11 💞 Eres Mi Todo
L A Y L A
Los mejores momentos son de felicidad, donde existe la calma y sobre todo, con quienes compartes ese bonito momento. Tal vez pasando un rato con aquellos que aprecias, tu familia. La mía consiste en mis amigos, mis suegros, mis padres y sobre todo, con el amor de mi vida.
Disfruto este día, este momento sin sentirme agobiada con todo lo que esta pasando y el peligro que aún estamos. Por un momento dejo de pensar en eso y me concentro en el lugar que estoy, en la casa de Marisol celebrando su cumpleaños, lo que se suponía sería una fiesta sorpresa para ella, fiesta que terminó por descubrirla.
Sin embargo, sigue siendo hoy su día, la celebrada y apreciada por todos los presentes. Todos están aquí, mis padres, mi hermana, nuestros amigos, el señor Harold, la invitada especial, solo esperando la presencia de Aidan. Él tuvo que asistir al instituto y se suponía que la fiesta sería tarde, para que él estuviera presente sin embargo, el destino se las ingenio para precisamente hoy, Aidan tuviera una junta con el director y el resto de los profesores, siendo el motivo de su retrazo, prometiendo venir lo más pronto posible en cuanto acabara.
A pesar de eso, Marisol se llevará una gran sorpresa.
Sorpresa que llevamos planeando desde hace días.
Estos días he estado muy ocupada, haciendo las maletas para mudarnos justamente hoy aquí. Sin tiempo para pensar en eso, sentirme mal o aburrida al ya no trabajar en la cafetería. Ese día renuncié y Emilia lo entendió perfectamente.
A pesar de dejar de obtener un dinero extra, no me siento intranquila. Ambos podemos seguir adelante y el trabajo de Aidan es suficiente. Él por su parte feliz en que no trabaje.
Sin embargo, soy útil, me encargo de la limpieza del departamento y ahora las maletas, sola por varias horas, separada de Aidan o al menos hasta que llega del instituto y pasamos el resto del día juntos.
En estos días he visitado a mis padres, convivido un poco con ellos, sin mencionar sobre mi nuevo hogar con mis suegros, los conozco y aseguro que mi madre se pondrá celosa. Sin embargo, es algo que ambos decidimos y acepté cumplir el deseo de mi esposo.
También he visitado a Marisol que esta cada vez mejor de salud. He acompañado a Aidan a comprar el regalo para su madre, un bonito obsequio que le dará más felicidad al verlo llegar con las maletas. Algo que hemos planeado, he evitado el tema con ella, siempre que me pregunta sobre la mudanza, cambio de tema o lo evito, sin querer arruinar lo planeado, la sorpresa.
Admito que es un poco incomodo estar vigilada todo el tiempo por esa seguridad que contrato Aidan, cuando salgo a la calle, a todos lados que voy, incluso estando en el departamento segura que ellos estarán vigilando el edificio. Al venir a casa de Marisol encontrar a más de ellos aquí todo para nuestra seguridad. Igual me sigo preocupando, esto no detendrá a Jack. Tras insistencia de Aidan acepté, con tal de verlo tranquilo y como partes iguales, él también ser vigilado. Tras quejas, finalmente aceptó. Sintiéndome más aliviada, me preocupa él y sé que Aidan solo quiere mi bienestar, sin darse cuenta que ambos corremos peligro, porque todo lo que a él le pase me afecta.
Suspiro y sonrio al ver a todos reunidos aquí terminando con los preparativos. Sostengo mi celular en la mano esperando esa llamada o mensaje de Aidan. Siendo mi desespero evidente, viendo la hora constantemente.
—¿Todo bien hermana?
Alzo la vista al escuchar su voz. Dejo de prestarle atención al celular y observo a Kendal mientras se acerca más a mi.
—Todo bien
Ella se detiene y se cruza de brazos.
—En todo este tiempo que llevo conociendote, te conozco lo bastante y sé que algo me ocultas.
Suspiro.
—Es Aidan —me encojo de hombros—Solo me preocupa que no llegue a tiempo para la fiesta de su madre.
—No debe tardar Layla
—Eso espero Kendal, aun no me a avisado nada. Debe seguir en esa junta—le doy una mirada a mi celular. Nada recibo de él.
—Tranquila hermana, tu chico llegará a tiempo.
Poso la vista en ella y finjo una sonrisa.
—Tienes razón
Ambos guardamos silencio.
Me dedico a ver al resto.
Kendal se coloca a lado de mi. Ambas viendo en la misma dirección.
—No te conté...
Guarda silencio
Giro a verla captando mi atención al dejar la oración sin terminar.
—¿Qué pasa Kendal?
—Conocí a un chico
Sonrio burlona.
—No es lo que crees—agrega rápido— Fue una situación lo bastante mal, choqué con él en el centro comercial y tiró mis bolsas, discutimos, al final me pidió disculpas y... Fue todo. —hace una corta pausa— me dijo que se llamaba Adam.
—¿Y te gustó Adam?
Kendal hace una mueca.
—No, por supuesto que no. Es solo que... Agh, quería contarte—se encoje de hombros.
—¿Era lindo?
—No, bueno un poco, no me preguntes eso Layla.
No evito soltar una leve risilla.
—Lo siento Kendal, es solo que es bueno ver esa cara que pones.
Ella se queja
Dejo de reír y me pongo seria.
—Deberías darte una oportunidad para amar. Tal vez encuentres a ese chico que...
—No Layla—me interrumpe—Ahora no quiero pensar en eso. Estoy bien sola.
—Kendal
Ella niega y desvía la vista
—¿Es por Jack? —murmuro
—No me siento tranquila sabiendo que él sigue libre—responde y gira a verme—No sé Layla, no quiero que alguien más corra peligro por mí culpa, de cierta forma él nos hace daño a las dos.
—Kendal no debemos dejar que él afecte con quienes nos relacionamos. Debemos ser fuertes y..
—Lo sé Layla y lo intento. Justamente por eso no quiero estar con nadie. Entiendo que tu te sientas protegida y segura con Aidan, lo tuyo con él es distinto pero yo prefiero estar sola, al menos hasta saber que él esté en prisión.
Asiento y tomo su mano.
—Él va a pagar por esto
—Espero que pronto —Kendal suspira—No quiero alarmarte pero hace días, lo vi o creo que creí verlo.
—¿Dónde lo viste? —le pregunto con preocupación.
—Cuando fui de compras. Cuando volví a mirar en la misma dirección, él ya no estaba. Tal vez pensé verlo.
—Igual debes estar alerta Kendal, tal vez debes tener seguridad...
—No me van esas cosas Layla. Estaré bien, ser cuidarme sola.
Me regala una sonrisa que no es lo que quiere transmitir.
—Iré a ayudarles en lo que pueda—dice y se aleja de mi.
La veo irse con el resto, evitando mis preguntas, siendo en mi la preocupación por ella.
Suspiro
No obstante, mi celular suena
Rápido lo reviso viendo un mensaje de Aidan que me informa que acaba de salir del instituto, que pasará al departamento por la maletas y vendrá hasta acá. Rápido le respondo, un mensaje adjuntado con varios corazones recibiendo lo mismo por su parte. No evito la emoción tan solo ver esos corazones en su mensaje.
—Ya debo suponer quien es el motivo de tu sonrisa.
Al escuchar a Marlin alzo la vista y borro esa sonrisa que sin darme cuenta se hizo presente. Escucho su risa, guardo mi celular y fijo la vista en ella.
—¿Era Romeo? —asiento—Lo supuse. Por él se te ilumina el rostro, esa sonrisa...
—Mar no empieces
Ríe y se coloca a lado de mi
—Te entiendo lo bastante, también estoy enamorada.
Marlin desvía la vista a donde se encuentra Joshua, este acompañado de su hermana y Alonso.
Suspiro
—Aidan no tarda en venir—me limito a decir.
—Esa es una buena noticia.
Asiento
—A veces extraño esos días de instituto, ¿tú no?
—Los hecho de menos
—Y más por Romeo ¿no?
—Era mi profesor favorito
Ambas reímos cómplices.
—Pero apuesto que es mucho mejor como esposo.
—Mucho mejor Mar
Ella me sonríe.
Nadie menciona nada.
Duramos un rato en silencio.
—Por cierto, ¿cómo vas con Joshua? —le pregunto de pronto.
—Muy bien, lo amo, él me ama, nos amamos —Mar suspira— Ahí vamos. Ahora está un poco afectado con lo del embarazo de Lizzy y estoy ahí para él. —asiento— De hecho hace días que me pidió irme a vivir con él.
—Mar eso eso suena estupendo.
—No acepté Layla—frunzo el ceño— Si lo amo pero aun no estoy lista para vivir con él, no mientras no haya una boda. Antes quiero casarme, todo eso y después tal vez acepte aunque quiero que ambos estemos seguros para dar ese paso. No quiero que Joshua lo haga solo porque yo quiero, por obligación.
—Te entiendo Mar, tienes razón. Ambos deben estar listos.
Ella asiente
—Aunque te confieso que eso de vivir juntos, me da curiosidad. No debe ser tan malo.
—Bueno... —recuerdo los momentos con Aidan— Es maravilloso vivir junto al chico que amas.
Sonrio ampliamente.
—Ay te tengo envidia —menciona Mar logrando una risa de ambas —okey, okey. Si algún día vivo o me caso con Jos, será para estar felices así como tu y Romeo.
—Eso quiere decir que debo prepararme para ser dama de honor.
—Tal vez muy pronto eso pase
Mar ríe
Niego y me cruzo de brazos.
El silencio se hace presente entre nosotras mientras vemos al resto.
—Joshua me tiene una sorpresa que aún no me quiere decir. Esta muy misterioso y voy a descubrirlo—la oigo decir de pronto.
—No la arruines Mar. Espera a que él te la de.
—Tarda demasiado —se queja ella— Últimamente no he podido verlo, no he descubierto nada. Se la pasa ensayando con su Banda, este Jos raro me tiene preocupada.
Río
Visualizo a Joshua, este acariciando el estómago de su hermana.
—Solo sé paciente Mar
—Supongo que trataré de serlo
Joshua nota nuestras miradas. Le dice algo a Lizzy y se aleja de ella, la deja con Alonso mientras avanza hasta nosotros.
—Oh oh y ahí viene. Ninguna palabra sobre esto —me dice Marlin.
—Hola chicas, novia —Joshua saluda de un corto beso a Marlin apenas llega y se dirige a mi—Layla.
—Hola Joshua
—Hola amor
—¿De qué hablaban?
Ambas nos miramos cómplices.
—De la fiesta, le decía a Mar que Aidan ya no debe tardar —le respondo.
—Ah, espero que no tarde
Asiento
—Le cuento a Layla que me tienes una sorpresa amor, sorpresa que aún no me quieres decir.
—Pronto la sabrás
—¿Puedes decirme que es?
Joshua niega y Marlin se cruza de brazos molesta.
Carraspeo
—¿Y como va tu Banda Joshua? —le pregunto cambiando de tema. Se nota lo incomodo ante las preguntas de Marlin.
—Bien Layla, hemos estado ensayando mucho la verdad.
—Espero conocerlos y escucharlos cantar.
—Creeme que eso pronto será. Tal ambas se lleven una sorpresa—dice posando la vista en Marlin.
—No me hables hasta que me digas la sorpresa.
—Mar por favor
Ella gira la cabeza
Joshua niega y suspira frustrado.
—Bueno yo iré a ver a Marisol
—Adelante, yo me encargo de contentar a alguien.
Me despido de ambos y me dirijo hasta Marisol. La veo cerca de la mesa arreglando la decoración, varios platos de deliciosa golosinas, pastelillos, que a mi ver esta perfectamente arreglada.
—Hola Marisol
—Hola Layla, ¿quieres algo de beber?
—No gracias, así estoy bien. —hago una corta pausa—Aidan me acaba de avisar que la reunión terminó y dentro de poco, estará aquí.
—Y ya lo espero
Marisol satisfecha con la decoración de la mesa toma asiento en la silla cerca.
—Quiero que todo salga perfecto. Sé que es mi cumpleaños y todos han hecho un buen trabajo pero solo quiero un día inolvidable. —hace una corta pausa. Observa alrededor con una amplia sonrisa en su rostro y regresa la vista en mi— hace mucho que está casa no está tan llena y sobre todo quiero pasar mi cumpleaños con mi hijo. Él es mi mayor regalo.
Le sonrio.
—Aidan la adora, la quiere mucho y lo es todo para él.
—Lo sé Layla. Mi pequeño Aidan. —Marisol suspira. —siéntate querida—tomo asiento y dejo mi celular sobre la mesa—Sabes Layla, me gusta pasar tiempo con mi hijo como cualquier mamá, él lo es todo para mi y no sabes cuando le agradezco a la vida por permitirme estar más tiempo con él, que tu estés con mi hijo y lo hagas feliz. —pausa— De hecho este día me recuerda a lo que pasó hace años atrás.
—¿Qué pasó?
—Hace años atrás también estaba celebrando mi cumpleaños, solo nosotros junto a Aidan. Él pasó todo el día con nosotros, todo fue perfecto, él y su padre hicieron una deliciosa comida. Fue el mejor cumpleaños que tuve hasta que al día siguiente, vi a mi hijo con las maletas listas para irse. Semanas antes, Aidan nos había comentado sobre querer irse, me costó aceptarlo, lo había olvidado hasta que ese día llegó. Él sólo espero a irse después de mi cumpleaños, recuerdo que le reclamé y me molesté mucho. Una madre nunca está lista para dejar ir a nuestros hijos Layla pero también después me hice la idea. Además, Aidan siempre estuvo al pendiente de nosotros y solía venir seguido a vernos. —Marisol sonríe—. Ese día nunca lo voy a olvidar. Espero que este cumpleaños sea diferente, al menos en todos estoy con mi hijo y mira ahora, será mejor junto a mi esposo, todos ellos y mi nuera favorita.
Le sonrio
—Lo será Marisol—le digo con seguridad.
Solo espero a que Aidan llegue pronto. Me imagino esa escena en mi cabeza. Aidan llegando con las maletas listas, le da la noticia a su madre y ambos se abrazan felices para continuar con esta fiesta. Todos felices.
Marisol me sonríe, se disculpa y se levanta con la excusa de ir a tomarse su pastilla. Termina por irse dejándome sola.
Suspiro y desbloqueo mi celular esperando con ansias el momento exacto en el que él llegue.
A I D A N
Con prisa acomodo las maletas en mi auto. Cierro la cajuela y a pasos rápidos voy hasta la puerta del auto. Al llegar, entro, me acomodo en mi lugar mientras sin demora lo enciendo.
A no ser por la dicha junta con el director, justamente este día. No estaría a corto de tiempo con un poco de retraso para el cumpleaños de mi madre. Le pedí a Layla que se adelantara, que la mantendría informada apenas esté apunto de llegar. Entre los dos hemos realizado un plan. Una sorpresa para mi madre. Ya me imagino su felicidad al verme llegar con las maletas, darle la sorpresa y asumiendo que viviré de nuevo con ella.
Dicha sorpresa se retrasará un poco más.
Antes tuve que pasar al departamento. Subir nuestras maletas y el regalo de mi madre. Listo ahora para irme en dirección a la casa de mis madres sin más pausas.
Tan pronto arranco el auto, enseguida la seguridad que contraté hace días me sigue. Yendo en su auto detrás de mi, como una sombra. Solo los acepté para complacer a Layla. Mi chica es tan terca que no me quedo na remedio que aceptar. Siendo igual, ella y mis padres estando vigilados, un alivio más al tener al certeza que estarán seguras al menos todo el tiempo que Presley este libre.
Pido tanto que esto termine. Que ya pueda vivir bien con Layla.
Siendo consciente de como le afecta esta situación con Presley.
Que ambos dejemos de estar lejos del peligro.
Acelero un poco.
"Por lo menos no hay tanto tráfico"
Continuo, doblo a la izquierda y acelero un poco más. Me faltan solo varios kilómetros por llegar a la casa de mis padres. Me detengo en un semaforo y aprovecho la oportunidad para sacar mi celular de mi bolsillo. Estoy por llamar a Layla para avisarle que estoy cerca cuando me arrepiento. Vuelvo a guardar mi celular en mi bolsillo del pantalón. Quiero darle una sorpresa a las dos, a todos.
El semaforo cambia y arranco el auto.
Observo por el espejo. Ellos aún siguen detrás de mi.
Cada vez falta menos por llegar hasta que de pronto, un auto se interpone en mi camino a gran velocidad. Rápido freno impidiendo chocar contra el auto. Me aferro al volante mientras trato de calmarme.
Por un momento estuve apunto de chocar y causar un horrible accidente. Veo el auto frente a mi por el espejo. De el bajan hombres encapuchados, sin lograr ver sus rostros, armados y empiezan a disparar.
Maldigo y me agacho.
Observo por el espejo. Los hombres de seguridad que contraté están fuera y les disparan de igual manera a aquellos hombres.
Los disparos no se detienen. Entre ruidos de sus armas me encuentro.
Pienso en arrancar el auto y huir. Sin embargo, el auto adelante bloqueó mi camino al igual que el auto de atrás.
—Piensa Aidan
Rápido saco mi celular. Estoy por teclear en el cuando un golpe en la ventana me pone alerta. Ese hombre encapuchado la golpea sin dejar de apuntarme con el arma. Los disparos han parado.
—¡Baja del auto! ¡Baja del puto auto!
Logro escucharlo perfectamente. Sin lograr reconocerlo.
Maldigo, tomo una profunda respiración y guardo mi celular. Alerta abro la puerta del auto tan pronto sintiendo el arma en mi sien.
—¡Date prisa!
Un jaloneo me hace salir del auto a la fuerza. Me obligo a ponerme de pie y estar alerta.
—¿Qué quiere?
—¡Cállate!
Observo a esos hombres de seguridad en el suelo, heridos, probablemente sin vida. Me jala empujandome al auto.
—No me haga nada, llévese el auto si quiere, lo que quiera pero déjenme ir.
Me obligan apoyar las manos sobre la ventana. Sin uno de ellos dejar de apuntarme con su arma.
—Tu celular, rápido tu maldito celular.
A regañadientes saco mi celular y se lo entrego. Alerta de ese hombre y el arma en mi cabeza sin hacer un brusco movimiento. Se lo capaz que es de hacer y lo que menos quiero es perjudicar esta situación más.
—Ya tiene mi celular, ya dejeme ir.
—Dije que te calles
Recibo un golpe en las costillas que me obliga a inclinarme y llevar mis manos en la área afectada.
—No queremos tu maldito auto, ni mucho menos tu celular. —oigo decir a uno mientras soporto el dolor.
—Nuestro jefe no debe tardar—escucho otra voz desconocida.—encargate de él.
Apenas me enderezco y recibo más golpes, en las costillas y rostro. Los golpes se detienen y con dificultad me apoyo del auto. Me obligan permanecer de pie. Con la vista puesta en el suelo mientras escupo un poco de sangre, deseando que la policía llegue enseguida.
—Jefe lo tenemos
Voces, pasos acercándose. Un fuerte dolor presente en cada parte de mi cuerpo golpeada.
—Nos volvemos a ver Wesley
Apenas escucho su voz y me incorporo con una mano en mi costilla.
Veo a Presley frente a mi. Encapuchado sin embargo no evita que perfectamente lo reconozca al estar con la cara descubierta tan solo con la capucha puesta.
—Veo que mis hombres no te trataron tan bien como les pedí.
Hago mis manos puños
Estoy por atacarlo cuando me hacen detener y retroceder con el arma en mi frente.
—Quieto Wesley, si no quieres esa bala en tu cabeza. Mis hombre no tendrán compasión.
—Vas a pagar por esto Presley—espeto entredientes.
Él sonríe burlon y se acerca.
—No Wesley, tu pagaras por haberme quitado a Layla.
—Layla no es un objeto y mucho menos de tu propiedad.
—Lo es y será mía
—Ni te atrevas a acercarte...
—Aquí yo hago lo que me plazca. Hasta cuando vas a entender Wesley que Layla debe estar conmigo. Que su patética historia de amor no existe y esta vez será un final distinto. No voy a dejar que estén juntos, ya la disfrutaste demasiado Wesley —ríe y saca su propia arma de sus bolsillo—voy a eliminar a todo obstáculo que evite llegar a ella y tu Wesley, eres el más molesto —ellos dejan de apuntarme para Presley ser quien me apunte.
—No te saldrás con la tuya Presley, vas a pagar en prisión.
—Dudo que me atrapen. Antes tendré a Layla conmigo, me la llevaré lejos de ti y seremos felices. Sabés Wesley, solo bastaría un disparo y tu fin terminaría. Sin embargo, quiero que sufras lentamente por quitarme a Layla, quitarme su amor. Quiero que sufras, que ahora sientas el rechazo viniendo de ella porque después de esto, dudo que ella siga estando contigo y ahí entro yo. Layla vendrá a mi.
Baja el arma.
Sin darme tiempo de reaccionar recibo un golpe en la mejilla por él. Su risa resuena. Hago mi mano puño y se lo devuelvo logrando que él ladee la cabeza y guarde silencio.
—¡Agarrenlo! —expresa molesto.
Enseguida soy inmovilizado por uno de esos hombres.
—Ya me tienes harto Wesley
Él le entrega su arma a uno de esos hombres y se acerca fastidioso hasta mi.
—Está vez no seré yo quien termine golpeado. Te acuerdas Wesley, el día que me pediste alejarme de Layla. —recibo un golpe en el estomago— Acabarás peor creenme.
Toso y trato de recuperarme.
—No puedo tardar demasiado, ya debo irme pero antes me asegurare de mandarte al hospital.
Le es entregado un bate. Presley lo sujeta con fuerza y sonrie con malicia.
—Espero que esto no te mate Wesley. No sería tan divertido.
Segundos transcurren cuando me sueltan, sin darme tiempo recibo su golpe con el bate en la cabeza que me hace caer al suelo. El dolor siendo presente, incluso veo borroso. Trato de levantarme sin embargo recibo más golpes en las costillas, ninguno de iguala al de la cabeza. Trato de estar consciente sin embargo, mis ojos pesan, el dolor de mi cuerpo es insoportable y la figura de Presley con el bate es borrosa.
—No te preocupes, le llamaré a Layla. Le dará tanto gusto escuchar mi voz.
Mil veces lo maldigo internamente. Deseando estar en otra situación. Luchando por tener fuerzas para golpearlo, que una vez lo atrapen, sobre todo impedir que le haga daño a Layla sin embargo, cada vez estoy más débil, por más que evito mis ojos pesan al punto de cerrarlos siendo consumido por solo oscuridad.
L A Y L A
"Tranqulizate Layla"
Me digo a mi misma mientras la preocupación me carcome por dentro.
Se suponía que Aidan ya debería estar aquí, más a tardado y no recibo nada de él. Ya todo esta listo, solo lo esperamos a él y esta angustia no desaparece en cada minuto que pasa.
—¿Layla dónde está Aidan?
—No sé, ya debe venir en camino Alonso.
Reviso mi celular.
Bufo y finjo una sonrisa a Alonso.
—¿Estás bien Layla?
—Si, solo espero que Aidan ya llegue.
—Ya tardó un poco.
Asiento.
Lizzy se une a nosotros mientras se devora un pastelillo.
—Estos pastelillos están deliciosos. Muy buenos te quedaron Layla, a mi bebé le encantan.
—Gracias Lizzy, me alegro que a ti a y ese bebé les gusten.
—Lizzy a estado muy antojada y últimamente todo lo que come le encanta.
—Oye Alonso —se queja ella—Te recuerdo que es tu culpa, tu me embarazaste.
—Lo decía en broma Lizzy.
Alonso la abraza y intenta contentarla.
—Yo digo que a ese paso mi hermanita subirá mucho de peso.
—Es obvio porque esta embarazada amor.
Joshua y Marlin se acercan a nosotros.
—¡¿Se me nota mucho?!
Lizzy toca su estómago.
—No le hagas caso Lizzy, tu hermano es un idiota, un idiota que amo.
—Jaja gracias por intentar arreglarlo Mar.
Ella le da un beso en la mejilla.
Lizzy le da una mirada fulminante que su hermano ignora.
—Y a todo esto, ¿dónde está Aidan?
De nuevo esa pregunta que me hago a mí misma.
—Ya no debe tardar—inquiero insegura.
De pronto, mi celular suena. Un alivio me invade al ver el nombre de Aidan en la pantalla. Rápido contesto y lo llevo a mi oído.
—Aidan, amor te estamos esperando...
—Lamento decir que Aidan jamás llegará Layla.
Me paralizo al escuchar su voz. Observo a todos.
—¿Qué haces con el celular de Aidan? —escucho su risa—Responde Jack.
Apenas digo su nombre y todos ellos se acercan, más retrocedo.
—¿Qué le hiciste a Aidan? ¡¡Jack!!
—Tranquila mi Layla, él debe estar bien. Camino al hospital.
Su risa resuena del otro lado de la línea.
—¿Có ...mo? —balbuceo sintiendo las lágrimas acumularse en mis ojos.
—Será mejor que te des prisa Layla. Despidete de él, no olvides que te amo.
La llamada se cuelga.
Pego un grito fustrado.
—¿Layla que pasa?
—¿Qué quería Jack?
—¿Layla estás bien?
Son invadida por preguntas que no puedo responder. Dejo las lágrimas bajar de mis mejillas. Mar intenta abrazarme más se lo impido levantando mi mano.
—¿Layla qué pasa? Dinos.
Lloro, bajo mi mano y tomo una profunda respiración.
—Aidan esta en peligro... —sollozo—. Esta en el hospital.
Todos se ven entre ellos y sin evitarlo lloro más.
—Layla tranquila —Mar me abraza a la fuerza.
—No entiendo, ¿qué te dijo ese imbécil?
No obstante, sin antes lograr responderle a Joshua mi celular suena. Rápido lo reviso viendo una foto que sin lograr cubro mi boca con mi mano al ver a Aidan completamente golpeado, probablemente inconsiente, debajo la dirección de un hospital.
—¡No puede ser! —Marlin me arrebata el celular viendo la foto. —Okey, Romeo esta muy mal, a sido golpeado y entenderán que no les mostraré la foto. Debemos hacer algo. —Marlin bloquea mi celular.
—Debo ir a verlo. Debo estar con él. —digo rápido y limpio mis lágrimas que sin evitar siguen bajando.
—Layla antes debes tranquilizarte.
—¡No puedo Lizzy! ¡Es Aidan!
—Layla, Lizzy tiene razón, calmate. Iremos a ver a Aidan pero antes debemos pensar en como decirle a sus padres.
—Marisol no puede enterarse. Esta mal de salud. —inquiere Joshua.
—Entonces hay que decirle a su padre. —opina Alonso.
No tengo cabeza para pensar en eso.
No obstante, una voz nos pone alerta a todos. Rápido me limpio mis lágrimas y trato de no llorar.
—Layla, Layla... —Marisol repite mi nombre mientras se acerca a nosotros junto a su esposo—Cariño ¿donde esta Aidan? Ya tardo demasiado.
Todos guardamos silencio.
—¿Por qué lloras Layla?
No puedo apartar la vista de ella.
—¿Layla mi hijo no se a comunicado contigo? —me pregunta el padre de Aidan— le llamo y no me responde.
—¿Qué pasa? Algo no está bien con mi hijo ¿Verdad? ... —no respondo—. Es eso. Harold te dije que algo estaba mal con él, yo lo sentí...
—Marisol nuestro hijo esta bien, calmate.
—¡No, no lo haré hasta que me respondan!¡Merezco saberlo, me pondré peor si me lo ocultan!
—Marisol antes debes calmarte.
Ella ignora a su esposo
Marisol empieza a alterarse.
—Acabo de recibir noticias sobre Aidan —mi tono de voz sale débil.
Tomo una profunda respiración y observo a todos, en este momento mis padres y Kendal se acercan a nosotros.
—¿Qué ocurre? —pregunta mi madre.
—¿Layla qué pasa con mi hijo?
—Marisol le juro que yo no quiero causarle este dolor pero será peor si después se entera —sorbo mi nariz—. Aidan esta en el hospital, lo han golpeado muy mal, todo por culpa de Jack.
—No, no, mi hijo no.
Marisol empieza a llorar mientras su esposo la consuela.
—Nuestro hijo Harold
—Marisol calmate, te hará daño
—¡No! Debemos ir al hospital, no dejarlo solo.
—Iremos enseguida pero te quiero calmada.
—¡Lo haré hasta ver a mi hijo!
Bajo la vista, sintiendo las lágrimas de nuevo salir.
—En la foto esta la dirección del hospital. Espero que no sea broma del imbécil de Jack.
—¿Qué foto? —pregunta el señor Harold.
Alzo la vista dándole una mala mirada a Marlin por hablar de más.
—Una foto de Romeo donde se ve mal.
—Quiero verla
Rápido le arrebato mi celular a Marlin y lo pego a mi pecho.
—Layla —me pide Marisol.
—Será más doloroso si la ve. —sollozo—No se la mostraré.
—Vamos a calmarnos todos. Es lo mejor Marisol, ahora vamos al hospital. Layla si nos debes decir la dirección.
Asiento en respuesta para el señor Harold.
—Andando al hospital
Dicho esto por él y se da la vuelta acompañado de su esposa. Marisol muy afectada al igual que todos.
—Debo estar con él, también quiero verlo—hablo con voz débil.
—Todos iremos okey, todos—finaliza Marisol y termina por abrazarme, tratando de darme paz sin embargo, la preocupación crece más y más.
(...)
Minutos más tarde, todos estamos en el hospital. Por suerte, no fue una mal broma de Jack.
Lo maldigo mil veces internamente.
Que estemos en esa situación es por su culpa. El estado de Aidan es su maldita culpa.
De nuevo en el hospital con esta horrible angustia. En un mal momento. Una posible fiesta arruinada.
Pedimos verlo, no lo han negado y en este momento todos esperamos noticias suyas siendo desesperante en cada minuto que pasa.
—Hija, trata de calmarte
—No me digas eso mamá cuando no puedo hacerlo—le digo sin dejar de caminar de un lado a otro.
—Familiares de Aidan Wesley—anuncia una doctora.
Tras escucharla, todos nos acercamos deprisa hasta ella. Siendo sus padres hasta al frente.
—Somos sus padres ¿cómo está mi hijo doctora?
—No les voy a mentir, su hijo esta grave. Recibió muchos golpes en las costillas y sobre todo el más peligroso es en la cabeza. Aún no les puedo dar un resultado final y seguro. Antes debemos hacerle más estudios y asegurarnos que el golpe en la cabeza no le haya causado ningún daño. Debemos revisarlo.
—Daño —pronuncia Marisol— pero si estará bien ¿no? Debe salvarlo doctora.
—Haremos todo lo posible señora
—¿Podemos verlo? —la doctora niega—Por favor, es nuestro hijo, hágalo por mi esposa.
—Está bien pero solo será poco tiempo. Los exámenes están por comenzar.
Dicho esto y la doctora se marcha.
El señor Harold abraza a Marisol dándole consuelo.
Me armo de valor y me acerco a ella.
—Marisol—capto su atención— Siento esto, que su cumpleaños se haya arruinado, que Aidan este ahí por culpa de Jack. Lamento que mis problemas del pasado hayan afectado a Aidan. Yo no quería que él pasará por esto, que recibiera...
—Ahora no Layla. No quiero buscar culpables, lo único que quiero es que mi hijo se salve. Él no debería estar ahí, luchando por su vida porque como madre me niego a perderlo. No quiero que eso suceda, prefiero yo estar en su lugar. —ella limpia sus lágrimas— si nos permites debemos ir a verlo —asiento. Ellos pasan por mi lado. —Aidan te ama demasiado Layla—vuelvo a escuchar la voz de Marisol que me obliga a darme la vuelta y verla—. Y él daría su vida por ti, sin embargo no quiero perderlo, no quiero perder al único hijo que me queda por pagar un error de su esposa.
Dicho esto y se da la vuelta hasta verla marcharse acompañada de su esposo. Notando, por primera vez esa mirada suya. Una mirada de odio, culpa, rechazo hacia mi.
Tan pronto brazos me sostienen y siento la voz de mi madre. Diciéndome que todo estará bien, que no es mi culpa aunque yo no lo crea del todo.
...
Más tarde, tras insistencia estoy fuera de la habitación donde se encuentra Aidan. Pedí estar sola. Necesito estar sola y tener mucho valor, fuerza para verlo. Aunque sea, a través de la ventana de vidrio. Lo veo en esa camilla inconsciente. Noto su rostro golpeado, con visibles moretones y atado a cables y aparatos.
Ahogo mi llanto con mi mano mientras lo veo. Un horrible dolor que siento al verlo ahí. Sin poder hacer nada para ayudarlo.
Descubro mi boca y me acerco al vidrio apoyando una mano sobre el.
—Lo siento Aidan—sollozo—Debes ser fuerte, recuperarte y salir bien de esta. —muerdo mi labio inferior—. Debemos estar juntos Wesley—pronuncio con voz entrecortada. Deseando que él me escuche, con ganas de tocarlo, escuchar su voz y ver esa sonrisa suya.
Deseando que esta pesadilla termine.
Capítulo dedicado a: AnaCllopea
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