10 💞 Dosis De Amor
>> Doble capítulo <<
♡ NARRADOR OMNISCIENTE ♡
A pasos lentos él se acerca hasta ella. Sin hacer el menor ruido posible, Layla sin percatarse de su presencia, muy ocupada en esa cocina de su departamento mientras prepara un rico desayuno.
Aidan con el pecho descubierto, descalzo llega hasta ella y tan rápido la abraza por atrás causándole un pequeño sobresalto a Layla. Él rápido ríe, Layla le reprocha y continúa su atención en el desayuno. Aidan coloca sus manos en su cintura mientras recarga su barbilla en su hombro mientras murmura en su oído con esa voz ronca:
—Buenos días nena
Layla se extremece. Sin embargo, finge no verse afectada por su cercanía.
—Buenos días guapo
Aidan le da un corto beso en su mejilla y desvía la vista en lo que prepara Layla que huele delicioso.
—Creí que cuando despertara, te tendría a mi lado, entre mis brazos y sería lo primero y más hermoso que mirarian mis ojos.
Layla sonríe al escucharlo
—Ya no tenía sueño. Te quería dar una sorpresa preparando el desayuno y no quise despertarte, te mirabas tan guapo, tranquilo durmiendo —Layla logra darle vuelta al hot cakes—¿cómo descansó Wesley?
—De maravilla Bennett, después de lo que pasó ayer, quedé agotado.
Ambos ríen cómplices.
—Mmm, eso se ve delicioso —agrega Aidan y vuelve a depositar un casto beso en la mejilla de Layla— creo que no te he dicho lo hermosa que te ves con mi camisa puesta.
—Apuesto que se me ve mucho mejor que a ti.
—¡Sin duda! —exclama Aidan.
Layla gira a verlo y une sus labios en un corto beso.
—Te amo
—Yo más nena
Layla regresa la atención en sus hot cakes. Aidan sin soltarla de la cintura. Sin alejarse de ella.
—No quiero estar lejos de ti. Siempre he dicho que soy afortunado al tenerte. Le agradezco al destino por conocerte.
—Bendito destino —inquiere Layla— por cierto, hoy tenemos muchas cosas que hacer, después de desayunar quiero ir a la cafetería y renunciar, quiero agradecerle personalmente a Emilia por darme la oportunidad de trabajar en DANGEL. Ver a mis padres, a los tuyos y después regresar al departamento a empacar nuestras cosas.
—Lo había olvidado. Lástima que tengo que ir a dar mis clases pero te juro que cuando vuelva, te ayudo. No te preocupes Lay, quedamos con mis padres en ir a vivir con ellos en unos días, falta arreglar el departamento, nuestras cosas. Igual le hablaré a mi madre, quiero saber como sigue. —Layla asiente—Lo único que puedo hacer en llevarte a esa cafetería de paso, ¿te parece?
—Me parece bien —le responde ella.
—Sin duda, tenemos muchas cosas por hacer. También quiero ver lo de contratar seguridad para nosotros y mis padres. Yo me encargo de eso, bien.
Layla asiente.
Ambos guardan silencio. Su atención puesta en el desayuno.
—Por cierto nena, casi lo olvido. Quiero que en estos días me ayudes a comprarle un hermoso regalo a mi madre, en cuatro días se viene su cumpleaños. Quiero darle algo hermoso como ella, hacerle una fiesta con todos, pasar un día agradable con ella, en su día.
Layla lo escucha atentamente.
—Cuenta con mi ayuda amor
Aidan le agradece con un eterno beso en su mejilla. Layla ríe al él alejarse.
—Aunque creo que un buen regalo para ella sería que fuéramos a vivir a su casa ese día. Te imaginas, tu madre se pondría muy feliz.
—Tienes razón, tal vez esa sea la sorpresa. Hay que planear todo lo antes posible. —Aidan hace una corta pausa —eres maravillosa Lay y eso merece que te de muchos besos.
Aidan va hasta su cuello dejando cortos besos húmedos en su piel. Layla trata de empujarlo por desconcentrarla.
—Aidan aléjate
Él hace caso omiso
—Aidan harás que nuestro desayuno se queme.
—No me importa, no tengo hombre.
Su agarre en la barbilla de Layla la hace girar la cabeza tan pronto Aidan sellando sus labios en un apasionado beso.
—Wesley. —murmura Layla contra su boca y con dificultad, logra cortar el beso. Lame sus labios, finge darle una mala mirada y regresa la vista al frente —creí que con lo que pasó anoche, sería suficiente.
Layla muerde su labio inferior al recordar ese momento íntimo entre ambos.
—Jamás me cansaré de ti Lay
Ella suspira y apaga la estufa.
—¿Crees que tengamos tiempo? —le susurra sintiendo calor y ese rubor presente en sus mejillas.
—Aun es pronto para ir al instituto. Podemos dejar el desayuno para después. Ahora prefiero el postre.
Aidan la hace girar y corta la distancia. Sus cuerpos tan cerca.
Layla coloca sus manos en sus hombros, se inclina y lo besa ansiosa. Profundizan el beso, ambos se acoplan a un ritmo. Layla sin darse cuenta retrocede varios pasos lejos de la estufa para recarga su espalda en la mesa de a lado. Sin cortar ese beso, las manos inquietas de Aidan suben hasta el inicio de su camisa. Con facilidad desabrocha botón por botón hasta dejar expuesta a Layla ante él, tan solo en ropa interior mientras que sus manos recorren por todo su cuerpo. Aidan rápido se acomoda entre sus piernas, siendo una nula distancia entre ambos cuerpos. Cortan el contacto de sus labios y los de Aidan bajan hasta su cuello dejando cortos besos. Las manos de Layla se deslizan por su espalda, se aferra en ella mientras emite pequeños gemidos.
Continúa entre caricias, besos, gemidos. Se dejan llevar. Esa química, atracción que existe entre ambos tan fuerte para entregarse mutuamente, solo ellos dos existen, sin importar nada más que solo ellos.
♡+♡
Por otro lado, otra linda pareja de enamorados descansan sobre esa cabecera de la cama, ambos controlan su descontrolada respiración después de haber tenido un íntimo momento.
—Eso fue increíble —espeta Joshua mientras gira a ver a Marlin con una mirada cómplice.
—Confirmo
Marlin se cubre más con las sábanas.
—Se supone que solo hablaríamos. —agrega ella.
Ambos ríen
—Que te digo, me dejé llevar, es difícil al tenerte tan cerca de mi.
—Pues ya somos dos
Marlin se aleja de la cabecera, se acerca a él y lo besa, Joshua recibiendo ese beso con la misma intensidad.
La rubia corta el beso y regresa a su posicion inicial.
Joshua pasa saliva al verla. Esa mirada presente en él, esa mirada que le gusta a Marlin. Le gusta que él la vea de esa forma, sin juzgar su belleza, para él siendo la más hermosa justo como la rubia se siente gracias a su seguridad.
—No pensé que alguien se fijaría en mi. Que te haya gustado a pesar de estar ciego.
—Ey no digas eso, incluso para mi fue raro. Cuando te conocí, no creí que terminaría enamorada de ti. Gracias Joshua, por enseñarme el verdadero amor.
Marlin se acerca a él y se acurruca en su pecho. Joshua deposita un corto beso en su frente.
—Oye, por cierto, ¿cómo te sientes con lo de tu hermana?
Joshua suspira.
—Aún no lo asimilo del todo aunque frente a ella demuestre lo contrario. La verdad es que aún no me la creo que Lizzy vaya a ser mamá, tengo que admitir que Alonso a sido un buen novio con ella, se ve que la ama y la apoya ahora en esto —Joshua hace una corta pausa— No creí que esto nos pasaria a nosotros, desde la muerte de mis padres, solo hemos sido ella y yo. Entre ambos nos cuidamos, incluso a veces Lizzy se comporta como la hermana mayor y ese papel me corresponde a mi. Estoy tan agradecido con ella, me ayudó mucho cuando perdí la vista, a pesar de ser cruel con ella. Como todo cambio ese día, bendito día cuando tu y Layla nos buscaron. —Marlin sonríe ante el recuerdo—Mira ahora, ambos encontramos el amor. Yo recuperé la vista y soy feliz contigo.
—Y pronto serás tío
—Ni me lo recuerdes. —Joshua desliza su mano por la espalda de Marlin dejando ciertas caricias con las yemas de sus dedos —Aunque lo que menos asimilo es que Lizzy se ira de aquí. Cuando se vaya a vivir con Alonso, esta casa no será igual. Me sentiré solo.
—Pero yo vendré las veces que quieras a consolarte.
Joshua ríe sin ánimos
Ambos guardan silencio.
De pronto, una loca idea se le ocurre a Joshua.
—Mar
—¿Si amor?
—Sé que sonará loco, pero se me acaba de ocurrir algo.
Marlin frunce el ceño. Tan rápido se aleja de él y se incorpora en la cama, medio gira concentrando su vista en él.
—¿Qué cosa?
Joshua se aleja de la cabecera, apoya sus manos sobre la cama y toma una profunda respiración.
—¿Sería demasiado apresurado que vinieras a vivir conmigo ahora que Lizzy se vaya?
Marlin pestañea varias veces.
—¿Sería demasiado raro que yo aceptará?
Joshua niega
Marlin suspira
—Mira Jos, te voy a ser sincera. Te amo y quiero estar contigo pero aun no me siento preparada para vivir contigo, no cuando ni nos hemos casado.
Joshua se muestra sorpresivo.
—¡¿Bo... da?! —balbucea
Marlin asiente
—Siempre he soñado en una, la mía propia. Así como mi amiga y Romeo, yo también quiero casarme y tal vez después de eso, acepte vivir contigo.
Joshua guarda silencio mientras la observa segundos.
—Entonces hay que casarnos
—Jos está es la peor forma de pedirme matrimonio, además no lo acepto. Lo dices por lo que acabo de decir. No quiero que lo hagas por obligación, quiero que los dos estemos seguros.
—Mar yo haría cualquier cosa por ti
La rubia le sonríe y acaricia su mejilla.
—Pero no de esta forma
Baja su mano y sube la sábana que esta por caerse.
—Marlin—Joshua se acerca más a ella y la toma de la cintura—Tal vez crees que a veces soy inmaduro, irresponsable pero si quiero dar ese paso. Lo que pasa es que no tengo la menor idea de como, me cuesta ser romántico contigo, no soy como Aidan. Si te amo y seria increíble que fueras mi esposa. Solo que todo lo que planeo, lo arruino y....
—Joshua no quiero presionarte. De hecho no hay que tomarlo muy enserio. Ya, olvidalo okey. —Marlin le da un corto beso—voy a baño.
Dicho esto y Joshua la suelta, Marlin empieza a bajar de la cama, se cubre con la sábana al estar de pie y se dirige al baño.
Joshua observa sus movimientos, la pierde de vista al esa puerta cerrarse y vuelve a recargarse en la cama.
No obstante, una idea se le ocurre. Una sonrisa se refleja en su rostro. Sin demora, le da un último vistazo a la puerta, se inclina hasta el buro y toma su celular. Rápido lo desbloquea, escribe un mensaje y presiona rápido el enviar.
JOSHUA:
Necesito tu maldita ayuda
ADAM:
¿Qué quieres cabron?
JOSHUA:
Voy a pedirle matrimonio
a Marlin.
ADAM:
¿Qué mierdas? ¿Estas seguro
imbécil?
JOSHUA:
Muy seguro. Quiero que sea algo
especial, lindo para ella. Pensé en
escribirle una canción, cantarsela y ahí mismo darle el anillo ¿cuento con tu maldita ayuda o no?
ADAM:
Joder cabron. Se nota lo
enculado que estás. Va, cuenta con
mi ayuda, con la de toda la Banda.
Ahora estoy un poco ocupado.
Nos vemos en los ensayos y ahí nos explicas todo el puto shock.
JOSHUA:
Gracias Adam. Mierda que si
necesito su ayuda. Hablamos después, no quiero que Mar se de cuenta.
ADAM:
Mierda que no es gratis. Solo porque
eres de la Banda. Nos apoyamos. Te dejo con tu princesa maldito cabron.
Joshua termina de responderle.
No obstante, escucha la puerta ser abierta. Rápido reacciona y deja su celular bloqueado en el buro y regresa a acomodarse en su lugar. Segundos después, Marlin sale, cierra la puerta y se recarga en ella. Lo observa, él un poco nervioso.
—¿Estás bien?
—De maravilla, anda, mejor regresa aquí.
Marlin le da una mirada curiosa. Se encoje de hombros y se acerca hasta la cama. Al llegar, se sube y se coloca a lado de él.
—Siento que me ocultas algo Joshua Dixon.
—¿Yo? —bufa— para nada.
—Joshua
Él pasa saliva
—Es una sorpresa, no puedo decirte.
Marlin sonríe ampliamente al escucharlo.
—Me gustan las sorpresas
—Y esta te sorprenderá demasiado
—Mmm, entonces no puedo estar enojada contigo ¿Cuándo?
—Muy pronto, te lo prometo.
Se ven a los ojos.
Marlin termina por besarlo. Joshua le sigue el beso, la toma de la cintura y la rubia empieza a acostarse con cuidado, sin cortar el beso, Joshua se coloca sobre ella. Siguen besándose hasta falta de aire se alejan. Una mirada cómplice y sin demora se colocan bajo las cobijas siguiendo con la dosis de besos, caricias y algo más...
♡♡♡
—¡Mira este! ¡O este! ¡Aww todos son hermosos! —chilla Lizzy con emoción al ver la dintinta diminuta ropa de bebe —¿me llevo el rosa, azul o amarillo?
Hace una mueca ante gran dilema que se encuentra.
Alonso sonríe mientras la observa.
—Pueden ser los tres, aún no sabemos el sexo de nuestro bebé. Solo no quiero que le falte nada, ni mucho menos, a la mamá.
Alonso deja su mano en el estomago de Lizzy.
Ella gira a verlo y le sonríe.
—Gracias por acompañarme Alonso. Sé que faltan meses pero quiero estar preparada. La verdad, soy nueva en esto y tengo miedo.
—Ey, yo estoy aquí para apoyarte. Juntos con esto. —Alonso la besa y quita su mano de ella.
Lizzy le sonríe y regresa la atención en todas esas cosas para bebés.
—Por cierto, debemos hablar con mi hermano. Decirle que pronto, me iré de la casa.
—Lo haremos, espero no lo tome mal.
—No creo, Jos ya lo aceptó del todo. Además, también merezco ser feliz con el padre de mi bebé y no estar siempre atada a él, creeme que eso no cambiará el amor de hermanos que nos tenemos.
Alonso asiente y acaricia su mejilla.
Lizzy suspira
—No creí que pasaría por esto. Mira, encontré el amor y ahora estoy esperando un bebé fruto de eso—Lizzy toma una sonaja y la mueve— Le agradezco a la vida por lo que tengo. —limpia varias lágrimas, que ella sin evitar, se deslizaron por su mejilla. —ah ya no quiero llorar.
—Ven aquí
Alonso la abraza y deposita un casto beso en su frente. Lizzy hace un puchero.
—¿Sabes que me animaría después de terminar las compras de nuestro bebé?
Alonso se aleja de ella. Lizzy sorbe su nariz.
—¿Qué cosa?
—Tengo varios antojos
Ambos ríen cómplices
—Y los cumpliré, te voy a consentir en todo lo que quieras.
Lizzy sonríe ampliamente.
—¡Gracias, te amo Alonso! ¡Te amo! —exclama feliz y lo llena de besos repetitivos en su boca.
Alonso ríe, ante la diferencia de altura, se agacha un poco y la toma de la cintura. Sin a Lizzy importarle ser el centro de atención.
Ambos continúan ahí. En ese pasillo con productos de bebé. Símbolo de esas bonitas parejas que existen. Distintas historias de amor donde esa química si existe y comparten.
Finalmente, Kendal sale de esa tienda con varias bolsas en cada mano. Contenta por sus compras, artículos de moda, ropa, accesorios, zapatos. Disfrutando su soltería al máximo. Sin estar atada a alguien, sin querer estarlo en este momento.
Concentrada a ella misma, en su padre, sus amigos y pasando momentos con su media hermana. Siendo aún la preocupación en la chica al no saber todo este tiempo de su madre. Sin embargo, trata que no le afecte.
Para evitar de dejar de pensar en lo que le preocupa, con todo lo ocurrido recientemente con Jack. Kendal decidió salir de compras, despejar su mente, sola por ese centro comercial.
La chica se las ingenia para tomar cada bolsa. Continúa avanzando. De pronto, su celular suena. Deja salir un bufido y se detiene. Con dificultad baja las bolsas y rápido toma su celular. Lee la notificación, rueda los ojos al leer el mensaje. Rápido rechaza la invitación de salir con ese chico que conoció en varios de sus viajes. Se niega a salir con alguien en este momento. Le envía una respuesta y vuelve a bloquear su celular. Lo guarda en su bolsillo, toma una profunda respiración y vuelve a cargar las bolsas.
Sin embargo, falla al cargarlas. Estas una por caerse, Kendal se las ingenia para impedirlo y sigue avanzando maldiciendo a sus adentros.
De pronto, choca contra alguien. Kendal maldice y caen al suelo dos de sus bolsas. Rápido fija la vista en el responsable viendo frente a ella a un chico de cabello corto color negro oscuro, tez clara con varios tatuajes, vestido de negro con ese estampado de una banda de rock en su camisa.
Lo que parece una típica escena bonita de novela. Cambia a un posible caos. No hay conexión de miradas, amor a primera vista. Al contrario, Kendal estalla su ira en él:
—¡Mira lo que has hecho imbécil!
—¿Disculpa? ¡Tu fuiste la que no se fijó!
Kendal abre la boca sorprendida ante su contestación, la vuelve a cerrar y deja caer todas sus bolsas al suelo mientras se cruza de brazos molesta.
—¡Tu chocaste conmigo!
—¡Tu venias distraída!
—¡No toda es mi culpa, pudiste fijarte idiota! —Kendal resopla— si no tuvieras esa guitarra, hubieses impedido este desastre.
—Ahora es mi culpa, chica esta guitarra es más importantes que unas simples bolsas.
—Agh no pienso seguir discutiendo contigo. Eres un completo imbécil.
Kendal se agacha a tomar sus bolsas. Sin embargo, se sorprende al ver que ese chico rápido le ayuda. Se enderezan y se observan.
—Escucha, lo siento. Admito que venía distraído en mí celular, te juro que no te vi—le dice ese chico más calmado mientras le entrega dos bolsas.
Kendal las toma de mala gana y esta vez las carga bien.
—Disculpa aceptada, aunque no quita que eres un imbécil por tu comportamiento con una chica.
Él niega y acomoda su guitarra eléctrica en su espalda.
—Okey mi considero culpable, no debí reaccionar de esa forma. He tenido un jodido día que se me hizo fácil.... —él la mira fijamente— lo siento, aunque tu no has parado de insultarme.
—Lo mereces
—¿Lo merezco?
Kendal asiente
Él lame sus labios y la observa con atención.
—Una chica bonita como tu no debería enojarse de esa forma.
—No lo haría por imbéciles como tu que se cruzan en mi camino.
—Okey estas demasiado alterada. Relajate —él mira fijamente su collar —Kendal.
—¿Cómo sabes mi nombre?
Él le sonríe.
—Lindo collar, fue fácil de adivinarlo. —ríe. Guarda silencio y carraspea— no te robo más tu tiempo Kendal, a pesar de esto, me dio gusto conocerte. —pasa por su lado —Por cierto, que no se olvide que este imbécil que tu llamas, tiene nombre.
Kendal rueda los ojos al escucharlo y se da la vuelta viéndolo.
—Adam
Él le sonríe y se da la vuelta alejándose de ella. Kendal lo mira llegar hasta una chica de cabello rosa, los ve perderse en la multitud.
—Adam imbécil —menciona ella.
Suspira y gira la cabeza viendo al frente. Empieza su caminata, sin embargo, se detiene al verlo a cierta distancia de ella.
Kendal pasa saliva, su rostro muestra sorpresa a diferenciar a Jack a lo lejos. Él oculto, pasando desapercibido para el resto de las personas que ambulan. Logra verla, le sonríe. Kendal retrocede y observa alrededor, preparada para buscar ayuda. Rápido regresa la vista en la misma dirección, sorpresa se lleva al no verlo más.
Kendal frunce el ceño. Lo busca. Se calma.
Cree que solo fue su imaginación.
—Tranquilizate Kendal, él no está aquí. —se dice a ella misma. Le da una última mirada a dicho lugar y termina por darse la vuelta mientras avanza de lado contrario entre las personas, con sus compras con un mal presentimiento.
Mientras que él, yace oculto de ella. Jack sale de su escondite, la ve a los lejos. Se maldijo al dejarse ver por ella. No es secreto que la a estado siguiendo, a todos.
Jack se acomoda la capucha, se coloca los lentes y sonríe ampliamente.
Listo para su siguiente ataque. Tan cerca de cada uno de ellos, mientras los vigila, ellos sin darse cuenta lo que su mente retorcida plenea contra todos ellos. Siendo de nuevo su próximo ataque contra su más enemigo rival:
Aidan Wesley
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Nota de autora:
Nooo, él nooo. Nimodo. Así será. Esperen el siguiente capítulo. Gracias por leer, no olviden dejar su voto que me motiva a seguir. Ahora estoy muy inspirada con esta historia, es posible que la actualice más seguido. De que la acabo en este año, lo hago. Espero hayan disfrutado de esos dos capítulos seguidos.
¡Mil gracias por su apoyo y seguir leyéndola!
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#Layla & Aidan
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