Al otro día, en la escuela, Yugi bostezo por quinta vez, sus ojos querían cerrarse, cabeceaba de tanto en tanto, pero aún así resistía las ganas de dormirse en clase.

Por fin la campana sonó por todo el lugar, alertando a Yugi que ya podía marcharse a comer, un buen sandwich y un jugo de naranja le harían recobrar las ganas para continuar con sus estudios.

Fue hacia la cafetería pidió lo solicitado y cuando se le entregó su orden, fue asentarse en una esquina de cafetería, quería estar solo por el momento, ni siquiera había visto a Jaden en toda la mañana, probablemente no había venido.

Bueno, seguramente se quedó dormido.

Pensando en esa posibilidad, Yugi no se dio cuenta cuando un chico de grado mayor se sentó enfrente de él, Yugi al darse cuenta de quien se trataba, se quedó quieto y cruzó los brazos.

— Dejame adivinar, ¿tengo un nuevo trabajo?. —

—¿Qué te hace creer eso?, solo vengo a comer mis alimentos. — Le dijo el otro sin interés alguno.

Yugi levantó una ceja, estaba realmente confundido, ¿por qué el compañero de Yami se sentaría con él?, es más, ¿Acaso no era el guardaespaldas de su jefe del instituto?.

— ¿Dónde está...?. — Pero antes e preguntar por su jefe, fue interrumpido.

— Me dejaste esperando media hora en la máquina de golosinas. —Llegó aquel tricolor de ojos rojos, sentándose alado de Yusei.

— Te dije que iría a la cafetería, no a la máquina. —Respondió el azabache sin interés. — Además, deseaba poder conocer a tu perrita. —

Yusei miró a Yugi, quien frunció el ceño levemente, no iba a molestarse y si esa era la intensión del pelinegro, no le iba a salir.

— No le digas así. — Dijo Yami.

— Oh, mis disculpas. — Dijo Yusei a hacía Yugi, pero el menor sabía que esas disculpas eran más que falsas. En realidad el azabache sólo quería provocarlo, podía intuirlo.

—Dime... — Yugi ignoro al azabache y posó sus ojos en Yami. — ¿Tengo trabajo hoy?. —

— No se habla de eso aquí. — Le dijo Yami. — En la escuela eres un chico normal, fuera de ella eres completamente lo opuesto. —

Yugi Agarro su charola de comida y se fue de la cafetería no antes de desechar sus alimentos, su apetito se había ido con tan sólo ver a Yami y a ese azabache.

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POV Yami.

— ¿podrías ser más amable con él?. —

— No. — Respondió el azabache, pasando su hamburguesa hacia la charola de Yami, le pasó su soda, levantó sus cosas. — Iré a molestarlo un poco más. —

— Oh, ¿vas a dejarme solo?. —

— Oh, vamos, solo está vez. Además, tu chico me interesa un poco. —

— No es mi chico. — Respondió Yami.

—Eso ya lo veremos. — Dijo Yusei con una sonrisa. — Te terminas todo. — Señaló la comida. — No me gustaría regañarte de nuevo por no comer bien. —

*Continuará....