Los días han pasado, Layla y Aidan siempre están en contacto, se mandan mensajes y largas llamadas por la noche. Layla esta apunto de experimentar el amor por una persona, le gusta Aidan y no deja de pensar en él.

En cuanto a Aidan, se toma el tiempo para hablar con la chica, es el motivo de esos días en el que él se la pasa distraído pensando en la chica, quiere verla de nuevo, sin embargo no se atreve a confesarlo.

Con una sonrisa escribe en su celular, se encuentra sentado en el sillón sin darse cuenta de la presencia de su madre que se acerca por detrás.

Aidan como cada fin de semana, los visita.

Ella al verlo distraído, sonríe burlona y cautelosa se coloca detrás de él.

—¿Quién te hace sonreír así?

Aidan le responde a la chica y al escucharla pega un sobresalto.

—Me asustaste madre —le da una rápida mirada y borra la sonrisa— nadie.

—Aidan ¿con quién hablabas?

Su madre rodea el sillón y termina por tomar asiento a su lado.

Él suspira

—Con una chica

—¡¿Tu novia?!

—¿Qué? No, no madre —observa su celular— es una amiga. La conocí el día que salí con Alonso y hemos estado hablando mucho.

Ella sonríe ampliamente

—¿Te gusta esa chica, hijo? A tu madre no le mientas.

Aidan entre abre los labios sin emitir palabra.

—Bueno, es linda y... —no evita sentir los nervios al hablar de ella. Suspira y busca en su celular. Al encontrar una foto de Layla, se la muestra a su madre —es ella. Layla Bennett.

—¿Tienes su foto en tu celular?

—No, es de su Instagram. Red social.

Aidan reacciona a la foto y observa a su madre. El mismo color de ojos, sin embargo a su madre ya se le comienzan a notar varias canas.

—¿Y por qué no la invitas a salir? Es tu día libre —él niega— Aidan no puedes quedarte siempre encerrado. Anda, invita a salir a esa chica. No te preocupes por nosotros.

—Madre, no creo que quiera. Debe tener otros planes y...

Guarda silencio al notar la seriedad de ella.

Rendido, acepta.

Aidan le escribe un mensaje, le pregunta y espera su respuesta.

—No debería ilusionarme si solo la he visto una vez. Ella no... —su celular suena en un bajo tono —me.. me contestó— espeta sin creerlo.

Lo revisa, su madre curiosa observa la pantalla y sonríe al leer el mensaje.

—Me encantaría salir contigo, Aidan.

Nervioso Aidan le responde. Borra un mensaje, vuelve a escribir otro para al final ponerse de acuerdo con ella.

Cuando envía el último mensaje con una salida planeada, sin evitar la sonrisa observa a su madre.

—La veré otra vez.

(...)

Por otro lado, Layla suelta un grito ahogado contra la almohada después de haber recibido el último mensaje del chico.

Aleja la almohada y suspira

—¡Saldré con Aidan! —chilla de la emoción y enseguida se incorpora en la cama— ay no.

Con su celular en la mano le marca a su mejor amiga. Al segundo tono ella contesta.

—Alo

—Mar, es una emergencia

—¿Qué pasa Layla?

—Recuerdas a Aidan, uno de los dos chicos lindos que conocimos ese día en el antro.

—¿El amigo de Alonso?

—¡Exacto! —Layla mueve sus manos nerviosa— intercambiamos números, seguimos en contacto y hoy me invitó a salir.

—¡¿Qué?! ¡Amiga eso es emocionante! ¡Una cita?

—No, no Mar. Es salida de amigos, supongo

Se encoge de hombros

Marlin bufa

—Sea como sea lo debes dejar con la boca abierta.

Layla se levanta y se dirige a su armario

—Por eso te llamé, necesito tu ayuda. No sé que ponerme.

Del otro lado de la línea, Marlin sonríe ampliamente mientras Layla comienza a sacar ropa, se la describe a su amiga sin cortar la llamada hasta que decide el vestuario correcto.

(...)

Horas más tarde, Layla lista con un vestido rosa de flores, liso y de tirantes acompañado con unas zapatillas. Su cabello liso y suelto. Un maquillaje sencillo y ya está lista para verse con Aidan en el parque más cercano.

Cuando llega, lo busca. Le sudan las manos y se observa a sí misma.

De pronto la decepcion le inunda al hecho de pensar que él no vendrá. Sin embargo se esfuma la mala sensación cuando lo observa muy puntual sentado en la banca.

Enseguida Aidan se levanta y sonríe al verla.

Él con un pantalón de mezclilla y una camisa negra doblada hasta sus codos.

—Hola Aidan —lo saluda ella cuando se acerca y se detiene frente a él.

—Hola Layla —la analiza con disimulo— te vez... hermosa —Layla nerviosa, extraña se limita a sonreírle tímida —¿nos vamos al cine?

Ella asiente

Se obliga a controlarse.

Vamos Layla, solo es un chico. Un chico muy lindo.

Aidan carraspea

—Por aquí cerca dejé mi auto

Layla asiente y ambos se dirigen al auto, en silencio sin saber como llevar la situación.

...

En el cine, la película que eligieron estuvo entretenida, Layla se sintió cómoda con el chico después de rato.

Cuando acaba la película, salen del cine y empiezan a caminar. Los dos sienten una química entre los dos.

No obstante, Aidan se detiene al igual que la chica, él del bolsillo de su pantalón saca una pequeña cajita roja y se la ofrece.

Ella la toma entre sus manos, la abre y saca una pulsera que lleva su nombre, le agradece al chico por el regalo, pero se siente mal por ella no regalarle nada.

Aidan siguiendo el consejo de su madre:

Llevale un regalo, será un bonito detallito que le encantará de ti.

Entonces Aidan después de tanto pensarlo con tiempo suficiente salió de la casa para buscar el regalo perfecto.

Una pulsera hermosa como ella.

—¿Te gusta?

—Claro —gira a verlo— pero yo... No te traje nada que darte.

—Con tu compañía es suficiente Layla.

Ella le sonríe y se voltea quedando frente a él.

—Igual con la tuya. Me la pase muy bien contigo —hace una corta pausa— esto fue una... ¿Cita?

Aidan dura segundos en responderle

Se arma de valor y sin dejar de verla a los ojos. Le responde:

—Lo es. Si te invité a salir es porque... Me gustas Layla y me gusta hablar contigo, pasar el día solo contigo.

Layla pestañea varias veces sin saber que decir.

Entonces, sin necesidad de palabras, se acerca a él hasta rozar sus labios con los suyos. Espera a que la aleje y cuando eso no sucede, Layla lo besa despacio, siendo correspondida. Se apoya de sus hombros y Aidan tímidamente la sujeta de la cintura sin ninguno cortar ese beso.

El mundo se detiene en ese preciso momento.

Después de poco tiempo, se separan y sus frentes, Layla armándose de valor lo toma de la camisa y lo vuelve a besar, pero esta vez es un beso lleno de desesperación, rápido, moviendo sus labios saboreando el uno al otro.

De rato de separan por falta de aire, Layla siente vergüenza ante su atrevimiento, se pone roja y agacha la mirada.

Aidan hace que levante la mirada, viéndose a los ojos.

—Tú también me gustas —le responde Layla y lo termina abrazando.

Y así ambos permanecen un rato ambos abrazádos, entre los brazos de los dos.

(...)

Después, Aidan la lleva a su casa, prometiendo volverse a ver. Ella se despide de él y entra a la casa, cierra la puerta y no puede evitar sacar un chillido, se tapa la boca, pues no quiere ser descubierta.

Sube a su habitación, entra y se lanza sobre la cama, toma un cojín y lo abraza muy contenta.

Por fin a encontrado al chico que tanto buscaba.

+SEMANAS DESPUÉS...

Han pasado semanas y en cuanto a Layla y Aidan cada vez están más unidos, salen varías veces, los dos o en parejas, si, Marlin y Alonso son novios y no dudan en que sus amigos estén juntos igual que ellos.

Han pasado varios días y algo rodando por la mente de Aidan no lo deja en paz, sin duda le gusta Layla y esta enamarado de ella, por tal motivo hoy quiere pedirle que sea su novia.

La ha invitado a su departamento, la chica aceptando gustosa.

Él le mandó la dirección, mientras se pone a dejar todo listo.

Una cena romántica a preparado para la chica que le a robado el corazón.

Termina de acomodar todo, ahora a esperar a que Layla aparezca.

Unos minutos pasan y el timbre suena, Aidan mirando por última vez que todo esté listo, se observa al espejo y se dirige a abrir, al llegar a la puerta, su sonrisa aparece al ver a la chica que tiene enfrente, solo provoca que se ponga más nervioso de lo que está.

La saluda y cierra la puerta detrás de él, la chica extrañada, pues ella esperaba a que la dejara entrar. De su bolsillo de su pantalón saca un pañuelo y se lo pone a la chica en los ojos, quiere que Layla vea la sorpresa que le tiene. La chica dudosa, acepta que le venden los ojos.

Entran al departamento, la chica guiada por él, está a punto de caerse cuando él la toma de la cintura evitando que  pierda el equilibrio. La dirige al lugar donde está todo listo y contando del uno al tres le retira el pañuelo de los ojos, Layla mira lo que tiene enfrente.

Una cena especial, mira a Aídan sorprendida y lo abraza.

Después cada quien toma sus asientos y se disponen cada uno a cenar, mientras hablan de cualquier tema. Los dos beben vino en sus copas.

De pronto Aidan se levanta y se acerca a Layla, ella se sorprende ante la acción del chico, se inca ante ella, la toma de una mano, mientras que ella con la otra bebe del vino y frunce el ceño.

Aidan la observa fijamente a los ojos

—Lay ¿quieres... ser mi novia?

Layla está apunto de escupir el vino de su boca, piensa que tal vez escuchó mal.

¡Aídan le pide que sea su novia!

Ella lo ve a los ojos, deja su copa, se levanta y un rato pensándolo termina aceptando:

—¡Si, si quiero!

Aidan por la emoción de que haya aceptado, la toma de la cintura y la abraza, la levanta del suelo cargandola dándole una pequeña vuelta entre sus brazos.

Ambos se sienten contentos, pues ya son novios, se conocerán más y harán lo que sea para que su amor crezca mucho más con el tiempo. Pasar los mejores momentos, juntos, felices. Sentir el amor entre ambos.

Porque su historia de amor apenas comienza.

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CONTINUARÁ...