frente a mí. Se agacha a mi altura y siento su mano en mi mejilla.
—Vamos a estar juntos Layla. Te dije que eliminaría a Wesley, que dejaría de ser un obstáculo. —baja su mano— vamos a irnos lejos. Vivir nuestra propia historia juntos, es lo que harás porque me amas.
Niego varias veces.
—No, yo no te amo. Yo amo a Aidan, yo...
De pronto, él se carcajea y lo veo levantarse.
—Vamos Layla. Wesley ya no está aquí. Ya no es problema para lo nuestro. —lo miro fijamente— a mi serás el único al que ames ¿De acuerdo? Tu y yo, juntos. Como debió ser desde un principio. —finaliza ampliando su sonrisa.
(...)
Abro los ojos por completo, desorientada al ver el lugar donde me encuentro.
—Layla, al fin despiertas
Desvío la vista viendo a mi madre junto a mi.
—Mamá —inquiero sorprendida. Me alegra verla de nuevo.
Dejo de verla y observo alrededor. Enseguida, reconozco la habitación de hospital que me encuentro.
—Hija, ¿estás bien?
—Mamá. —giro a verla sin responderle— Mis bebés, ¿cómo están? Dime por favor que Aiden está bien.
—Por supuesto que están bien hija. Aún siguen en sus cunas. Las enfermeras los están cuidando bien. Dentro de poco, vas poder conocerlos.
La escucho con atención, por unos segundos confundida..
—Estan bien. —repito y ella asiente. Medio sonrío al escuchar eso. Una alivio me invade enseguida. —entonces, solo fue un sueño. No me alejaron de mis hijos. Fue una pesadilla.
—¿De qué hablas hija? Has estado inconciente todo esté tiempo. Cuando te dimos la noticia sobre Aidan, te pusiste muy mal y la doctora tuvo que dejarte inconciente para calmarte.
—Aidan. —pronuncio su nombre mientras me incorporo poco a poco— ¿Cómo está él? Quiero verlo.
—Hija no te muevas, puedes lastimarte.
Esta vez, le hago caso y regreso a acostarme en mi lugar sin hacer un brusco movimiento.
—¿Cómo está Aidan?
—No lo sé hija, nadie me ha dicho nada. Él debe seguir en la cirugía, sus padres y todos están al pendiente de noticias. Yo no he querido separarme de ti.
—Mamá, necesito saber de él —insisto.
Que haya despertado de ese mal sueño. Que la realidad sea está, aún así no me ayuda a sentirme bien.
Necesito saber de Aidan.
—Mamá...
—Hija, calmate. Debemos esperar.
Niego varias veces impaciente.
De pronto, la puerta es abierta por Marisol. Ella me observa y entra a la habitación sin cerrar la puerta.
—¿Hay noticias sobre Aidan? —le pregunto preocupada. Con miedo al escuchar su respuesta.
Ella se acerca hasta llegar cerca de la camilla.
—Aidan está bien. Resistió la cirugía. Ya está fuera de peligro.
Suelto un suspiro de alivio.
—¿De verdad? Aidan sí está bien, ¿de verdad?
—Si Layla. Mi hijo es muy fuerte y soportó la cirugía. Va a estar bien, va a poder estar contigo, con nosotros y sus hijos.
—Ves hija, Aidan está bien.
Sonrío y asiento varias veces.
—Lo escuché muy bien mamá. —le digo y regreso la vista en Marisol— ¿Ya puedo verlo?
—Aun no, apenas lo van a trasladar a una de las habitaciones. Cuando dejen verlo, te aviso. Serás de las primeras en verlo. Sé que le hará bien a mi hijo escucharte y tenerte cerca.
—Gracias Marisol. —le digo sin dejar de verla.
Aún estoy confundida por ese sueño que tuve. Donde todo era distinto. Donde me enfrentaba a una Marisol completamente diferente a como ella es. Incluso, me siento mal por pensar un momento, que ella actuaría ahora así y pasaría exactamente lo mismo.
—Permiso ¿se puede? —escucho una voz conocida— siento la interrupción pero necesito hablar con Layla Bennett.
Veo el oficial encargado del caso de Jack en el marco de la puerta.
—Adelante. —le dice Marisol.
Él se adentra a la habitación.
—¿Ocurre algo? —le pregunto.
Él se detiene a un lado de Marisol.
—Estuvimos investigando sobre el accidente que tuvo su esposo, Aidan Wesley. Aún no sabemos con certeza que pasó pero cuando lo encontraron, nos informaron que no estaba solo. Lo encontraron con el joven Jack Daniel's Presley. Ambos involucrados en el accidente.
—Juntos, pero... No entiendo ¿qué hacían juntos?
—Es lo que vamos a investigar. Cuando el joven Aidan Wesley despierte, quiero que nos diga su declaración, es necesario. No estamos seguros pero al parecer, ambos estaban dentro del auto. Wesley perdió el control y terminaron en un grave accidente. Los encontraron fuera del auto. Creo suponer que ambos salieron antes de que el auto explotara y esto los llevo a caer al suelo. Me informaron que Presley estaba armado, sin embargo cuando recurrieron hasta ellos. Él único que aún seguía con vída era Wesley, el otro chico ya no tenía signos vitales.... Presley falleció.
Nos invade el silencio.
—Bueno, será una mala noticia para su madre. Pero ese chico se lo buscó, sus malas acciones, el no pedir ayuda lo llevo a terminar de esa forma. —habla Marisol de pronto.
Giro a ver a mi madre.
—Al menos dejará de ser un peligro para mí hija.
—Para todos mamá. —digo aún asimilando la noticia—Jack, ya no nos hará más daño.
—Asi es —dice el oficial y carraspea— bueno, era todo lo que tenía que informar, me retiro. Aún así estaré por aquí esperando hablar con su esposo. Permiso señora Wesley.
Dicho esto y el oficial se marcha fuera de la habitación.
Suspiro y giro a ver a mi madre.
—Mamá, quiero ver a Aidan. Necesito verlo aunque él siga inconciente. Quiero estar cerca de él cuando despierte.
—Hija, te entiendo pero será mejor que esperemos.
—Yo puedo hablar con la doctora y lograr que te den permiso de verlo Layla.
Giro a ver a Marisol al escucharla.
—Se lo agradezco mucho Marisol.
Ella me sonríe.
—Ahora me pongo en eso —dice y le regreso la sonrisa.
Dejo de verla, tanto a ella como a mi madre y fijo la vista en el techo.
Aún si, necesito verlo. Estar cerca de Aidan.
Necesito comprobar con mis propios ojos, que Aidan está bien. Olvidar esa pesadilla y apartir de ahora estar con él, con mis hijos, por fin, disfrutar tranquilamente nuestras vidas al estar ya fuera de peligro.
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CONTINUARÁ...
N/A:
Lo siento, si no hago sufrir un poco, entonces no puedo estar tranquila 😅... Tal vez al principio querían matarme. Muy confundidas pero era necesario eso.
Chisme del capítulo:
Que raro sueño de Layla. Créanme que me costó escribirlo y dudé. Pero al final dije, me arriesgo a subirlo. Si se dieron cuenta o recuerdan. En los capítulos anteriores, de los primeros había una pista, esto ya lo tenía pensado. Él sueño que tuvo Layla sobre un bebé, cuando vio a Aidan en el departamento, en su habitación con ese bebé en brazos y bumm, desapareció. Era esto, su supuesta muerte y la de Aiden, su hijo. Más todo fue un sueño de Layla porque no me atrevo a hacerlo real. En fin...
Ya fue el fin de Jack Daniel's Presley ...
Aidan está bien, salió bien de la cirugía y de nuevo va a poder estar con Layla.
Cada vez nos acercamos más al final. De hecho, estamos tan cerca 🤧 aún no me la creo que vaya a finalizar la historia después de tantas cosas. Mucho tiempo... En fin. Sigan leyendo la historia, muy al pendiente en esta última semana de actualizaciones de... Nos vemos en los últimos capítulos... En el último capítulo y el epílogo 🤧🤧🤧
(Se limpia las lágrimas)
Tendrán un bonito final porque Layla y Aidan lo merecen. Los que leen su historia, lo merecen 💞
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