16 💞 Reconciliación
Layla y Aidan salen del gimnasio tomados de la mano y con una gran sonrisa plasmada en sus rostros. No volvieron a ver a Charlotte en el camino, por lo ocurrido hace poco la chica había salido echa furia.
Ambos caminan hasta la salida. El instituto queda solo pues hace mucho que el resto de los alumnos se habían marchado y solo quedaban Layla y Marlin con el resto de las chicas.
La pareja va bromeando, llegan a la salida. Notan la presencia de Marlin y Alonso a unos pasos de ellos. Ambos los esperan al estar recargados en el auto de Marlin. Caminan hasta ellos, Marlin y Alonso al verlos tan juntos y agarrados de la mano, sonrien y se ven entre ellos.
—¡No me digan que ustedes dos...!—expresa Marlin sin terminar su oración.
—Asi es —contesta Layla sin ocultar la emoción — yo y Aidan ya somos novios de nuevo.
—¡Ya era hora hombre! —le dice Alonso a su amigo.
—Yo sabía que regresarían —dice Mar y se cruza de brazos.
—No, tu apostabas que no —le contesta su novio— no quisiste apostar conmigo, te dije que volverían tarde o temprano.
—No es que no quisiera, es solo que... no está bien apostar con la gente. —le responde su novia.
—Si claro, sabías que te ganaría amor—le dice Alonso y le da un beso en la mejilla.
—Como sea, me alegra que vuelvas a tener novio otra vez amiga, espero que no sea un problema que sea tu novio y maestro al mismo tiempo.
—No lo creo, yo y Lay ya hablamos de eso. No será problema ¿verdad Layla?
—Asi es, debo sentirme afortunada por salir con un chico así —ella le sonríe.
—Quien no se distrairia con un chico así.
Marlin recibe un codazo por parte de Alonso.
—¡Oye aquí yo soy tu novio!
—Ay lo sé y tú tambien estás bien guapo pero admitamos, Aidan esta guapetón.
—Vaya a ahora todos quieren con él.
Alonso se cruza de brazos fingiendo enojo.
Marlin se le acerca y le da un beso, tras beso.
—No te creas ¿no estás enojado con tu linda novia verdad?
Aidan y Layla notan la escena un poco incómodos. Aidan voltea a ver a su novia y deja salir un carraspeo.
—Bueno será mejor que nosotros nos vayamos.
Alonso y Mar dejan su dosis de besos.
—¡Esperen, que dicen para celebrar que ya volvieron vamos a festejar a algun lado—menciona Alonso.
—Estaria bien salir a un antro —opina Marlin—¿se unen?
—Mm, no lo sé. No quiero dejar sola a mi Madre y mañana hay clases.
—Vamos hombre no seas aguafiestas —le dice Alonso a Aidan.
—¿Qué dices tú Layla? —le pregunta Marlin a su amiga.
Todos la voltean a verla. Ella los observa a cada uno y por último a Aidan.
—Podemos ir un rato y regresar pronto para no estar desvelados para mañana.
—¡Así se habla amiga!
—Pero es medía semana —opina Aidan dudoso.
—Yo se que quieres, hazlo por tu chica —le dice Alonso a su amigo.
Pasan segundos en los que Aidan lo piensa. Gira a ver a Layla y deja salir un suspiro.
—Esta bien, vamos a celebrar.
Mar celebra, brinca y abraza a Alonso.
—¿A qué hora les parece? —pregunta Alonso.
—Bueno tomando el tiempo en que nosotras duramos en arreglarnos, que dicen a las 8 en punto —menciona Marlin.
—A esa hora será
—¿A dónde iremos? —pregunta Layla con curiosidad.
—Que les parece al mismo lugar que fuimos cuando nos conocimos —sugiere Aidan.
—Definiticamente ése sería el mejor lugar para celebrar —inquiere Mar con entusiasmo
—En ese caso, nos vemos todos esta noche para celebrar —les dice Alonso—se pondrá bueno—y frota sus manos.
Todos rien por la expresión de Alonso.
Esa noche se pondría divertida.
Las dos chicas estan en la casa de Layla, en su habitación eligiendo la ropa para ponerse por la noche. Las dos estan felices y más Marlin, las fiestas son lo suyo. Faltan dos horas para que los chicos pasen por ellas. Se han puesto de acuerdo en que cada quién vendría a la misma hora por su chica, así si a alguien ya quería marcharse no tendría que esperar a los otros.
Marlin a traído ropa de ella cuando vino a la casa de Layla. Y de toda ningúna le gusta, se mira en el espejo y la ropa es lanzada al suelo. Prueba con la ropa de su amiga. Ninguna es de su agrado.
—Por amor de Dios ya decídete amiga
—¡Nada me queda! —exclama Mar, se prueba un vestido sobrepuesto sobre su ropa —me veo horrible, hubiéramos ido de compras.
—Tienes mucha ropa que no usas —Lay se levanta de la cama y va hasta la ropa regada en la cama —este es lindo —le muestra un vestido azul marino, liso, corto con escote de un solo tirante.
—¿Creés le guste a Alonso? —Mar lo agarra.
—Amiga el chiste es que te guste a ti, con todo lo que te pongas te ves linda y te aseguro que a Alonso le gustas con cualquier cosa puesta.
—Tienes razón —Mar va hasta el espejo completo —no está mal, este será.
Layla estira las manos al cielo.
—¡¡Gracias Dios!!
—¡Oye!
Marlin le lanza el vestido a su amiga y le cae en la cara a Layla. Ambas comienzan a reír.
—¿Tú ya elegiste cuál ropa usar?
—Al contrario de ti amiga mía, yo me pondré lo primero que encontré. Sabes que eso de arreglarme no es lo mío —le contesta Layla a su amiga.
—Lo dices porque eres bella de nacimiento.
—Todas somos lindas, una cosa que no sepas ver tu belleza propia.
—Como sea ¿cuánto tiempo nos queda?
—Casi una hora y media —responde Layla.
—¡¡Madre mía se nos hace tarde!!
Marlin toma su ropa y entra rápido al baño. Layla se ríe por su amiga tan dramática. Para ella tienen el tiempo suficiente. La chica se pone acomodar toda la ropa tirada. Al terminar se pone a mensajear con su novio.
Minutos después y Mar sale del baño. Al ver a su amiga feliz sentada en la cama, escribiendo en su celular. Coloca sus manos en su cintura, va hasta ella y le arrebata el celular. Layla se queja e intenta quitárselo.
—¡Vete a arreglar! —le ordena Mar señalando el baño.
Layla se cruza de brazos, toma su ropa, una toalla, ropa interior y entra en el baño no sin antes sacarle la lengua a su amiga.
Tiempo después...
Las chicas ya estan cambiadas, maquilladas. Aunque a Mar le costó trabajo convencer a su amiga a usar un poco de maquillaje. Al final Layla aceptó rendida. Sabe que su amiga no se daría por vencida y era mejor aceptar. Mar maquilló a su amiga. Lo más natural posible. Enchinó sus largas pestañas, aplicó rimer, base y delineó sus ojos con una fina línea color negro. Pintó sus labios un rojo mate y bum la chica ya quedó lista.
Ahora faltaba el peinado...
—¿Dejo mi cabello suelto o amarrado? —le pregunta Marlin a su amiga mientras se mira en el espejo con posibles peinados con su cabello.
—Tu cabello es lindo, déjalo suelto—le contesta Layla mientras ella cepillaba su cabello.
—No sabes que, mejor lo trenzo.
Layla deja de cepillar su cabello y voltea a verla dándole una mala mirada.
—Has lo que quieras, solo apúrate faltan medía hora para que vengan por nosotras.
—¡Media hora! Date prisa Layla —exclama Marlin— ¡no me dará tiempo para la foto!
Layla rueda los ojos, siempre es lo mismo con su amiga.
(...)
Por otro lado, Alonso ya esta listo. Sale de su casa, la cierra y camina hasta su auto jugando con la llaves mientras silba. Entra en el. Pone música, se acomoda y lo pone en marcha.
En cuanto a Aidan, el chico sigue en su casa. Él esta en su habitación terminando de arreglarse.
Peina su cabello cuando escucha un golpe en la puerta. Emite un "adelante" y la puerta es abierta por su madre, ella se adentra a la habitación viendo a su hijo.
—¿A dónde vas tan guapo?
—Voy a salir Madre —el gira a verla—no te molesta, puedo quedarme si quieres y...
—Aidan —lo interrumpe su Marisol—no te preocupes por mí, eres libre de salir a divertirte. Además, no estaré sola, tu padre me ha avisado que ya viene hacía acá.
—Esta bien, sabes que no me gusta dejarte sola.
—Estare bien —Marisol hace una pausa—que estoy notando, mi hijo tan feliz. Cuéntame el motivo.
Aidan sonrie por el comentario de su madre. Que bien lo conoce.
—He vuelto con Layla
—¡Me alegro mucho por ti hijo! ¡Yo sabía que volverían, si ustedes están hechos el uno para el otro!. Puedo ver su amor desde la distancia. Eso de rezar todas las noches para que regresaran si sirvió.
—Ay Mamá
—Hijo, Layla es la indicada para ti. No la pierdas.
—No lo haré madre, me saqué la lotería al encontrar a una chica como ella.
Aidan termina de peinarse, aplica perfume y se ve en el espejo. Saca su celular del bolsillo y ve la hora.
—Se me hacé tarde, ya debo irme.
—Vete tranquilo hijo, me da gusto que sigas divirtiéndote después de lo que pasó.
Borra su sonrisa al recodar ese mal momento de su vida.
—Lo sé Mamá, tengo que seguir con mi vida y olvidar aquello.
Aidan se acerca a su Madre y le da un beso en la mejilla.
—Adiós Mamá
—Adiós hijo, me vas a contar con detalles como regresaste con Layla.
—Tengo mucho que contarte, lo haré mañana —Aidan camina hasta la puerta, la abre y voltea a ver a su Madre.
—¡Que te diviertas!
—Creeme que lo haré —Aidan le manda un beso y sale de la habitación.
(...)
Tiempo después y Alonso a pasado por Marlin y pocos segundos después, Aidan por Layla. Él baja del auto y camina hasta Layla. Ella viste unos shorts cortos color negro, una blusa blanca que dice "Calvin" Una chamarra de mezclilla y sus tennis negros. Su cabello lo a dejado suelto y lacio.
La chica se sorprende al ver a Aidan tan guapo. Desde que llegó y bajó de su auto no le quitó la mirada de encima.
Aidan viste un pantalón jean negro, una camisa blanca y un saco negro que lo dejó abierto.
Él se acerca a la chica, le da un beso en la boca y se abrazan. Segundos después y se apartan.
—Wou te ves hermosa
—Tu no te quedas atrás
Aidan le sonríe
—Ven, subamos al auto
La toma de la mano y se la lleva hasta su auto, le abre la puerta, la chica entra. Él rodea el auto, entra en el lugar de copiloto, enciende el auto y se pone en marcha en dirección al antro.
(...)
Cuando llegan, Aidan estacióna el auto, ambos bajan y caminan hasta la entrada. Se encuentran con sus amigos que los esperan.
—¿Llevan mucho esperando? —les pregunta Layla.
—No, acabamos de llegar —contesta Marlin.
Layla los observa, estan muy abrazados. Le gusta ver a su amiga tan feliz con Alonso. Mira a su amiga, se mira feliz y guapa.
Al final Marlin se arrepintió de usar el vestido azul y se decidió por un conjunto, un pantalón acompañado con una camisa con tirantes. Es negro con rayas blancas. Marlin se a trenzado su cabello en una trenza de lado.
En cuanto a Alonso, el viste un jean azul marino, un suéter negro con cuadros blancos y zapatos negros.
—Vamos a entrar —habla Alonso y los cuatro se van a formar a la fila.
Layla nota que Marlin esta temblando un poco, esta haciendo un poco de frío afuera.
—Mar ¿estás segura que no tienes frío?
—No, así estoy bien
Se abraza a ella misma
—Ya le dije si le doy mi suéter y no quiere— dice Alonso.
—No porqué allá dentro me dará calor.—explica Marlin.
Minutos después y al fin logran entrar. El antro esta repleto de gente bailando. Suena música electrónica, las luces verdes y rojas cambian de color constantemente.
Los chicos toman a las chicas de las manos y se escabullen entre la gente bailando buscando una mesa libre. Al encontrarla, rápido toman asiento.
—¡Vayaa, está mejor que la última vez que vinimos! —grita Mar para ser escuchada por la música fuerte —quien lo diría que nos conocimos por una fiesta aquí en éste mismo antro.
Todos asienten
—¿Qué van a querer de tomar? —les pregunta un mesero a los cuatro.
—Ahh, pues a mí traígame un Martini —responde Alonso— ¿y a ellos...?
—Una Margarita —pide Marlin.
—A mi igual –le dice Layla.
El mesero apunta todo en su libreta.
—¿Y usted? —le pregunta a Aidan.
—Ahh, a mí algo que no tenga alcohol.
—¡Por Dios Aídan! ¡Toma un poco! —le dice Alonso.
—Sabes que no bebo mucho. Sabes que pasó la última vez.
A Layla se le hace raro que su chico no acostumbre beber una gota de alcohol. Aidan nunca le dice el porque, una ocasión ella le preguntó y él solo le respondío "no me gusta tomar" Y la chica hasta el día de hoy dejó ese tema en paz.
Alonso niega, muchas veces a intentado explicarle a su amigo que no fue su culpa. Sin embargo Aidan cree que siempre que bebe le suceden desgracias como la última vez cuando salió a beber con Alonso por romper con Layla y su madre terminó en el hospital. Le invadió una culpa al no estar cerca de ella. Nunca a superado lo sucedido hace años.
—Venga hombre, nos trae dos Martinis y dos Margaritas por favor —le pide Alonso al mesero. Él asiente y se retira por sus bebidas.
—Espero que esas dos bebidas sean para ti —le reprocha Aidan a su amigo.
—Si, una para mí y otra para ti
—¡Maldicion Alonso! ¡No voy a beber!
—Solo una y ya
A los pocos minutos y el mesero regresa con sus bebidas. Se las entrega a cada uno y se retira. Cada quién toma su bebida correspondiente, Alonso le entrega la suya a Aidan. Él deja salir un bufido y la toma.
—Bien, brindemos por Aidan y Layla que al fin regresaron —emite Alonso y levanta su copa.
—Por Layla & Aidan —repite acción Marlin.
La chica voltea a ver a su novio.
—Por nosotros
Layla levanta su copa.
Aidan mira la bebida y luego a cada uno.
—Por nosotros
Todos chocan sus copas y llevan sus bebidas hasta sus bocas. Hasta el fondo.
—¡Mesero otra ronda! — pide Alonso.
—Dijiste que solo una —le recuerda Aidan.
—Ups lo olvidé
Layla al notar el enojo en Aidan, recarga su cabeza en su hombro.
—Ey, vamos a celebrar que somos novios otra vez, con o sin alcohol.
Aidan deja de ver a Alonso y gira a verla.
—Asi será nena —se acerca a ella y unen sus labios en un profundo beso.
(...)
¿Qué pasa cuando bebes sin control y olvidas cuántas copas has ingerido?
Risas, todo es alegría, te olvidas de todos tus problemas, disfrutas la noche...
Si, eso les pasó a Alonso, Marlin, Layla y un poco a Aidan. Su idea era celebrar y así lo hicieron, copa tras copa. Perdieron la cuenta de cuánto habían tomado, risas entre ellos. Los cuatro fueron a la pista a bailar con su respectivas chicas, moviéndose al ritmo de la música. Bailar, beber y reír. Así pasaron toda la noche. Pero a veces, el alcohol es enemigo de más de uno.
Aidan lleva a Layla a sentarse, al estar bailando mucho y bebiendo se le habían subido las copas. Se sienta con ella y pide una botella de agua.
—Quiero ir a bailar —se queja Layla.
—A bailar o a caerte, nisiquiera puedes mantenerte en pie Lay. No debí dejarte tomar tanto.
—Tu también bebiste
—Solo fueron cinco copas y no estoy tan borracho como tú.
—Eres un aburridooo —le dice Layla acompañado de una risa.
—Sera mejor que te lleve a casa
Aidan saca su celular, le marca a Alonso. Hacé mucho que a él y a Mar, los habían perdido de vista.
Al segundo tono contesta. Aidan le dice que él y Layla ya se irán. A lo que ellos contestan que se quedarán un poco más. En la llamada se escucha la voz de Marlin, diciendo "cuida a mi amiga" Si supiera como esta, piensa Aidan. Le dice que si y cuelga la llamada. Guarda su celular y le ayuda a Layla a levantarse.
—Yo puedo sola
Camina unos pasos y esta por caerse cuando Aidan la sujeta de la cintura y con su ayuda caminan hasta la salida.
Al salir, se suben en el auto de Aidan y se alejan del lugar.
(...)
En el transcurso del camino, Aidan había pasado a una tienda a comprar un poco de café. Se lo dió a Layla, ella al principio se negó, pero sabía que si su madre la miraba así, la mataría y al final lo terminó aceptando. Con el café cargado, se le había bajado un poco la borrachera
Minutos después y el chico se estaciona frente a la casa de Layla. Aidan apaga el auto y gira a verla.
—¿Cómo te sientes?
—Ya mejor, me siento un poco mareada, solo eso.
—Ya se te pasará
—¿Qué hora es?
—Las 2 de la mañana
Layla abre los ojos sorprendida.
—¡Mi madre va a matarme!
—No te preocupes, le avisé que estabas bien y conmigo cuando fuiste al baño. Le dije que tal vez se nos haría tarde.
—Oh, gracias
Layla voltea a ver a Aidan. Se acerca a él y le da un beso. Ambos se besan en el auto, él la toma de la cintura, la acerca más a su cuerpo mientras profundizan su beso.
Sin ninguno alejarse siguen besándose esta vez con más desesperación.
No obstante, Aidan se aparta de ella, ambos con la respiración acelerada, sin dejar de verse a los ojos.
Él le acaricia la mejilla a Layla con sus dedos.
—Ya deberías entrár
Layla niega, siente unas ganas inmensas de seguir besándolo, de sentirlo. De demostrarle lo mucho que lo extrañó todo este tiempo.
Entonces, Layla une sus labios con los suyos. No sabe si es el alcohol aún en su sistema que le da valor para hacer lo siguiente:
Layla se aparta del él, lo empuja en su lugar y con facilidad se sube a horcajadas sobre Aidan quien la ve sorprendido. Ella se acomoda y lo vuelve a besar. Aidan la toma de la cintura y va subiendo colando sus manos por debajo de su blusa.
Layla perdida en el beso, por inercia mueve sus caderas. A ambos se les escapa un gemido.
—Lay detente —murmura Aidan entre su boca.
Ella hace caso omiso y lo sigue besando, esta vez baja hasta su cuello dejando leves besos.
De pronto deja de besarlo. Lo observa fijamente y sin permiso le quita su saco, lo mismo hace con su chamarra. Y vuelve a unir su boca con la suya.
No obstante, Layla se aparta de pronto y lleva su mano a su boca.
—Creo que voy a...
Abre la puerta del auto, se abaja tan rápido sin fijarse y le da un golpe a Aidan con su rodilla en su entrepierna. La chica se abaja del auto, da tres pasos, se inclina y vomita.
Layla dura vomitando, sacando todo alcohol de su sistema. Limpia su boca con su mano y se endereza. Se da la vuelta y Aidan le entrega un pañuelo. Ella lo toma y se limpia la boca. Se percata de que Aidan se cubre con sus manos.
—Lo siento, no quería pegarte ahí
—No te preocupes, espero no afecte cuando quiera tener hijos.
Los dos dejan salir una risa.
—Somos un desastre juntos
—No, somos un bonito desastre —la corrige Aidan.
Layla camina hasta él y lo abraza.
—¿Te duele mucho? —le pregunta apenada mientras se aleja.
—Nah es pasable, primero me provocas y luego me golpeas.
Layla ríe. De pronto deja de reír, pasa un mechón de su cabello detrás de su oreja.
—Te quiero Aidan, me la pasé genial contigo.
—Yo igual Lay, despues de todo creo que todos tenían razón, tu eres mi persona favorita. Te amo Layla.
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CONTINUARA....
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