Dedicado a: ChicoOscuro14

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No mires atrás.

No mires atrás.

¡NO MIRES ATRÁS!.

Gritaba mi mente  mientras corría y mi corazón se aceleraba con cada paso que daba.

Iba corriendo cómo diez minutos y aún no encontraba una salida, el lugar era enorme  y continuamente me perdía o regresaba al mismo lugar, no sabía orientarme y lo único que veía eran solo puertas que te llevaban en círculos o ventanas.

Me rendí en la última vuelta que di regresando al mismo lugar donde había un pasillo enorme con cuadros colgando, tapizado de color azul y puertas que solo te llevaba habitaciones sin salida.

— Ya te cansaste, ya no puedes seguir más. — De una habitación salió Yami comiendo un tazón de cereal.

— Déjame ir. —

Se río.

— Ja, eso no depende de mi. Yo no te secuestre... Por mi, te dejaría libre. Pero mi hermano, ¡uff!, el es distinto... No debiste de llamar su atención. —

— ¡Ni siquiera lo hice!. — Reclame. — Él solo se fue en contra de mi. Yo no hice nada. Yo no quería esto. — Las lágrimas comenzaron a bajar. Estaba cansado de esto. Me arrodille ante Yami. — Mejor matame de una vez, no quiero esto. —

— Wuo, wuo, wuo... — Me dijo, dejo su tazón de cereal sobre una mesita que estaba por ahí, luego tomó mi manos y me incitó a levantarme, miró a ambos lados buscando si alguien lo estaba viendo, pero no. — Ven conmigo. —

El tono amable con el que me hablo se me hizo algo irreal, inimaginable. Yami, el Yami que estaba delante de mí estaba siendo amable y gentil, me llevó hacia la habitación en donde había salido, cerró la puerta y me dirigió a su cama, ahí, me sente y se fue hacia otra puerta donde saco un botiquín de primeros auxilios, volvió hacia mi  y tal como lo había hecho Atem, retiro aquella parte de mi bata, me quería poner a la defensiva pero Yami me detuvo.

— No te haré daño, solo quiero revisar tu marca. —

Me removió en mi lugar incómodo, ¿él también sabía de mí marca?.

—No quiero que te asustes. —

—¿Cómo me pides eso?, sabes de mi marca. —Le dije con temor.

—Sí, pero es porqué yo la tengo también. —

De pronto se quito su chaqueta, luego la siguiente prenda hasta quedarse con el dorso desnudo.

Al verlo no pude evitar jadear de la impresión.

— T-tu cuerpo esta... —

—¿asqueroso?, ¿repulsivo?. —Escuche como se ríe bajamente, una risa que logra hacerme sentir mal.

—Magullado. — Susurre notando todas sus marcas trazadas en su piel.

Llegue a levantarme, plantarme frente de él y me atreví a tocar su pecho, justo donde había una marca en color rojo; era una línea fina que se extendía a lo largo del pecho y rodeaba toda su espalda hasta volver a comenzar la línea.

Baje la mirada hacia su cadera en los meros huesos de su cintura había algunas especies de rasguños, hechos por algún animal.  En sus clavículas había otra marca, un rasguño que  de seguro fue hecho por algún arma de filo.

—Y eso no es todo. —Me dijo y me mostró su espalda magullado y con una marca que reconocía a la perfección.

—¿De donde vienes?. —Pregunte.

Volvió a verme.

—Del mismo lugar que tú. —

Continuará...