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27 💕 Lindos Ojos Verdes

+Al Día Siguiente...

   A I D A N

Despierto al escuchar la alarma que suena varías veces. Ese pitido infernal que siempre es el culpable de interrumpir mi sueño y me hace levantar de lunes a viernes por la mañana muy temprano.

Suelto un quejido, entierro mi cara en la almohada, deslizo mi mano por el colchón y golpeo el reloj varias veces hasta lograr callarlo. La alarma se detiene. Levanto mi cabeza, bostezo sin abrir los ojos. Me doy la vuelta, me estiro y empiezo a abrir los ojos poco a poco. Los tallo y aclaro mi visión.

¿Qué me encuentro?

Una hermosa vista

El rostro de Layla cerca del mio, los ojos cerrados. Respira tranquilamente, los labios entre abiertos y puedo jurar ver un poco de baba seca cerca de su boca. Sus manos las tiene estiradas hacía arriba en una posible... bastante rara posicion a mí ver.

Sonrio

Incluso es hermosa durmiendo.

Su pequeño y bello cuerpo tan solo cubierto por una sábana.

¿Qué pasó ayer?

Wouu tan solo recordarlo...

Me acerco a ella, la tomo de la cintura y nuestras narices rozan.

—Nena despierta

Layla se remueve en su lugar.

—Lay es hora de levantarse

La muevo un poco. Ella estira su mano. Me alejo de ella y golpea mi pecho. Me río.

—Lay abre los ojos

—No —dice adormilada—5 minutos más.

—No podemos Lay tenemos...—suelto un bostezo—Ir a clases.

—No hay que ir

—No sé va a poder nena, levantate.

Layla se acerca más a mí y se acurruca en mi pecho.

5 minutos

Cierro mis ojos

—Solo 5 minutos, la idea de estar así contigo me agrada.

No recibo contestación de su parte. Me acomodo y vuelvo a quedarme dormido...
...

Abro los ojos de repente. Miro a Layla. Me alejo de ella y miro la hora en el reloj. Me levanto rápido.

—Mierda —paso mis manos por mi cara—Layla se nos hace tarde, nos dormimos 10 minutos más, Layla levántate .

Jalo la sábana y salgo de la cama. Volteo a ver a Layla que no se molesta en despertarse. Me estiro y la muevo.

—¡Layla!

—Mmm, no mamá

Frunzo el ceño

—Soy Aidan, vamos nena levántate .

Me levanto, recojo mi ropa y la de Layla y la boto al cesto de ropa sucia. Me dirijo a mí armario mientras sujeto la sábana para que quede cubriendo mi cuerpo. Saco mi ropa. Me dirijo al baño. Recojo una almohada tirada en el suelo y se la lanzo a Layla.

—¡Aidan!

Grita ella y corro al baño. Abro la puerta y entro con una sonrisa en mi rostro.

Minutos después...

Salgo del baño reciente bañado y cambiado. Veo a Layla en la misma posición anterior, dormida. Me acerco a ella y la muevo.

—Layla ya despierta, vamos se nos hará tarde.

—Dejame, faltaré

—No voy a dejar que lo hagas vamos Lay.

Ella se estira, pega un bostezo y abre los ojos. Me sonríe la condena.

—Por favor

—No, levántate

Me alejo de ella y camino al espejo. Tomo un cepillo y empiezo a peinarme. Giro a ver a Layla, se a levantado quedando sentada en la cama.

No me has dado mi beso de buenos días.

Le sonrio, me acerco a ella. Undo mi cuerpo en el colchón y le doy un corto beso.

—Listo, ve a darte un baño

Layla me roba un beso, toma mis hombros y me acerca más a ella.

Lay

Me separo de ella

Podriamos hacer otra cosahay una pizca de diversión en su rostro.

Lamo mis labios

—Podriamos —la beso, me acuesto con ella y me alejo —pero no.

La suelto y me levanto de la cama.

—Se nos hará tardeagrego.

Ella bufa y se levanta. Aferra la sábana a su cuerpo.

No quieras cubrir lo que ya vi

Ella me sonríe

Pues la oportunidad para tomar este cuerpecito, ya caducó.

Layla me saca la lengua y camina hasta el baño. La veo entrar. Me doy la vuelta y sigo arreglandome.

Termino por ponerme perfume. Voy hasta la cama y empiezo a acomodarla.

Iré a hacer el desayuno, te espero en la cocina.

—Esta bien—la escucho decir del otro lado de la puerta.

Me doy la vuelta y termino por salir de la habitación. Sigo avanzando, llego hasta la cocina, entro y froto mis manos.

¿Qué querrá de comer a Layla?

Termino por servir, acomodo los dos platos. Por suerte, traje comida antes de venir acá, llenar el refri sirvió de algo. Me acerco a la estufa y la apago.

Jamás imaginé que esa chiquilla me traería así, tan loco de amor.

—Hola hola

Layla abraza mi cintura. Giro mi cabeza, la veo parada de puntitas, me roba un beso.

Hola nena, que guapa

—Yo siemprehace una pausa—por cierto, voy a regañarte.

—¿Por qué?

—Sera por el chupetón que me dejaste. Ya habíamos hablado de eso Aidan. Nada de...

—Chupetones, lo sé. Lo siento Lay, no me di cuenta.

Una sonrisa maliciosa se plasma en mi rostro.

Que no vuelva a pasar

—No prometo nada

—¡Aidan!

—Igual no se nota, lo cubres con tu cabello. No somos los primeros o únicos Lay.

Acaricio su mejilla

—El desayuno está listocambio de tema rápidamente.

No quiero discutir con ella.

Solo quiero verla feliz, ser el motivo de su sonrisa.

Ella suelta un suspiro.

Layla se aparta de mí y se sienta en la silla.

Todo se ve delicioso

Layla recarga su mano en su barbilla.

Me acerco y tomo asiento en la silla junto a ella. Le doy un trago al vaso de jugo. En ningún momento deja de verme.

—Te amo Aidan

—Lo sé soy irresistible—ella suelta una risa— provecho—señalo su plato.

Layla se dispone a desayunar.

Oye —termina por masticar— me quedé con ganas de más.

—¿Ganas de qué? —enarco una ceja y la veo divertido.

Tu sabes de "eso"

—¿Por qué te es tan difícil nombrarlo como lo que es?

Layla se encoge de hombros.

No voy a gritarlo a los cuatro vientos.

Toma su vaso de jugo y le da un trago.

Por mi puedes gritarlo, que tiene de malo. Lo admito, le hice el amor a mi novia anoche.

Layla escupe el jugo

¡Aídan eres...!

Toma una servilleta y limpia su boca.

Igual tienes razón, debo comprar condones la próxima vez.

Empiezo a comer.

—Que no se te olvide

—Lo anotaré en "cosas pendientes por comprar" irá en la parte de arriba y en letras grandes.

Layla suelta una carcajada.

Contigo no se puede

—Cierto tal vez soy útil para otras cosas.

Dejo mi mano en su muslo. Voy subiendo mi mano hasta que ella me detiene.

Aidan no

—¿No qué?

—Basta, rápido que se nos hará tarde.

Alejo mi mano.

Tienes razón.

Le doy un trago a mí jugo.

Layla

—Mm —dice con la boca llena.

Te amo

Solo con cinco minutos de retraso y llegamos al instituto. Nos abajamos del auto. Agradezco que tengo a una novia que le gusta la velocidad.

"Acelera Aidan"

Me decía en el trascurso del camino y vaya que lo hice.

Le paso su mochila a Layla. Tomo mi maletín. Ella se coloca su mochila y me acerco a ella.

—Nos vemos en clase

Le doy un beso

Nos separamos al escuchar un carraspeo.

No ustedes sigan en lo suyo, yo no interrumpo.

Layla se aleja de mí

—Hola Mar

—Layla tenemos mucho que hablar.

Marlin se cruza de brazos. Posa la vista en mi.

—Hola Romeo

Frunzo el ceño

—Marlin —giro a ver a Layla— las dejo hablar a solas, las veo en clase.

Me despido de Layla y de Marlin y camino a la entrada del instituto dejando atrás a ambas chicas.

  L A Y L A

Veo a Aidan alejarse, suelto un suspiro.

Tu tienes mucho que explicarme jovencita.

—¿De qué hablas Mar?

Ambas empezamos a caminar a la entrada del instituto.

Ayer dormiste con Aidan ¿verdad?

—Noo

—No mientas, tu madre me llamó anoche.

—¿Qué?

Me detengo.

Demonios olvidé avisarle a Mar.

Entramos al instituto.

¿Y... Y qué le dijiste?

—Al principio me extrañó, pero llegué a la conclusión y le mentí. Le dije que te había invitado a quedarte comigo a dormir, le dije que estabas en el baño y no podías contestarle. Me pidió que te mandara saludos y colgó.

Marlin gira a verme, una enorme sonrisa se plasma en su rostro.

¿Con quién dormiste picarona?

—Ya Mar—seguimos avanzando—Con Aidan.

—Irala yeah

Marlin me pica las costillas. Me quejo.

Basta Marlin

—Dudo que solo dormieron

Me hago la tonta

Layla

—Estuvo increíble

Marlin pega un chillido. Cubro su boca. Ella me babea toda. La aparto y me quejo. Seguimos avanzando por los pasillos en dirección al salón clases.

"Si te contará Marlin"

   A I D A N

Camino por los pasillos cuando me topo con la secretaria. Esa chica joven casi de mi edad que contrató hace poco el director.

—Profesor Wesley que bueno que lo encuentro.

—Hola Nancy

—El Director le requiere en su oficina

—Pero tengo que dar mi clase

—El Director me pidió que cuando llegara lo mandara a su oficina de inmediato, debe ir ahora profesor Wesley.

Hago una mueca

Esta bien iré, gracias Nancy

Sigo avanzando por los pasillos en dirección a la oficina del director. Buscando una razón justificable por el motivo que me mandó llamar el director. Acaso...

Mierda

Llego a su oficina, toco la puerta, escucho un adelante de su parte, abro la puerta y entro.

Me ha llamado Señor Director.

—Asi es profesor Wesley, tome asiento por favor.

Giro a ver a un extremo de la oficina. Veo al chico nuevo sentado en la silla, me sonríe el muy maldito de forma burlesca. Noto el golpe que le di ayer, notorio.

¿Pasa algo?

—Solo queremos hablar profesor Wesley, siéntese.

Me siento en la silla, la recorro quedando lejos del chico. Dejo el maletín en el suelo y giro a ver el director.

Aqui el joven Presley ya me contó lo ocurrido ayer ¿Cómo un profesor va a golpear a un alumno?

—Todo tiene una explicación...

—No profesor Wesley, no hay excusas.

—Si me permite hablar...

—Sabe que esto le traerá graves consecuencia ¿no?

Asiento

Si me deja explicarle...

—¿Me dirá que no lo golpeó?

Suelto un suspiro frustrado

Si lo hice pero...

—Ve lo está admitiendo, corralo.

Giro a ver al chico, le doy una mirada fulminante.

Debí cerrarle la puta boca

Fue fuera de clase

—Cerca del instituto profesor Wesley.

—Lo sé pero se me salió de las mano ¿O ya le dijo el motivo del porqué lo hice?

—Algo me contó

—Falta mi versión

—Debe correrlo Señor Director, hacerle esto a un alumno, ¿qué clase de profesor es?

"El que te callara la maldita boca"

Hago mis manos puños sin contéstarle.

Señor Presley le voy a pedir que se retire, yo me encargaré del profesor Wesley.

—Pero...

—¡Que se retire!

El chico suelta un gruñido, toma su mochila y se levanta. Pasa por mi lado.

Te lo dije—me susurra

Vete al diablo —le digo en tono bajo.

Él sale del la oficina

Profesor Wesley

—Digame Director

—¿Qué pasó exactamente?

Suelto un suspiro

Le ralato todo al director él escúchandome atentamente.

—...Si lo hice es porque se lo merecía, admito que es malo de mi parte, mi reacción no fue la mejor, no debí ponerme con un alumno y menos en la institucion pero me sacó de mis casillas.

—Entiendo profesor, ahora creo que evitó contarme su relación con la Señorita Layla Bennett. Fue por ella ¿no?

Asiento

Sabe que un profesor no puede relacionarse con su alumna ¿verdad?

Lo entiendo, pero mi relación con Layla era mucho antes de entrar a trabajar aquí. Además yo he sido profesional, no involucró mi vida privada con...

—No veo nada profesional agarrarse a golpes con un alumno solo por un ataque de celos profesor Wesley—me interrumpe.

Suelto un suspiro frustrado. Me recargo en la silla.

Lo sé, me equivoqué y estoy dispuesto a asumir las consecuencias.

—Sabe que ésto le costará su trabajo.

Asiento

Sin embargo, no voy a correrlo, estuve revisando las calificaciones de sus alumnos y han mejorado lo bastante desde su llegada. Debo admitir que es un buen profesor, si sigue así, esos alumnos llegarán a sacar buenas calificaciones. Es el mejor maestro que tengo, mucho mejor que la anterior profesora, que ya que dejó su trabajo, por ella es que ocupó su lugar; pero esto no puedo dejarlo pasar. No voy a correrlo, le daré una segunda oportunidad pero no quiero más problemas con el joven Presley u otros de sus alumnos. Mantenga su relación con la Señorita Bennett a raya, entendido.

Asiento

Gracias Señor Director, no volverá a tener una queja de mi parte.

—Bien, ahora se ahorraría todo esto si cortará su relación con la chica.

—De ningún manera, yo quiero a Layla. Sea cual sea nuestra relación aquí es diferente. Solo es una alumna más para mí, no le doy privilegios y la trato con profesionalismo.

—El instituto se enterará

—La mayoría lo sabe

—Bien, usted sabrá, no quiero un problema más profesor Wesley, por más que haga bien su trabajo me tomaré la molestia de correrlo y dudo que otro instituto lo contraté a su corta edad.

—Ya me quedo claro Señor Director

—No quiero escuchar otra queja de su parte, puede retirarse a dar su clase.

Me levanto, tomo mi maletín y me dirijo a la puerta.

Permiso

Abro la puerta y salgo. Afuera suelto un suspiro.

¿Todo bien profesor?

—Si Nancy, todo bien

Me despido de ella y avanzo por el pasillo. Veo la hora en mi celular, lo vuelvo a guardar.

Perfecto perdí 15 minutos valiosos de clase.

  L A Y L A

Llevamos esperando a Aidan en el salón y no ha entrado.

Que extraño

Él siempre es muy puntual.

Veo el relajo en el salón. Agradezco que esta vez Marlin se haya sentado junto a mi.

Volteo hacía la puerta, veo a Jack entrar. Me ve y se acerca a mí.

"Genial"

Golpeo el codo de Marlin

Es él —le murmuro

—¿El chico nuevo?

Asiento

No está nada mal

—Hola Layla

Finjo una sonrisa

—Hola Jack

—¿Y ella es?

Voltea a ver a Mar

Jack ella es mi amiga Marlin, Mar él el Jack, el chico nuevo.

—Hola

—Jack Daniel's

Él toma la mano de mi amiga y besa su muñeca.

Debo admitir que en esta escuela hay puras chicas guapas ¿verdad Layla?

—¿Qué edad tienes? —le pregunta Marlin

—20

—Oh de nuestra edad Layla

—Si es... genial

Volteo a ver a la puerta.

¿Aidan dónde estás?

Tal vez el profesor tarde en llegar, bueno si es que entrá.

Volteo a ver a Jack con confusión.

—¿Por qué lo dices?

—El Director lo mandó llamar, tal vez a estas alturas ya lo haya corrido —volteo a ver a Marlin —en fin, que se le va a hacer, hay mejores maestros.

—Ninguno como el profesor Wesley —dice Marlin.

Estoy de acuerdo con ella

Estas equivocado, el director no es capaz de correrlo —inquiero.

—Apuesto que no volverá a entrár por esa puerta.

—Va, apuesta por $200 —lo reta Marlin

Hecho

Jack sonríe

—¡Todos tomen asiento por favor!

Resuena la voz de Aidan

Jack borra la sonrisa

Paga

Marlin extiende su mano

Jack suelta un gruñido y saca de su bolsillo $200 y se los entrega a Marlin.

—Fue un placer hacer negocios contigo lindo —le dice Marlin mientras mira el billete verde.

—¡Presley vaya a su lugar!

Jack se gira

—Ya voy "profesor"

Se da la vuelta y se marcha a su lugar. Por suerte, lejos de nosotras. Aidan no le quita la mirada de encima.

Saquen su libro en la página que nos quedamos ayer—dice sin apartar la vista de Jack.

"Si las miradas matarán"

Los observo a ambos

¿Ahora qué pasó entre estos dos?

(...)

La clase culmina. Mis compañeros salen del salón. Me levanto, me cuelgo la mochila y le digo a Mar que se adelante. La veo irse. Espero a que el salón quede solo para hablar con Aidan.

Él se dirige a su escritorio, se voltea. Jack es el último en salir. Le da una mirada socarrona a Aidan este fulminadolo con la mirada.

Jack sale del salón. Tomo una profunda respiración y me acerco a Aidan. Llego hasta su escritorio. Él con la vista puesta en la puerta mientras dobla un libro.

¿Estás bien?

—Si

Dobla el libro por completo.

Aidan

Gira a verme

¿Qué pasa?

—Nada Layla

—Nada —me cruzo de brazos— se nota que no te pasa nada cuando quieres arrancarle la portada a ese libro.

Aidan agacha la vista. Deja caer el libro al escritorio.

¿Para que te quería el director?

—Se enteró lo que pasó ayer

—¿Quién le dijo?

—¿Quién creés? El maldito chico nuevo fué de chismoso. Se quejó con él, le contó de nuestra relación al director y que lo golpeé.

Abro la boca sorprendida

¿Qué te dijo el director?

—Iba a correrme, pero en resumen me dió otra oportunidad. No quiere otra queja de mi parte—se deja caer en la silla—te juro Layla que me daban ganas de matarlo ahí pero me aguante. Lo odio.

—Calmate

—Igual le dejé en claro que no voy a dejarte. Nadie va a separarnos Layla.

Aidan...

—Solo no quiero más problemas con ese chico.

—No los tendrás

Agarra mi mano

—Anda vete con tu amiga

—Adiós Profesor Wesley

—Adios Señorita Bennett

Aidan me suelta y salgo del salón. Me encuentro a Marlin en el pasillo esperándome. Me acerco a ella.

Busquemos a Jack

—¿Por qué?

—Porque va a escucharme

Busco a Jack por los pasillos. Lo veo y camino decidida hasta él.

¡Jack!

Él gira a verme

Hola Layla

Eres un maldito chismoso

—No sé de qué me hablas

—Lo sabes perfectamente, ir de chismoso con el director sobré lo de ayer.

—Oh eso, verás Layla el maldito profesor Wesley lo merecía.

—Y tu merecías ese golpe—lo señalo—no tenías ningún derecho a decirle al director de mi relación con Aidan.

—Vamos Layla tú mereces algo mejor, no entiendo porque sales con un chico como él.

—Porque chicos como tú no valen la pena.

Me cruzo de brazos

Uhh—se burla Marlin.

Deja de meterte con él, conmigo. Entiende no somos amigos, solo somos compañeros, compartimos varias clases y es todo.

—Layla entiende, tenía que hacerlo

—No te quiero cerca de mí

—Oh vamos Layla, estás exagerando. Tú vas a volver conmigo.

—¡No somos nada! —exclamo

Pero estarás atrás de mí como todas, soy inrresistible.

Me río

Ya quisieras

—Si ajá, estoy seguro que irás a rogarme. Ofrecida.

Abro mi boca indignada

Alto alto, vamos a detener esto —interviene Marlin—Quiero creer que no dijiste eso verdad, no lo hiciste—da un paso adelante—¿Quién te crees para hablarle así a Layla? Creés que todas las mujeres somos así, estás muy equivocado. Espero esto se sirva a respetar a Layla, en relaciones que no te imcuben y a todas las mujeres que te topes.

Marlin flexiona su rodilla y le da un golpe a Jack en su entrepierna. Cubro mi boca. Varios chicos se burlan. Mar se aleja de él y él se agacha haciendo una mueca.

Espero que no vayas a ir de chismoso con el director solo porque una chica te golpeó ahí.

Marlin voltea a verme

Listo, vámonos Layla

Se acerca a mí, toma mi mano y me obliga a moverme.

Me la vas...a pagar... rubia. Las dos.

Me voy con Marlin riendo por los pasillos dejando a Jack atrás sufriendo.

Eres la mejor amiga

—Lo sé

La abrazo y seguimos avanzando

¿Qué haría sin Marlin? La necesito en mi vida. Mi mejor amiga.

(...)

Es la hora del receso. Me encuentro con Marlin en el comedor del instituto. Sentadas en una banca comiendo.

Sabes, no estoy satisfecha con lo que le hiciste a Jack.

—¿No? Eso fué un fuerte golpe

—Si pero creo que le faltó más para aprender la lección.

Mar suelta una risa, me contagia y me río.

Veo a Jack entrar y dejo de reírme

En ese caso

Marlin bebe de su refresco

—¡Scotty!

Él corre hasta nosotras

Hola chicas

—Scotty necesitamos tu ayuda

—¿Para besar a ella de nuevo?

—No idiota, ella está apartada

—Si lo sé, para el profesor Wesley

"Todo el mundo lo sabe"

Necesitamos que nos ayudes, ves a ése chico.

Marlin apunta en dirección a Jack. se voltea.

—¿El chico nuevo presumido?

—Exacto, ve y arrojale la comida en su ropa.

—Hecho, ¿cuánto vas a pagar?

Marlin rueda los ojos

$100

—$200

—¡No! —chilla ella— Te daré $100, tomalo o déjalo o si no... le cuento a Susan que la engañas con Fátima de primer año.

—Bien lo haré, trato hecho

Scotty corre hasta Jack. Toma una charola y se acerca a él. Ambas atentas. Llega hasta él y se la lanza encima. Se aleja corriendo, Jack suelta un grito, se nota muy molesto. Con la ropa empapada. Yo y Mar nos reímos. Chocamos los cinco, Jack se marcha maldiciendo.

¿Satisfecha? —me pregunta Mar

—Muy satisfecha

Ambas soltamos una carcajada cómplice.

  A I D A N

Las clases han terminado, estoy en el estacionamiento esperando a Layla. La veo salir con Marlin, me ve y se acerca a mí.

Es hermosa

Ambas chicas llegan hasta mi. Layla me abraza y al instante se aleja.

Te extrañé

—Yo también

Marlin carraspea

Hola Marlin

—Hola Romeo

Frunzo el ceño nuevamente.

Bueno yo me tengo que ir

—¿No quieres que Aidan te lleve Mar?

—No amiga, traje mi auto, además quiero pasar a hablar con Joshua y arreglar todo esto.

—¿Quieres que te acompañe?

—No Layla, puedo sola, soy una chica valiente y fuerte.

—Eso me quedó claro

Ambas ríen. Las veo confundido.

Adiós amiga, adiós Romeo

—Suerte Mar —le dice Layla

—Adiós Marlin

Marlin se aleja de nosotros. Me coloco frente a Layla.

¿Por qué me dice Romeo?

—Ya sabes cómo es Mar, además el apodo te queda.

—Entonces tú eres mi Julieta.

Ella sonríe

Por supuesto

Le doy un corto beso. Me alejo de Layla.

Vamonos antes de que el director nos vea.

—Tienes razón, nada de besos entre maestro a alumna.

Ambos reímos.

Le abro la puerta a Layla, ella entra, cierro la puerta y rodeo el auto. Entro. Me acomodo en mi asiento. Saco la llave y lo enciendo. Giro a verla. Me inclino y le doy un casto beso.

Vamonos mi Julieta

Pongo en marcha el auto alejándome del instituto cada vez más.

(...)

Después de dejar a Layla en su casa me dirigí a la casa de mis padres, por cierto, me contó lo que le hicieron al imbécil de Jack. Se lo merecía. Ambas chicas juntas son un peligro. Les aplaudo.

Dejé a mi chica en su casa, luego de despedirme de ella por más de media hora con muchos besos.

Maldita sea, Layla me está haciendo adicto a ella.

Llego a la casa, me abajo del auto. Guardo las llaves y camino hasta la puerta. Al llegar, toco la puerta. A los pocos minutos mi madre abre.

Hola Mamá

—¡Aidan! Hijo no debes tocar, tu tienes llaves para entrar.

Mi madre me invita a pasar.

Ya no vivo aquí madre

—Hijo está siempre será tu casa

Entro y la abrazo. Le doy un beso en la mejilla. Camino junto a ella mientras me abraza.

Que bueno que viniste, ya te extrañaba.

—Apenas llevo casi un día que me fui

—Lo sé cariño pero me acostumbré a ti, está mañana fuí a tu habitación a despertarte como siempre y vaya la sorpresa, no estabas. La realidad me golpeó.

—Sabes que siempre vendré a verte

Llegamos a la sala, nos sentamos en el sillón.

¿Te tomaste tu pastilla?

—A la hora exacta hijo

Ella acaricia mi mejilla. Recargo mi cabeza en el sillón.

¿Cómo estuvo tu día?

—Que te digo, el director me mandó llamar por el problema de ayer.

—¿Por lo que pasó con tu rival?

—¡Mamá!

Ella ríe

Lo siento, el chico que quiere a Layla. Lo siento hijo era una broma. Dime qué te dijo.

—Estuvo apunto de correrme, me dió otra oportunidad —me recargo en su hombro—Madre ese chico va a causarme muchos problemas y ahora tendré que soportar su presencia en el instituto, además ya el director sabe mi relación con Layla.

—Tranquilo hijo, Layla te quiere a ti, no a él.

—Lo sé—suelto un suspiro—Te juro que si me dieran a elegir entre mi trabajo y Layla. Elegiría mil veces a ella, no la cambio por nada.

Mi madre coloca su mano sobre la mía.

Layla es la indicada para ti

—Me a quedado claro ¿por qué el amor es tan difícil?

—Hijo y lo que te falta, si realmente amas a Layla deberás superar las pruebas del destino que se interpongan en el camino.

Suelto un suspiro

Tienes razón, por ella lo vale.

Una madre nunca se equivoca ¿no?

Layla es el amor de mi vida

La chica de ojos verdes lo es todo para mí.





CONTINUARÁ...

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