Aidan sigue avanzando hasta llegar hasta Layla, dejando atrás a Jack con una nariz rotas.

"Se lo merecía" piensa Aidan.

Cuando llega hasta ella, Layla enarca una ceja.

—¿Por qué lo golpeaste?

—Se lo merecía —le responde.

Ella le entrega su maletín, él lo recibe.

Aidan sigue avanzando, se detiene y voltea a verla.

—¿Vienes?

Layla voltea a verlo.

—Aun no me has dado una explicacion.

Aidan suelta un bufido.

—Te la daré en el auto, vámonos.

Layla gira a ver a Jack, el chico se a levantado, se da la vuelta empezando a alejarse. Ella se da la vuelta y empieza a caminar hasta Aidan. Ambos avanzan juntos en dirección al auto. A poca distancia, llegan. Aidan saca sus llaves, abre la puerta y voltea a ver a Layla. Ella se adentra al auto susurrando un "gracias" Enseguida cierra la puerta, rodea el auto y entra. Lanza su maletín al asiento de atrás y se acomoda en el asiento.

Layla se quita la mochila y la coloca en sus piernas. Suelta un suspiro.

—¿Y bien?

—No quiero hablar de eso

—Aidan —Layla gira a verlo.

Él saca la llave y enciende el auto. Coloca las manos en el volante.

—Se lo merecía, habló cosas de ti que no voy a repetir.

—Eso que hiciste puede causarte problemas.

—No me importa, tenía que defender a mí chica.

Layla sonríe, tan pronto borra la sonrisa, se pone sería, recuerda que esta molesta, no puede echarlo a perder.

—Y te lo agradezco amor es solo que. ..

—Ese idiota quiere contigo —la interrumpe él.

—¿Qué?

—Es obvio Lay, tal vez no te diste cuenta pero yo sé perfectamente que es así. Él me lo dejó muy en claro, le gustas y no voy permitir que ese imbécil se acerque a ti, no pienso perderte de nuevo.

—Aidan eso no va pasar porque al único que quiero es a ti.

—Espero que a ese imbécil le haya quedado claro, Lay aléjate de él.

—Lo haré, tampoco me callo tan bien, además, te lo repito, solo tengo ojos para ti, a ti te amo Aidan.

Él la agarra de la mano y besa el dorso.

—Y yo a ti Lay —la suelta y suspira— Espero que se largue pronto, ojalá nunca hubiese venido a éste instituto y para colmo soy su maestro.

Layla ríe.

—¿De qué te ríes? No es divertido Lay.

—Lo siento es solo que... Es raro verte así, celoso.

—¿Celoso yo? Uff por favor, soy mejor que él.

—Bueno eso no voy a discutir pero si estás celoso.

Aidan niega varias veces. Regresa la vista al frente.

—Solo un poco—hace una pequeña pausa—bueno mucho.

Layla sonríe.

—Nadie va a separarnos, confía en mí.

—Y lo hago Lay, sé que no serías capaz de engañarme —gira a verla—Pero no confío en ese tipo.

—Solo ignoralo

—Lo intentaré

Aidan pone en marcha el auto.

—Sabes, lo mismo sentí con Charlotte.

—No me hagas recordarla, lo de ella es distinto.

Layla deja de ver por la ventana y voltea a verlo.

—¿Distinto? No lo creo, es casi lo mismo. Además, te recuerdo que ella era tú ex.

—Layla por favor cambiemos de tema. Tú lo has dicho era, en pasado, tu eres mi presente y serás mi futuro.

—Solo quiero que lo tengas en cuenta, esos celos que sentiste hace rato, lo mismo pasé yo.

—Bueno dicen que los celos existen cuando realmente te importa esa persona y yo te amo Lay.

Layla le regala una sonrisa, Aidan sigue conduciendo. Ambos se quedan en silencio un rato. Layla observa por la ventana.

—Nene

—Mm

—Quiero... quiero pedirte una disculpa por la discusión de anoche, no debí decir aquello.

—Solo olvídalo Layla

La chica se remueve en su asiento y voltea a verlo.

—No puedo, te dije cosas que no debí decir, no es tu culpa lo que pasó y estuvo mal que te reclamara por no contarme nada, es normal, Alonso es tú amigo, apesar de lo que le hizo a Mar, siempre lo será y debo respetar que tú lo sigas viendo como tal... Lo siento Aidan.

Él suelta un suspiro.

—En eso tienes razón, mira, Marlin me cae bien pero no quita que dejaré de ser amigo de Alonso como de Joshua, sin importar sus problemas entre ambos. Tú eres mi novia, simplemente nos puedes darme a alegir porque a todos los quiero de forma distinta — Aidan hace una pequeña pausa— En cuanto a la discusión, no es la primera, pero debo admitir que me molestó lo que dijiste.

Layla agacha la vista. Él la mira de reojo.

—Sin embargo, tiene solución, en ese momento me enojé contigo, pero ahora no Layla, entiendo que todo esto te haya afectado, Marlin es tu amiga, es entendible.

—Pero no quiero que sus problemas afecten nuestra relación.

—Eso pasará si nosotros lo permitimos —Aidan sujeta el volante con una mano, con la otra agarra la mano de Layla —No dejaremos que eso afecta nuestra relación, debemos mantenernos juntos Layla.

La chica sonríe

—Tienes razón, ¿me perdonas?

—No tengo nada que perdonarte, todo queda en el olvido.

Layla se inclina y besa su mejilla.

—Eres el mejor novio, ¿lo sabías?

—No digas eso, me la creeré—Aidan sonríe—A veces creo que no te merezco, eres demasiado para mi. Estoy jodido Lay, mi pasado no permite tener a alguien como tú.

—Aidan olvida eso, has cambiado y creo que ambos estamos igual, nunca pensé encontrarte.

—Le agradezco a Alonso que ese día haya insistido tanto en ir a esa fiesta, ese día te conocí y no me arrepiento de eso. Te amo Lay.

—Eres tan cursi

Ambos sueltan una risa

Aidan sigue conduciendo, la observa de reojo y le sonríe. Layla observa sus manos entrelazadas, una sonrisa boba se plasma en su rostro, se dispone a ver por la ventana el resto del camino.

...

—Lay, se me pasó decirte

Aidan rompe con el silencio. Ella voltea a verlo.

—¿Sobre qué?

—Regreso al departamento, estoy decidido.

—Oh, ¿creés que Marisol lo tome bien?

—Eso es lo que me preocupa, conozco a mí Madre, estoy seguro que no le agradará la noticia, Lay siempre me a gustado ser independiente, vivir con mis padres es algo que no me siento cómodo, si lo hice fué para estar cerca de mi madre pero ahora... —Aidan suelta un suspiro—. No quiere decir que no me importe porque no es así, los quiero a ambos pero...

—Entiendo perfectamente, ¿cuándo piensas irte?

—Hoy mismo, más tarde hablaré con ellos.

Layla asiente

—Seria demasiado si te pidiera que estuvieras conmigo en ese momento, no quiero hacerlo solo, te necesito. Además, tal vez puedas ayudarme, mi madre te adora más que a mí, extraña tus pastelillos. Bueno si no tienes compromisos, sino entiendo.

Layla sonríe

—Estare ahí, le prometí a Mar que iría a verla después de clases, déjame en su casa, habló con ella un rato y más tarde paso a tu casa.

—Gracias Lay, tengo pensado decirles después de la comida, quedas invitada.

Layla asiente

—Solo espero que lo tomen ambos de buena forma y más mi Madre.

—Lo harán Aidan, cuentas con mi apoyo.

(...)

Aidan aparca fuera de la casa de Marlin.

—Es hora de irme, nos vemos luego.

Layla se coloca la mochila, se inclina hasta él y le da un corto beso.

—¿Quieres que venga por ti?

—No es necesario, pediré un taxi, nos vemos en tu casa.

—Te esperaré Lay

Aidan se acerca a su rostro y la besa, ambos tomándose todo el tiempo del mundo, disfrutando el momento.

Tiempo después se apartan. Layla se despide de él y baja del auto. Aidan arranca el auto. La chica se despide de el con un movimiento de mano y lo ve alejarse cada vez más.

Layla suelta un suspiro, se da la vuelta y camina hasta la puerta de la casa. Al llegar, toca dos veces, la puerta se abre por la madre de Marlin. Invita a pasar a Layla, siendo un déjá vu como en la mañana.

...

Layla abre la puerta de la habitación de Marlin. Se adentra, observa a su amiga sentada en la cama, viendo la televisión con un bote de helado para ella sola.

Layla suelta un bufido, lanza la mochila sobre la cama.

—¿Sigues en cama?

—Hola amiga gracias por saludar

—Mar no puedes seguir así

—Puedes dejarme sufrir un momento, mañana estaré como nueva, solo necesito, necesito —Marlin saca el último pañuelo de la caja, se suena los mocos —llorar un poco.

Layla se sienta en la orilla de la cama.

—No me gusta verte así

—Es normal Lay, ya se me pasará. —Marlin hace una pequeña pausa— Sabes, no me siento tan mal por cortar con Alonso.

Layla frunce el ceño

—¿Entonces?

—Si estoy así es porque me culpo por ser tan estúpida, creí que él era el indicado, me equivoqué, ahora con lo de Joshua estoy tan confundida, siento que solo fue para el un simple beso y para mí no fue así, no me entiendo Layla, apenas si lo conozco. —Marlin se limpia sus lágrimas—Y para colmo, perdí una amiga, hablo de Lizzy, ve me mandó ésto—Marlin se inclina, toma su celular, lo desbloquea, teclea y se lo pasa a Layla—Ya lo sabe todo. Me quiere lejos de su hermano, me culpa de todo.

Layla vuelve a leer el mensaje. Levanta la vista.

—Marlin no es tu culpa, en todo caso, él te beso.

—Y yo le acepté

—Seria de ambos

—Me estoy equivocando con él, no quiero ilusionarme.

—Tienes que hablar con él

Marlin niega varías veces, toma la cuchara y la mete al bote. La saca llena de helado y la lleva hasta su boca.

—Deben dejar las cosas en claras, tal vez él sienta algo por ti.

—¿Tú creés? —emite con la boca llena.

Layla se encoge de hombros

—Intentaré hablar con él, tampoco quiero perder la amistad de Lizzy por culpa de su tonto y sexy hermano.

Marlin empieza a llorar, Layla se levanta y se acerca a ella. La abraza. Permanecen un largo rato así. Marlin se aparta, limpia sus mejillas y sorbe su nariz.

—No quiero amargarte con mis problemas. Mejor dime, ¿cómo estuvo la escuela?

Layla se acomoda en su lugar. Estira las piernas y se recarga en la cabecera de la cama. Quedando junto a su amiga.

—Lo normal, me hiciste falta —Mar sonríe—aunque, llegó un chico nuevo.

—¿Enserio? ¿Y cómo es? ¿Esta guapo?

—Ah... no puedo negarlo, tiene lo suyo pero no tanto como Aidan.

—Amiga tu solo tienes ojos para tu Romeo y respecto a ése chico, tendré que verlo en persona y dar mi humilde opinión.

—Acaba de llegar y ya causó problemas.

—¿Por qué?

Layla toma una profunda respiración y le empieza a contar todo a Marlin.

...

—¡¿Lo golpeó!?

Layla asiente

—Vaya, quién lo viera que Aidan reaccionaría así.

—Tambien me extraño, es celoso pero no hasta tal punto. Es la primera vez que lo veo así en el tiempo que llevamos de novios.

—Layla, no debiste dejarlos solos, cuando dos hombres pelean por una chica, siempre acaba mal, a golpes.

—Lo sé Mar, no pensé que Aidan reaccionaria así, me sorprendió. Normalmente, la celosa siempre soy yo, él es tan pacífico pero hoy, conocí una parte de Aidan que no conocía, le aterra perderme —Layla suspira— Lo amo tanto.

—Bueno dices que fué para defenderte. Layla ese chico es un sol. Te envidio, se nota cuando él te ama, hacen una linda pareja, yo quisiera encontrar a alguien así.

Layla la abraza

—Lo encontrarás amiga

—Ay Layla, el amor es una mierda

—Mierda es el que te hizo creer eso

Ambas sueltan una risa

—Tienes razón, necesito encontrar al indicado, necesito un amor como el tuyo.

(...)

Tiempo después y Aidan llega hasta su casa. Entra, camina hasta la sala. Deja su maletín en el sillón, escucha ruidos en la cocina y se dirige hasta allá.

Entra a la cocina viendo a su Madre cocinando.

—Hola Mamá

—Hijo que bueno que llegas

Aidan se acerca a ella, le da un beso en la mejilla.

—¿Tan pronto cocinando?

—Quiero hacerle su comida favorita a tu padre.

—¿Vendrá a comer?

Marisol asiente

—Que bien—Aidan coloca sus manos en sus bolsillos—¿Ya te tomaste tú pastilla?

—No se me olvida hijo

—¿Segura?

—Aidan se supone que yo soy tu madre, yo debo estar al pendiente de ti, no al reves.

—Te equivocas Madre.

Marisol bate un par de huevo en un traste.

—Te ayudaré

Aidan se dirige a lavar sus manos, las limpia con una toalla. Su madre le pasa un mandil de flores, él hace una mueca de desagrado. Al final, se dispone a ponerlo soportando la burla de su madre y le empieza a ayudar.

—Por cierto, invité a Layla a comer

—Me parece bien hijo, esa chiquilla me cae muy bien. Ya decía yo que ella era la indicada para ti.

—Una madre jamás se equivoca ¿no?

Marisol asiente

—Cuentame, ¿cómo van las cosas con ella?

—Bien de lo que cabe

—¿Problemas?

—Algo así, empecemos por lo que pasó con Joshua y Alonso.

Marisol frunce el ceño.

Aidan le empieza a contar todo, Marisol lo escucha atentamente, ambos entre pláticas, prepararán la comida...

—Entonces, Alonso se fué sin despedirse.

—Exacto

—Hay que muchachito, cuando lo vea voy a tomarlo de las orejas.

Aidan suelta una risa.

—Si, dejándo a un lado lo de Joshua, Marlin y Alonso, —él hace una pequeña pausa—Hoy tuve un problema con Layla.

—¿Qué pasó?

—Llegó un chico nuevo y al parecer se fijó en Layla —Marisol deja de cortar las verduras—Hable con él, el muy imbécil me dejó en claro que hará lo que sea para que ella se fije en él, le di su merecido, habló cosas de ella que me molestaron bastante.

—Hijo, los golpes no resuelven nada

—Lo sé Madre, pero te juro que me sacó de mis casilla. No solo defendí a Layla como mi novia, sino también como mujer a tal idioteces qué él le dijo.

Aidan se voltea, vierte las verduras en la cazuela. Toma una cuchara grande y la empieza a mover.

—¿Fué dentro del instituto?

—Fuera, a la hora de la salida.

—Hijo eso puede causarte problemas, no está bien que un maestro se agarre a golpes con su alumno. Si llega oídos del director, te irá muy mal.

—Lo sé, eso mismo me dijo Layla —Aidan se da la vuelta, se acerca a la mesa— En ese momento no pensé las consecuencias madre, solo quería callarle la boca a ése tipo. No quiero que un arrebato me cause problemas, ser maestro es lo que más me gusta hacer, he dado demasiado esfuerzo para lograr hasta donde estoy.

—Y a mí me queda claro hijo

—Es una suerte que ese instituto me haya dado la oportunidad de ser maestro y no solo como un maestro suplente. Por mi corta edad dudan de eso.

—Y tú le has demostrado todo lo contrario hijo. Eres un excelente maestro.

Aidan toma el cuchillo

—Al principio creí que ser maestro en el mismo instituto que Layla me causaría problemas pero no tantos y más ése tipo.

Clava el cuchillo en la tabla de madera. Marisol se acerca, saca el cuchillo y lo aleja de él.

—Deberias calmarte hijo

Aidan coloca sus manos sobre la mesa.

—¿Por qué el amor es complicado? He visto la relación entre tú y mi padre y para mí es el mejor ejemplo.

—Hijo, no somos la pareja perfecta. Hemos pasado por mucho, nuestro amor es tan grande que lo supera todo.

—Me gustaría tener una relación así con Layla.

—Lucha por ella hijo, nunca te rindas, si realmente la amas, no la dejes ir.

—Lo haré madre y más ahora, para mí mala suerte tengo un rival.

Suelta un gruñido.

Marisol se da la vuelta, se acerca a la cazuela. La revisa.

—Pasame la sal

Aidan se la entrega

—¡Hola familia!

El padre de Aidan se adentra a la cocina.

—Hola papá

Marisol se gira

—Hola amor llegas pronto, la comida ya le falta poco. Nuestro hijo me ayudó a prepararla.

—Me alegra oír eso

Harold se acerca a Marisol y la besa. Aidan aparta la mirada. Carraspea.

—Puedo irme si quieren—les dice.

—No es necesario hijo. Quiero que seas testigo del amor que le tengo a tu madre.

Ambos se abrazan. Aidan sonríe y agacha la vista.

Solo espera no equivocarse.

—Tengo que irme, quedé con Aidan en ir a su casa.

—Entiendo, vete con cuidado amiga gracias por venir.

—Siempre contarás conmigo Marlin.

Layla se despide de su amiga. Sale de su habitación, se despide de Sonia y termina por salir de la casa. Afuera, el taxi la espera, sube, le da la dirección y arranca directo a la casa de Aidan.

(...)

Marisol termina de acomodar la mesa, con ayuda de su esposo e hijo. De pronto el timbre de la casa suena.

—Debe ser ella, yo abro

Aidan se dirige a abrir, llega hasta la puerta, la abre. Observa a Layla sonriente. Le da un beso y la invita a pasar.

—¿Le pediste permiso a tu madre?

—No te preocupes, lo hice

Layla le entrega la mochila, Aidan la toma y la deja en el sillón. La dirige hasta sus padres.

—¡Layla! Cariño que bueno verte

—Hola Marisol, Señor Harold.

—Nos alegra tenerte aquí Layla —le dice el padre de Aidan.

—Gracias

—Tomen asiento, la comida ya está lista —les pide Marisol.

Todos toman asiento en la mesa. Aidan y Layla quedan cerca. Marisol sirve, Layla le ayuda, Aidan sirve los vasos de agua fresca. Todos se disponen a comer entre pláticas y risas.

...

Terminan de comer, Marisol levanta los platos. Aidan gira a ver a Layla, entrelaza su mano. Marisol regresa a la mesa y Aidan carraspea.

—Quiero decirles algo

—¿Qué pasa hijo? ¿Es algo grave?

—No padre es...

—¡No me digas que Layla está embarazada! —lo interrumpe Marisol.

Layla abre los ojos, Aidan tose.

—No madre no es eso

—Por un momento creí...

—Marisol tranquila, los nietos llegarán cuando tengan que llegar.

—Lo sé Harold pero me hace ilusión tener nietos, ya estoy vieja y quiero ver tantos pequeños correr por la casa.

—Madre aún yo y Layla no estamos listos para ese paso.

—¿Pero se están cuidando? Deben hacerlo si no quieren que pase.

Layla siente las mejillas rojas, Aidan gira a verla.

—Eso es muy personal

—Tiene razón tu padre Aidan, deben ser responsables al tener relaciones.

—¡Madre! —Aidan hace una pequeña pausa—Estamos concientes de eso, no tienen que preocuparse. Saben que no me gusta que se metan tanto en mi vida privada. Ya estoy demasiado grande para saberlo.

—Un consejo siempre te cae bien hijo

—Lo sé padre, pero lo que les quiero decir no tiene que ver con Layla.

—¿Entonces? —pregunta Marisol mientras toma su vaso.

Aidan gira a ver a Layla. Presiona su agarre en su mano. Posa la vista en sus padres. Toma una profunda respiración.

—Ya lo pensé mucho... Me regreso al departamento.

Marisol deja el vaso en su lugar sin haberle tomado.

—¿Por qué? No te estamos corriendo

—Madre sabes que me gusta ser independiente. Vivir con ustedes no está en mis planes.

—Eres nuestro único hijo, la casa es demasiado grande Aidan.

—No es eso Madre....

—Marisol, hay que entender a nuestro hijo. Es su decisión.

—¡No Harold! ¡No tiene porque irse!

—Madre cálmate

Aidan esta por tomar su mano, su madre la aparta de inmediato.

—Estoy conciente que ya estás grande, que harás tú vida. Tal vez cuando te cases, tendrás que formar tu propia familia, irte pero ahora hijo. No lo acepto.

—Madre...

—¡No Aidan! ¡Si tú estás aquí fue solo porque me enferme! ¡Ya que estoy bien ya quieres irte! ¡No lo planee para obligarte a vivir aquí!

—Si viví un tiempo con ustedes fue por ti, me preocupas y quería estar al pendiente de ti.

—¡Pues ya no te necesito hijo! ¡Para la próxima no te hago venir! ¡Vete Aidan!

Marisol se levanta de la mesa.

—Cariño regresa

—¡Ahora no Harold!

Aidan rápido se levanta, Marisol se marcha en dirección a las escaleras y las empieza a subir rápido ignorando el llamado de su hijo y esposo.

Layla llega hasta Aidan, coloca su mano en su hombro. Él agacha la vista.

—Hablaré con ella hijo

—Mi intención no era lastimarla

—Aídan—él levanta la vista— Trata de entender a tu madre, eres nuestro hijo único, le afecta esté tipo de noticias. No olvides la primera vez que decidiste irte.

—Tampoco lo tomó bien

—Trataré de convencerla ¿cuándo te vas?

—Hoy mismo

—Bien, ve a hacer tus maletas—Harold coloca su mano en el hombro de su hijo—Cuentas con mi apoyo.

—Gracias

Ambos se abrazan, Layla se aleja unos pasos. Se separan, Harold se da la vuelta y se marcha en dirección a las escaleras. Aidan gira a ver a Layla.

—¿Creés que hice bien Lay?

—Aidan, tu madre lo entenderá.

—No quiero que me odie Layla, no quiero.

Layla lo abraza, el chico se desahoga entre los brazos de su novia.

♡

—Gracias por ayudarme con las maletas —le dice Aidan a su novia.

Después de lo ocurrido anteriormente. Aidan subió con Layla a su habitación para empezar a empacar. Desde la habitación escuchaban a sus padres hablando, hace varios minutos que se habían dejado de escuchar.

—¿Crees que la convenza?

Layla asiente

Aidan cierra la última maleta.

No obstante, un golpe en la puerta los interrumpe. Aidan murmura un "adelante" sus padres se adentran a la habitación.

—Hijo, alguien quiere decirte algo. Vamos Marisol.

—Yo... Yo los dejaré hablar

—No Layla, puedes quedarte, ya formas parte de esta familia.

Layla asiente. Marisol se acerca hasta Aidan.

—Para una madre no es fácil despedirse de sus hijos. Verlos crecer, que se vayan es...

—Madre no porque me vaya dejaré de verte, vendré a visitarte todos los días si es posible. Son bienvenidos en el departamento.

—Lo sé hijo pero no será igual. Ya no podré venir a despertarte por las mañanas, verte todo greñudo, desarreglado...

—Madre

Marisol limpia la lágrima de su mejilla.

—Hay Aidan, tan pronto creciste y aunque me duela admitirlo, estás en todo tu derecho de querer irte, no vamos a obligarte. Ya has estado viviendo solo varios años, es solo que me acostumbré a tenerte de vuelta aquí en la casa.

Aidan abraza a su madre.

—Vendre a verte mamá.

Marisol se aleja de su hijo. Aidan limpia las lágrimas de sus mejillas.

—Debimos tener otro hijo

—Te lo dije Marisol—le dice su esposo.

—Yo soy único

—Tal vez debemos buscar su reemplazo —menciona Harold con burla.

—Podrias ser un perrito—contesta Marisol.

Aidan abre la boca

—¿Me quieren reemplazar con un animal?

—Bueno al menos el no va a abandonarme—le dice Marisol— Es broma hijo, siempre serás mi pequeño Aidan, mi bebé.

Él la vuelve a abrazar, Harold se une al abrazo. Layla desde lejos los observa, un nudo de forma en su gargantay agacha la vista.

—Hacen una bonita familia —habla Layla con un hilo de voz.

"Una familia que me gustaría tener" piensa.

—Layla únete al abrazo, también eres de la familia, eres como mi segunda hija.

Layla sonríe, se acerca, Aidan la toma de la cintura y entre todos se abrazan.

(...)

Aidan sube las maletas al auto, se despide de sus padres por tercera vez y se monta al auto con Layla de acompañante. Enciende el auto, los observa por el espejo. Gira a ver a Layla. Ella toma su mano. Él toma una bocanada de aire. Pone en marcha el auto y se empieza a alejar de la casa. Sintiendo un nudo en la garganta al dejar a sus padres atrás.

...

Layla y Aidan llegan al edificio. Bajan del auto. El chico saca las maletas, ella le ayuda y entran juntos al edificio.

—Gracias por acompañarme Lay

—Te dije que contarias con mi apoyo

Ambos llegan a la puerta del departamento.

—¿Podrías sacar la llave de mi bolsillo por favor? —le dice Aidan a Layla mientras señala sus manos ocupadas por las maletas.

Layla asiente, baja la pequeña maleta al suelo. Se acerca a Aidan, mete la mano en su bolsillo.

—No la encuentro

—Busca bien

Layla se dispone a buscar la llave, Aidan le roba un corto beso. Layla sonríe, encuentra la llave, la saca, se da la vuelta y se dispone a abrir.

Layla empuja la puerta, toma la maleta y entra al departamento, Aidan la sigue. La chica espera a que entre y cierra la puerta. Aidan baja las maletas al igual que Layla. Ella se quita la mochila y la lanza al sillón.

—He llevado la mochila a todos lados. —dice ella—Lo bueno es que no tengo tarea.

Aidan se da la vuelta

—Todo sigue igual

—¿Cuanto tiempo llevas viviendo aquí?

Él suspira

—Desde los 19 años, llevo cuatro años viviendo aquí.

Layla asiente

—Oye, sería demasiado si te pidiera que te quedarás, te necesito a mi lado. Necesito a alguien que me consuele.

Layla se cruza de brazos

—Tu Madre también está triste

—Pero ella tiene a mi padre, yo no tengo a nadie más que a ti.

Layla lo piensa un momento

—Le avisaré a mí Madre.

Layla saca su celular, se aleja un poco y lo lleva a su oído. Aidan se deja caer sobre el sillón, recarga su cabeza en el respaldo y cierra los ojos un momento.

Cortos minutos después y Layla regresa.

—Listo

Aidan abre los ojos y observa a Layla frente a el.

—¿Qué te dijo?

—Me dio permiso

Layla se sienta a su lado. Se acerca a él.

—Le dije que me quedaría a dormir en casa de Marlin, le mandaré un mensaje a Mar por si a mí Madre se le ocurre llamarla.

—¿Por qué no le dijiste la verdad? Que estabas conmigo.

—Estas loco, no me dejaría, imagínate, mamá dormiré con mi novio, solos en su departamento.

—¿Y? No pasará nada ¿o si?

Aidan se inclina y la besa. Layla se aparta de él.

—Prefiero una pequeña mentira

—Como sea, me gusta que estés aquí

Aidan se recorre, se acerca a ella, la toma de la cintura y la besa, ella siguiéndole el beso. Moviendo sus bocas con sincronización, saboreando el sabor de sus labios. Se separan y se vuelven a besar. Layla enrreda sus manos alrededor del cuello del chico y profundizan el beso.

Aidan baja su mano hasta llegar al final de su blusa e introduce su mano por debajo dando leves caricias con las yemas de su mano por el vientre de Layla. Después se aleja de ella, va hasta su cuello dejando cortos besos. Layla suelta un pequeño jadeo. Aidan vuelve hasta su boca y la vuelve a besar. Layla se hace hacía atrás, sin dejar de besarse, termina acostada en el sillón con Aidan arriba de ella. Ambos se besan por varios minutos, por falta de aire se separan.

—Creo que debería detenerme —le dice Aidan con la respiración agitada.

—Deberias pero no lo hagas

Aidan frunce el ceño

—Quiero ser de nuevo tuya

Layla une sus labios con los de él en un corto beso.

—¿Estás segura Lay?

Ella asiente. Aidan se levanta.

—No Lay, no quiero que creas que solo te quiero para eso y...

—Shhh, hablas mucho

Layla se levanta y toma su mano.

—Vamos, estoy segura.

Aidan se levanta dejándose guiar por Layla directo a su habitación.

»»» CONTINUARÁ....

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Nota de autora:
Espero les haya gustado el capítulo, que lo hayan disfrutado tanto como yo. Nos seguimos leyendo pronto, el siguiente capítulo será fuerte: 👌😏🔥 y será narrado por Aidan 🙊🙌... Será interesante, lo prometido un capítulo narrado por nuestro sexy profesor Wesley. Nos vemos en el siguiente capítulo...💘💘