21 💞 No Es Tu Culpa
Layla muy apenas logró dormir la noche anterior, no dejo de pensar en lo que pasaría al día siguiente. Aidan se reencontraria con su viejo amigo y eso es algo que a Layla le preocupa:
¿Él va a odiarme cuando se enteré?
¿Cómo va a reaccionar?
¿Y si empeoro las cosas?
Esas fueron algunas de las preguntas que le atormentaron a la chica por la noche. Le fue difícil conciliar el sueño, se movio de un lado a otro y cuando se dió cuenta ya había amanecido.
Y al otro día, despierta con ojeras notorias bajo sus ojos, no deja de bostezar ante la falta de sueño. Cuando se levanta desayuna con su madre y le ayuda en la limpieza de la casa.
Al regresar a su habitación comienza a arreglarse.
A quedado con su novio en salir juntos hoy sábado a medio día con el fin de festejar que han regresado y pasar un lindo día como los novios que son.
Debido al calor que esta haciendo Layla decide ponerse una blusa negra de tirantes y un shorts de mezclilla acompañado con unos tennis vans blancos. Usa un poco de maquillaje resaltando sus largas pestañas y esos lindos ojos verdes que posee. Resalta cada rasgo facial. Termina con su cabello, esta vez prefiere dejarlo amarrado en una trenza.
Layla al verse por última vez en el espejo y retocar su maquillaje, contenta por los resultados sale de su habitación. Al llegar a la sala ve a su madre sentada en el sillón viendo un programa transmitido por la tv. Cuando voltea a verla, le regala una sonrisa.
—Te ves hermosa cielo
—Gracias mamá ojalá todo salga bien — dice Layla repasando el plan que a hecho en su cabeza.
No obstante, su celular suena en un mensaje reciente. Layla esta por sacarlo de su bolsa cuando el timbre se escucha.
—Debe ser él —menciona la chica y se dirige a abrir.
Cuando abre la puerta se encuentra con Aidan, quien le sonrie, le da un corto beso y se abrazan. Layla lo invita a pasar a continuación.
—Hola señora Kimberly
—Hola Aidan
—Bueno, mamá ya me voy
Layla se acerca a su madre dejándole un beso en la mejilla.
—Que se la pasen muy bien y Aidan, te encargo mucho a mi hija.
—Asi será señora, está en buenas manos—le contesta.
Ambos se despiden de Kimberly y salen de la casa. Aidan la agarra de la mano y la conduce hasta su auto. Le abre la puerta, Layla entra diciéndole un "gracias"
Él tras cerrar la puerta, rodea el auto entrando en el lado del copiloto. Se acomoda en su lugar, saca las llaves encendiendo el auto y voltea a verla.
—¿Estás bien?
Ella gira a verlo y solo asiente.
—¿Y dónde quieres ir primero? Estoy para complacerte amor.
—A dónde quieras—le contesta Layla —pero antes quisiera pasar a la casa de una compañera.
Aidan frunce el ceño
—¿Por?
—Quedamos en que iría a su casa por mis apuntes, se los empreste y voy a necesitarlos —miente la chica.
—Bien —dice Aidan sin creerle— ¿Y cómo se llama la chica? Tal vez la conozca.
—No, no lo haces —habla tan rápido Layla—digo existen muchos estudiantes no creo que sepas los nombres de todos —Layla hace una pequeña pausa— Amendeli así se llama.
—¿Amendeli? ¿Amendeli qué?
Layla se pone más nerviosa por las preguntas de su novio. Evita verlo y viendo al frente piensa un apellido falso y para ella es difícil pensar. Su mente esta en blanco y los nervios no le ayuden en nada.
—Flower
—No me suena
—Si es una compañera de química. Bueno ¿me llevás a su casa?
—¿Conoces la dirección?
—Si
—Bien vamos
Aidan pone en marcha en auto y tan pronto se alejan de la casa de Layla. Ella le da la dirección y arrancan camino.
(...)
Entre más se acercan más Layla se pone nerviosa. Trata de evitarlo. Durante el trayecto se la pasó hablando con Aidan, escuchando la música de la radio y mientras él conduce le envía un mensaje a Lizzy avisándole que ya van.
—Aidan —lo llama Layla. Él voltea a verla unos segundos y regresa la vista en la carretera.
—Si
—¿Tú me odiaría si me metiera en tu vida?
—¿A qué te refieres Lay?
Layla voltea a verlo y toma su pulsera muy nerviosa.
—Nada, olvídalo
Aidan sin entender no insiste y ambos permanecen en silencio.
—¿Por qué no tuviste hermanos?—de pronto le pregunta Layla.
—No lo sé, así mi madre decidió, antes di que me tuvieron a mí —contesta él con una risilla.
—¿Pero nunca te dieron ganas de tener un hermano, jugar con alguien?
—Solamente de niño, aunque no llegué a pensar mucho en eso. Tenía amigos...¿por qué lo preguntas?
—No por nada, a mí también me gustó ser hija única, no pensaba en compartir mis juguetes aunque a veces eche de menos a una confidente. Pero tengo a Mar, ella es una hermana para mí.
Aidan escucha atentamente a la chica y le regala una sonrisa.
—¿Debes apreciar mucho a Alonso?
—Bueno Alonso es un gran amigo apesar de tener pocos años de conocernos.
—¿Qué hay de Joshua?
Aidan se tensa al escuchar ese nombre.
—¿Qué hay de que?...
—¿A él cómo lo conociste?
Dura en contestar
—No quiero hablar de eso Lay
—Pero...
—Llegamos —la interrumpe.
Layla mira por la ventana viendo la casa de Lizzy, para ella fue tan corto el trayecto.
—Bien, ahora vuelvo —Layla abre la puerta y se abaja del auto —¿vienes?
—Prefiero esperarte aquí
—Vamos Aidan solo acompáñame —le insiste.
—Lay no, ve tú. Yo aquí te espero.
—Por favor
Layla le hace un tierno puchero que al chico no le queda de otra que aceptar.
Deja salir un bufido, baja del auto y acompaña a su novia hasta la entrada de la casa.
—¿Por qué tanta insistencia?
—Te da pena que te vean comigo —le dice Layla— que importa que seas mi maestro.
—Tu sexy maestro —recalca Aidan y le guiña el ojo.
—Exacto
Ambos suben los tres escalones y caminan hasta la puerta.
—No es eso Lay, la mayoría de la escuela sabe que somos pareja y realmente me importa un comino lo que piensen. Para mí es difícil ser tu maestro y comportarme cuando te veo
Aidan detiene a la chica y le roba un beso.
—Creenme que es más difícil para mí
Layla toca el timbre de la puerta.
—Debes sentirte afortunada a tener a tu novio como maestro, eso sí es suerte —rie el chico.
—¿Suerte dices? Creo que...
La chica se calla al ver la puerta ser abierta por Lizzy. Aidan que esta detrás de Layla con las manos en sus bolsillos se pone pálido al ver a la chica.
—Hola Layla—la saluda Lizzy con una sonrisa y dirige su vista a él —Hola Aidan, pasen por favor.
Les permite el paso para que entren. Aidan sigue atónito en su lugar, sin poder moverse o articular palabra. Sin apartarle la vista a Lizzy al reconocerla.
Layla voltea a verlo, lo toma del codo y lo obliga a entrar a la casa junto a ella.
Los tres se adentran a la casa, Lizzy se da la vuelta.
—Me alegra mucho que vinieran
—Te lo prometí Lizzy
—¿Se...se conocen? —les pregunta Aidan asombrado.
—¿No le haz dicho?
Layla niega
—¿Decirme qué? —inquiere Aidan confundido— ¿Layla que es todo esto? — se dirige a su novia.
—Aidan primero que nada no te vayas a enojar. Lo de mis apuntes era un pretexto para hacerte venir.
—¿Desde cuándo ustedes dos? —les dice Aidan mientras las apunta —¿De dónde conoces a Lizzy, Layla?
—Apenas nos conocimos ayer —contesta Lizzy por ella—Layla vino a hablar con nosotros.
—¡¿Tú?!
—Solo quiero ayudar —menciona Layla.
—¿Ayudar? ¡Lay me trajiste aquí con mentiras! ¡Te metiste en lo que no te importa! ¡Y ni siquiera me dijiste nada!
—No sabía como reaccionarias, tenía miedo okey.
—Aidan no quiero meterme pero tú chica solo hizo lo correcto. Ella solo quiere tú bien, ella convenció a Jos de hablar contigo. Él le pidió que te trajera hasta aquí.
—¡¿Y yo qué?! Nadie me preguntó si yo quería verlo, todo lo planearon sin estar YO enterado.
—Aidan solo habla con él
—¡No Lay! Tú no sabes nada
—¡Deja ser una cabezota y enfrenta la situacion, habla con mi hermano!
—¡No! No estoy listo, no quiero y ya debo irme.
Aidan se da la vuelta empezando a caminar a la salida.
—¡Aidan espera! —lo llama Layla.
No obstante una cuarta voz varonil los interrumpe:
—Lizzy
Aidan se detiene al escuchar su voz.
—Jos
—¿Qué es ese alboroto?
—Son ellos, ya vinieron
Joshua con ayuda de su bastón empieza a caminar hasta ellos. Sus ojos cubiertos por sus lentes oscuros. Al estar cerca Lizzy lo toma de la mano y lo acerca. Aidan se da la vuelta viendo al que una vez fue su amigo.
—Layla creí que no cumplirias tú palabra—le dice Joshua.
—Te lo prometí
Él medio sonríe
—Hola Aidan, me alegro que vinieras
Aidan pasa saliva y se acerca a ellos.
—Joshua, realmente no tengo por que estar aquí.
—Bueno será mejor que los déjemos solos —dice Lizzy— ¿Layla me acompañas a la cocina?
—Claro
—Liz —la llama Joshua— prepara esas ricas galletas por favor.
—Lo haré, vamos Layla
Ella asiente, Lizzy empieza a caminar hasta la cocina. Layla esta por seguirla cuando Aidan toma su mano.
—Lay —le susurra
—Ahora vuelvo —le da un beso en la mejilla y se va a la cocina.
En la sala sólo quedan ambos chicos.
—Toma asiento Aídan, tenemos mucho que hablar.
Aidan piensa en negarse, salir huyendo pero ya esta ahí y Lizzy y Layla tienen razón. Debe enfrentar la situacion que tanto le atormenta por años.
Toma asiento en el sillón, mira como Joshua con ayuda de su bastón busca el sillón.
—¿Quieres que te...?
—No, yo puedo solo —lo interrumpe Joshua— conozco cada rincón de esta casa lo que me aterra es salir afuera.
Joshua toma asiento a un lado de Aidan. Dobla su bastón.
—No necesito verte si pudiera hacerlo para estar seguro que me vez con lastima. Puedo sentir tu mirada.
—No es eso Joshua —Aidan deja salir un largo suspiro— la verdad no sé que decirte, no tenía la menor idea de esto.
—¿Tú novia no te contó nada?
—Llegué aquí con engaños
Joshua pega una risa ante las palabras de Aidan.
—Lo siento, creí que ya te había dicho—Joshua hace una pausa— en ese caso debo contarte. Verás ella vino ayer aquí con Lizzy, la verdad no tengo la menor idea como dió con nosotros.
—Jamas le conté de lo que pasó, ni de ustedes —habla Aidan— ni siquiera yo sabía que habían vuelto.
—Pues hombre tienes una excelente hacker, buena para trabajar en FBI —Joshua es el único en reír —bien, pongámonos serios —carraspea—Ella vino, habló conmigo y me convenció o yo le pedí de hablar contigo. Quiero pedirte una disculpa Aidan.
—Realmente el que debía disculparse soy yo Joshua, por mí culpa estás así.
—Aidan no es tu culpa, aprendí que no lo es. Créeme que estos años me han ayudado en reflexionar, fuimos ambos irresponsables. Además, me quedé pensando en todo lo que me dijo tu novia ayer y tiene razón.
—Pero yo iba manejando, prometí no beber, era el conductor de regreso a casa y me valió Joshua.
—Aidan éramos unos putos jovenes teníamos que tú 18 y yo 19 años. Solo queríamos divertirnos sin pensar en las consecuentes. El accidente nos cambió y jamás pensamos que pasaríamos por eso, no escuchamos las advertencias.
—Y no es justo que tu fuiste el más perjudicado.
—Asi pasó Aidan, que podemos hacer. Sácate esa idea que fué tu puta culpa.
—Tu me la echaste en cara ¿lo recuerdas?
Joshua hace una pausa antes de hablar.
—Lo sé y no me estoy justificando pero entiende... Hacé años cuando pasó el accidente creí que no iba a sobrevivir y mira lo hicimos. Cuando desperté en el hospital, me alegré de seguir con vida pero ponte en mi lugar. De la impotencia que sentí cuando abrí mis ojos y no miraba a nada, todo era oscuro para mí. Me alarme cuando escuché la voz de mis padres, de Liz y no podía verlos. Perdí la puta vista ¿cómo querías que me sintiera? En ese momento creí que mi mundo había terminado.
»Y me preocupé por ti, por mí amigo creí que tú no habías sobrevido. La calma llegó cuando me dijieron que lo hiciste, pero que pasó después... sentí rabia, me dió coraje porque tú sólo recibiste heridas no tan graves, en cambio yo. Sé lo que te dije ese día pero, yo no sabía como reaccionar... te grité, lo hice pero sabía muy en el fondo que no era tu culpa.
—Tus padres me demandaron Joshua
—Y yo no estaba enterado, lo supe por Liz. Yo les pedí que la retiraran. En ese momento te odié pero eras mi amigo.
—Yo quería ayudarte, me sentí mal. Pero tú no dejaste hacerlo y te largaste.
—Mis padres pensaron que era lo mejor. Aidan todos estos años me hicieron ser otro... ya no quiero pensar en el pasado, quiero seguir adelante y no puedo hacerlo si tú no me perdonas. Si mis palabras te hirieron lo siento mucho amigo.
Aidan permanece en silencio un momento.
—¿Te acuerdas de Micaela? —le pregunta Joshua.
—Tu novia
—Ex, ella fue a verme en el hospital y sabes que me dijo: "no quiero salir con un ciego" me terminó y los "amigos" que tenía nadie fué a verme, excepto tú... Aidan quiero recuperar a mi único amigo, ¿qué dices?
—Joshua —Aidan hace una pausa— nunca es tarde para retomar una amistad.
—Genial ¿puedo abrazarte?
Aidan sonríe
—Porque no
Ambos chicos se dan un fuerte abrazo.
—Y dejate de esa babosada que es tu culpa.
—Lo intentaré —Aidan observa por toda la casa— ¿Y tus padres?
Joshua borra su sonrisa
—Ellos... murieron hace dos años. Tuvieron un accidente, el avión en que venían se estrelló y lamentablemente fallecieron.
—Lo siento mucho Joshua
—Ya
—¿Qué hay de tu vista? ¿Hay algo que se pueda hacer? —cambia de tema Aidan.
—Lo doctores dicen que puedo someterme a una cirugía tal vez logre ver. Pero es muy costoso, yo y Lizzy no tenemos mucho dinero, ella estudia y trabaja al mismo tiempo; Yo trabajo o al menos eso creo. Lo único que tenemos es esta casa lo compramos con el poco dinero de nuestros padres, por eso regresamos.
—Dejame ayudarte
—No
—Te lo debo —insiste Aidan
—No, si pedí verte fue para recuperar a mi amigo no para pedirte dinero.
—Joshua no seas terco, no tengo mucho dinero pero tal vez...
—Es demasiado
—Contaré mis ahorros
—¡No! Aidan es tu dinero con el que te ganas con tu trabajo de maestro.
—Lo sabes
—Tu chica me contó
—Joshua...
—¡Basta! harás que me enoje y te de con esto— Joshua señala su bastón, ambos rien.
—Esta bien, lo dejaré por la paz pero realmente quiero ayudarte, ayudarlos a ambos.
—Olvidate de eso —Joshua suspira—y me imagino que hiciste amigos.
—Solo uno, sabes que jamás fui muy sociable.
—Si lo recuerdo, pero hombre eras el dueño de las fiestas y las chicas detrás de ti.
—Eso era antes
—Si ¿y él o ella se llama? —le pregunta Joshua.
—Alonso, lo conocí en la universidad
—Oh ¿sabe de...?
—Algo
—Pues me gustaría conocerlo, oye... ¡¡Lizzy!! —grita Joshua.
Lizzy sale de la cocina
—¿Qué?
—Ven acá y llamá a esa chica
Lizzy y Layla caminan hasta la sala.
—Rapido que dejé las galletas en el horno.
—Bueno anunciando a los presentes: Yo y Aidan volvimos ser amigos —Joshua con su mano lo busca hasta dar con su hombro.
Lizzy y Layla sonrien
—Ya era hora —menciona Lizzy.
—Si, que dicen para celebrar esto vamos al antro está noche.
—No lo creo, no voy a cuidarte
—No seas aburrida Lizz, lo merecemos. Estoy harto de estar encerrado en esta casa. Yo quiero ir y tú como mi hermana vas a acompañarme, serás mis ojos.
Lizzy se cruza de brazos pensando.
—Esta bien
—Perfecto ¿qué dicen Aidan, Layla se unen?
—Podemos ir un rato
—Esta bien, iremos —dice Aidan.
—Si quieren pueden invitar a ese que es tu amigo Aidan.
—Si y también a Mar
—¿Mar? —pregunta Joshua.
—Es la chica que venía con Layla ayer Jos —le dice Lizzy.
—Oh la grosera
—Les podemos decir a ver que dicen
—Entonces así quedamos —dice Joshua—huele a...
—¡Las galletas! —grita Lizzy y sale corriendo a la cocina.
Todos rien, Layla toma asiento a lado de Aidan.
—Quiero imaginar que hacen una bonita pareja —les dice Joshua —mis felicitaciones Aidan, al fin encontraste a la chica que te aguante con ese humor.
Joshua ríe
—No has cambiado en nada Joshua. —le dice Aidan.
—Desde hace años que no me sentía así. Admito que me volví un poco cruel y amargado con Liz, pero ya no más ¿Quieres que te cuente como era el hacé años Layla? —le pregunta Joshua.
—Me parece bien
—Noo —se queja Aidan
Pasaron hablando un largo rato acompañadas con una ricas galletas (que por suerte, Lizz llegó a tiempo) Lizzy se les unió y todos escuchaban los relatos de Joshua.
—Nosotros nos vamos —dice Aidan levantándose.
—Gracias por venir
—No se olviden de lo de la noche —les recuerda Joshua.
—Ahi estaremos, nos mantenemos en contacto —les dice Aidan y junto con Layla se despiden de ellos y salen de la casa.
—¿No estás enojado conmigo verdad? —le pregunta Layla al estar afuera.
—¿Tú que crees? —Aidan le suelta la mano.
—Aidan yo...
Pero Layla es interumpida por un beso de Aidan. Ella dura unos segundos en devolverle el beso. Tras varios cortos minutos se apartan.
—No puedo enojarme contigo Lay. Lo siento, me comporté como un idiota —Layla asiente y ríe— eres lo único bueno que me a pasado en esta vida. — le acaricia la mejilla y termina uniendo sus labios con los de ella. —aun me debes nuestra salida— le habla Aidan entre su boca, Layla no evita reír y se vuelven a besar en un profundo beso.
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+ CONTINÚARA...
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